INTRODUCCIÓN
Si bien existe un amplio desarrollo de estudios sobre el territorio como fenómeno social y político, el concepto de vocación productiva territorial no ha sido tan profusamente explorado. En Latinoamérica este ha sido definido como el conjunto de aptitudes, disposiciones y potencialidades, identitarias y materiales de una sociedad dentro de un territorio determinado, articuladas con los deseos y acuerdos mínimos a los que llegan los actores que allí habitan respecto de los procesos económico-productivos a impulsar (Restrepo, 2020; Alfonso et al., 2016; De la Vega et al., 2009). La identificación y concreción de la vocación productiva de un territorio facilitaría su desarrollo (en términos económico-laborales), mientras que la falta de coherencia entre esta y las actividades productivas que en él se llevan a cabo podría incidir en efectos negativos en su progreso, generando pérdida de recursos, conmutación y retraso económico (Soza-Amigo et al., 2018). Dicho planteamiento se presenta como un desafío en un contexto post-neoliberal (Cumbers y Paul, 2020) caracterizado por una creciente conflictividad entre lo social/territorial/ ambiental y el extractivismo económico (Bolados, 2016; Stamm y Aliste, 2014). Esto evoca situaciones donde las penetraciones de actividades ajenas a lo local provocan tensiones y readecuaciones sociales (Calderón et al., 2013).
Toda la explicación que se hace, no queda claro a qué situación o evento se refiere. No se sabe si es a lo laboral (que es lo más probable), para algo social, sanitario, educativo…
Un caso interesante es el de la Provincia de Arauco en Chile, territorio provisto de indicadores de ocupación y escolaridad menores a la media del país y que presenta un alto nivel de aislamiento, desempleo y retraso económico (PLAMET Arauco, 2020). Esto ha llevado a clasificarla como zona de rezago, definida así por al menos dos de tres condiciones: la mitad o más de sus comunas deben figurar entre las 100 más pobres del país; estar entre el 30% más pobre de la región; o presentar más de un 10% de localidades en condición de aislamiento (SUBDERE, 2017). Llamativamente, entre sus actividades económicas destaca el desarrollo de la industria forestal, segundo sector productivo y exportador a nivel país (Farris y Martínez-Royo, 2019), proveedora de aproximadamente un 17,2% del empleo en Arauco (Encuesta Nacional de Empleo, 2021) y cuestionada por su expansionismo extractivo, la escasa diseminación de valor agregado y su impacto ambiental (Grosser-Villar y Carrasco-Henríquez, 2019; Farris y Martínez-Royo, 2019). Ante ello ¿Cuál será la vocación productiva de la Provincia de Arauco? y ¿Cómo ella se articulará con el desarrollo de las principales actividades productivas del territorio, incluida la forestal? El objetivo de este artículo es explorar la vocación productiva de la Provincia de Arauco y su relación con la realidad productiva allí presente. Para ello proponemos una metodología cualitativa, original, replicable y basada en un análisis de los documentos denominados Planes de Desarrollo Comunales (PLADECOS) de las comunas adscritas.
La vocación productiva territorial puede ser entendida como el conjunto de aptitudes, disposiciones y potencialidades, identitarias y materiales, que posee una sociedad dentro de un territoiculado con los deseos y acuerdos mínimos a los que llegan quienes allí habitan en cuanto a los procesos productivos que desean impulsar (Restrepo, 2020; Alfonso et al, 2016; De la Vega, et al, 2009). Con esto apuntamos a la territorialidad en tanto proceso que cualifica la acción de los actores que habitan o se desenvuelven dentro de un contexto determinado (Haesbert, 2011; Harvey 2018). Estos procesos dan como resultado un stock de capital social y capacidades endógenas del desarrollo (Putnam, 1993; Boisier, 1999; Vázquez-Barquero, 2000), pudiendo interpretarse como un proyecto socio-político sobre la dirección en las decisiones dentro de una comunidad o colectivo territorial con impacto en la economía local. En este sentido, la definición de una vocación productiva no es ajena a los consensos y los conflictos en torno a intereses que los agentes del territorio representan, siendo la gestión de políticas públicas en el territorio un factor determinante para articular las racionalidades que dividen a los agentes locales de los globales (Sousa, 2004). Es justamente esta distinción en el espacio de lo productivo-local lo que puede dificultar una armonización entre la idea de vocación productiva y la implementación real de los procesos, muchos de los cuales terminan en conflictos que colisionan lo social/territorial/ ambiental con el extractivismo económico (Bolados, 2016; Stamm y Aliste, 2014).
Esto ha generado una discusión central tendiente a organizar nuevas formas de desarrollo económico local y sustentable, cuya base esté en la articulación de procesos identitarios territoriales junto a las capacidades productivas desde una perspectiva de ecología política, entendida como la idea de una economía intersectada por valores y culturas (Martínez-Alier, 2009). Así, la necesidad de validar las identidades productivas se convierte en una prioridad para avanzar hacia una economía que permita integrar en sus cuentas factores que hasta ahora eran considerados externalidades, tales como el uso del agua, la degradación de la tierra, la conservación de eco- sistemas debilitados, la salud de la población, etc. Es en ese sentido que el concepto de vocación productiva territorial emerge como perspectiva provista de utilidad, pudiendo preguntarnos por la potencial armonización entre las identidades y necesidades locales frente a los intereses glo- bales. Más aun en aquellos territorios provistos de potencialidades productivas, pero también aquejados por altos niveles de pobreza y otros problemas sociales.
La Provincia de Arauco pertenece a la Región del Biobío, en la zona centro-sur de Chile. Sus límites naturales son la costa del océano Pacífico y la Cordillera de Nahuelbuta. Posee una población de 166.087 habitantes, siendo un 24% de tipo rural y un 28% de ascendencia indígena (mapuche) (Instituto Nacional de Estadísticas, 2017; Gobierno Regional del Biobío, 2018; Anteproyecto Regional de Inversiones, 2021). Políticamente está conformada por 7 comunas: Arauco, Curanilahue, Los Álamos, Lebu, Cañete, Tirúa y Contulmo, varias de las cuales presen- tan importantes niveles de pobreza absoluta y multidimensional, estimándose este indicador territorial en un 14,8%, mayor al 12,3% registrado a nivel de la región (Anteproyecto Regional de Inversiones, 2021).
Entre sus potencialidades productivas encontramos el borde costero y sus caletas pesqueras, además de actividades de cultivo y crianza de animales. Posee lagos, la reserva nacional Isla Mocha y la cultura del pueblo mapuche con su artesanía, música y cosmovisión como recursos impulsores del turismo.
En cuanto a la industria forestal, esta se instaló en la provincia en la década de 1970, cubriendo las plantaciones de monocultivo la mayor parte de su superficie, registrándose en 2017 un total de 265.658 hectáreas (68% superficie total), más del doble de la superficie de bosque nativo (112.823 hectáreas) (Corporación Nacional Forestal, 2017). Por otra parte, la población ocupada por este sector alcanza aproximadamente un 17,2%, constituyéndose en una actividad relevante en términos de empleabilidad (Encuesta Nacional de Empleo, 2021).
Cabe destacar que, dada su calidad de zona de rezago, en la Provincia de Arauco el Estado chile- no ha invertido desde el año 2007 más de CLP $120 mil millones en programas y subsidios. Ello con el objetivo de impulsar su desarrollo social y económico.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este trabajo propone una estrategia metodológica para indagar en la vocación productiva de un territorio utilizando contenidos extraídos de los Planes de Desarrollo Comunal (PLADECOS) de las comunas de la Provincia de Arauco. Esto recogiendo el planteamiento de Fernández-Labbé (2020), quien postula la necesidad de implementar instrumentos de planificación y ordenamiento territorial que contribuyan a mitigar los efectos de desajuste entre actividades productivas y vocación territorial. Los PLADECOS son instrumentos de planificación estratégica (Ubilla y Villegas, 2017), de carácter obligatorio, aunque no normativo, y consignados en la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades (Ley N° 18.695). En ellos se plasman las problemáticas, necesidades y potencialidades de las comunidades a través de la participación ciudadana y diversos insumos, buscando con ello construir una imagen objetivo que capte las aspiraciones de la comuna (Espinoza, 2010). Sus críticas apuntan a la necesidad de perfeccionar los mecanismos de participación (Orellana et al., 2016), destacando el involucramiento de los gobiernos locales y las orientaciones que ofrecen estos instrumentos en función de criterios geográficos, identidad comunal y vocación productiva (Espinoza, 2010). El principal desafío sería entonces como incorporar las aspiraciones de cada unidad territorial (Orellana et al., 2016).
Los PLADECOS fueron descargados de la web de los municipios en cuestión y/o solicitados directamente a las reparticiones municipales encargadas, procediéndose a identificar y analizar sus apartados dedicados a la visión de futuro, imagen, misión y los objetivos de desarrollo. Los tres primeros emergen como componentes discursivos vinculados a la construcción de la situación que los actores desean alcanzar, mientras que los objetivos de desarrollo corresponden un listado concreto de iniciativas económico-productivas de tipo estratégico (SUBDERE, 2009; Ruz et al., 2014).
Este trabajo fue realizado el primer semestre de 2021. Los PLADECOS de cada una de las siete comunas de la provincia han sido considerados como las unidades de estudio, determinándose como arco temporal los planes vigentes entre 2014 y 2020.
Considerando el carácter subjetivo de los apartados de imagen, visión y misión presentes en los PLADECOS, su tratamiento utilizó un diseño emergente de tipo inductivo (Flores, 2009; Díaz, 2018), el cual no depende de categorías preestablecidas, sino una serie de hallazgos identificados a través de un proceso de clasificación y taxonomía que dan pie a categorías emergentes inferibles (Arbeláez & Onrubia, 2014). Se trató de un solo corpus conformado por todos los extractos correspondientes a las imágenes, visiones y misiones, revisados exhaustivamente hasta identificar elementos comunes que dieron paso a categorías emergentes.
La vocación productiva territorial apunta a las características productivas destacadas por las comunidades que habitan un territorio, aludiendo a la predisposición declarada que posee una localidad de enfocar su desarrollo a través de la articulación entre condiciones, capacidades, producción y comercialización (Saravia y Camargo, 2012). Para lograr abordar esto en términos empíricos, se partió distinguiendo lo que podemos entender como vocación productiva aparen- te y lo que es vocación productiva real, concibiéndose la primera como la existencia de condiciones locales de producción pero que no son acompañadas de un mercado que permita aumentar los ingresos; la segunda, en tanto, alude a la óptima combinación de capacidades locales para su producción y efectiva comercialización (Saravia y Camargo, 2012). Se asume, por tanto, que la vocación productiva de un territorio no necesariamente se corresponde con su actividad económicamente más rentable, pudiendo ser incluso de una forma de trabajo arraigada en la tradición de las comunidades.
Los objetivos de desarrollo fueron tratados a través de un análisis de contenido temático cuantitativo, identificándose las menciones explícitas de los objetivos a diversos sectores productivos relevantes a nivel provincial. Las unidades de significación correspondieron a las frases que contuvieran explícitamente planteamientos referidos a modos de producción o desarrollo vinculados con algún sector económico-productivo en particular (a través de la idea de actividades que calzaran dentro de estos sectores). Estas unidades fueron clasificadas y agrupadas en función de cuatro categorías preestablecidas y elaboradas a partir de los planteamientos previamente expuestos de Saravia y Camargo (2012) como se observa en la Tabla 1.
Los resultados obtenidos de ambos trabajos metodológicos fueron triangulados a través de un ejercicio en el que se intersectó la contrastación y complementariedad de los hallazgos. De acuerdo con los datos presentados en la tabla 1, el turismo emerge como el sector productivo más destacado del territorio, obteniendo la mayoría de las menciones en todas las categorías, especialmente en aquella de condiciones y producción. Le siguen bastante más atrás comercio y servicios, pesca y acuicultura e industria. La relevancia de los sectores restantes es menor, pudiendo rescatarse la injerencia de la agricultura y el sector silvícola-forestal. Al respecto, la actividad forestal concentra su presencia en la categoría de condiciones y producción. En términos generales, y dado el número de menciones totales, sería posible decir que la Provincia de Arauco es un territorio donde existen vocaciones productivas mayormente dotadas de condiciones de producción (39 menciones), pero menormente dotadas de un mercado objetivo (5 menciones).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
El análisis de las visiones, misiones e imágenes dio lugar a cinco categorías emergentes, identificadas y descritas en 5 puntos. a.- Desarrollo integral y sostenible del territorio, resultado de la articulación armónica de sectores productivos y medioambiente: Se entiende que el desarrollo económico y bienestar de las comunidades debe acompañarse de sostenibilidad, para lo cual se hace un llamado a que todos los sectores productivos mencionados en los PLADECOS puedan articularse de forma armónica con su entorno (medioambiente). Así, las comunidades plantean una visión integrativa del crecimiento económico y conservación del medio natural. b.- Implementación de servicios como indicador de desarrollo y calidad de vida: La implementación de mayor cantidad y diversidad es una temática de alta importancia respecto de la imagen a lograr, aludiendo a un mejoramiento sustancial de la calidad de vida de las personas en tanto se logre contar con tal provisión y acceso. Considerando la situación de rezago del territorio y, por tanto, los problemas de conectividad y falta general de servicios, no debe resultar sorpresiva la importancia atribuida a esta problemática. c.- Consideración de la identidad y la diversidad cultural y étnica del territorio: La provincia de Arauco posee un componente étnico importante, sobre todo al sur del territorio (comunas Cañete, Tirúa y Contulmo), situación que releva la identidad y la diversidad cultural de las comunidades como uno de los factores centrales dentro de la imagen a consolidar (De hecho, y a propósito de la diversidad, en Contulmo existe una importante influencia alemana). Es decir, cualquier meta de desarrollo integral no podría ser sustentable sin considerar dentro de su plan de consecución la diversidad de los habitantes del territorio. d.- Explotación y conservación del patrimonio histórico y natural presente en los territorios: Las comunas poseen patrimonios históricos y culturales variados, destacando los vinculados a la industria del carbón, la riqueza del borde costero y el legado material de la conquista española. Surge como imperativo el poder explotarlos de forma respetuosa y sustentable, siendo un recurso endógeno y provisto de gran potencial de desarrollo e.- Turismo, factor de desarrollo territorial y eje articulador otros sectores provistos de potencial (patrimonio, historia, naturaleza, etnia, servicios, etc.): De todas las categorías y temas presentes en la revisión de imágenes, visiones y misiones de los PLADECOS de la provincia, el turismo es el que más destaca. No solo por el número de menciones explicitas, sino también por su papel con el resto de sectores pro- ductivos y metas planteadas, posicionándose como un eje articulador a través del cual es posible materializar gran diversidad de actividades y aprovechamiento de recursos territoriales (Tabla 2).
Desde el punto de vista del vector aspiracional como encuadre de expectativas y proyecciones del territorio (Restrepo, 2020), el análisis de las visiones, imágenes y misiones plantea una orientación ambientalista y patrimonial como principal eje para el mejoramiento de calidad de vida de los habitantes de la provincia. En esta misma línea, se involucra un componente de diversidad cultural que no atañe solo a la presencia de pueblos originarios, sino también al aporte de asentamientos inmigrantes junto a la cultura minera y la pesquera, destacando el deseo de proyectar esta heterogeneidad en la actividad turística como articuladora de recursos y actividades. A primera vista esto se relaciona poco y nada con la predominancia del sector forestal, el cual no figura dentro de este contenido. Por el contrario, la lógica subyacente pareciera estar más cercana a una idea de articulación ciudadana que antepone el bienestar común, humano y medioambiental como criterio de mayor calidad de vida. De hecho, cuando se menciona el único sector distinto al turismo (el caso de servicios), se hace con la intención de añadir calidad de vida de las personas. Estos componentes discursivos aluden a una aspiración más integral de desarrollo, alejada de un criterio economicista centrado en algún sector en particular (dejando de lado el turismo, el cual materializaría este anhelo integrativo) y una visión basada exclusivamente en ventajas competitivas y extractivismo económico (Tenório, Monje-Reyes, 2010; Bolados, 2016).
Desde el punto de vista del análisis de los objetivos estratégicos, los resultados son claros, reafirmando los hallazgos previos en cuanto al rol de la actividad turística como meta productiva a impulsar. Al respecto, no debe sorprender la presencia protagónica de este sector, pues el impulso del llamado “turismo sostenible” es considerado una estrategia capaz de promover el crecimiento y la inversión local de los territorios, potenciando el empleo y la diversificación eco- nómico-productiva (Morillo, 2011; Del Valle, 2017).
Detrás del turismo encontramos al sector comercio y servicios, hallazgo coherente con lo detectado en el análisis de la visión, misión e imagen. Al respecto, sería posible argumentar que esta meta adquiere una connotación particular, aportando la infraestructura estatal necesaria para el desarrollo del territorio. Ello entendiendo que la provincia se ha caracterizado por carecer de conectividad, siendo una zona débil en cuanto a dotación de servicios públicos y privados, necesarios para el desarrollo de la industria turística.
Por otra parte, es relevante referirnos el estado en que se encuentra la provincia, presentándose un contexto de actividades mayormente localizadas en el ámbito de condiciones y producción, o en otras palabras, todavía en una situación de horizontes hacia los cuales avanzar (Saravia y Ca- margo, 2012). Esto no debe interpretarse como una condición negativa, sino muy por el contrario, como un antecedente que revela la potencialidad de recursos y actividades por desarrollar. Del mismo modo, vale la pena destacar que este hallazgo se distancia nuevamente de la idea de una industria estructurada y consolidada como la forestal, figurando una falta de coherencia entre la principal actividad económica territorial y su vocación productiva (Soza-Amigo et al., 2018).
CONCLUSIONES
Más que la identificación misma de la vocación productiva de la Provincia de Arauco, el hallazgo más relevante de este caso es la existencia de un desajuste entre la matriz productiva vigente y lo que hemos denominado vocación productiva del territorio. Es decir, las actividades económicas actualmente predominantes tienen poco y nada que ver con lo que los habitantes de la provincia declaran desear impulsar productivamente. Esto permite entender de mejor forma la notoria lejanía de las aspiraciones de desarrollo respecto de la industria más importante de la zona, la forestal. Hacemos esta aclaración por temas interpretativos, sino también porque no ha sido el objetivo de este trabajo criticar al sector silvícola-forestal ni analizar el impacto que este puede tener en la vida de las personas (temas legítimos y necesarios de abordar, por cierto), constituyéndose esta situación, en cambio, como un meta-contexto sobre el cual analizar la subjetividad y las orientaciones de los capitales endógenos allí presentes.
Al respecto, se entiende que una vocación productiva alineada o coherente con la realidad pro- ductiva territorial proveería de un escenario sinérgico ideal, premisa que fundamenta la preocupante falta de sintonía entre dichos elementos en el caso de estudio. Las probables hipótesis que pudiesen explicar esta situación van desde las limitaciones de los PLADECOS como material de análisis (por tanto, una crítica a su carácter participativo como reflejo de la realidad comunal), hasta la propia idiosincrasia de la industria forestal en Chile, la cual no contribuiría al fortalecimiento del componente patrimonial y la sustentabilidad ambiental del territorio, al contrario del turismo, actividad que ha sido identificada en este estudio como la vocación territorial de la Provincia de Arauco.
Más allá de las posibles explicaciones del fenómeno, lo relevante aquí es dar cuenta de dos reflexiones surgidas y complementarias entre sí. La primera y más urgente dada la condición de rezago de la provincia, es evaluar las posibilidades de una articulación técnica entre los actores (comunidades, empresas, autoridades, expertos, etc.) y los capitales (conocimientos, tradiciones, perfiles, recursos naturales, etc.) presentes en el territorio, buscando optimizar recursos y esfuerzos para el desarrollo real y sustentable de la industria turística y otras que le secundan en interés. Teóricamente hablando, esto promovería oportunidades viables de crecimiento, permitiendo con ello la superación de la condición de rezago. Decimos “teóricamente” dado que un cambio en la actual matriz productiva y en la situación de atraso de la provincia requiere también de otras acciones complementarias.
El reconocimiento de la existencia de estos recursos y la forma que adquiera su articulación y potencialización constituye un desafío en términos no solo económicos o sociales, sino también político, apuntando con ello a la segunda reflexión, cual es valorizar e integrar la vocación productiva territorial como factor incidente para el real desarrollo de las comunidades. Es decir, agregar en la ecuación del crecimiento de los territorios nuevos elementos y estrategias que tiendan a la identificación y aprovechamiento de las potencialidades, capitales endógenos y aspiraciones productivas de quienes allí habitan. Lo anterior apunta al objetivo de alcanzar el virtuoso equilibrio entre vocación productiva y realidad productiva de un territorio. Tal planteamiento debiese ser un componente relevante en la formulación de las políticas de desarrollo. Esto ya que focalizarse solo en las actividades que el modelo productivo vigente considera viables podría conllevar al estancamiento de zonas completas, tal como probablemente ha ocurrido con la Provincia de Arauco, aun con la importante cantidad de recursos que allí se han inyectado.
Por último, es necesario mencionar la conveniencia de diversificar y perfeccionar los estudios de vocación productiva territorial. En este caso, la metodología propuesta ha permitido no solo identificar la vocación productiva de la provincia, sino también determinar en qué situación se encuentra dicho sector o industria, estableciéndose así el carácter aún básico de la actividad turística en dicho territorio. También destacar que la metodología ha sido pensada para su potencial aplicación en otros contextos, distintos al país de referencia, siendo, por tanto, capaz de abarcar otros insumos textuales diferentes a los PLADECOS.