INTRODUCCIÓN
La maloclusión es la alteración del crecimiento y desarrollo normal de los dientes, loscomponentes óseos y musculares, producto de una compleja interacción de factores. Esto afecta al sistema estomatognático y altera las funciones masticatorias, de fonación y deglución, sin olvidar que además afecta la estética del paciente y su calidad de vida1-5.
La maloclusión afecta a un amplio sector de la población, y según datos que brinda la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta alteración constituye la tercera afección bucal de mayor prevalencia a nivel mundial, después de la caries y la enfermedad periodontal6. En 1899, Angle ideó un esquema simple y mundialmente aceptado para clasificar la maloclusión en sentido sagital, es el método más utilizado para evaluar la relación oclusal. Esta clasificación se basa en la posición de la cúspide mesio vestibular del primer molar superior y su relación anteroposterior con el surco mesio vestibular del primer molar inferior. Angle dividió la maloclusión en tres grandes grupos: Clase I, Clase II, Clase III3,7,8.
Entre las maloclusiones en sentido transversal existe un tipo de maloclusión muy frecuente denominado mordida cruzada, que puede ser anterior o posterior. La mordida cruzada anterior es una anomalía de la oclusión en el plano anteroposterior caracterizada por la presencia de un resalte negativo donde se invierte la relación de desbordamiento de los dientes superiores por fuera de los inferiores9-13.
La mordida cruzada posterior se presenta cuando hay una relación anormal labiolingual o bucolingual de los dientes y en la mayoría de los casos es el resultado de un estrechamiento bilateral del maxilar. Se puede presentar una mordida cruzada posterior unilateral, cuando afecta a solo un lado y bilateral cuando afecta a ambos lados de la arcada14,15. Esta patología ha sido relacionada con muchos hábitos que podrían ser sus factores etiológicos, aunque las actuales investigaciones no son determinantes, los más habituales son la succión digital, la deglución atípica y la respiración bucal16,17.
Otra alteración en sentido transversal es la mordida en tijera, que es una alteración bastante rara y su prevalencia en la población es menor al 1%. El causante de esta alteración suele ser el maxilar inferior, debido a una marcada inclinación de los dientes posteroinferiores hacia lingual o debido a una asimetría mandibular. Si todas estas anomalías no son tratadas a tiempo, pueden generar patologías en la articulación temporomandibular, favorecer un crecimiento anormal del maxilar inferior y generar una asimetría en los maxilares8,19.
La detección temprana de maloclusiones en edad de desarrollo es crítica para evitar intervenciones terapéuticas invasivas y permite planificar tratamientos interceptivos que sean costo efectivos para los pacientes. El objetivo del presente trabajo fue determinar la frecuencia de maloclusión en sentido sagital y transversal en estudiantes de 12 a 18 años de colegios públicos y privados de la ciudad de Asunción-Paraguay en el 2017, así como también sus respectivas variaciones clínicas.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio descriptivo observacional de corte transversal. Se realizó un tipo de muestreo no probabilístico de casos consecutivos. Se incluyó a todos los alumnos de 12 a 18 años inscriptos en colegios públicos y privados de la ciudad de Asunción- Paraguay que fueron seleccionados por conveniencia, en el 2017.Fueron excluidos los adolescentes con tratamiento ortodóntico, los que no presentaron el consentimiento informado firmado por sus padres y los que rechazaron participar en la investigación. La recolección de los datos se realizó mediante inspección bucodental en fichas clínicas completadas por los estudiantes del último año de la carrera de odontología de la Universidad Autónoma de Asunción bajo la supervisión de los docentes de la cátedra de ortodoncia. La clasificación de Angle20 fue utilizada para determinar la relación oclusal. Los datos fueron analizados con el programa Epi-Info TM V7.1 (CDC, Atlanta, US).
La información recolectada fue manejada confidencialmente y para fines únicamente académicos. Se respetaron en todo el proceso de la investigación los tres principios básicos de la ética: el respeto por los sujetos, el principio de beneficencia y el de justicia.
RESULTADOS
Participaron 1047estudiantes entre 12 y 18 años. La Figura 1 presenta el porcentaje de estudiantes que fueron evaluados por edad. El 52% (546) pertenecía al sexo femenino. La frecuencia de maloclusión en sentido sagital fue del 98%, y en sentido transversal del 27,6%.
Entre las maloclusiones en sentido sagital la más frecuente fue la Clase I, que se presentó en un 53% (Ver Figura 2).
La frecuencia de mordida cruzada fue del 23%, de los cuales el 43% presentó mordida cruzada anterior y el 57% mordida cruzada posterior. De los que presentaron mordida cruzada posterior, el 61% fue unilateral y el 39% bilateral.
La frecuencia de mordida en tijera fue del 5%, encontrándose mordida en tijera unilateral en un 4% y bilateral en el 1% de la población.
DISCUSIÓN
Esta investigación aporta datos epidemiológicos para detectar tendencias en las maloclusiones en la edad adolescente, etapa donde se consolidan las estructuras dentales y maxilofaciales de las personas.
En el presente trabajo, según la clasificación de Angle21, se presentó maloclusión de Clase I en un 53%; cifra inferior a las encontradasen otras investigaciones como la de Murrieta et. al.22 que reportó un 72,8% en México,Thilander23 que encontró un 75,5% en Bogotá-Colombia y Mafla24 que reportó un 68,7%en Pasto-Colombia. También reportaron resultados superiores Fajardo25 en Ecuador con un 72%, Rodríguez26 en Trujillo-Perú con un 69%, Medina27 en Caracas-Venezuela con un 64% y Boeck28 en Araquara-Brasil, con un 69%. Por el contrario, reportan cifras menores al 53% de Clase I identificado en la población de este estudio, Cifuentes29et. al. en Chilequienes encontraron 45% y Castillo30et. al.en Nayarit-Méxicoque observaron46% de pacientes Clase I.
Con respecto a la Clase II, en el presente trabajo se identificó en un 31%, cifra similar a la reportada por Cifuentes (37%), Castillo (30%) y Boeck (27%)28-30. Por otro lado, la frecuencia de pacientes con clase II resultó superior a la encontrada por investigacionesrealizadas en otros países de la región como Colombia (20% y 17%), Ecuador (20%), Perú (19%) y Venezuela (20%)23-27.
En este trabajo, la frecuencia de pacientes con Clase III fue de un 16%, resultado semejante al encontrado por Mafla (13%), Cifuentes (17%), Rodríguez (11%), Castillo (22%), Murrieta (10%) y Medina (15%)22,24,26,27,29,30. Thilander y Boeck reportan resultados muy inferiores, con un 3% y 2 % respectivamente23,28.
La frecuencia total de pacientes con Mordida Cruzada en este estudio fue del 23%, cifra bastante superior a los trabajos de Zeñil que encontró una prevalencia del 3.14%, Keske-Kisulak un 7.5%, Beraud un 11.3%; Narayan un 7,26% y Gutiérrez un 16%31-35.
En cuanto a la Mordida Cruzada Anterior, en este estudio se ha identificado con una frecuencia del 9,8%, cifra similar a la de Mato Gonzales11, que reporta una frecuencia del 9.2%, y a la de Gutiérrez35, que reporta una frecuencia del 7,4%. Pero superior a la de Zeñil31 que reportó una frecuencia del 2.12%. De Freitas reporta una frecuencia más elevada a la hallada por este estudio, con una frecuencia del 18%36.
En cuanto a la Mordida Cruzada Posterior se encontró una frecuencia total del 13%, muy similar a la de Beraud que encontró que la prevalencia de mordida cruzada posterior fue de 11.3%33. Los resultados de este estudio son superiores a los reportados por Zeñil24, que identificó un 1,02% de mordida cruzada posterior y Gutiérrez35 que reportó un 6,5%. Por otro lado, Freitas reporta cifras mayores a la del presente trabajo, con una prevalencia de mordida cruzada posterior del 27%36.
Del 13% que presentó mordida cruzada posterior, el 61% fue unilateral y el 39% bilateral, demostrando que existe mayor porcentaje de adolescentes con esta patología solo en una hemiarcada. Esto coincide con Gandini37 queobservó15,5% de escolares que presentaron mordida cruzada posterior unilateral y 7,5% mordida cruzada bilateral; también con Beraud33, que encontró que la prevalencia de mordida cruzada posterior fue de 11.3%; de los cuales 5.4% tenía mordida cruzada unilateral y 1.5% mordida cruzada bilateral.
Burgos38 reporta la misma frecuencia para mordidas cruzadas posteriores uni y bilaterales (50% cada una), y también otros autores como Boeck28, reportan que hay una ligera mayor prevalencia de mordida cruzada posterior bilateral sobre la unilateral (Mordida cruzada bilateral, 12% y unilateral, 11.15%); y Gutiérrez et. al.35, reportaron que del 42% de los pacientes que presentaron mordida cruzada posterior, 45% era unilateral y 55% bilateral.
La frecuencia de Mordida en tijera en total fue del 5% (unilateral 4%, bilateral 1%), cifra bastante elevada en comparación con Chacon (1%),Boeck (1,9%), Burgosy Peña que no la observaron. Esto demuestra una elevada frecuencia en la población de estudio sobre dicha maloclusión21,28,38,39.
La frecuencia de maloclusión en sentido sagital fue del 98%, y en sentido transversal del 27,6%.La maloclusión más frecuente en sentido sagital fue la clase I (53%) seguida por la clase II (31%) y la clase III (16%). La frecuencia de Mordida Cruzada fue del 23%, presentándose la mayoría de ellas en el sector posterior (57%) y en forma unilateral (61%).La frecuencia de mordida en tijera fue del 5%, siendo el 4% de estas, unilateral. Se observa una importante frecuencia de maloclusiones en la población de estudio, la cual aún es posible revertir con éxito debido a la etapa de desarrollo en la que se encuentra dicha población.Estos datos son importantes para la Salud Publica y sirven como base para la implementación de programas preventivos, interceptivos o correctivos. Además, permitedeterminar la frecuencia con que estas patologías orales se manifiestan en las diferentes poblaciones, según recomendaciones dadas por la OMS.