INTRODUCCIÓN
El síndrome metabólico (SM) es considerado en la actualidad como una importante forma de evaluar el riesgo cardiovascular y diabetes1. Se lo denomina como el conjunto de alteraciones metabólicas constituido por la obesidad de distribución central, la disminución de las concentraciones del colesterol unido a las lipoproteínas de alta densidad (HdLc), la elevación de las concentraciones de triglicéridos, el aumento de la presión arterial (PA) y la hiperglucemia2,3
Varios son los factores de riesgo que modulan la prevalencia del SM, incluyendo factores del estilo de vida como la calidad nutricional y la ausencia o insuficiente actividad física. La edad, la etnia y el sexo también contribuyen a la susceptibilidad metabólica4.
Dicho síndrome se ha convertido en un problema importante para la salud pública en todo el mundo3. Existen varios consensos y organizaciones internacionales utilizados para el diagnóstico del SM5. Desde el 2001 el National Cholesterol Education Program, en el Adult Treatment Panel III (NCEP-ATP-III), define los factores de riesgo y sus puntos de corte para el diagnóstico del mismo. Según dichos criterios, es necesaria la concurrencia de al menos 3 de los factores mencionados6.
Investigaciones realizadas en universitarios de países de la región como Chile, Brasil, Perú, y Ecuador, han referido variadas prevalencias de SM entre 1% y 7,6% dependiendo de las características de la población estudiada y de criterios de diagnóstico utilizados7-10.
Así mismo en el país, algunos estudios han reportado distintas prevalencias del SM. En población adulta, González y cols11, reportaron una frecuencia del 36 %. Por otra parte, Codas M y cols12 encontraron una frecuencia del 19 % y Ortiz G y Chirico C(13) una frecuencia del 10,5%. Así también investigaciones de frecuencia de SM en niños y adolescentes reportaron resultados diferentes según los criterios utilizados14,15. Recientemente, Gaona y cols16 reportaron una frecuencia de SM del 10,7% en niños y adolescentes utilizando criterios de NCEP ATP III modificados por Cook.
Debido al incremento de frecuencias del SM a nivel mundial y aunque se reportan algunas prevalencias del mismo a nivel nacional, no se han publicado hasta la fecha datos de esta índole en estudiantes universitarios paraguayos, por tal motivo el objetivo de este estudio fue determinar la prevalencia de SM en estudiantes de la Universidad Nacional de Asunción- Campus San Lorenzo matriculados durante el año 2015-2016.
MATERIALES Y METODOS
El diseño de la investigación fue de corte transverso, se definió como población de estudio a los estudiantes universitarios de 8 facultades y un instituto de la Universidad Nacional de Asunción- Campus San Lorenzo. La población objetivo fueron 24.344 estudiantes matriculados y con base en la prevalencia de SM de 4,63% reportada en un estudio similar17 se estimó un tamaño de muestra mínimo de 136 sujetos, con αα=0,05, diferencias mínimas de 5% y efecto de diseño=2. Mediante un muestreo probabilístico por conglomerados se obtuvo la participación de un total de 163 estudiantes.
Fueron criterios de inclusión, tener como mínimo 18 años de edad, aceptar participar del estudio, estar matriculado en alguna de las facultades o instituto seleccionados, asistir regularmente a la universidad y participar de las diferentes etapas como: entrevista, extracción de muestras sanguíneas, mediciones antropométricas y de presión arterial.
Instrumentos y recolección de la información
La recolección de la información se llevó a cabo en el período de 2015- 2016, por medio de aplicación de un cuestionario con preguntas sobre datos sociodemográficos, práctica de actividad física y registro de los componentes del SM como: medida de la circunferencia abdominal (CA), de la presión arterial (PA), evaluación bioquímica de los niveles séricos en ayunas de la glucosa, triglicéridos y fracciones del colesterol.
Para las mediciones antropométricas (peso, talla, circunferencia abdominal) se empleó: una balanza electrónica de la marca QF-2003 A con sensibilidad de 100 gramos, una cinta métrica como tallímetro colocado por la pared; cinta métrica no distensible de fijación automática (SECA), para la medición de la presión arterial se utilizó el tensiómetro electrónico digital de brazo marca: Citizen CH- 456.
Para la clasificación nutricional en: desnutrición, normopeso, sobrepeso y obesidad se utilizó criterios de la OMS utilizando el IMC18).
Se solicitó un ayuno de 12h para los análisis laboratoriales. La recolección de sangre se hizo en las dependencias de cada Facultad. Las determinaciones de los niveles séricos fueron realizadas por métodos enzimáticos colorimétricos con el equipo automatizado CB 350i (Wiener- Italy)
Para la clasificación y diagnóstico de los componentes del SM se utilizó los criterios del National Cholesterol Education Program´s Adult Treatment Panel III (NCEP-ATP III), que propone la presencia de por lo menos tres de los cinco factores de riesgo, con valores de corte establecidos, como: CA > 88 cm en mujeres y > 102 cm en hombres, glucosa ≥ 100 mg/dl, triglicéridos ≥ 150 mg/dl, colesterol HDL< 40 mg/dl en hombres o < 50mg/dl en mujeres, PA ≥ 130/85 mmHg19.
Para la clasificación de actividad física se utilizó criterios de la OMS, la cual define como persona con actividad física regular a aquella que realiza una práctica de ejercicios moderada a intensa mayor a 90 minutos por semana20.
Análisis estadístico: Las variables de tipo cualitativo se expresaron como frecuencias absolutas y las variables continuas como promedio y desvío estándar. El análisis de los datos se realizó mediante el programa estadístico EPIINFO versión V7.2.5.0 y para las comparaciones de variables por género se consideró como estadísticamente significativas aquellas con p < 0,05.
Aspectos éticos: Este estudio fue considerado investigación de riesgo mínimo. Se tomaron muestras de sangre venosa para los estudios bioquímicos de glucosa, triglicéridos y colesterol HDL; por lo tanto, se solicitó un consentimiento informado por escrito a las personas que aceptaron participar. Durante y después del proceso de ejecución se respetaron los principios éticos de beneficencia, no maleficencia, autonomía y justicia atendiendo a las normas nacionales e internacionales de ética en investigación en que participan seres humanos y fue aprobado por el comité de ética en investigación del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud UNA P38/2013.
RESULTADOS
En este estudio se incluyeron 163 estudiantes del Campus San Lorenzo de la UNA en el periodo 2015 - 2016 de los cuales 50,92% fueron hombres. El rango de edad de la población participante fue de 18 a 28 años. El promedio del peso fue de 69,4 ± 14,7 kg, y la talla fue de 1,69± 0,09 m. Los promedios de edad y de mediciones antropométricas por sexo se pueden observar en la Tabla 1.
Se encontró una frecuencia en la población general de desnutrición, normopeso, sobrepeso y obesidad según criterios de la OMS para IMC de 3,68%, 62,58%, 2,15% y 8,59% respectivamente. Las frecuencias de estado nutricional distribuidos por sexo se pueden observar en la Tabla 1.
Características | Total (n = 163) | Hombres (n =83) | Mujeres (n= 80) |
---|---|---|---|
Edad (años)* | 21,6 ± 2,4 | 21,6 ±2,1 | 21,5 ± 2,7 |
Peso (kg)* | 69,4 ± 14,7 | 75,6 ± 15,5 | 62,9 ± 10,5 |
Talla (m)* | 1,69 ± 0,09 | 1,76 ± 0,06 | 1,62 ± 0,07 |
IMC (kg/m2)* | 24,5±5,97 | 24,5±4,61 | 24,54 ±7,15 |
CC (cm)** | 78,6 ± 10,9 | 83,5 ± 11,2 | 73,4 ± 7,9 |
Desnutrición | 6 (3,68%) | 4 (4,82%) | 2 (2,5%) |
Normopeso | 102 (62,58) | 49 (59,04%) | 53 (66,25%) |
Sobrepeso | 41 (25,15%) | 22 (26,50%) | 19 (23,75%) |
Obesidad | 14 (8,59%) | 8 (9,64%) | 6 (7,5%) |
IMC: índice de masa corporal. * media desvío ± estándar, **Circunferencia de cintura
Con respecto a los componentes de riesgo bioquímicos del SM, el promedio general de la glicemia en ayunas fue de 81,30± 9,03 mg/dl, el promedio de triglicéridos fue 67,47 ± 46,65 mg/dl, el promedio de HDL colesterol en hombres fue de 44,02 ± 8,13 mg/dl y en las mujeres fue de 50,57 ± 9,17 mg/dl. Los demás factores de riesgo del SM, como PA sistólica y diastólica y la medida de la CC en los participantes en general y diferenciados por sexo pueden observarse en la Tabla 2.
Total (n = 163) | Hombres (n =83) | Mujeres (n= 82) | |
---|---|---|---|
Glicemia (mg/dl) | 81.30 ± 9.03 | 82.65 ± 10.00 | 79.90 ± 7.72 |
Triglicéridos (mg/dl) | 67.47 ± 46.65 | 72.50 ± 43.32 | 62.25 ± 49.61 |
HDL- colesterol (mg/dl) | 47.24 ± 9.23 | 44.02 ± 8.13 | 50.57 ± 9.17 |
P.A.S (mmHg) | 119.29 ± 12.29 | 123 ± 12.10 | 114.49 ± 10.56 |
P.A.D (mmHg) | 71.67 ± 9.25 | 71.29 ± 9.88 | 72.07 ± 8.60 |
CC (cm) | 78.56 ± 10.91 | 83.53 ± 11.22 | 73.41 ± 7.89 |
CC: circunferencia de cintura P.A.S: presión arterial sistólica, P.A.D: presión arterial diastólica
En la Tabla 3 se observan las frecuencias de los componentes del SM. El 2,45% de estudiantes tuvo glicemia basal superior a 100mg/dl, con respecto a los triglicéridos el 4,9% de la población general presentó valores iguales o superiores a 150 mg/dl. En conjunto, el 37,42% de los universitarios registró anormalidad en los niveles séricos de HDL colesterol, el 47,5 % de las mujeres presentó HDL-c por debajo de 50 mg/dl, y el 27,71% de los varones presentó HDLc por debajo de 40 mg/dl (p=0,009). La medición de la PA registró hipertensión con valores iguales o por encima de 130/85 mmHg en el 16,56% de los participantes, en mujeres 7,50% y en varones 25,30%, presentando diferencia significativa (p=0,002). De acuerdo con los datos antropométricos, el 6,75% de la muestra presentaba CC elevada u obesidad central, el 6,25% de las mujeres con CC mayor a 88 cm, y el 7,23% de los varones con CC mayor a 102 cm, no presentando diferencias significativas entre los grupos.
Componentes del SM | Total (163) | Hombres (83) | Mujeres (80) | P |
---|---|---|---|---|
Hiperglucemia | 4 (2,45%) | 3 (1,84%) | 1 (1,25%) | 0,62*** |
Triglicéridos elevados | 8 (4,90%) | 4 (4,82%) | 4 (5,0%) | 1,00** |
HDLc bajo | 61 (37,42%) | 23 (27,71%) | 38 (47,5%) | 0,009* |
Obesidad central | 11 (6,75%) | 6 (7,23%) | 5 (6,25%) | 0,803* |
Hipertensión | 27 (16,56%) | 21 (25,30%) | 6 (7,50%) | 0,002* |
Test utilizados para comparación de proporciones * Chi cuadrado, ** Chi cuadrado con corrección de Yates, ***Test exacto de Fisher. Nivel de significancia p< 0,05
Acorde a los criterios del Treatment Panel III (NCEP-ATP III), 8 participantes fueron diagnosticados con SM para una prevalencia general del 4,91% y una edad media de 22,5 ± 3,5 años. De los 83 estudiantes masculinos 6 fueron positivos con una prevalencia del 7,23% y de 80 estudiantes de sexo femenino, 2 fueron positivas con una prevalencia del 2,50%. Figura 1.
Los componentes más frecuentes en este grupo de estudiantes fueron el HDL-C bajo, observado en todos los estudiantes y la obesidad central en el 75% (6/8) de los mismos. La frecuencia de hipertensión y de triglicéridos elevados se observó en el 65,5% (5/8). La hiperglicemia se observó en una persona con SM. En lo que respecta a las frecuencias de sobrepeso y obesidad, las mismas se observaron en 12,5% (1/8) % y 62.5% (5/8) respectivamente.
El 41,72% de la población presentó al menos 1 componente del SM. Los componentes que se presentaron con mayor frecuencia fueron la baja concentración del HDL colesterol, y la hipertensión arterial. El 5,52% presento dos componentes del síndrome metabólico. Figura 1.
El 49.69%, no realizaba actividad física alguna o si realizaba no alcanzaba el mínimo para ser considerada como tal según criterios de la OMS., por lo que fueron considerados sedentarios. En relación al 50,31 % restante, la frecuencia de actividad física realizada por semana fue en el 73.2% de los mismos entre 3 o más días a la semana. Las actividades físicas más frecuentes fueron la caminata (59,7%) y el futbol (28.1%).
DISCUSIÓN
El incremento en la prevalencia del SM a nivel mundial es alarmante, más aún si tomamos en cuenta que es considerado un factor de riesgo para el desarrollo de diabetes o a un estado prediabético y para el aumento de enfermedades arterioscleróticas21. La prevalencia de SM del 4,91 % encontrada en la población estudiada resulta similar a la reportada por investigaciones realizadas en Chile17 con 4,9 %, México22 con 4.63% y Brasil con 3,5%23. Sin embargo, es inferior a lo reportado por investigaciones realizadas en Estados Unidos y Colombia con frecuencias entre 12% y 16% de la población respectivamente24,25. Es importante resaltar que las prevalencias encontradas varían además del criterio diagnóstico utilizado a características como la etnia, región, medio urbano o rural y estilo de vida26.
Si bien la prevalencia de SM en relación al género no demostró diferencia significativa, se observó una tendencia mayor en cuanto a frecuencia en el sexo masculino. En este punto lo publicado en la literatura muestra resultados controversiales, mientras algunos estudios reportan una mayor prevalencia en adultos jóvenes de sexo masculino como los publicados en Colombia27 y México28, un estudio como el publicado en universitarios ecuatorianos presentan el mismo comportamiento que el nuestro sin diferencias significativas10, sin embargo, en otros como los realizados a estudiantes universitarios de Kenia29 y a estudiantes norteamericanos24 observan mayores frecuencias de presentación en mujeres. La fundamentación de estas diferencias de presentación respecto al género también se puede atribuir a la relación del SM con la alimentación, la actividad física o sedentarismo, la historia familiar, los hábitos de consumo de tabaco y alcohol de cada población estudiada30.
La muestra encontrada con SM, en el momento del diagnóstico presentó una edad media de 22 ±3,5 años. La edad de diagnóstico de personas con SM ha disminuido progresivamente a lo largo de los últimos años, debido a que en la actualidad existe un incremento de obesidad en la población joven y que desde etapas tempranas de la vida hay una tendencia hacia la mala alimentación y escasa actividad física en la población general1.
En el grupo de pacientes con SM, los factores más determinantes fueron la baja concentración de HDL-col y la obesidad central. Estos resultados son similares a lo encontrado en un estudio previo realizado en el país por Ortiz Galeano O y Chirico13, pero cabe mencionar que la influencia de los componentes de riesgo varía de un estudio a otro y también según grupo etario y población estudiada. A pesar de no reunir los criterios para ser diagnosticados con SM, cerca del 40% de los estudiantes presentó al menos 1 factor de riesgo y el 5,52% presentó 2 factores de riesgo, hallazgos similares a lo descripto por Borges Neto y cols en estudiantes universitarios brasileros donde se encontró un componente alterado en 31,7% y 2 componentes alterados en el 5,7%31 y a lo reportado por Tope y Rogers en donde el 31,4% presentaba un trastorno metabólico24. Estos hallazgos marcan la importancia de promover acciones dirigidas a prevenir, diagnosticar el SM y así como sus factores de riesgo, de lo contrario mucho de estos estudiantes podrían llegar a desarrollar en los siguientes años la patología y más aún si se mantiene condiciones de vida actuales. Además, resultaría necesario promover estilo de vida sana que consideren alimentación saludable y ejercicio ante de medidas farmacológicas.
La frecuencia de los componentes individuales de riesgo del SM encontrada con mayor predomino fueron la baja concentración del HDL colesterol y la hipertensión arterial. Estos resultados también fueron observados en lo publicado como componentes individuales más frecuentes en el país por Ortiz Galeano y Chirico13 en población adulta, sin embargo, difieren a lo reportado por Agüero T y cols en población pediátrica donde además del HDL-col, consideran a la obesidad central como factores de riesgo individual más frecuente en esa población32. La frecuencia de baja concentración de HDL-Col en la población total encontrada en este estudio fue superior a lo reportado por investigaciones en población joven de otros países de la región como en Argentina33 y Colombia27 con frecuencias del 10,3%y 22,26% respectivamente. Por otra parte, investigaciones realizadas en población adulta de Chile34 y Bolivia35 registraron frecuencias muy superiores de HDL-c por debajo del punto de corte con cifras de 86,8% y 66,77% respectivamente.
Considerando la frecuencia según género de este factor de riesgo, en nuestro estudio las mujeres presentaron en forma significativa mayor frecuencia de HDL-c bajo. Se observó el mismo patrón en los estudios realizados en Argentina33, Ecuador10, Chile34 y Bolivia35 sin embargo, en población colombiana la mayor frecuencia de HDL- c bajo se dio en los varones27, como también en un estudio realizado en el país por Montiel y colaboradores36 en población adulta de consulta ambulatoria en un centro de referencia. Estás diferencias en las frecuencias de presentación pueden deberse a factores modificables y no modificables del individuo. Se reporta en la literatura que la baja concentración de HDL-C está ligada al sedentarismo. la alimentación, exceso de peso, el hábito de fumar y la concentración de triglicéridos37.
En relación a la hipertensión arterial, la misma constituye un serio problema de salud pública en el país y es el principal factor de riesgo cardiovascular, que está asociado a las principales causas de mortalidad a nivel mundial38. La frecuencia de hipertensión encontrada en este estudio fue superior a lo publicado en investigaciones realizadas en estudiantes universitarios de países de la región como Argentina33 y Brasil23, los cuales reportaron frecuencias del 3,65% y 8,7% respectivamente. En este punto el sobrepeso, la obesidad, los antecedentes familiares, el consumo excesivo de carnes rojas y frituras, el consumo excesivo de alcohol y la diabetes constituyen factores de riesgos para el desarrollo de hipertensión arterial y según reportes del Consenso Paraguayo de Hipertensión del 2015 también difíciles de controlar en la población general38.
Otros factores de riesgo menos frecuentes encontrados en los participantes de estudio fueron la obesidad central, triglicéridos elevados y la hiperglicemia, sin diferencias significativas por género. Según la revisión realizada por Darsini D y cols sobre riesgos para la salud asociados a la circunferencia de cintura, además de ser un factor de riesgo para desarrollar SM, la circunferencia de cintura alta aumenta los riesgos de desarrollar alteraciones en los niveles de colesterol y aumenta riesgos de desarrollar patologías como diabetes, hipertensión arterial, así como hiperuricemia y dolores articulares39. Por otra parte, la frecuencia de hipertrigliceridemia en este estudio, fue inferior a la observada por Borges Neto y cols(31) en estudiantes universitarios brasileros (8.13%) y similar a la frecuencia encontrada en estudiantes universitarios norteamericanos (5.8%)40). Además del sobrepeso y la obesidad, la alimentación rica en carbohidratos refinados y la ingesta de alcohol tienen efectos negativos en los niveles de triglicéridos41.
En estudiantes universitarios, las frecuencias de hiperglicemia varían según diversos autores reportándose valores inferiores a lo encontrado en nuestro estudio en investigaciones realizadas en Colombia42. Por otra parte, también se registraron frecuencias superiores a 10% en países como Chile43 y Brasil44). En este punto según la Organización Mundial de la Salud, refiere que el sobrepeso, obesidad y la inactividad física son los principales factores de riesgo de diabetes tipo 245.
En relación al estado nutricional, se detectó malnutrición por exceso en un total de 33.7% de la población de estudio, en donde las frecuencias de sobrepeso y obesidad encontradas resultaron similares a un estudio en población de Argentina33) de entre 18 a 40 años con frecuencias de 21,9% de sobrepeso y 6,6% de obesidad y al realizado en población adulta joven chilena con reportes de sobrepeso y obesidad de 23,1% y 12,1%34). Por otra parte, resultaron inferiores a un estudio realizado en Colombia por Barrera y cols27 que reportó frecuencias de sobrepeso y obesidad de 15,5% y 26,9% en una población estudiantil de similar franja etaria.
La obesidad y el sedentarismo son condiciones vinculadas intrínsecamente; juntas son responsables de un gran número de enfermedades crónicas y de la disminución de la calidad de vida46. En nuestro estudio la frecuencia de sedentarismo fue superior a lo reportado por Musso y cols que reportaron 39,9% de sedentarismo33, pero inferior a los reportado por Villarouca da Silva y cols8) y Chávez G y cols47 que reportaron frecuencias del mismo del 71,6% y 60% respectivamente. Según la OMS la práctica regular de actividad física resulta eficiente para disminuir los factores de riesgo asociados con enfermedades no trasmisibles además de producir efectos benéficos para la salud física y fisiológica, así como también mental y social en quienes la practican48. Sumado a esto, la práctica de actividad física de moderada a vigorosa reduce los niveles de lípidos y lipoproteínas en sangre, posee efectos positivos sobre la presión sanguínea, la composición corporal, el metabolismo de la glucosa, la densidad ósea y la fuerza muscular49.
Como limitaciones del estudio se puede mencionar que, si bien se cumplió con el tamaño mínimo previsto de estudiantes, para obtener mayor significancia en los resultados se podrían ampliar el estudio con muestras mayores y abordar además la relación del SM con factores dietéticos y antecedentes familiares. No obstante, se considera que el presente estudio contribuye aportando datos de frecuencia en este grupo de edad con padecimiento de esta patología la cual está en aumento a nivel mundial por lo que resultaría necesario tomar acciones oportunas desde edades tempranas.