INTRODUCCIÓN
Los trastornos musculoesqueléticos (TME) se definen como lesiones que afectan las diferentes estructuras que componen el sistema musculoesquelético. Éstos incluyen nervios, tendones, músculos, articulaciones, ligamentos, huesos, vasos sanguíneos y estructuras de soporte como los discos intervertebrales1. Aproximadamente 1.710 millones de personas en todo el mundo tienen TME, siendo el dolor lumbar el más prevalente2. Aunque la prevalencia varía según la edad y el diagnóstico, estos pueden afectar a personas de cualquier edad.
Entre odontólogos e higienistas dentales la prevalencia de dolores del sistema musculoesquelético se encuentra entre 62 y 93 %3. Las regiones más afectadas son el cuello, hombros y la zona lumbar4, aunque el codo/antebrazo y la muñeca/mano son sitios que también fueron frecuentemente reportados5. Sin embargo, es común que se reporten molestias en más de una región. Lietz y col, realizaron un metanálisis de 30 estudios publicados entre 2005 y 2017 para examinar la prevalencia de TME y dolor en odontólogos, higienistas dentales y estudiantes de odontología en los países occidentales. Las tasas de prevalencia de TME y dolor variaron del 10,8% al 97,9%. La zona más afectada fue el cuello (58,5 %), seguido por la espalda baja (56,4 %), el hombro (43,1 %) y la espalda baja (41,1 %)1. Los factores de riesgo para el desarrollo de TME en odontología son el uso de instrumentos vibratorios; trabajar en un ambiente de espacio restringido y con visión limitada como lo es la boca; la dificultad de lograr un posicionamiento óptimo del paciente y la necesidad de realizar movimientos precisos y repetitivos con una postura casi estática por largos periodos1,6.
El inicio temprano de TME fue reportado para estudiantes de odontología con una prevalencia de 39 a 93 %7. Esto puede deberse a que a los estudiantes se les enseña sobre los riesgos de TME durante la fase inicial de su formación, principalmente durante la formación preclínica, antes del contacto con los pacientes. Sin embargo, a lo largo del tiempo se hace menos hincapié en este problema de salud ocupacional. En un estudio realizado a estudiantes de odontología de la Universidad Austral de Chile se ha encontrado mayor prevalencia de síntomas en mujeres que en hombres, siendo en hombres la espalda media la zona más reportada y en las mujeres la zona del cuello y del hombro. Mientras que el momento del día con más episodios fue al terminar la atención clínica8.
Teniendo en cuenta la alta incidencia y prevalencia de los TME en los profesionales dentales, su precoz aparición y los perjuicios que ellos ocasionan, se considera la importancia de realizar un estudio a fin de conocer la situación actual de los estudiantes de la Facultad de Odontología, U.N.A. Además, es durante esta etapa que los estudiantes adquieren los hábitos que trasladarán a su vida profesional, por lo que es crucial identificar los hábitos potencialmente deletéreos para poder aplicar medidas correctivas. Por tanto, el objetivo del presente estudio fue determinar la frecuencia de estudiantes del 3°, 4° y 5° año de la Facultad de Odontología UNA (FOUNA) con síntomas de los trastornos musculoesqueléticos.
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente estudio fue aprobado por el Comité de Ética en Investigación de la facultad de Odontología, UNA (Código: P017-2022). El estudio tuvo un diseño observacional descriptivo de corte transversal, los datos fueron recolectados por medio de encuestas durante los meses de febrero y marzo del año 2022. La unidad de análisis fueron los estudiantes de la Facultad de Odontología, UNA que hayan culminado al menos 1 periodo lectivo anual de práctica clínica en el año 2021. Fueron excluidos los sujetos previamente diagnosticados con algún trastorno musculoesquelético, con trastornos musculoesquelético congénitos, que hayan sufrido de algún trauma previo afectando el sistema musculoesquelético, embarazadas cursando el tercer trimestre y sujetos que se negaran a participar del estudio.
El muestreo fue por conveniencia. El cálculo del tamaño de la muestra se realizó considerando un nivel de confianza del 95%, una amplitud de 0,2 y que el 80% de los participantes tuvieron dolores musculoesqueléticos en el estudio de referencia9; se obtuvo así un tamaño de muestra de 61. Fueron incluidos 40 estudiantes por curso (120 en total) previniendo abandono o pérdida de datos. Se les administró el cuestionario de forma impresa a todos los estudiantes basado en el cuestionario nórdico estandarizado de percepción de síntomas musculoesqueléticos de Kuorinka10. Se registraron además variables sociodemográficas como edad, sexo, curso, peso, altura, síntomas de trastornos musculoesqueléticos, regiones corporales afectadas y momentos de aparición de síntomas.
Los datos de los cuestionarios fueron recopilados en un programa de hoja de cálculo (Hojas de Google); se calcularon las medidas de tendencia central y de dispersión como así también se elaboraron las tablas y figuras.
RESULTADOS
Fueron encuestados 120 estudiantes de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Asunción del tercero, cuarto y quinto curso. Se excluyeron a 31 sujetos que respondieron afirmativamente haber sido diagnosticados con algún TME, presentar algún TME congénito y/o haber sufrido trauma que afectó al sistema musculoesquelético, quedando el tamaño de la muestra en 89 sujetos (32, 29 y 28 sujetos del tercero, cuarto y quinto curso, respectivamente). Las medias y desviaciones estándar del peso, edad y altura de los estudiantes se presentan en la Tabla 1.
Sexo | Total (n=89) | ||
---|---|---|---|
Masculino (n=19) | Femenino (n=70) | ||
Edad (años) | 24,7 (1,4) | 24,4 (1,7) | 24,4 (1,6) |
Altura (cm) | 173,3 (6,4) | 161,9 (5,9) | 164,3 (7,6) |
Peso (kg) | 69,2 (8,5) | 61,3 (9,3) | 61,3 (9,3) |
Setenta y nueve (88,8 %) estudiantes reportaron haber percibido alguna vez sintomatología compatible con TME en al menos una región anatómica. No se observó asociación entre la presencia de síntomas de TME y el curso realizado, 29, 24 y 26 sujetos que reportaron presencia de síntomas de TME en el tercero, cuarto y quinto curso, respectivamente) (p = 0,443). Las regiones anatómicas donde más se reportaron sintomatología fueron en el cuello (64,04 %) y en la región lumbar (57,3 %) seguido por la muñeca y las manos (42,7 %) (Figura 1). La presencia de síntomas de TME fue más frecuente en las estudiantes del sexo femenino (92,9 %) que en los del sexo masculino (73,7 %) (Prueba exacta de Fisher; p = 0,033).
En el cuello se reportó más frecuentemente sintomatología de severidad moderada; en la zona lumbar se reportaron, además, niveles más severos. Sin embargo, la moda en cada región con sintomatología fue dolor moderado.
La frecuencia de estudiantes que reportaron reducir sus actividades laborales y de ocio debido a dolor fue de 12 y 21, respectivamente. La zona afectada que más veces obligó la reducción de actividades laborales fue la mano/muñeca (15,6 %), seguido por la región dorsal (12,5 %). En cambio, la zona afectada que más veces obligó la reducción de actividades de ocio fue el dolor en la zona lumbar (25,8 %), seguido por la mano/muñeca (20,0 %) Tabla 2.
Laborales | Ocio | |
---|---|---|
Cuello (n = 65) | 3 (4,62 %) | 8 (12,31 %) |
Hombro (n = 37) | 3 (8,11 %) | 4 (10,81 %) |
Reg. Dorsal (n = 40) | 5 (12,50 %) | 8 (20,00 %) |
Reg. Lumbar (n = 61) | 4 (6,45 %) | 16 (25,81 %) |
Codo/Antebrazo (n = 11) | 1 (8,33 %) | 1 (8,33 %) |
Mano/Muñeca (n = 45) | 7 (15,56 %) | 9 (20,00 %) |
Nota: Los porcentajes se calcularon en base al número de estudiantes que reportaron dolor en la región anatómica respectiva.
En los últimos 12 meses, 74 (83,1 %) reportaron dolor en alguna región anatómica, 57 reportaron dolor en la zona del cuello y 51 en la zona lumbar (Figura 3).
La mayoría de los estudiantes manifestaron experimentar dolor durante las actividades clínicas realizadas en la cátedra de cirugía, seguido de operatoria Figura 4.
La cantidad de estudiantes que recibieron tratamiento debido al dolor fue 11 (13,92 %). Según la región anatómica afectada, 5 estudiantes (8.2 %) reportaron haber recibido tratamiento debido a dolor en la zona lumbar y 5 estudiantes (7.7 %) en la zona del cuello, seguido de la región lumbar en la que 4 estudiantes (10.0 %) manifestaron recibir tratamiento (Tabla 3).
Tratamiento | ||
---|---|---|
Sí | No | |
Cuello (n = 65) | 5 (7,7 %) | 60 (92,3 %) |
Hombro (n = 37) | 2 (5,4 %) | 35 (94,6 %) |
Reg. Dorsal (n = 40) | 4 (10,0 %) | 36 (90,0 %) |
Reg. Lumbar (n = 61) | 5 (8,2 %) | 57 (91,9 %) |
Codo/Antebrzo (n = 11) | 0 (0,0 %) | 12 (100,0 %) |
Mano/Muñeca (n = 45) | 3 (6,7 %) | 42 (93,3 %) |
Nota: Algunos estudiantes reportaron haber recibido tratamiento en más de una zona.
En la Tabla 4 se presentan los artículos que han estudiado la frecuencia de síntomas asociados al trastorno musculoesqueléticos en estudiantes de odontología según las distintas regiones anatómicas.
Estudio | Cuello | Hombro | Dorsal | Lumbar | Codo/ Antebrazo | Mano/ Muñeca | Al menos una región |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Thornton et al.16 (n = 590) | 48 % | 31 % | 44 % | NR | 20 % | ||
Hashim et al.13 (n = 202) | 52,5 % | 44,1 % | NR | 61,4 % | NR | NR | 68,3 % |
Botta et al. 17 (n = 145) | 73,8 % | 53,1 % | 48,3 % | 62,1 % | 7,6 % | 34,5 % | |
Sezer et al. 18 (n = 112) | 66,7 % | 56,2 % | 64,8 % | 60,0 % | 3,8 % | 28,6 % | NR |
Felemban et al. 15 (n = 377) | 69,2 % | 67,1 % | 46,9 % | 65 % | 18,3 % | 45,4 % | 91,2 % |
Ng et al. 12 (n = 138) | NR | NR | NR | NR | NR | NR | 84,6 % |
Kapitan et al. 7 (n = 101) | 61,6 % | 24,7 % | 32,9 % | 49,3 % | 5,5 % | 26,0 % | |
Movahhed et al. 19 (n = 177) | 41,8 % | 46,9 % | 33,9 % | 15,8 % | NR | NR | 81,6 % |
Pejčić et al. 14 (n = 247) | 56,4 % | NR | 50,4 % | NR | NR | 81,8 % | |
Este estudio (n = 89) | 73,0 % | 41,6 % | 44,9 % | 69,7 % | 14,6 % | 50,6 % | 88,8 % |
DISCUSIÓN
En el presente estudio se observó que 88,8 % de los estudiantes de odontología reportaron que alguna vez percibieron sintomatología compatible con TME en alguna región del cuerpo. Esta cifra elevada es sin embargo consistente con varios estudios realizados en estudiantes de odontología, donde se han reportado frecuencias entre 68,3 a 93 %8,9,11-14, reforzando la idea de que los primeros síntomas de TME podrían aparecer antes de iniciar la carrera profesional. Se observó que la presencia de síntomas de TME fue mayor en las estudiantes del sexo femenino que en los del sexo masculino con una diferencia estadísticamente significativa; similar a lo reportado previamente8,9,12,15. No obstante, otros estudios reportaron que no existe asociación entre sexo y presencia de dolor14. No se encontró asociación estadísticamente significativa entre el año cursado y la proporción de síntomas de TME reportados, resultado similar a un estudio realizado en Arabia Saudita15.
En orden decreciente las regiones más afectadas por dolor, según la percepción de los estudiantes, fueron la región del cuello (73 %) y la región lumbar (69,7 %). Estos resultados están de acuerdo con hallazgos de otros estudios que también reportaron que las regiones más afectadas son el cuello12,15-19 y la región lumbar13. Los trabajos clínicos requieren de una alta precisión pero se realizan con los brazos sin soporte, la columna rotada y flexionada para adelante y el cuello con una flexión (y en muchos casos rotación) superándo los 20º. Estos factores podrían explicar por qué las regiones mencionadas arriba son las más afectadas20.
La alta prevalencia de síntomas también podría relacionarse con la fatiga muscular debido a la adopción de posturas estáticas forzadas que comprimen los vasos sanguíneos y disminuyen el suministro de oxígeno a los músculos involucrados20. El dolor lumbar puede deberse a giros unilaterales de la columna y respaldo lumbar inadecuado o inexistente por largos periodos de trabajo.
En general, el dolor moderado fue el más común, seguido del dolor moderadamente leve. No obstante, en la región lumbar, el dolor moderadamente severo fue el segundo más citado y también se reportó la mayor frecuencia de dolor severo en esta área. Un estudio previo realizado en la República Checa21 encontró que la intensidad del dolor más mencionada por los estudiantes fue leve para todas las regiones, pero el cuello y el codo mostraron una proporción relativamente alta de dolor moderado. Otro estudio que evaluó la postura de los estudiantes encontró que el cuello, el tronco y los hombros eran las regiones que adoptaban las posturas más perjudiciales, lo que podría explicar por qué estas áreas se ven afectadas con mayor frecuencia. De esta forma, 44,2 % de los estudiantes presentaron clasificaciones consideradas dañinas12 En cuanto a los síntomas experimentados en los últimos 12 meses, el 83,1% (74/89) de los encuestados informó haber sentido síntomas en alguna región del cuerpo, siendo el cuello y la región lumbar las áreas más frecuentemente mencionadas.
En el presente estudio, la región que más veces obligó a la reducción de actividades laborales fue la mano/muñeca, seguida de la región dorsal. En el caso de las actividades de ocio, las regiones anatómicas afectadas que obligaron a la reducción de estas actividades fueron la región lumbar (25,81 %) y la región de la mano y la muñeca (20 %). En estudiantes de Arabia Saudita, la región afectada que con más frecuencia impidió la realización de actividades diarias fue el dolor de hombros (18,8 %) seguido de dolor lumbar (18,6 %) y dolor de cuello (17 %)15.
También se investigó sobre los procedimientos que causan mayores molestias luego de realizarse, y se encontró que las cátedras de Cirugía y Operatoria Dental eran las que causaban molestias con mayor frecuencia, posiblemente debido a las exigencias posturales que estas actividades requieren. En un estudio previo realizado en Serbia, se descubrió que los estudiantes experimentaban dolor musculoesquelético con mayor frecuencia durante procedimientos como el tratamiento endodóntico (59,2%), el raspaje y alisamiento radicular (13,1%), el trabajo con niños (9%), tratamientos de prótesis dentales (8,2%) y la preparación y colocación de empastes dentales (2%)14.
Un bajo porcentaje de estudiantes (13,92 %) ha reportado haber recibido tratamiento en la región anatómica afectada, siendo la región dorsal, el cuello y la región lumbar las regiones más citadas. Estos resultados son comparables con un estudio realizado en estudiantes de Arabia Saudita donde se reportó que menos del 10% visitó a un médico por su TME en los últimos 12 meses; sin embargo, los motivos de consulta más frecuentes fueron por dolor de hombro, codos, región lumbar y cuello15. En otro estudio, el 76,3 % de los participantes que reportaron dolor no buscaron asistencia médica22, cifra menor a lo encontrado en este estudio en que más del 90% no buscó asistencia médica.
El riesgo de presentar síntomas de TME incrementa con los años7,12, por tanto, es importante que los estudiantes de odontología no solo sean instruidos en los principios ergonómicos durante sus estudios de pregrado, sino que además apliquen los conocimientos teóricos en la práctica clínica y preclínica. De esta manera podrán reconocer y corregir sus propios errores posturales, en caso de tenerlos. La supervisión de los estudiantes por parte de los instructores clínicos debe comenzar al iniciar la etapa preclinica y ser constante durante toda la etapa educativa. García et. al.23 desarrollaron un método observacional de evaluación del cumplimiento de la postura ergonómica que podría ser adaptado de acuerdo a los requerimientos de los procedimientos a ser realizados en las distintas cátedras clínicas y preclínicas.
En conclusión, se encontró una alta proporción de estudiantes que reportan síntomas compatibles con trastornos musculoesqueléticos, más común entre las mujeres. Los síntomas la manifiestan los tres cursos estudiados sin diferencias en frecuencia. Las zonas más afectadas fueron el cuello y la región lumbar.