INTRODUCCIÓN
El suicidio es un fenómeno complejo, ligado a la naturaleza humana y que tiene representación global. Se estima que la tasa de mortalidad mundial por suicidio alcanza los 14,5 por cien mil habitantes, siendo conocidas las diferencias de tasas existentes entre los distintos países1.
La conducta suicida se ha convertido en una preocupación de salud pública1 y a nivel universitario, como se pudo observar en diversos trabajos2-7. Se conoce que en la antigüedad, tanto los griegos como los romanos aceptaban el suicidio; sin embargo, no reconocían en las mujeres, en los esclavos y en los niños el derecho a disponer de sus vidas, ya que consideraban el acto como un atentado contra la propiedad del amo2.
El suicidio de una persona en la última etapa de su vida es un hecho no infrecuente que suele relacionarse con los factores depresivos del paciente. Sin embargo, no está claro el papel de las enfermedades que podríamos denominar "físicas" para diferenciarlas de las puramente mentales3.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) declara que la conducta suicida es un problema de salud presente en la historia de la humanidad, que se incrementa a escala mundial y ocasiona la pérdida de aproximadamente un millón de vidas cada año, lo que equivale a una muerte cada 40 segundos4.
Los estudios de diferentes latitudes coinciden en considerar el suicidio como un grave problema y reconocen su origen multifactorial. Cada ser humano tiene un valor único y cualquier pérdida de la vida es un acontecimiento lamentable, más aún cuando es el producto de la acción autodestructiva, en particular, en la población estudiantil. Los futuros profesionales tendrían que gozar de perfecta salud física y mental, sin embargo, la sobrecarga académica juntamente con diversos factores bio-psico-sociales negativos e ineficaces mecanismos de afrontamiento, frecuentemente condicionan en ellos una conducta no adaptativa a la realidad5.
Sin embargo, aunque las estadísticas de suicidios consumados son alarmantes, es de mayor situación. Por ello, hace tiempo se ha intentado determinar la prevalencia de la ideación suicida en distintos grupos de población, así como los factores diferenciales que determinan su mayor o menor prevalencia por región geográfica, por sector socioeconómico o, incluso, por actividad educativa o laboral lleva a una preocupación que la ideación suicida se encuentra en franco aumento en todo el mundo6.
El comportamiento suicida abarca: la ideación suicida, la que en muchas ocasiones la comunicación de la intención es manifestada de manera verbal o no verbal; el plan de suicidio; el intento de suicidio; y la consumación del suicidio7.
Dentro de los factores de riesgo, se destaca la exposición continua las situaciones de violencia y maltrato, estando el abuso sexual fuertemente asociado con intentos de suicidio y lesiones auto-infligidas, los factores de riesgo pueden convertirse en indicadores del comportamiento suicida, o la causa fundamental del acto8.
Ambos pueden detectarse a tiempo; lo cual permite la prevención adecuada de la conducta suicida9.
Entre ellas encontramos enfermedades o trastornos psíquicos y conductuales tales como depresión, trastornos de personalidad, alcoholismo, esquizofrenia, trastorno mental orgánico. También enfermedades somáticas, donde se hallan, por ejemplo: epilepsia, cáncer, VIH/sida, diabetes, esclerosis múltiple, enfermedades renales y hepáticas10.
La ideación suicida y el intento de suicidio son más frecuentes en la población femenina y el suicidio consumado en la masculina11. El término suicidalidad se refiere a una amplia serie de conceptos relacionados con el suicidio que incluye ideas pasivas de muerte, ideación suicida, actos preparatorios para el suicidio, comportamiento auto-lesivo, intentos suicidas y suicidio12.
El suicidio, entonces, es un acto con resultado de muerte que una persona realiza sobre sí misma, independientemente de su voluntad real de morir. Es una forma de afrontar la muerte generada por la propia persona de forma operativa y objetiva, pues no entra en juego el conocimiento de la voluntad real del fallecido13.
La ideación suicida es más notoria entre el personal médico y los estudiantes de medicina de cualquier nivel que se presentaban tasas elevadas de depresión y ansiedad, por encima de lo observado en la población en general. Los altos niveles de exigencia para el aprendizaje de conocimientos extensos y el dominio de técnicas de diagnóstico y tratamiento quirúrgico hacen que los estudiantes de las carreras de salud estén expuestos a niveles de ansiedad y estrés que pudieran ser superiores a los observados en otras disciplinas14.
Con el propósito de desarrollar competencias especializadas en la prevención y control del intento de suicidio en este profesional, encargado de ofrecer una atención oportuna y efectiva a la población de riesgo, en términos de suicidio, se ha propuesto que los profesionales sanitarios tienen mayores riesgos15.
Diversos estudios han mostrado tasas de suicidio en los profesionales sanitarios mayores que en la población general y que en otras profesiones. La tasa de los médicos es ligeramente mayor, mientras que la de las médicas es claramente superior, en cuanto a los métodos de suicidios la mayoría de los casos fueron por sobredosis medicamentosa y las sustancias más empleadas fueron anestésicos, barbitúricos y opiáceos16.
Se presenta la relevancia de esta investigación debido a la alta tasa de suicidio en personal de salud, especialmente en médicos, y que esto podría relacionarse con el elevado nivel de exigencia profesional y sobrecarga emocional.
Los estudiantes de medicina se enfrentan a horarios de clase, partidos, evaluaciones complicadas, alto nivel de competitividad, carga excesiva de trabajo, pocas horas de sueño e incertidumbre sobre la aplicación de sus conocimientos teóricos en situaciones reales y sobre sus logros a futuro14.
En cuanto al suicidio, los médicos, tienen unas necesidades asistenciales específicas y en ocasiones esto los lleva a presentar elevados niveles de abuso de sustancias y enfermedad mental. Estas características pueden estar en relación con el elevado estrés y responsabilidad de su trabajo, así como las dificultades para conciliar vida familiar y laboral. El suicidio es un problema de salud pública. En España, durante el periodo 2009-2010 fue la primera causa externa de defunción, con 3.145 muertes, por delante de los accidentes de tráfico16.
El comportamiento suicida es una conducta que se ha incrementado en los últimos años en nuestro país, el Paraguay, por lo que su estudio es de gran importancia para tomar decisiones y asumirlo como un problema de salud pública16.
MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación se centró en un estudio de tipo observacional analítico de corte transversal, con una población de estudiantes de la carrera de medicina del primer y segundo semestre de la Universidad María Auxiliadora.
La muestra seleccionada fue no probabilística por la técnica del muestreo por conveniencia, se seleccionó 97 participantes. En cuanto a los criterios de inclusión, se tuvo en cuenta estudiantes de medicina que cursaban el primer y segundo semestre de cohorte 2021 y 2021.
La técnica que se utilizó para la medición de las variables y las dimensiones fue la encuesta. Y como instrumento un cuestionario cerrado, cuya variable principal se evaluó por medio de la Escala de Ideación Suicida de Beck (ISB). El cuestionario se diseñó específicamente para evaluar la recurrencia consciente de pensamientos suicidas; mide cinco dimensiones como: actitudes hacia la muerte, pensamientos o deseos suicidas, proyecto o intento de suicidio y realización o actualización de intento. La ideación suicida también puede abarcar la “amenaza de suicidarse”, expresada abiertamente a otros17. La ISB consta de 19 reactivos aplicados en el contexto de una entrevista clínica semiestructurada. Además, estos reactivos miden la intensidad de las actitudes, conductas y planes específicos para suicidarse. Cada reactivo se registró en un formato de respuesta de 3 opciones, con un rango de 0 a 2. Las mediciones se sumaron para obtener un puntaje global. De este modo, el rango teórico del puntaje es de 0 a 3817.
Con relación a la prueba piloto, los instrumentos fueron validados mediante el alfa de Cronbach con una muestra de 45 participantes arrojando un valor de 0.892 que significó una alta confiabilidad. La validación del contenido de los instrumentos se realizó por el método de juicio de expertos por cinco especialistas psicólogos y médicos, la concordancia entre los jueces se observó por medio del coeficiente de Kappa de Fleis, con un valor de 0.815, lo que indicó satisfactoria, según la escala. Por tanto, según el juicio de los validadores y el coeficiente de Kappa, se encontró que los resultados obtenidos son válidos y confiables. En los cuestionarios también se consignaron los datos sociodemográficos. Se solicitó el permiso correspondiente a la Universidad María Auxiliadora para la aplicación del cuestionario, se comunicó a los estudiantes del primer y segundo semestre de la carrera de Medicina, se explicaron los objetivos del estudio y el procedimiento del trabajo. Los estudiantes aceptaron formar parte del estudio y luego firmaron el consentimiento informado. El cuestionario se aplicó a través de un formulario virtual (Google forms).
En cuanto al proceso análisis de los datos, se realizó por medio de la estadística descriptiva, según su carácter: las variables cuantitativas se expresaron como promedio, desviación estándar e intervalos de confianza (IC95%), y las variables cualitativas como frecuencias y porcentajes. Para verificar las diferencias significativas o la relación entre las variables, se utilizó la prueba del Chi cuadrado. La decisión estadística que se asignó en la investigación fue de un nivel de significancia de 0.05 es decir 5% de error. (intervalo de confianza [IC] del 95 %). Las pruebas estadísticas se realizaron con el programa de análisis estadístico SPSS versión 26 y los gráficos Microsoft office 365.
A los participantes de la investigación se les comunicó sobre los objetivos de la investigación. Se asignó un código identificador a cada estudiante que participaron del estudio, previo consentimiento informado. La información que se recolectó fue de carácter privado y confidencial, los resultados se presentaron de forma global y con fines científicos. Como la naturaleza del estudio fue únicamente de tipo observacional analítico y no implicó riesgos para los estudiantes participantes, ya que no se realizó pruebas invasivas ni se modificaron tratamientos ni fármacos. A partir del análisis de los resultados se elaboró una propuesta para asistir a los estudiantes en cuanto a asistencia individualizada y grupal, por medio de profesionales médicos y psicólogos, con el objeto de ayudarlos a erradicar pensamientos de suicida que pudiera afectar su calidad de vida.
RESULTADOS
En esta investigación fueron incluidos 97 estudiantes entre 17 y 50 años de edad (edad promedio= 21.42 años). La edad de los estudiantes se concentró (62.2%) en el intervalo [18; 23]. Se encontró mayoritariamente proporción de estudiantes del sexo femenino con el 66,3 %. Se observó que el 28,6 % de los estudiantes cuentan con antecedentes patológicos, el 14,3% con antecedentes de maltrato físico de abuso sexual, consumen alcohol (87,6%) y tabaco (15,5%); y con intento de suicidio (7,2%).
Tabla 1. Características sociodemográficas de los pacientes con diagnóstico de artritis reumatoide. n=97

De los 97 estudiantes a quienes se les aplicó el cuestionario Ideación Suicida de Beck (ISB), se observó una prevalencia de mayor riesgo en: proyecto o intento suicida (20,6%), actitudes hacia la muerte (16,2%), pensamientos o deseos suicidas (12,4%) y realización o actualización de intento (12,4%). La escala global de Ideación suicida arrojó un valor de 7.1%. Figura 1
En la Tabla 2 se percibe el predominio de ideación suicida sin riesgo; no hubo diferencia significativa entre varones y mujeres (p-valor = 0,780). Sin embargo, aquellos estudiantes con historia de maltrato físico o abuso sexual presentaron significativamente (P-valor =0,018131) mayor riesgo de ideación suicida.
Tabla 2. Ideación suicida por sexo e historia de maltrato físico o Abuso sexual
Ideación suicida | |||
---|---|---|---|
Con riesgo | Sin riesgo | p-valor | |
Sexo | 0,780 | ||
Femenino (n=65) | 5 (7,7) | 60 (92,3) | |
Masculino (n=32) | 2 (6,25) | 30 (93,75) | |
Historia de maltrato físico o abuso sexual | 0,018 | ||
Si (n=14) | 3 (21,4%) | 11 (78,6%) | |
No (83) | 4 (4,8%) | 79 (95,2%) |
DISCUSIÓN
De la muestra, el 62.2 % corresponde a estudiantes de la carrera de medicina entre 18-23 años. Se observó que el 28.6% de los estudiantes cuentan con antecedentes patológicos, el 14.3% con antecedentes de maltrato físico de abuso sexual. En este sentido, en el estudio de Pérez Prada et al. (2017) se encontró que todos los jóvenes (25 estudiantes) que han sido víctimas de abuso sexual por penetración, han realizado un intento suicida (1.9% del total de la muestra); además, el 48% de las víctimas presentan ideación suicida18. En la investigación que se realizó se pudo comprobar la relación del maltrato físico o abuso sexual con la ideación suicida, de manera que coincide con el estudio de Pérez Prada. Respecto a la asociación encontrada entre intento suicida y abuso sexual, Villalobos (2010) afirma que los eventos estresantes con el abuso sexual se han constituido en un factor de riesgo para el suicidio19.
Se encontró un predominio de ideación suicida sin riesgo, mientras que 7,7% de las mujeres presentaron riesgo y el 6.25% de varones, según la escala global. Se corroboró que no existe una relación estadísticamente significativa entre el sexo y la ideación suicida. Teniendo en cuenta a Rodríguez, Medina y Cardona (2013); Rueda et al. (2010) y Cabra et al. (2010); afirman que los intentos de suicidio son más frecuentes en mujeres adolescentes que en adultas, y que es mayor el número de mujeres adolescentes que consultan por suicidabilidad21-22. Contrastando el hallazgo de este estudio con la afirmación de los autores no coincide porque no hubo relación entre el sexo y la ideación suicida.
Con base en los resultados obtenidos mediante la aplicación del cuestionario Ideación Suicida de Beck (ISB) en forma general se percibió en los estudiantes de la carrera de medicina una prevalencia de Sin riesgo (92.7%), con riesgo (6.2%) y con muy alto riesgo (1.0%), si bien se observa una alta frecuencia sin riesgo, no se puede dejar de considerar los que presentan riesgo o alto riesgo. En el estudio también se pudo observar las dimensiones de la escala ISB con relación a las “actitudes hacía la muerte con riesgo de 13.4% y muy alto riesgo 3.1%, en “pensamientos o deseo suicida” una prevalencia de riesgo 11.3% y con muy alto riesgo 1%, respecto a la dimensión “proyecto o intento de suicidio 15.4 de riesgo y con mayor riesgo 5.2% y por último en “realización o actualización de intento con riesgo 11.3% y con mayor riesgo 1.1%. Comparando con el estudio realizado por Ochoa (2018) en donde se encontró con respecto a la dimensión “actitudes hacia la muerte”, el 11,1% que manifiesta la desesperanza y riesgo de tensiones hacia la muerte individual. Y respecto a la dimensión “pensamientos o deseos suicidas” el 18,2% presenta ideas recurrentes de suicidio debido a sus limitaciones para superar los acontecimientos insoportables que les toca vivir. Respecto a la dimensión “proyecto o intento de suicidio”: el 16,1% planea la forma de acabar con su vida. Con respecto a la dimensión “realización o actualización del intento”: el 12.7% realiza alguna acción de intento de suicidio23. Se puede decir que los resultados de las dimensiones de ideación suicida coinciden con lo encontrado en este estudio y la diferencia porcentual es mínima.
Según los resultados obtenidos en la investigación, mediante la aplicación del cuestionario ISB, es relevante mencionar que tanto como el intento como la ideación; no debe pasar desapercibido, porque constituyen fenómenos que justifican para diseñar programas y políticas para la prevención, para mitigar y erradicar la problemática del suicidio; de la misma manera, los resultados de este estudio deben tomarse por parte de las autoridades y las instituciones para fortalecer espacios que retrocedan el evento de la ideación suicida.
Una limitante para un próximo estudio a considerar sería incluir información relacionada a los servicios de apoyo donde puedan asistir los estudiantes, como también abordar el estudio desde una perspectiva cualitativa.