INTRODUCCIÓN
En el 2021, la Organización Mundial de la Salud afirmó que, a nivel mundial, 280.000.000 de personas tenían depresión. Y anualmente, cerca de 800.000 personas se quitan la vida, ya que, por cada suicidio, muchos otros quedan en intento. Es una tragedia que afecta a familias, comunidades y países, con efectos duraderos para sus allegados. Se puede producir a cualquier edad y las cifras muestran que fue la segunda causa principal de defunción dentro del grupo etario de 15 a 29 años en el mundo1 Durante un episodio depresivo, las personas experimentan estados de ánimo con tristeza, irritabilidad, sensación de vacío, asó como pérdida del disfrute o del interés en distintas actividades cotidianas. También pueden presentar varios otros síntomas como la dificultad de concentrarse, sentimientos de culpa excesiva o baja autoestima, dificultad de tener expectativas para el futuro, pensamientos de muerte o de suicidio. Todo ello puede estar acompañado de alteraciones en el sueño, cambios en el apetito, cansancio o de falta de energía1.
Por cada suicidio que se concreta, existen muchas tentativas. Y un intento fallido es el más importante factor individual de riesgo. El 77% de los suicidios ocurre en países de bajos y medianos ingresos2. En todas las poblaciones, el suicidio es usualmente el resultado de la depresión no tratada o inadecuadamente tratada por estigmas asociados a la depresión2.
También es sabido que la ideación suicida es el mejor predictor de un intento de suicidio, y los intentos repetidos, a su vez, predicen la consumación del acto3,4. En residentes, la prevalencia de pensamiento suicida es de alrededor de 12 %5,6.
La práctica médica de residentes en contexto de aprendizaje se encuentra atravesada por relaciones de poder en el marco de lo que actualmente se denomina el "currículo oculto". Donde residentes de mayor jerarquía, hacen uso y abuso de este currículo oculto, consistente en acoso sexual, acoso laboral, discriminación sexual, despotismo (no se puede cuestionar a los superiores), castigos físicos (guardias de castigo), castigos económicos (comprar alimentos para todo el servicio), injurias y otros7,8,9. Estas prácticas de abuso hacia residentes, tienen un nivel de impacto en la salud física y mental del médico y la médica, constituyen factores de riesgo y pueden derivar en trastornos que causan deterioro en la actividad social y laboral como son los trastornos afectivos y entre ellos, la depresión10.
A esta realidad se suma el hecho de que, tanto estudiantes de medicina como residentes, son extremadamente reacios en reportar historias de depresión, principalmente cuando se encuentran en entrevistas de selección que son muy competitivas. La prevalencia de depresión en esta población está estimada en un rango de 15-30%11,12.
Las investigaciones sobre depresión en profesionales de la medicina son abundantes, pero no la referente al suicidio, a pesar de que constituye la complicación más grave de los trastornos psiquiátricos. La presencia de estos trastornos está íntimamente ligada al suicidio; pues más de la mitad de los suicidios son consumados por personas con trastornos depresivos13. El abuso o dependencia de alcohol también está presente en alrededor de 20 a 25% de las personas que se suicidan y la bibliografía reporta también tasas elevadas de suicidio en la esquizofrenia. La ansiedad fue otro trastorno que ha sido asociado de manera relevante al suicidio. La comorbilidad de ansiedad con depresión multiplica el riesgo(13, 14).
Una investigación llevada a cabo en la Universidad de Witten/Hardecke, en Alemania, acerca de la empatía y la práctica médica en residentes comprobó la presencia de una declinación de ambas en la fatiga emocional (burnout), reducida calidad de vida y depresión, combinadas con una sobreidentificación con el sufrimiento de pacientes que lleva a veces a deshumanizar a los mismos para protegerse a sí mismos15.
Al respecto, otra investigación en México D.F. que pretendía determinar las causas de deserción de la residencia médica en la especialidad de Pediatría visibilizó que esta deserción llegaba a casi el 30% y una de las razones principales fue el agotamiento y depresión (40%), lo que llevó a una revisión de los posibles factores influyentes en el cotidiano de la residencia médica16.
Los estudios sobre ideación suicida en médicos en formación no abundan. Las cifras en estudiantes de medicina van de 1.4 a 32.3 %17,18; en residentes, la prevalencia es más estable (de alrededor de 12 %5,6. Se sabe que la tasa de suicidio en médicos es mayor que en la población general19.
En Paraguay, una investigación realizada en 2012, observó retrospectivamente un universo enfocado en sujetos que cometieron suicidio e intento de suicidio desde 1998 hasta 201020. Se encontraron tasas de suicidio de 4/100.000 habitantes e intentos de suicidio en 1/100.000 habitantes en el periodo 1998 - 2004 y tasas de suicidio de 5/100.000 habitantes e intentos de suicidio en 2/100.000 habitantes en el periodo 2005 - 2010. Para el 2015 se ha proyectado una tasa de suicidio de 4/100.000 habitantes y de intentos de suicidio de 2/100.000 habitantes20.
En el Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción no se cuenta con estadísticas acerca de esta problemática, aunque es bien sabido qué residentes han consumado el suicidio y otros han llevado a cabo tentativas de gran letalidad. Así también, las consultas en la Cátedra y Servicio de Psiquiatría, por parte de los residentes de todo el hospital, hablan de la necesidad de programas de bienestar médico y consejería de salud mental que disminuyan las barreras que limitan el acceso de los médicos residentes a estos servicios.
El objetivo del estudio fue determinar la presencia de depresión y riesgo suicida en residentes de un hospital escuela, pues los datos obtenidos serán de ayuda para obtener una visión general del estado de la salud mental en médicos y médicas residentes y plantear estrategias de prevención, diagnóstico precoz y asistencia a quienes experimentan afectación en su bienestar psicológico, específicamente en la esfera del estado de ánimo. Se asume que para poder plantear tales estrategias es necesario contar con la información acerca de la frecuencia y características de distribución de estos trastornos.
MATERIAL Y MÉTODO
Estudio descriptivo con componente analítico, de corte transversal, de noviembre a diciembre de 2015. Muestreo no probabilístico, intencional y por conveniencia de médicos residentes que se encontraban cumpliendo funciones académico-asistenciales al momento del estudio y que colaboraron de forma voluntaria21. Se utilizó un cuestionario autoadministrado con datos sociodemográficos y la escala de riesgo suicida de Plutchik22. La muestra del estudio la conformaron médicos y médicas residentes del Hospital de Clínicas de la Universidad Nacional de Asunción. Se incluyó en la investigación a aquellos residentes que cumplían funciones académico-asistenciales al momento del estudio y que prestaron colaboración de forma voluntaria y anónima.
Como Instrumento se utilizó el Inventario de Depresión de Beck23 y la Escala de Riesgo Suicida de Plutchik22. Los cuestionarios fueron proporcionados de forma impresa, adjuntando también el consentimiento informado y las escalas de los cuestionarios. Para iniciar la etapa de procesamiento, primero se realizó la codificación de los cuestionarios a fin de tener datos compatibles con el sistema operativo SPSS 15.0, con el cual se procesaron los datos. Se obtuvieron datos de frecuencias centrales y se realizaron cruces entre las dos escalas a fin de correlacionar variables. En el procedimiento para el análisis de datos se empleó la prueba de Chi Cuadrado, con la finalidad de determinar la existencia de relación entre el Riesgo Suicida, Depresión y algunas variables sociodemográficas de los médicos participantes.
Los valores de fiabilidad para los instrumentos utilizados en este estudio fueron: 0,890 (alfa de Cronbach) para el Inventario de Depresión de Beck y 0,699 (alfa de Cronbach) para la Escala de Riesgo Suicida de Plutchik.
Como consideraciones éticas, junto a los cuestionarios, fue adjuntada una hoja impresa correspondiente al consentimiento informado para participar del estudio, en el que se exponía la importancia del estudio y la confidencialidad de la información, salvaguardando el anonimato del participante. Los datos de contacto del investigador eran proporcionados en caso de consultas o asistencia y cumpliendo con los principios de información, consentimiento, beneficio y justicia.
RESULTADOS
Participaron del estudio 111 médicos residentes, el 54,1% (60) de sexo femenino, 79,3% (88) en el rango de 25 a 30 años de edad y el 73,9% (82) se encontraba soltero/a. El 38,7% (43) era residente de primer año, 19,8% (22) de segundo, 36,9% (41) de tercero y 4,5% (5) de cuarto año. El 18% (20) eran residentes de la especialidad de Pediatría; el 16.2% (18) Medicina Interna; 15,3% (17) Ginecología; 12,6% (14), Cirugía General; 7,2% (8) en Oftalmología, entre otros. Tabla 1
Características | n | % |
---|---|---|
Sexo | ||
Femenino | 60 | 54,1 |
Masculino | 51 | 45,9 |
Grupo etario | ||
25 a 30 años | 88 | 79,3 |
31 a 35 años | 22 | 19,8 |
Más de 35 años | 1 | 0,9 |
Estado civil | ||
Soltero/a | 82 | 73,9 |
Casado/a | 25 | 22,5 |
Unión libre | 3 | 2,7 |
Divorciado/a | 1 | 0,9 |
Años de residencia | ||
1 año | 43 | 38,7 |
2 años | 22 | 19,8 |
3 años | 41 | 36,9 |
4 años | 5 | 4,5 |
Especialidad | ||
Pediatría | 20 | 18,0 |
Medicina Interna | 18 | 16,2 |
Ginecología | 17 | 15,3 |
Cirugía General | 14 | 12,6 |
Oftalmología | 8 | 7,2 |
Imágenes | 5 | 4,5 |
Neumología | 5 | 4,5 |
Urología | 5 | 4,5 |
Traumatología | 5 | 4.5 |
Otorrinolaringología | 5 | 4,5 |
Anestesiología | 4 | 3,6 |
Hematología | 2 | 1,8 |
Medicina Familiar | 2 | 1,8 |
Neurocirugía | 1 | 0,9 |
En la Tabla 2 se presenta la frecuencia de depresión en la población estudiada. Para un punto de corte de 17 puntos en el Inventario de Depresión de Beck, se encontró con depresión un 14,4% (16). El Inventario de Depresión de Beck aplicado mostró un nivel de síntomas depresivos compuesto de los siguientes valores: 67,6% (75) tenía niveles normales; el 18% (20) leve perturbación del estado de ánimo; un 4,5% (5) estados de depresión intermitente; depresión moderada el 8,1% (9) y depresión grave un 1,8% (2).
n | % | |
---|---|---|
Depresión | ||
Sin depresión | 95 | 85,6 |
Con depresión | 16 | 14,4 |
Niveles de depresión | ||
Normal | 75 | 67,6 |
Leve perturbación del estado de ánimo | 20 | 18,0 |
Estado de depresión intermitente | 5 | 4,5 |
Depresión moderada | 9 | 8,1 |
Depresión grave | 2 | 1,8 |
Depresión (n:16) | ||
Género | ||
Femenino | 10 | 62,5 |
Masculino | 6 | 37,5 |
Estado civil | ||
Solteros/as | 13 | 72,2 |
Casados/conviviendo | 4 | 22,2 |
Otro | 1 | 5,6 |
En la Tabla 3 se presenta la distribución de frecuencia del riesgo suicida en médicos y médicas residentes. De 111 que completó la Escala de Plutchik, 16,2% (18) tenía riesgo suicida; de ellos, el 88,9% (16) tenía riesgo leve y 11,1% (2) riesgo moderado.
n | % | |
---|---|---|
Riesgo Suicida | ||
Sin riesgo | 93 | 83,8 |
Con riesgo | 18 | 16,2 |
Leve | 16 | 88,9 |
Moderado | 2 | 11,1 |
Con riesgo suicida | n: 18 | |
Estado civil | ||
Soltero/a | 13 | 72,2 |
Casado/conviviendo | 5 | 27,7 |
Género | ||
Femenino | 12 | 66,7 |
Masculino | 6 | 33,3 |
Al realizar el cruce de presencia de depresión con riesgo suicida se encontró que 16 personas con depresión, 13 (81,2%) tenía riesgo suicida, la asociación fue altamente significativa (p <0,001, OR: 78; IC95%: 16,6-365,7). Tabla 4
DISCUSIÓN
Los resultados obtenidos en el estudio, con respecto a la prevalencia de depresión en médicos residentes, han arrojado una cifra de 14,4%. Al considerar la prevalencia por género, esta mostró un resultado de 16,7% para las mujeres (10/60) y de 11,8% (6/51) para hombres. Esta cifra es mayor que la encontrada en un estudio del año 2022 que mostró una prevalencia de 8.1% en personal de salud24.
También se confirma en este estudio la mayor prevalencia de síntomas depresivos en mujeres y de estado civil solteros/as, como está bastamente enunciado en la literatura. Sin embargo, la prevalencia de depresión en este estudio, no coincide con otras investigaciones en las que la prevalencia de depresión en médicos residentes fue mayor, como la llevada a cabo por Mata et al.25 que habla de una prevalencia con rango de 20,9% a 43,2%, según el instrumento utilizado. Los reportes en unidades médicas del Instituto de Mexicano de Seguro Social hablan de una prevalencia de depresión que van de 25% a 79,6% con mayor depresión en residentes de segundo año26,27,28.
Respecto a la prevalencia de riesgo suicida hallada en el presente estudio, de 16,2%, siendo las mujeres el 20% (12/60) y los hombres el 11,7% (6/51) de este porcentaje. Schernhammer et al.29 concluyeron que la tasa de suicidio para las médicas era más alta en comparación a la población en general y médicos. Otros estudios hablan de que las mujeres que ejercen la medicina realizan menor número de tentativas suicidas que su contraparte en la población general, la consumación del suicidio tiene prevalencias cercanas a la de los médicos varones, por lo tanto, mucho mayor que en la población general (2,5 a 4 veces)30.
Acerca de la relación entre presencia de depresión y riesgo suicida, existe una correlación significativa entre ellos (p<0,001), lo cual se describe con bastante claridad en la literatura24. La escala de Plutchik de Riesgo suicida, utilizada en este estudio, presentó un alfa de Cronbach de 0,699 para este estudio, lo cual habla de cierta incoherencia interna en las respuestas de alguno de los consultantes al utilizar esta escala. Esta particularidad es importante, ya que sugiere vigilar incluso a aquellos que puntúan bajo para la escala de depresión.
Respecto a la relación entre las variables riesgo suicida y estado civil, es importante destacar que, de los 18 médicos y médicas con riesgo suicida, el 72,2% (13) fueron solteros y solteras. Smith et al.30 concluyeron en una investigación, que en las culturas occidentales existen tasas altas de suicidio entre las personas solteras, tasas aún más elevadas entre las personas viudas y algunas de las tasas más altas entre las personas separadas o divorciadas. Sin embargo, como se ha mencionado anteriormente, no disponemos de investigaciones de riesgo suicida en los médicos en Paraguay y no se puede establecer comparaciones con otras investigaciones a nivel local31.
Como limitaciones del estudio se puede citar el tiempo de recolección de datos y la dispersión de los participantes en varios módulos del hospital, algunos externos y algunos en quirófano durante la totalidad de la jornada, que limitaron el reclutamiento óptimo para el estudio. La exclusión de variables como: cantidad de hijos, multiempleo, número de guardias por mes podrían resultar en interesantes correlaciones al resultar factores de protección o de riesgo para trastornos afectivos.
Con base en este estudio preliminar, se hacen las siguientes recomendaciones: ampliar este estudio, realizando mediciones en por lo menos dos momentos del año académico, a fin de determinar la evolución de posible sintomatología durante el año. Proponer una estrategia de reclutamiento que asegure la cantidad máxima de participantes, como, por ejemplo, incluir los cuestionarios entre los requisitos administrativos para inscripción al año académico. Elaborar programas de prevención, detección precoz y acompañamiento al médico residente, asegurando confidencialidad, disminuyendo así las barreras para el acercamiento de estos a esta clase de programas. Visibilizar la problemática del malestar psicológico en residentes médicos, desestigmatizando el uso de dispositivos de salud mental y promover espacios de reflexión acerca del currículo oficial y oculto en las residencias médicas.