Introducción
El bazo es el órgano más afectado en el traumatismo cerrado de abdomen en el adulto1. El traumatismo esplénico puede ser por lesiones no penetrantes (cerrado) o por lesiones penetrantes. Las pruebas de imagen más útiles a la hora de evaluar el trauma esplénico son la ecografía de evaluación enfocada para traumatismo (FATS, por sus siglas en inglés) y la tomografía computarizada (TC)2.
El traumatismo abdominal se produce en el 7-10 % de los pacientes traumatizados, en gran parte atribuible a un traumatismo cerrado. Los órganos lesionados con mayor frecuencia por un traumatismo abdominal cerrado son el bazo y el hígado. El cuarenta y seis por ciento de los pacientes con traumatismo abdominal sufrieron lesión esplénica y las tasas de mortalidad en este grupo de pacientes fueron altas (30 %)3.
El traumatismo esplénico puede ser por lesiones no penetrantes (cerrado) o por lesiones penetrantes. Los accidentes de tráfico, caídas de alturas, agresiones y las lesiones deportivas son las modalidades más comunes en el traumatismo cerrado4.
La evolución de las técnicas para el manejo de estas lesiones incluye procedimientos quirúrgicos, intervencionistas y de manejo expectante5. Sin embargo, la estrategia para un tratamiento óptimo debe tener en cuenta el estado hemodinámico, el trastorno anatómico y las lesiones asociadas6. Las lesiones esplénicas pueden ser fatales de forma inmediata por el sangrado, y en forma mediata por ruptura tardía del hematoma subcapsular o de Pseudoaneurisma como también por las infecciones post esplenectomía6. Es por ello fundamental caracterizar este tipo de pacientes con el fin de tener datos epidemiológicos actualizados sobre su manejo.
Metodología
Se trata de un estudio observacional, descriptivo de serie de casos en el cual se incluyó a pacientes adultos con diagnóstico de traumatismo esplénico que fueron atendidos en la urgencia de adultos del Hospital Nacional de Itauguá entre enero de 2018 y enero de 2020. Se incluyó a la totalidad de los pacientes atendidos y no se excluyó a ninguno. El tamaño de la muestra es de 10 pacientes, no se realizó muestreo puesto que se incluyó a todos los pacientes en el periodo estudiado. Las variables que se estudiaron fueron sexo, edad, tipo de trauma, mecanismo de trauma, hemodinamia, imagenología (FATS y TC), grado de la lesión (I al V), cirugía de urgencias, cirugía realizada, tratamiento no operatorio, éxito del tratamiento, días de internación, óbito y lesiones asociadas.
Para el análisis de los datos se usó una planilla electrónica que fue analizada con el programa SPSS versión 25, las variables se resumieron con medidas de tendencia central y dispersión para las cuantitativas y tabla de frecuencias para las cualitativas. En cuanto a los criterios éticos, los pacientes acudieron de forma libre y voluntaria al centro asistencial con el fin de obtener diagnóstico y tratamiento, por lo cual se cumple con el principio de autonomía. Los tratamientos son acordes a la ciencia médica por lo que se cumple con la beneficencia y no maleficencia, no se realizó ningún tipo de distinción ni discriminación por lo que el principio de justicia también se cumplió.
Resultados
Se presenta una serie de 10 casos, todos son del sexo masculino y tienen edades comprendidas entre los 19 y los 52 años y una media de 30,7 ± 10,58 años. En todos los casos el trauma fue cerrado. El mecanismo del trauma fue accidente con motocicleta en el 80 %, caída de altura en el 10 % y accidente automovilístico en el 10 %.
En cuanto a la hemodinamia el 80 % estuvo estable, el 100 % se realizó la FACTS y el 80 % la TC. El grado más frecuente fue el grado IV con 40 % (Gráfico 1). El 20 % se realizó cirugía de urgencia. El 50 % recibió tratamiento no operatorio, el resto se realizó una esplenectomía. El éxito con el tratamiento no operatorio fue de 30 %.
En cuanto a los días de internación el rango está entre 2 y 15 días con una media de 8,6 ± 1,44 días y una mediana de 8,5 días. Ninguno de los pacientes murió y un 20 % tuvo lesiones asociadas.
Discusión
El manejo del traumatismo esplénico ha cambiado considerablemente en las últimas décadas, especialmente a favor del manejo no quirúrgico (NOM). El NOM abarca desde la observación y el seguimiento solo hasta la angiografía/angioembolización (AG/AE) con el objetivo de preservar el bazo y su función. Estas consideraciones se realizaron considerando la función inmunológica del bazo y el alto riesgo de deterioro inmunológico en pacientes esplenectomizados6.
El manejo quirúrgico de las lesiones esplénicas debe realizarse en pacientes con inestabilidad hemodinámica que no responden. Esta condición se observa con frecuencia en traumatismos de alto impacto, en lesiones de alto grado y en pacientes con lesiones asociadas. Sin embargo, también puede ser necesario en centros de trauma de bajo volumen o centros periféricos donde no se puede lograr una unidad de cuidados intensivos o una monitorización intensiva7,8.
Se ha informado que la lesión esplénica aislada representa alrededor del 42 % de todos los traumatismos abdominales9. Se informan lesiones múltiples cerca del 20-30 %10. No se dispone de datos suficientes sobre las lesiones vasculares y esplénicas concomitantes. Se pueden encontrar lesiones de víscera hueca asociadas en el 5 % de los casos; la gravedad de la lesión esplénica parece estar relacionada con la incidencia de lesión de víscera hueca11.
El uso de la esplenectomía está disminuyendo y rara vez se adopta el uso de la esplenorrafia (35-24 % y 6-1 %, respectivamente)12. El intento de realizar un rescate parcial del bazo se informa en el 50-78 % de los casos, pero cuando falla el NOM, la esplenectomía es el tratamiento preferido. La esplenectomía laparoscópica por trauma se informa solo en algunos casos de lesiones esplénicas de grado bajo a moderado hemodinámicamente estables12.