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Academo (Asunción)

On-line version ISSN 2414-8938

Acad. (Asunción) vol.6 no.1 Asuncion June 2019

https://doi.org/10.30545/academo.2019.ene-jun.5 

ARTÍCULO ORIGINAL

Sostenibilidad social, agrícola y cultural de los inmigrantes canarios en Venezuela

Social, agricultural and cultural sustainability of Canarian immigrants in Venezuela

Felix Reinaldo Pastrán1 

1 Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL). Barquisimeto, Venezuela. E-mail: felix_pastran@hotmail.com


RESUMEN

En esta investigación se estudió la Sostenibilidad Migratoria, Agrícola y Cultural de los Canarios en Venezuela, debido a la importancia económica, social y cultural que este grupo extranjero ha estado a lo largo de la historia venezolana. El objetivo consiste en analizar la sostenibilidad migratoria, agrícola y cultural de los inmigrantes canarios en Venezuela. Se utilizó el método histórico, con el propósito de ordenar y analizar las fuentes, a través de la heurística y la hermenéutica, para así alcanzar la crítica del documento; todo esto con un orden cronológico, geográfico y antropológico con el fin de lograr la síntesis histórica bajo la comprensión de lo diacrónico y sincrónico. En cuanto a los resultados se evidenció la presencia, inserción y adaptación de los inmigrantes canarios, así como sus aportes en el campo venezolano, sostenido con sus valores culturales agrícolas y humanos. Como conclusión se observó la pertinencia de los isleños dentro de la economía y arrojaron resultados positivos debido a sus avances agrícolas, donde resaltaban nuevas técnicas, herramientas, tecnologías, y a su vez era acompañada de la pasión y constancia de trabajo dentro del campo venezolano, así como la sostenibilidad de ingreso y residencia de generaciones enteras de canarios.

Palabras clave: Migración; cultura y agricultura; Venezuela

ABSTRACT

In this research the Migratory, Agricultural and Cultural Sustainability of the Canaries in Venezuela was studied, due to the economic, social and cultural importance that this foreign group has been throughout Venezuelan history. The objective is to analyze the migratory, agricultural and cultural sustainability of Canarian immigrants in Venezuela. The method that used the historical method, with the purpose of ordering and analyzing the sources, through heuristics and hermeneutics, in order to achieve the critique of the document; all this with a chronological, geographical and anthropological order in order to achieve the historical synthesis under the understanding of the diachronic and synchronic. Regarding the results, the presence, insertion and adaptation of the Canarian immigrants was evidenced, as well as their contributions in the Venezuelan countryside, sustained with their agricultural and human cultural values. As a conclusion, the relevance of the islanders within the economy was shown to have positive results due to their agricultural advances, where new techniques, tools, technologies, and in turn was accompanied by the passion and perseverance of work within the Venezuelan field, as well as the sustainability of income and residence of entire generations of canaries.

Keywords: Migration; culture and agriculture; Venezuela

INTRODUCCIÓN

El continente americano ha sido destino de movimientos migratorios provenientes de Europa, que se remontan históricamente a los periodos de conquista y de colonización, los cuales estaban a cargo de reinos como el de España y Portugal. Sin embargo, el reino español tuvo mayor dominio, incidencia, expansión e influencia en la región, y mantuvo en su poder durante varios siglos espacios como fue el caso de la actual Venezuela, por lo que sostuvo una relación cada vez más directa e intrínseca, la cual marcó influencia notoria en lo político, social, económico y cultural, como resultado de la dinámica intercultural.

Ahora bien, estos movimientos migratorios desde España se distinguen en dos grupos predominantes, en uno se encuentran los procedentes de la Península Ibérica y el otro, son los originarios de las Islas Canarias; por lo que surge el siguiente cuestionamiento: ¿Existen aportes sostenibles desde el proceso migratorio canario hacia temas sociales, agrícolas y culturales en Venezuela? En ese sentido, se plantea como objetivo de este artículo analizar la sostenibilidad migratoria, agrícola y cultural de los inmigrantes canarios en Venezuela, haciendo énfasis en el análisis del proceso de inserción y adaptación en los espacios rurales del territorio nacional, lugares que sirvieron para ellos residenciarse y desarrollar sus prácticas agrícolas, las cuales sirvieron como medio o puente en facilitar la relación intercultural de canarios y nativos venezolanos, generando aportes en el tiempo en temas sociales, agrícolas y culturales.

Así pues, en el presente artículo se hará una aproximación en cuanto a la llegada, inserción y adaptación de los inmigrantes canarios y su participación en la actividad agrícola nacional, lo cual para tales periodos fue de gran apoyo en las labores campesinas y de producción nacional, por traer y ser los provenientes de canarias un grupo trabajador que trajo consigo técnicas y tecnologías para el impulso de la actividad agrícola nacional, y a su vez, suman desde lo demográfico cantidades importantes de personas dentro la población, consolidándose como el grupo extranjero de mayor representación en el país. Por tales motivos, es de relevancia científica investigar los origines de estos movimientos ya que la nación venezolana hoy en día sostiene la actividad agrícola en manos de canarios, y ellos fueron los encargados de la formación del venezolano en temas de cultivo, cosecha y producción; asimismo, han sido una colonia que fácilmente se ha insertado en la sociedad venezolana y que sus lazos cada vez están más unidos en lo religioso, social, agrícola y cultural. En ese sentido, a continuación, se presentan algunos trabajos que anteceden esta investigación.

Tavares, (2011), desarrolla su tesis Doctoral en la Universidad Central de Venezuela, con el propósito de reconstruir desde la Historia social la inmigración en Venezuela, a través de la presencia de los portugueses en el Estado Lara 1945-1983, con el propósito de reconocer el valor histórico, social, económico y cultural de estos inmigrantes en Venezuela, donde demuestra aspectos propios de la identidad lusitana y su inserción en la sociedad larense.

Por su parte, Lara, (2012), en su tesis doctoral en la Universidad de Sevilla, elabora un estudio de aculturación, identidad étnica, valores y relaciones familiares en adolescentes inmigrantes y no inmigrantes. Para el autor, inmigración es un fenómeno que determina las sociedades, desde lo humano hasta lo psicológico, por ello, se centra en aspectos relacionados con la construcción de la identidad, desde lo autóctono, y la trasmisión de elementos culturales de generación en generación, tomando en cuenta la cultura antes y después del proceso de emigración. Esta investigación concluye que el valor interno que toman los inmigrantes a las nuevas tierras, el compromiso con la nueva cultura acogida, la integración y la asimilación son relevantes en la construcción sociocultural, señalando los resultados que la influencia de la sociedad acogida es más aceptada en los aspectos externos mientras que la identificación de la cultura de origen se mantiene en lo interno.

La Fundación El TUNAL, (2017), edita y publica un libro denominado: Vida y Obra de Alejo Hernández “El Tornillo”, a través del Editorial Arte, desde la ciudad de Caracas, Venezuela. En esta obra se desarrollan diferentes temas que giran alrededor de este ilustre emigrante canario residenciado en la ciudad de Quíbor. En ese sentido se plantean temas como: la cultura indígena en el valle de Quíbor, el Quíbor de ayer, un breve análisis de la emigración canaria en la región, tema de sumo valor para la investigación, es por ello que se estudia con gran interés y se explica cronológicamente el proceso de llegada e inserción de canarios en el país. De igual manera hace referencia del aspecto religioso y del progreso o desarrollo económico que le otorgó a la región y sus pobladores, que va desde la actividad agrícola, agroindustrial, hasta la cría de cerdos y aves de corral.

En definitiva, los trabajos de investigación anteriormente citados presentan temas de interés para esta investigación, pues abordan aspectos inherentes a identidad, cultura y el proceso de migración, así como la relación de inmigrantes en nuevos espacios sociales.

METODOLOGÍA

En consonancia a las normas que establecen las condiciones, procedimientos y criterios exigidos por la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL) para la elaboración y presentación de trabajos de grado, esta investigación corresponde al tipo documental, según la UPEL, (2018), señala que la “originalidad del estudio se refleja en el enfoque, criterios, conceptualizaciones, reflexiones, conclusiones, recomendaciones, y en general el pensamiento del autor” (p. 14) , que en este caso es de tipo histórica, basada en la búsqueda, recuperación, análisis, crítica e interpretación de información obtenidos o registrados por otros investigadores con el propósito de realizar un análisis y posterior comprensión del tema en estudio (Arias, 2015; Hernández, Fernández y Piler, 2015).

Así pues, siendo esta investigación de tipo documental, abordada a través de la historia, el investigador tiene la tarea de reconstruir, a la luz de las fuentes confrontadas, el proceso que se estudia, con un discurso propio de la Ciencia y de fácil comprensión para el lector, debido al interés en realizar un estudio sociocultural que muy adecuadamente se adapta a las técnicas y metodologías de la ciencia histórica; en tal sentido, se busca aproximarse a las fuentes, lo que implica un proceso de registro, organización y preparación adecuada, ya que ellas constituyen la materia prima de la investigación del área de la cultura, pues permiten encontrar explicaciones y adelantar procesos de comprensión de los fenómenos socioculturales.

La metodología a desarrollar será iniciada con la selección de la región histórica, seguido del arqueo inicial de fuentes, posteriormente se definirán de manera preliminar los límites temporoespaciales, partiendo en este caso del periodo más antiguo hasta lo más contemporáneo posible, para así poder preparar un esquema inicial de investigación con la finalidad de orientar y conducir de manera eficiente el trabajo, procesando de manera definitiva los datos recopilados a través de todos los instrumentos disponibles, representados en tablas. De esta manera se realizará una aproximación a las actividades que el hombre ha desarrollado durante el tiempo histórico a estudiar, seguidamente se estudian algunos de los aspectos demográficos a través de la selección de momentos definidos a lo largo del ámbito temporal, los cuales posean significatividad en lo descriptivo, crecimiento, migraciones y comportamiento en general de los pobladores.

En cuanto a las técnicas de trabajo utilizadas en la investigación histórica, se encuentran las siguientes: el trabajo en archivos; el cual consiste en identificar, organizar y describir archivos de interés para desarrollar el tema en estudio. Además, se aplicaron las técnicas de información bibliográfica y documental, las cuales consisten en recabar bibliografías especializadas de tipos primarias y secundarias. De igual manera, se trabajó la técnica de la disertación en historia, que consiste en realizar una revisión crítica a la bibliografía (Sitton, Mehaffy y Davis, 2011).

Todo el proceso es analizado a través del método histórico, que son un conjunto de operaciones intelectuales de ordenación y análisis de fuentes para comprender objetos históricos propuestos y se pueden resumir los pasos técnicos de la siguiente manera: definir el área en estudio, la escala temporal con sus limitaciones específicas, construir un banco de fuentes que permitan desarrollar el trabajo, donde permita: conocer el tiempo y el espacio seleccionado, contextualizar la realidad histórica, conocer los aspectos demográficos, identificar las actividades económicas, reconocer las estructuras sociales e institucionales, comprender los flujos de intercambio entre lo anteriormente descrito (González, 2012).

De este modo se procede, en primer lugar, a la aplicación de la heurística ya que se buscan fuentes por medio de la localización, clasificación e inventario, seguido del saber hermenéutico, que consiste en la crítica del documento para así poder interpretar los textos o fuentes de manera interna y externa, todo esto con un orden cronológico, geográfico y etnográfico para así poder lograr la síntesis histórica a desarrollar (Vilar, 1981). De igual manera la investigación se apoya en el método geográfico, bajo los lineamientos de Vidal de la Blache en la geografía regional, por permitir visualizar cartográficamente el espacio geográfico y establecer los hechos sobre el mapa, a través de los aspectos físico-naturales para así sacar conclusiones de tipo socioeconómicas regionales.

El abordaje de la investigación se realiza a través del análisis de la Historia Social proveniente de la Escuela Francesa de Annales, debido a sus ideas clásicas de las corrientes socio históricas, pero que aportan conocimiento científico, en busca de una historia síntesis con aportes notorios a la cultura, inicialmente apoyada en sus fundadores Marc Bloch y Lucién Febvre, donde el Estado, la economía y la demografía se unen, o se entrelazan directamente con la identidad de los pueblos. Concretamente en el periodo Braudeliano o segunda generación se adapta con mayor facilidad al trabajo investigativo debido a la interdisciplinariedad, al notar que la economía por sí sola no podía dar explicación de los hechos sin las estructuras de los grupos sociales, donde el sujeto histórico es el protagonista del proceso como tal, sumándose de esta manera las generaciones pasadas con las presentes (Bloch, 1998).

Recordando que la historia social es el estudio del devenir humano en un tiempo y espacio determinado, en este caso se estudiaran grupos sociales, por lo que se precisa más el objeto, reconociendo que la ésta ciencia es global y dinámica, con vinculaciones con la economía, sociología, geografía, demografía y otras ciencias auxiliares, con el propósito de estudiar elementos determinados de los grupos sociales, a través de la narración y explicación de los hechos, tomando en cuenta los elementos cuantitativos, cualitativos, estructura, coyuntura, tiempo largo y tiempo breve, resaltando siempre el protagonismo social dentro de las exigencias de la globalidad (Tuñón de Lara, 2014).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

La participación de los inmigrantes canarios en época de la colonización en Venezuela fue impulsada por la realidad que existía en las Islas Canarias, las cuales durante el siglo XV hasta el XVII presentaron un importante crecimiento poblacional a raíz de la producción y comercialización vinícola, sin embargo, a partir de la emancipación de Portugal se originó un declive en las exportaciones canarias y en consecuencia, las islas comenzaron a sufrir los efectos de la dependencia en la monoproducción, a esto se le sumó la sobrepoblación insular, la carencia de alimentos para la mayor parte de la población, el declive en la oferta de empleos, la escases de tierras por cultivar debido al poderío de los terratenientes, y siendo lo más grave, la carencia del vital líquido en la región insular, el agua, por ser cada más difícil de encontrar (Hernández, 1999). De esta manera, lo anterior descrito motivó a reaparecer el espíritu aventurero migratorio de los pobladores canarios, los cuales desde la época de la conquista sirvieron para abastecer los navíos en alimentos, enseres y personas.

Así pues, el proceso migratorio canario se direccionó hacia Latinoamérica y en concreto a Venezuela, debido a las relaciones históricas que facilitaron la atracción, llegada y acomodo de los inmigrantes con posibilidades de actuación dentro del campo, motivado a su interés en ubicarse en tierras de oportunidades para el beneficio económico, es decir, tierras donde ellos aprovechen el potencial debido a los valores y cultura agrícola que han gestado durante siglos en su patria, y que para el momento se necesitaba con gran prontitud de este lado del Atlántico. Siendo esto así, en Venezuela, los Valles de Caracas cumplen funciones espaciales para la dinámica productiva agrícola y que en manos de estas personas se dinamizará de manera inmediata la práctica durante largas faenas laboriosas diarias, ocupando las inmediaciones de la capital nacional y luego en sus alrededores, como lo señala Hernández, (1999) a continuación:

Los canarios, que componían la mayoría de la población inmigrante, se habían establecido en buena medida en la primera mitad del siglo en las áreas circunvecinas de la capital, en pueblos como La Vega, Baruta, Valle, San Antonio y San Diego de los Altos. (p. 25).

De tal manera, los canarios ya asentados en los poblados antes citados llegan a establecerse como el grupo de extranjeros más importante en Caracas, llegando a alcanzar desde 1739 hasta 1749 el 72,4% del total de la población, no obstante, disminuyó un poco en datos porcentuales durante el periodo comprendido desde 1750 hasta 1809 con un 50,4% de pobladores según el mismo autor. Es de valor recalcar que ellos conforman el mayor número dentro de los grupos sociales migratorios, pero predominando los inmigrantes masculinos, los cuales en su mayoría llegaron solos al país, luego, algunos de ellos tuvieron la intención de traer al resto de sus familiares desde las islas y otros iniciaron aquí relaciones de pareja y/o de familia.

Ocupados estos espacios en las inmediaciones de Caracas, los canarios siguen llegando a Venezuela con el deseo de trabajar y producir, por lo que las tierras capitalinas iban siendo cada vez más saturadas y limitadas en cuanto al acceso a la propiedad, o simplemente de trabajo diario; por lo que preocupa al inmigrante isleño y motivado por la necesidad de producir a corto o mediano plazo, se ve incitado a buscar nuevos horizontes en lugares aledaños para alcanzar sus metas; por consiguiente, según un importante grupo de “campesinos que emigraban hacia el interior fueron atraídos por la posibilidad de acceder a la propiedad de la tierra” (p. 147), la cual no estaba garantizada los Valles de Caracas. En consecuencia, se acelera el proceso expansivo de la frontera agrícola hacia el interior, en específico en las ciudades de Coro, Cumaná, los Valles del Tuy y Yaracuy, Aragua, Valencia y Barlovento, motivado al deseo de los canarios en lograr su sueño de adquirir la propiedad de sus tierras para el cultivo, mediante el aprovechamiento de sus conocimientos, técnicas y uso de herramientas aplicadas en espacios rurales. Para comprender de mejor manera, a continuación, se expresan las siguientes palabras de Hernández, (2008):

Estos emigrantes ocuparon las tierras en principio destinadas al uso forestal, la deforestaron y comenzaron a cultivar granos para la exportación, como el cacao, y a desarrollar la ganadería. Muchos de ellos, los que contaron con un capital inicial mínimo, obtuvieron grandes rendimientos, lograron mejorar su situación económica y contribuyeron de manera significativa al desarrollo (p. 131).

Por lo tanto, esta movilización de emigrantes canarios hacia el interior es dinamizada por el afán por el trabajo y el amor a las tierras fértiles, que sirvieron de aposento para estos seres con ansias del cultivo y la ejecución de habilidades agrícolas para trabajar las tierras, adaptarlas y cosecharlas, en rubros como el café, cacao y la caña de azúcar, los cuales son de interés indiscutible a nivel nacional e internacional, que valorados a buen precio en las cotizaciones de la época, arrojó beneficio al desarrollo personal, familiar y nacional.

Al mismo momento, la frontera agrícola seguía expandiéndose hacia otra región del interior, ubicada un poco al sur de estos valles caraqueños pertenecientes a la cordillera central, los cuales no escaparon de esta dinámica socioeconómica, en concreto es la región conocida como los llanos venezolanos, la cual también sufrieron cambios drásticos en su naturaleza y posterior paisaje, debido a la producción agrícola y ganadera de tipo extensiva:

Por lo que se puede afirmar que el movimiento migratorio hacia la zona de frontera agrícola llanera proporciona a los campesinos pauperizados del valle de Caracas la posibilidad de mejorar su situación, donde según Rodríguez (2003) señala que, “Los Llanos que administrativamente corresponde a la Provincia de Caracas era una zona casi virgen, que iba acogiendo inmigrantes de Canarias en número creciente...” (p. 723) y de esta manera, la región llanera sirvió como esperanza y solución para los inmigrantes provenientes de Canarias, debido a sus pretensiones en ocupar tierras para dedicarse a lo que mejor sabían hacer, la agricultura.

Así, ellos se trasladaron hacia el llano desde Caracas, y fundaron pueblos con la intención de mejorar su calidad de vida y la de los suyos, aparte de que propiciaron el desarrollo de estas poblaciones que comienzan a instruirse en el aparato productor agrícola venezolano. A estas voces que confirma la presencia canaria en el llano, específicamente Hernández, (2008) señala que en “San Carlos o Calabozo continuaron siendo centros ganaderos y agrícolas en los que era notable la presencia isleña. Se intensifica la colonización interior de la región, con la fundación de pueblos en el Apure” (p. 147), por lo que no cabe duda de lo apetecible de estas grandes extensiones de tierras que fueron ocupadas por canarios, debido a su potencial agrícola, acelerando el proceso migratorio interno con dirección a la región llanera.

Iniciado el periodo histórico independentista se ve afectado en cierta manera el modelo agroexportador, debido a distintas causas, entre las que prevalecen, la carencia e interés de invertir capital en el campo venezolano, el despoblamiento de los campos, el éxodo de hombres que servían como mano de obra trabajadora y las deplorables condiciones de vida para los habitantes de áreas rurales, por consiguiente, la producción de café, el cacao y la caña de azúcar declinó e hizo que el país se estancara en lo productivo, limitando en cierta parte su futuro desarrollo, por lo que muchos de los inmigrantes decidieron viajar, mudarse, llevarse sus capitales o huir de esta realidad circunstancial. Sin embargo, la presencia canaria se mantuvo durante la gesta independentista, al respecto Velásquez, (2004) afirma que:

Concluido el periodo de las batallas de la independencia… y constituida la República de Colombia… de la cual formaba parte la nación que el 5 de julio de 1811 se había proclamado república soberana e independiente, comenzaron a llegar a La Guaira, Caracas, Valencia y Maracaibo, numerosos viajeros alemanes, ingleses, italianos y algunos norteamericanos y empezaron a regresar los españoles que habían abandonado a Venezuela en tiempos de guerra. Los isleños canarios nunca dejaron de venir a Venezuela, en busca de sus familiares […] agricultores en tierras de Barlovento, Yaracuy, Aragua y Carabobo (p. 14).

Ocurridos estos hechos con aires de libertad, se reactiva el proceso inmigratorio en Venezuela con la llegada de personas de distintas nacionalidades, pero lo más relevante en la anterior cita es la especificidad del autor al separar en dos grupos a los inmigrantes provenientes de España, refiriéndose a unos como “españoles”, los cuales vuelven tras haber abandonado estas tierras y aclara que los “isleños” o “canarios” en ningún momento dejaron de venir a Venezuela, aspecto que ratifica cada vez más su apego con nuestro país, fortaleciendo los lazos de unión y hermandad económica, humana y cultural del inmigrante con estas tierras caribeñas. Así pues, desde el punto de vista gubernamental, surge el interés en dirigir políticas de tipo migratorio a raíz de la urgencia de ingresar al territorio personas para incidir en el incremento demográfico, y con prontitud se incorporaran estos individuos a las funciones agrícolas dentro del extenso y despoblado territorio nacional, el cual según el censo del año 1823 a cargo del geógrafo alemán Alejandro Humboldt totaliza la población total en Venezuela de 766.100 habitantes (Chen, y Picouet, 1979).

Ahora bien, siguiendo el tema migratorio, se instala en Venezuela la Sociedad Agrícola Colombiana, que se encargó en todo lo concerniente al tema, y profundizó en analizar, regular, cuantificar, controlar y/o equilibrar la masa migratoria en las tierras agrícolas pertenecientes de la Gran Colombia; además con el fin de desarrollar políticas migratorias se dispone fundar el proyecto de colonias en Venezuela. Por lo que en 1825 se crea en Caracas la Colonia denominada “Topo de Tacagua” al oeste de Catia, siendo una colonia con 200 escoceses aproximadamente. Cabe resaltar que el proceso de traslado y recibimiento de estos pobladores foráneos fue difícil e interrumpido para algunos grupos, como consecuencia de las luchas independentistas que sufría la nación venezolana para este momento histórico (Troconis, 1985).

Con la intención de contextualizar es necesario recordar que, para el año de 1830, el General José Antonio Páez lideró con éxito el movimiento conocido como “La Cosiata”, con el propósito de separar a Venezuela de la Gran Colombia; hecho que marcaría la historia de la nación venezolana en lo económico, político, social y cultural. Posteriormente, el General Páez exclama desde sus inicios que Venezuela posee una pequeña población, la cual no es proporcional a la extensión del suelo, por consiguiente, vislumbra una notoria despoblación que de manera directa impide su progreso y producción, por lo que, según él, se debe promover la inmigración extranjera para que cooperen con el adelanto de la nación, haciendo énfasis clara en la presencia de canarios, debido al resultado obtenido de sus paisanos arraigados desde hace siglos en estas tierras, menciona Antequera (1980):

Que los naturales de Islas Canarias pueden trasladarse a este país con facilidad y grandes ventajas, porque su religión, idioma y costumbres son los mismos, y porque su economía y laboriosidad son medios ciertos y honestos experimentados ya en nuestros fértiles campos (p. 91).

En tal sentido, es indiscutible, el interés socioeconómico y cultural en incentivar la llegada de canarios debido a su participación agrícola y por eso Páez hace hincapié en que se debe facilitar su llegada y asentamiento como resultado de las grandes ventajas evidenciadas en el campo venezolano. De esta manera, la corriente inmigratoria canaria será de interés nacional de parte del gobierno, debido a su participación ancestral, sus técnicas avanzadas, y el resto de aspectos homogéneos con los venezolanos como la religión, las costumbres y la cultura. Por tanto, fueron ellos de inmediato estimulados a venir y radicarse, aparte de que recibieron un trato distinto y digno desde la jurisprudencia nacional, dado que se les debía ofrecer de manera directa y eficaz todos los medios necesarios para su documentación legal.

De esta manera se denota el interés gubernamental desde los legislativo y económico sobre temas de inmigración, por ello, se disponen recursos necesarios para garantizar la emisión de cartas de naturalización y la exoneración de labores militares hacia los canarios, y se declaran beneficios con carácter legal, como se evidencia en las memorias de los Ministerios de Relaciones Interiores y Exteriores, en los debates del Congreso Nacional correspondientes a los Institutos de Inmigración y Colonización y Agrario Nacional, al respecto Archivo Histórico Del Congreso Nacional (1831) especifica que en:

[…] el 13 de junio de 1831, se autorizaba el poder ejecutivo para promover la inmigración de canarios, a quienes se les expedía Carta de Naturaleza una vez que pisaran el territorio (Artículo 2 0), y tenían derecho a recibir en propiedad las fanegadas de tierras baldías que pidieran y pudieran cultivar (p. 74).

De esta manera, era amplio el interés de atraer inmigrantes canarios, y se demuestra en el trato privilegiado frente a otros grupos de extranjeros o hasta los beneficios de los mismos venezolanos, ya que al otorgárseles a los canarios la carta de residencia apenas pisaran el territorio, podían ser adjudicados del título de propiedad de las tierras que quisieran trabajar, demostrándose el aprecio y la seguridad que transmitían los agricultores canarios en tierras venezolanas, al garantizar nuevos espacios productivos y de comercialización de productos/rubros en diferentes escalas, ya sea la mínima o más pequeña, repartiendo verduras, hortalizas y frutas, en burros, mulas y más tarde en carritos, hasta la construcción de hatos con extensiones inmensas de terrenos como en los llanos venezolanos.

En consecuencia, hubo un crecimiento demográfico y parte de ello se dirigió al campo para incentivar la agricultura, logrando el impulso y la recuperación económica a través de la inyección de mano de obra trabajadora, la cual se pudo adquirir a través de la inmigración, por lo que la mano de obra agrícola foránea procedente de Europa, en específico la canaria, fue la encargada de las actividades agrarias a corto plazo.

De nuevo se puede constatar lo que está plasmado en el Decreto del 13 de junio de 1831, donde Troconis, (1985) enuncia el interés que tiene Venezuela en “todos los europeos que estuvieran dispuestos a venir para dedicarse a la agricultura” (p. 74), por lo que se les brinda cabida a todos los emigrantes de Europa, con tal de evidenciar el deseo de trabajar en los campos venezolanos. Por tales motivos, según la misma autora, comienza a tomar fuerza la traída de pobladores desde otras latitudes, reiterando por la anterior autora, cuando señala que el gobierno ofrece beneficio económico a quienes intervengan en estos aspectos migratorios, incentivándolos desde lo monetario como fue el caso de una:

[…] suma de 30 pesos por cada persona comprendida en edades de 7 a 50 años; 10 pesos por cada menor de 7 años. Por cada padre o madre de familia se le concedían 30 pesos, aun cuando excedieran de la edad de 50 años (p. 74).

Lo que evidencia que el proceso migratorio estuvo rodeado de una serie de circunstancias, que amparadas dentro de un marco jurídico correspondiente a políticas públicas en materia migratoria, toma impulso el interés comercial, porque si hacían que las tierras fueran productivas y en total operatividad, el Estado les adjudicaría esos terrenos baldíos, lo cual era atractivo desde el punto de vista monetario y resultaba un estímulo que recibían al inicio, y si todo salía bien podían hasta quedarse con el título de esas tierras labradas por canarios.

De acuerdo a los datos estadísticos obtenidos entre el año 1833 y 1837, la relación bilateral entre Canarias y Venezuela se sostuvo, y en esos seis años seguían ingresando canarios al país, evidenciándose en la tabla 1, que registra la llegada de canarios a Venezuela durante el periodo histórico mencionado.

Tabla 1 Inmigrantes Canarios llegados a Venezuela. 

Fuente: Junta General de Estadística (1886).

En los datos de la Tabla 1, se visualiza el recurrente ingreso anual proveniente de embarcaciones desde Canarias y también existen otras provenientes desde el Caribe con pasajeros canarios, resultado claro que reciben al menos 100 personas anuales en los puertos marítimos de Venezuela, haciendo de esta manera una corriente migratoria canaria importante, constante y sin interrupciones, pero que, para efectos estadísticos, es preciso puntualizar que muchos de ellos ingresaban de manera legal, mientras que otros lo hacían de manera clandestina; al respecto se debe acotar que los datos expuestos son referenciales y no determinados con exactitud debido a la dificultad de lograr los registros para el momento del ingreso de estas personas.

Para el año de 1839, según Chen y Picouet (1979), Venezuela tenía una población total de 945.348 habitantes, cantidad baja de pobladores en correspondencia al territorio, por lo que sigue siendo de interés gubernamental masificar la llegada de inmigrantes europeos, de nacionalidades italiana, alemana y española, de esta última, resaltan los oriundos de la región canaria; tal interés es certificado por ser el inmigrante canario un ser atractivo y pertinente para la agricultura de Venezuela, lo cual continua de manera sostenible el ingreso de embarcaciones de procedencia Canarias a puertos venezolanos durante el año 1842, por prevalecer en ellos la cultura agrícola, por ello a continuación se evidencia en la tabla 2 el ingreso constante de embarcaciones provenientes desde Canarias.

Tabla 2. Embarcaciones provenientes de Canarias llegadas a Venezuela, año 1842.

Fuente: Troconis (1985).

La Tabla 2, refleja de manera clara que durante el transcurso del año 1842 encallaron embarcaciones provenientes de las Islas Canarias, y se registraron solo en estos meses un total de un mil cien personas, distribuidas en once viajes transoceánicos; datos que evidencian un flujo migratorio en masa como resultado de las políticas representadas bajo contratos de inmigrantes otorgados en contratos con poder jurídico en materia migratoria a empresas como: Azpúrua C.A, Clemente Fonseca, Andrés Anthoine, Carlos Castelli, Diego Guevara y al geógrafo Agustín Codazzi. Este último plantea su interés en traer personas procedentes de Alemania y crear “La Colonia Tovar” en 1843, compuesta por estos nativos bávaros, justificando y defendiendo su idea del poblamiento alemán en Venezuela (cabe resaltar que este proyecto de colonia es el único que se instaló y se ha mantenido de manera perenne con resultados económicos productivos a lo largo de su historia en el territorio venezolano). Sin embargo, el logro económico se puede ver un poco opacado desde lo sociocultural, ya que esta colonia germana dejó mucho que desear en cuanto a la interculturalidad y fraternidad entre los alemanes y venezolanos, siendo cada vez más marcados y más cerrados dentro de su misma cultura, por ello a continuación Troconis, (1985) menciona que:

[…]el caso de la Colonia Tovar que aún hoy día es un núcleo de población alemana, ya que los descendientes de aquellos primeros teutores traídos de la Selva Negra por el Coronel Codazzi, no se han mezclado con la población autóctona de Venezuela (p. 94).

Por lo tanto, se ha hecho difícil efectuarse el proceso de interculturalización entre ambos grupos, limitándose solo a una relación de características turísticas y algunas de índole laboral, situación que complica y dificulta el proceso bidireccional desde la perspectiva cultural dentro de la experiencia en Tovar, la cual ha sido de interés en estudios culturales puesto que este resultado debe ser evitado por el escaso intercambio y enriquecimiento sociocultural de manera equilibrada entre ambos grupos, tomando en cuenta que en años sucesivos seguirían los proyectos de colonias en el país, como fue el caso de “Numancia”, ubicada en Puerto Tablas, actual estado Bolívar, con 700 inmigrantes llegados de Trinidad en el año de 1852, no obstante, al poco tiempo esta colonia fue abandonada por sus pobladores debido a las carencias económicas y sociales, así como la poca adaptación desde lo sociocultural por parte de los antillanos en tierras venezolanas.

En momentos posteriores se insiste en los nuevos dos proyectos proponen fomentar el desarrollo agrícola en las antiguas Colonias Nacionales llamadas “Independencia” y “Bolívar”, con el propósito de analizarlas como modelos para la colonización de todas las regiones despobladas localizadas en el territorio nacional; así pues, se ordenó investigar lo referente a temas como nacionalidad, sexo, edad, cultivos existentes, condiciones climáticas y de salubridad, vías de comunicación y medios de transporte, extensión de las superficies cosechadas y no cosechadas, es decir, todos aquellos datos que pudieran considerarse de interés.

Es pertinente hacer una pausa y reconocer en este momento histórico la importancia y función del canario ante los posibles problemas en la conformación de colonias visto en el pasado, por ser estos ciudadanos españoles los más indicados a establecerse en tierras venezolanas en virtud de su similitud cultural, por lo que fue indudable el especial interés en traerlos, por considerarse que el ser hombres de la misma religión, idioma y costumbres, y que junto a su buena reputación y habilidades sería ventajoso para la inserción y adaptación en tierras agrícolas venezolanas. Ante ello se presenta un ejemplo muy claro, y fue cuando el Congreso de la República autorizó a los señores Francisco Delgado y Silvestre Rodríguez para traer 3000 inmigrantes de las Islas Canarias, entre los años 1856 a 1859, con la condición de que debían ser poseedores de una cultura agrícola de profesión y no ser mayores de cincuenta años de edad. Acción que tuvo efecto al final de esta década, llegando a posicionarse los canarios en un total de 11.466 personas, mientras que los otros extranjeros más cercanos en cantidad eran los alemanes con un total de 997 personas y los franceses culminarían los tres principales grupos de inmigrantes con solo 141 (Perazzo, 1982).

Resulta claro que estos movimientos migratorios en los años próximos serán afectados por el inicio de la Guerra Federal en Venezuela, lucha que se mantuvo desde 1859 hasta el año 1863, por lo que es casi imposible atraer grupos de inmigrantes debido a los problemas internos del país, dado que la reputación y el atractivo de una nación tranquila, estable y progresista estaba en dudas; sin embargo, estas situaciones críticas en lo interno, no limitaron la presencia de isleños dentro del territorio nacional, por lo contrario, los volúmenes de ingreso se mantendrían y la expansión se dirigió hacia nuevos espacios, como la región andina y oriental del territorio nacional, así pues Landaeta, (1963) concreta que:

Los canarios se extenderían por regiones andinas, donde su peso era hasta entonces escaso. En ellas fundaron pueblos como Chejendé e impulsaron el cultivo del café. En Oriente la migración canaria se extendió al área de Guanipa (p. 63).

De tal manera, los canarios siguieron ocupando espacios a lo largo y ancho de la nación, identificándose frente a otros grupos de inmigrantes como seres idóneos para el cultivo y la producción agrícola y manteniéndose como el grupo extranjero mayoritario dentro de las estadísticas nacionales. Es imperioso resaltar que, durante el gobierno del presidente Antonio Guzmán Blanco, la inmigración aumentó, como resultado de su deseo de consolidar una eterna paz en la nación, una indudable libertad y un progreso general, rápido y productivo a través de la modernización y consolidación del Estado como estructura político-administrativa. Esto se materializa en el diseño de nuevos programas de obras públicas, así como en la inversión privada, la creación de estadísticas nacionales, el fomento de la educación pública y obligatoria y en la institucionalización, organización y planificación para el desarrollo del aporte inmigratorio proveniente de Europa, así pues, Hernández, (2008) refiere lo siguiente:

Durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco se incrementó la inmigración gracias a su política migratoria. Baste señalar al respecto que entre 1874 y 1888 de los 20.827 inmigrantes registrados, 14.403 eran isleños y 878 eran peninsulares, 1.866 franceses, 2.764 italianos, 595 alemanes y de otros países en cantidades inapreciables (p. 157).

Estas políticas públicas del presidente Blanco instan a los extranjeros a elegir Venezuela entre sus nuevos destinos residenciales, ya que al fortalecer la organización institucional del Estado surgen nuevas instancias como el despacho para la Justicia en temas civiles, de hacienda, de índole penal y militar; así como despachos para el Fomento, el Interior y el Exterior; con la finalidad de inducir en el desarrollo de la nación. Cabe resaltar que estas políticas han sido las más asertivas y funcionales implementadas en Venezuela a lo largo del siglo XIX, en aras de poblar y civilizar a Venezuela, por lo que se intensifican los movimientos migratorios provenientes de distintas naciones, con preponderancia la representación canaria, que junto a venezolanos de nacimiento hacen crecer y transformar poblados enteros como Los Teques, Macarao, San Antonio de los Altos o La Vega, mientras que en los llanos, se benefician localidades como San Carlos, Calabozo; entretanto que en Aragua se extienden por La Victoria y Maracay, desde San Sebastián de Los Reyes hasta Villa de Cura y San Juan de Los Morros. En un inicio del poblamiento de la región nororiental se desarrollan las comunidades de Barlovento, Curiepe, Panaquire, el Guapo y Río Chico; asimismo, en centro occidente sucede un desplazamiento a la ciudad de Barquisimeto, El Tocuyo, Carora y Quíbor, así como hacia Yaracuy, Guanare y Maracaibo. En Oriente son llevados a Cumaná y Cumanacoa (Hernández, 2008).

Es de resaltar que la presencia canaria durante el gobierno de Guzmán Blanco (1881-1888) se registran ingresos constantes de canarios en la república, aspecto que ya se hace común dentro del territorio nacional y se evidencia en la Tabla 3.

Tabla 3 Inmigrantes Canarios Ingresados a Venezuela, 1881-1888. 

Fuente: Junta General de Estadística. (1886).

En síntesis a lo anterior se registra que durante los años que se mantuvo este gobernante en Venezuela fueron en resultados positivos dentro de la materia migratoria, y se pudo evidenciar al lograr números positivos en cuanto al ingreso de canarios como resultado de las políticas culturales y económicas que trajeron aires de civilización a la Venezuela rural y a la corriente migratoria canaria, la cual superó los once mil registrados, con ello, en esos ocho últimos años sigue siendo la de mayor presencia y la que le proporcionó mayores frutos a la nación, desde el punto de vista económico, político, social y cultural.

En Venezuela, iniciado el año 1908, durante el período de gobierno del General Juan Vicente Gómez, gran parte de la sociedad estaba sumergida en la pobreza, con características propias de ruralidad, donde proliferaron los conucos para el autoconsumo y predominaban el analfabetismo, las epidemias, y se carecía de libertad política y jurídica. Por lo que el “Benemérito”, como se le llamaba al caudillo, tomará cierto interés en materia de políticas migratorias, por lo que él vigilaba de manera directa el proceso migratorio, tolerando solo a los españoles, y prefería entre ellos a los provenientes de Canarias, por tener similitud con el idioma y ser buenos agricultores; en contraste, repudiaba otras corrientes migratorias, ya que, según él, la presencia de distintas religiones y variadas lenguas despertaban sus sospechas. Ante ello, se opone al ingreso de asiáticos, como los chinos, por considerar que eran fumadores de opio y peligroso su contacto. En resumidas cuentas, de nuevo se observa el interés por parte del ejecutivo nacional de turno en atraer canarios, frente a extranjeros de otras latitudes, por ser estos de comprobada reputación de trabajadores en el campo y ostentar similares costumbres e idioma (Troconis, 1985).

Ahora bien, en el aspecto económico, Venezuela de alguna manera se centra en una economía agroexportadora, beneficiándose del aparato productivo rural que predominaba y del modelo que intentaba satisfacer las necesidades internas, además permitió una exportación que generaba dividendos a las arcas nacionales y, por ello, se promulga la Ley de Inmigración y Colonización la cual establece de manera explícita la conformación de la junta de inmigración, los agentes, derechos y deberes de inmigrantes, los procesos para transportar, insertar y adaptar a los inmigrantes. En esta ley existe una novedad, y es la creación de la Oficina Central de Colonias, cuyo cometido consistía en tratar aspectos como la evaluación de posibles tierras para instalar nuevos proyectos de colonias, así como asesorar al ejecutivo nacional en esta materia, proporcionando información estadística para vigilar los contratos y compromisos en pro de fundar y hacer productivas las mismas (Congreso de la República de Venezuela, 1912).

Culminando el proceso de este ciclo histórico agroexportador venezolano, se totaliza el ingreso de la corriente migratoria canaria durante los años de 1912 y 1915, en el que un total de 995 personas llegan desde las embarcaciones, lo que alcanzó un promedio de casi 200 inmigrantes por año (Gil, 1891), sosteniendo de esta manera la presencia canaria ininterrumpida en el territorio nacional hasta la fecha. Sin embargo, se debe recordar que durante el proceso inmigratorio tuvo aceptación y rechazo de los sectores de la sociedad venezolana, así como las condiciones no fueron las más óptimas en cuanto al ingreso, recibimiento e inserción dentro de la sociedad venezolana, pero tal situación fue manejada de manera prudencial desde la colonia canaria y desde el ente gubernamental venezolano, y el mismo canario se ganó el respeto por su labor, lucha y trabajo, por lo que el interés en alojar estos trabajadores extranjeros que era plenamente justificado, debido a la necesidad de resolver los problemas de carencia de mano de obra calificada en los campos venezolanos, así como la conformación de una cultura agrícola en la sociedad y el poblamiento del territorio nacional entre canarios y venezolanos (Rodríguez, 1989).

CONCLUSIONES

El proceso de inserción y adaptación de los inmigrantes provenientes de las Islas Canarias a Latinoamérica y, en específico Venezuela, ha sido de sumo interés social, político, económico y cultural desde un principio, tomando en cuenta el proceso intercultural desde lo histórico conocido como la conquista, colonización, así como durante el periodo de independencia y creación de la república que se desarrolló en esta parte del continente americano. En ese sentido, es de importancia científica dentro de las ciencias sociales ya que la historia inmigratoria canaria ha sido la de mayor influencia y la más constante dentro de las tierras venezolanas, debido a su temprana presencia y su afinidad con el pueblo venezolano, como consecuencia del proceso cultural vivido es justo y necesario realizar investigaciones que verifiquen la sostenibilidad de la participación en el territorio nacional a lo largo de la historia, ya que en momentos actuales se mantiene la presencia canaria y junto a ellos sus actividades que se originaron hace más de cinco siglos.

Es de reconocer que este proceso cultural se desarrolla para crear un sincretismo, donde ambas culturas ejercen influencia y conviven; esto se refleja a través de las prácticas culturales dentro del territorio nacional, abarcando un sinfín de aspectos humanos, culturales y económicos, donde resaltar la actividad económica conocida como la agricultura, la cual va a diferenciar los inmigrantes canarios de cualquier otra colonia, debido que desde sus orígenes han desarrollado labores agrícolas en su tierra natal y luego de efectuar un proceso migratorio de tipo externo, han llevado consigo esas prácticas culturales, aplicándolas en sus nuevos destinos, como fue en el caso venezolano, donde los canarios han sido pieza fundamental dentro de las áreas rurales y dentro de las actividades como la agricultura y la ganadería en todo lo extenso del territorio.

En consecuencia, el proceso de inserción canaria en Venezuela ha sido claro, y su expansión fue efectiva, desde la capital hasta el interior del país en busca de nuevas tierras para producir, lo que hace que esta colonia sea responsable de los primeros movimientos poblacionales a gran escala dentro de la dinámica económica y social venezolana, como resultado de la actividad agrícola y ganadera. Así pues, se denota un avance de la frontera agrícola nacional, introduciendo de esta manera la presencia de nuevos rubros, nuevos alimentos, nuevas recetas y un impulso a la producción del café, cacao y caña de azúcar; siendo este último el rubro por excelencia de producción canaria.

Como resultado, se reconoce al canario como un individuo y como grupo o colonia de inmigrantes que se dedicaron al campo de una manera eficiente y productiva, con reconocimiento social, jurídico, político y cultural a nivel nacional; situación que se evidencia en las políticas gubernamentales de la época, las cuales fueron sostenidas durante el tiempo ya que Venezuela tuvo la necesidad de poblar y hacer productivas la gran cantidad de tierras fértiles, por lo que deja en manos de estos especialistas los proyectos de colonias.

Para finalizar, se reconoce en Venezuela la pertinencia de la llegada y la inserción de los isleños, ya que dentro de la economía arrojaron resultados positivos debido a sus avances agrícolas, donde resaltaban nuevas técnicas, herramientas, tecnologías, y a su vez era acompañada de la pasión y constancia de trabajo dentro del campo venezolano, repercutiendo de esta manera en el ámbito humano y cultural, por lo que se reúnen y a lo largo de los años se conforman familias enteras entre los canarios y venezolanos hasta la actualidad.

En cuanto a las limitaciones se puede reconocer que el tiempo histórico abarcado es de tipo larga duración, lo que hace que este tipo de estudio sea complejo en realizar ya que la sostenibilidad de la participación canaria en la región fue abrumadora, lo que hace que la información estadística sea pesada y compleja, pero ello no declina el valor del trabajo ya que fue, es y serán los canarios una colonia de participación, cultura y desarrollo en Venezuela y Latinoamérica.

En este artículo no hubo financiamiento de ningún tipo y no existen conflictos de interés alguno. El artículo está adscrito a la línea de investigación denominada: Estudio de Comunidades ya que ella agrupa las comunidades canarias en Venezuela.

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Recibido: 08 de Mayo de 2018; Aprobado: 15 de Octubre de 2018

Correspondencia: felix_pastran@hotmail.com

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