INTRODUCCIÓN
El síndrome de Sjögren es una patología autoinmune que compromete glándulas exocrinas, principalmente lagrimales y salivales. Puede presentarse de forma aislada (primaria) o bien asociada a otras enfermedades autoinmunitarias(secundaria)1,2,3.
Su incidencia oscila entre 3 y 11 casos por 100.000 individuos, mientras que su prevalencia se encuentra entre el 0,01% y el 0,72%. Con un mayor predominio en el sexo masculino, en una relación 2 a 1, y con frecuencia oscilando entre los 30 y los 50 años2,3.
La etiopatogenia es multifactorial entre los que destacan la influencia de ciertos virus como el Virus de Epstein-Barr y el virus del herpes humano 6, sumado al virus linfotrópico de linfocitos T humanos 1 (HTLV1), todos ellos presentando semejanza molecular con ciertos epítopos antigénicos en la proteína La/SSB50; los cuales pueden dar lugar a la translocación de estos dominios virales a la superficie celular provocando la inducción de autoanticuerpos4.
El factor genético en la patogenia se decanta en que aproximadamente el 35% de los pacientes con Síndrome de Sjögren tienen familiares con la misma enferme- dad o con alguna patología autoinmune donde destaca la asociación con el HLA de clase II, como el HLA-DR y HLA-DQ5.
La sintomatología resalta en la sequedad de ojos y boca, descritos como síntomas sicca, los cuales se encuentran presentes en la gran mayoría de los pacientes y cuyo compromiso oral da lugar a la celeridad en la aparición de las caries. Incluso pueden afectarse otras glándulas exocrinas como las del tracto respiratorio superior, la orofaringe, dando lugar a síntomas como tos persistente o ronquera a los cuales se suman piel seca y sequedad a nivel vaginal con la consiguiente dispareunia5.
Un tercio de los pacientes presentan tumefacción parotídea de predominio en pacientes jóvenes5.
El compromiso sistémico puede observarse en aproximadamente el 50-60% de los pacientes, de los cuales manifiestan un carácter grave alrededor del 15 al 20% de los pacientes, observándose una prevalencia de linfoma del 5% en estos pacientes.
Entre los factores de riesgo para la expresión de manifestaciones graves se encuentran los bajos niveles de complemento, la hipergammaglobulinemia, la presencia de crioglobulinas, el factor reumatoide, los anticuerpos anti-Ro / SSA6-7.
Entre las manifestaciones extraglandulares sobresalen la afectación pulmonar, la cual se observa en el 16% de los casos. Por otro lado, el compromiso renal se caracteriza por una infiltración del epitelio tubular por activación linfocitaria que resulta en una nefritis intersticial8.
Puede haber un compromiso del sistema nervioso periférico en un 10%, con mayor reporte de la de tipo sensitiva. También se afecta el sistema nervioso central en un 3% de los casos9.
En cuanto a su patogenia mecanismos centrados en el concepto de “epitelitis autoinmune" denotan un compromiso basado en infiltración linfocitaria a nivel epitelial, lo que ubica a las células epiteliales como reguladores de la respuesta inmune, en el rol de reclutar células linfoides, activación, diferenciación y proliferación de células inmunes10,11. En el caso de la presencia de Linfoma difuso de células B grandes, las glándulas parótidas, son el sitio más frecuente de linfomas MALT12,13.
Los autoanticuerpos, pueden preceder al diagnóstico de la enfermedad. Tal es el caso de los ANA que se encuentran en más del 80%, por su parte el factor reumatoide se observa en el 50% de los pacientes14,15.
Según la Liga europea contra el reumatismo (EULAR) contamos con un índice de actividad de la enfermedad o ESSDAI (EULAR Sjögren‘s Syndrome Disease Activity Index) con una puntuación que varía de 0 a 1,2 y 3 según gravedad y que incluye varios dominios, como el articular, pulmonar, glandular, nervioso, según aparatos y sistemas, a los cuales se les asigna un score de gravedad16.
OBJETIVOS
Describir las características clínico epidemiológicas de los pacientes con Síndrome de Sjögren primario incluidos en la cohorte Psecopy.
METODOLOGÍA
Es un estudio observacional, prospectivo, de corte transversal, destinado a seleccionar a pacientes con el diagnóstico de síndrome de Sjögren, que reúnan los criterios ACR/EULAR 2016 y que hayan acudido al Departamento de Reumatología del Hospital de Clínicas de San Lorenzo. Para el análisis estadístico se utilizó el sistema estadístico Microsoft Excel.
RESULTADOS
En este estudio se incluyeron 33 pacientes con Síndrome de Sjögren primario. De los cuales 31 (93,93%) pertenecían al género femenino y 2 (6,01%) al género masculino, Figura 1. Con una edad promedio al momento del diagnóstico de Sjögren primario de 46,12 años. Y un tiempo de duración de la enfermedad con una media de 2,1 años. Las comorbilidades más frecuentemente asociadas fueron la hipertensión arterial (21,21%) seguido del hipotiroidismo (18,18%). A estos pacientes se les realizó la biopsia salival por no cumplir crite rios, en el 12,12% de los pacientes según criterios de Chisholm y Mason, donde se encontró un focus score predominante de 3. En relación al ESSDAI se encontró un compromiso articular en 51,51%, glandular en el 54,54%, articular en 51,51%, pulmonar, linfadenopatía y dominio biológico en un 12,12%, hematológico y dominio constitucional en un 9,09%, cutáneo y renal en un 6,06%, sistema nervioso central y periférico en un 3,03%, Figura 2. Se destaca también la baja actividad de la enfermedad en un 63,63%, moderada actividad en un 21,21% y alta actividad en un 15,15% según la escala de ESSDAI. No se encontraron neoplasias.
DISCUSIÓN
El síndrome de Sjogren incluye el síndrome sicca sumado a las manifestaciones sistémicas extraglandulares. Por lo que el predominio del género femenino, así como la edad promedio al momento del diagnóstico alrededor de los 40 años, destaca en el presente estudio de manera similar a series de Ramos Casals et al. o la griega de Skopouli et al.17.
Sobre las comorbilidades asociadas destacan la hipertensión, descrita en series como las de Biro et al que objetivó una prevalencia del 17% de síndrome de Sjögren en una población de 426 pacientes hipertensos. Incluso visto de forma inversa, series como las de Bartoloni et al mostraron mayor prevalencia de hipertensión e hipercolesterolemia, y con menor frecuencia se encontraron el tabaquismo, la obesidad y la diabetes mellitus. Concluyendo el mayor riesgo de eventos cerebrovascu lares comparado con la población general18.
También se describió la asociación con trastornos tiroideos autoinmunes y síndrome de Sjögren que coin cide con las descripciones de la literatura, con una frecuencia que oscila entre el 10 y 30% tal como lo describen varias series como las de Karsh et al, Kelly et al, Ramos Casals et al, Coll et al. Zeher et al, entre otros. Y en donde sobresale el estudio de Lazarus e Isenberg en donde el 16% de los pacientes con Sindrome de Sjögren desarrollaron hipotiroidismo. Encontrando en esta dualidad trastorno tiroideo autoinmune y Sjögren un mayor riesgo de desarrollar otras entidades autoinmunes que comprometen hígado, intestino e incluso de lupus eritematoso sistémico19.
En los casos en que las manifestaciones clínicas sumaban a favor de los criterios para el diagnóstico de dicha entidad y en donde los anticuerpos no eran concluyentes, la biopsia de glándula salival menor fue la opción; aunque siguiendo los criterios histopatológicos de Chisholm y Mason el focus score predominatnte fue de 3. Y sobre cuya línea destacan trabajos como el de Manoussakis et al. donde encontraron una relación en tre los anticuerpos como el anti Ro-/SS-A, anti La/SS-B y el score histológico de la biopsia de la glándula salival menor. Como lo describe Saito et al mayor frecuencia de anticuerpos en relación a la biopsia de glándula saliva20.
Incluso como describe Wise et al. en los que las biopsias con un focus score mayor a 1 tenían una mayor frecuencia de anticuerpos como el ANA, factor reumatoide, anticuerpos anti Ro/SS-A y anti La/SS-B. Destacándose la presencia de mayor infiltrado linfocitario en pacientes portadores de anticuerpos anti La/SS-B. Su- mando una sólida asociación entre el grado de infiltración determinado por el focus scorey la presencia de anticuerpos anti Ro 52 y La20.
La actividad de la enfermedad basada en el ESSDAI (The EULAR Sjögren’s Syndrome Disease Activity In-dex) encontró un predominio del componente glandular y articular, si bien también se observó afectación pulmonar incluso neurológica aunque en menor frecuencia. Es de destacar su utilidad en cuanto a la medición de actividad linfocitaria o el riesgo de linfoma. Destacándose la baja actividad en series como la de Argentina, la inglesa, la francesa, la holandesa o la finlandesa. Y en la serie brasilera se observa un 46% de pacientes con manifestaciones sistémicas al ingreso del estudio de los cuales el 61% ya habían experimentado un brote de la enfermedad21,22.
La relación con el linfoma oscila alrededor del 5%, lo cual no observamos en nuestra serie. Aunque existen elementos clínico laboratoriales que pueden sostener dicha relación tal es el caso de la presencia de hipertrofia parotídea, vasculitis cutáncea, o la aparición de crioglobulinemias, consumo de complementos, gam mapatia monoclonal23.
CONCLUSIÓN
Los datos presentados son los preliminares de la cohorte Psecopy que se encuentra en curso actualmente. En el presente trabajo describimos a la forma primaria y en donde primó el género femenino, así como también el compromiso glandular y articular seguido de otros dominios extraglandulares como el pulmonar, linfadenopatía, biológico, hematológico. Se destaca también la baja actividad de la enfermedad en un 63,63%, moderada actividad en un 21,21% y alta actividad en un 15,15% según la escala de ESSDAI. No se encontraron neoplasias.