El 21 de enero de 1855 arribaba al puerto de Asunción el vapor Tacuary, primera embarcación movida a vapor que pertenecía al Paraguay, en él, además llegaba el ingeniero John Whytehead quien se desempeñó como el Ingeniero en Jefe de la República por una década. Bajo la dirección de Whytehead se emprendieron los trabajos de construcción del Arsenal, perfeccionamiento de la Fundición de hierro en Ybycui. El proyecto de modernización emprendido por el gobierno de Carlos Antonio López (1844-1862) implicó la contratación de más de doscientos técnicos -en su gran mayoría ingleses- a la par de enviar jóvenes paraguayos a formarse a Europa. La contribución de Whytehead y sus colegas fue indispensable para los emprendimientos realizados por el gobierno. Luego de la Guerra contra la Triple Alianza, la ingeniería se desarrolló principalmente mediante la expansión del ferrocarril hacia Encarnación, objetivo que se alcanzaría en las primeras décadas del siglo XX.

Fue a comienzos del pasado siglo que algunas familias y el propio estado fomentó el estudio de la ingeniería en jóvenes paraguayos es así que se formaban en Inglaterra, Estados Unidos y Argentina jóvenes como Juan Alonso, Ramón Sosa, Máximo Croskey, Héctor Velázquez, Félix García, Onésimo González, Venancio Galeano, Luis Guanes, Francisco Fernández, José Bozzano entre otros. Fernández y Bozzano llegaron a concluir sus estudios en el prestigioso MIT, ambos fueron destacados exponentes de la ingeniería paraguaya durante la primera mitad del siglo XX.

José Bozzano se destacó en el diseño de los cañoneros Paraguay y Humaitá de vital servicio durante la Guerra del Chaco (1932-1935), además de dirigir los Arsenales de la Marina durante el mismo conflicto. La Facultad de Ingeniería fue puesta en funcionamiento en 1927, con la colaboración de docentes rusos como el doctor Sergio Sispanov, que junto a los docentes paraguayos formaron varias promociones de ingenieros, que sirvieron para ir desarrollando el sistema carretero nacional así como las obras civiles en diferentes puntos de la República.

Desde fines de la década de 1930, en el Paraguay se inició la construcción de rutas asfaltadas, siendo la compañía norteamericana R.W. Hebard and Co. la que realizó la ruta entre Asunción y Barrero Grande (hoy Eusebio Ayala).

Entre las décadas de 1940 y 1960, los desafíos para la ingeniería en Paraguay fueron diversos, desde los edificios de altura en diferentes ciudades hasta la construcción de puentes en diferentes puntos del país, pero con la construcción de la Represa Hidroeléctrica de Acaray, los desafíos y la experiencia acumulada se fue enriqueciendo aún más con la construcción de las represas hidroeléctricas binacionales de Itaipú (con el Brasil) y Yacyretá (con la Argentina) permitieron un desarrollo en conocimientos, tecnología y modalidades de trabajo, en ese sentido cabe destacar lo manifestado por el Ingeniero Manuel Benítez Codas, quien afirma“… el consorcio IECO-ELC (International Engineering Company de los Estados Unidos y Electroconsult de Italia) comenzó la búsqueda de una solución que finalmente resultó en la adaptación de la norma canadiense de aseguramiento de la calidad empleada en la industria nuclear.

Con base en esa norma IECO-ECL diseñaron un sistema de aseguramiento de la calidad que comprendía dos aspectos, la inspección de los procesos de fabricación de los equipos electromecánicos y el diligenciamiento (seguimiento documental y de cumplimiento de plazos) de los equipos adquiridos”.

Esas normas de calidad constituyeron una sólida base técnica en la que más de 300 ingenieros y técnicos paraguayos se formaron durante los diez años que participaron del proyecto de construcción de la represa de Itaipú.

Por lo tanto, se puede afirmar que en más de doscientos años de vida independiente, los hombres y mujeres que se dedican a la Ingeniería en el Paraguay han contribuido en diferentes momentos no sólo en el ámbito directo de su incumbencia profesional, sino que lo han hecho también en otros ámbitos con el fin de facilitar la calidad de vida de las personas.^1-3