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Revista Científica de la UCSA

versión On-line ISSN 2409-8752

Rev. ciente. UCSA vol.3 no.1 Asunción jun. 2016

https://doi.org/10.18004/ucsa/2409-8752/2016.003(01)031-039 

TEMAS DE ACTUALIDAD

 

Actividades educativas de los Pioneros de Rochdale y sus implicancias para las cooperativas actuales

 

Educational activities of Rochdale Pioneers and their implications for current cooperative

 

*Villalba Giménez, J. B.

Universidad del Cono Sur de las Américas, UCSA, Asunción, Paraguay

 

 


RESUMEN

El artículo analiza las actividades del Comité de Educación de los Pioneros de Rochdale, fundadores del cooperativismo moderno en Inglaterra en la década de 1840 y su implicancia en el mejoramiento de la condiciones de vida de los socios, así como en los cambios actitudinales y de comportamiento de esos empobrecidos tejedores, socios de la cooperativa. Todo ello, con la finalidad de plantear algunas cuestiones importantes que las cooperativas modernas, que cuentan con ingentes recursos en sus Fondos de Educación Cooperativa, debería plantearse a la hora de planificar sus actividades.

Palabras clave: Cooperativismo, Educación Cooperativa, Pioneros de Rochdale, Principios Cooperativos.


ABSTRACT

The article analyzes the activities of the Education Committee of the Rochdale Pioneers, founders of the modern cooperative movement in England in the 1840s and its implications in improving the living conditions of its fellow members, as well as attitudinal and behavioral changes of those impoverished weavers members. All this, in order to raise some important issues that modern cooperatives, which have enormous resources in their Cooperative Education Funds, should consider when planning their activities.

Keywords: Cooperatives, Cooperative Education, Rochdale Pioneers, Cooperative Principles.


 

INTRODUCCIÓN

En todo sistema humano, el proceso educativo tiene como finalidad hacer que el educando adquiera la capacidad de ver, pensar, juzgar y actuar de acuerdo a los principios y valores que sustentan el mismo sistema. De esta forma, por una parte, el proceso educativo mira hacia adentro y tiene su base en los principios o fundamentos que dieron origen al sistema, pero también, mira hacia fuera, a su entorno para incorporar nuevos elementos que permitan al sistema seguir funcionando. En este sentido, la educación tiene una función formadora de la persona como integrante del sistema, que vive gracias al sistema, pero también lo alimenta y, entonces, el sistema vive gracias también a él. Es decir, se da una dependencia mutua: el individuo depende del sistema y el sistema depende del conjunto de los individuos.

En el caso de los Pioneros de Rochdale, los fundadores del cooperativismo moderno, los socios eran personas sin preparación, con poca o ninguna experiencia en materia de gestión de una empresa y sin embargo, al cabo de unos años, se convirtieron en propietarios de una gran empresa que trascendió todos los límites. Por esa razón, se hace necesario analizar qué hicieron estos Pioneros para superar las graves limitaciones con que contaban, en un entorno que no siempre fue favorable para el surgimiento de experiencias cooperativas.

El artículo se basa en la revisión bibliográfica del principal historiador de los Pioneros de Rochdale, George Jacob Holyoake respecto a las acciones educativas durante los primeros años y otras publicaciones especializadas.

1. Marco histórico y conceptual: El Comité de Educación en los primeros años de Rochdale

Watking decía en 1933, “…se dice que la cooperación es un movimiento económico que se sirve de la educación. Pero, se puede muy bien dar vuelta la proposición y decir que la cooperación es un movimiento educativo que se sirve de la acción económica”1. Los Pioneros de Rochdale aplicaron muy bien ambas acepciones, pues, de alguna manera, las medidas tomadas desde el primer momento, tenían la finalidad de educar a sus miembros, y al mismo tiempo desarrollaron acciones educativas específicas.

La primera parte de la expresión de Watking se refiere a la genial idea de los Pioneros de Rochdale de destinar parte de los excedentes a mejorar la educación de sus socios y que se convirtió en uno de los principios fundamentales de las cooperativas, por eso dice: “movimiento económico que se sirve de la educación”. En efecto, los Pioneros entendieron muy bien la necesidad de educar y capacitar a sus miembros, no sólo en lo referente a las cuestiones cooperativas, sino en un sentido más amplio. Ellos creían que para tener éxito, los socios tenían que estar educados; de ahí la expresión “servirse de la educación”.

Ahora bien, ¿qué significa “servirse de la educación”?. En la época de los Pioneros, la educación no estaba al alcance de los socios, no existían las escuelas públicas, la educación era exclusividad de los ricos; por lo tanto, los Pioneros, al invertir en la educación, lo hacían no sólo para que los socios entendieran el negocio, sino para que sean mejores como personas. Entonces la educación trascendía el ámbito netamente cooperativo; por esa razón, unos años después, estuvieron en la vanguardia en lo que hace a aspectos tales como bibliotecas, escuelas públicas, y otros servicios culturales. Y no dudaron en decir que la “Regla de Oro”2 del cooperativismo fue el haber destinado el 2.5% de los excedentes al fomento de la formación y educación general, de manera a asegura la actividad educativa de la cooperativa. Cabe destacar que esta “Regla de Oro” se comenzó a aplicar luego de varios años de la fundación de la cooperativa, al tomar conciencia, los fundadores, de la necesidad de contar con socios educados.

De hecho, los Pioneros tuvieron pretensiones que fueron más allá de la apertura de una tienda cooperativa; ellos fueron mucho más lejos al establecer en el 1er. artículo de los Estatutos de 1.844 que “La sociedad tiene por fines y como planes tomar medidas con vista al interés pecuniario y al mejoramiento de las condiciones sociales y familiares de sus miembros” y “Que, tan pronto sea posible, esta Sociedad procederá a organizar las fuerzas de la producción, la educación y el gobierno” que se completa en la enmienda de 1.854. En esta enmienda, los tejedores establecieron lo siguiente:  “Debe constituirse un fondo separado y distinto para el perfeccionamiento intelectual de los miembros y de la parte de su familiar que está a su cargo, para el mantenimiento de la biblioteca ya establecida y para la creación de otros medios de instrucción que puedan considerarse deseables”. A partir de esta reforma, los Pioneros desarrollaron una importante labor que superó los límites de la cooperativa y se convirtieron en experiencias pioneras para toda Inglaterra, como las escuelas públicas.

La segunda parte de la expresión se refiere a la perspicacia de los Pioneros, que no sólo miraban el aspecto económico del funcionamiento de la sociedad, sino que se fijaban en el contexto en el que se desenvolvían los socios, de sus condiciones de vida y del aspecto social en el que se encontraban; por esa razón establecieron medidas y adoptaron decisiones que no sólo regulaban sus relaciones comerciales, sino que tenían como finalidad educarlos en el sentido amplio de la palabra; educarlos como personas.

De esa manera, tomando medidas para el manejo de la empresa, fueron modelando el comportamiento de los socios convirtiéndolos en personas más preparadas, prudentes y arriesgadas. Estas prácticas fueron transformadas posteriormente en principios que fueron adoptados por la Alianza Cooperativa Internacional, ACI, para todas las cooperativas del mundo.

2. Evolución de la educación en los primeros años de Rochdale

El 20 de agosto de 1.849, ante la afluencia importante de nuevos miembros y dada la necesidad de trabajar la cultura y preparación de los mismos, se destinó en la 2ª planta, una sala de reunión para miembros; una suerte de “sala de noticias”, creándose para ello, un Comité, constituyéndose, de esta manera, en el “primer Comité de Educación” de una cooperativa (cinco años después de su fundación). El Comité tenía como función ofrecer para la lectura o para la venta, libros, periódicos, diarios, etc. También se estableció que los beneficios debían aplicarse a la adquisición de nuevas revistas y libros.

Uno de los principales problemas que enfrentaron los Pioneros era la ignorancia y falta de experiencia comercial de los socios; por eso, dice Holyoake, la tienda ejerció funciones educativas desde el mismo inicio del almacén y lo hizo por medio de prácticas concretas: por ejemplo, los socios no estaban acostumbrados a la tolerancia, entonces ellos, en la Asamblea de febrero de 1.850 establecieron que “todos los socios deberán tener libertad plena de expresar sus sentimientos en todos los temas cuando lo planteen antes de la reunión y en el debido tiempo y forma, y todos los temas serán legitimados cuando se propongan adecuadamente”; esto dio inicio a lo que se convirtió luego en el principio de la “neutralidad política y religiosa” que establecía lo siguiente: “Los principios de los cooperadores de Rochdale son, primero, no averiguar las opiniones políticas o religiosas de aquellos que solicitan asociarse a nuestra sociedad o a cualquiera de las sociedades cooperativas de nuestra ciudad; segundo, que en consideración a las diferencias políticas y religiosas de los miembros que componen nuestras sociedades, no podemos permitir, dentro de nuestros consejos o prácticas, nada que pueda constituirse en una ventaja a favor de determinado sector u opinión"

Mediante medidas concretas de manejo administrativo y comercial los socios fueron adquiriendo hábitos saludables de negocio, basados en la práctica de la confianza mutua, la transparencia y ética en las relaciones comerciales. Establecieron multas para todos: directivos, funcionarios y socios que se apartaran de estas prácticas, y el importe de estas multas se destinaban a aumentar el fondo de educación. Según Holyoake, “estaban convencidos de que a los pobres habría que educarles antes de servirles”, y los Pioneros lo hicieron muy bien, por eso, al mismo tiempo de proveerles bienes, la cooperativa comenzó a ser un lugar de reunión y un instrumento de educación y capacitación. Son fantásticas las narraciones de Holyoake sobre cómo la Tienda se convertía en punto de encuentro de socios y familiares para interactuar con otros socios, leer e informarse de las noticias que les interesaban o participar de cursos para adultos.

En3 1854 la Cooperativa comenzó a editar su primera publicación en forma de almanaque. En él se publicaban los avisos, historias, publicidad de las diferentes operaciones de la sociedad, los objetivos y principios así como extractos de los estatutos. Fue la primera publicación con sentido de educación, formación e información de los socios.

Holyoake comenta que lo que más impactaba a las personas que estudiaban el fenómeno Rochdale, era la moral o un nuevo espíritu que impregnaba la relación comercial entre estos pobres tejedores; en donde los compradores y vendedores se encontraban como amigos, basados en la confianza y transparencia de la operación; sin las adulteraciones con total desprecio del consumidor a las que estaban acostumbrados. Todo lo que lograron estos humildes obreros fue posible gracias a las buenas prácticas comerciales y a la manera de hacer negocio en la Sociedad; el carácter moral de estas personas se incrementó con estas prácticas. La tienda volvió más sobrios a sus miembros que cualquier otra campaña moralizadora. El efecto moral de las buenas prácticas fue impactante: por primera vez los hombres no tenían deudas, las esposas contaban con ahorro o efectivo que no estuviera comprometido en sus bolsillos; la atmósfera era honesta; los que servían lo hacían con desinterés, no había chicanerías; las prácticas de Rochdale produjeron un impacto moral como ninguna otra forma de competencia lo pudo haber hecho.

La sala de noticias se convirtió en 1.850 en biblioteca y estaba tan bien abastecida como el Club de Londres; la Biblioteca contenía 2.200 volúmenes de los mejores y, entre ellos, muchos de los más caros libros publicados en la época. La Biblioteca era gratis y si el socio tenía tiempo, podía leer gratuitamente 12 horas al día en cómodos muebles de lectura.

En 1.850 se creó una escuela para niños y en 1.855 se habilitó un aula para la educación de adultos. En efecto, desde 1850 a 1855, se manejó una escuela para personas jóvenes a un costo de 2 centavos al mes. Desde 1.855, el Consejo autorizó el uso de un aula para uso de entre 20 y 30 personas de 14 a 40 años para autoeducarse o recibir instrucción, los domingos y martes.

La biblioteca y la educación gozó de la mayor simpatía de los asociados y en 1862 existían 5.000 volúmenes de libros y en la sala de lectura se recibían 14 diarios y 32 periódicos semanales y mensuales, representando todas las opiniones políticas y religiosas. Una muestra de la libertad de expresión y opinión existente y fomentada dentro de la sociedad cooperativa.

El departamento de educación estaba dirigido por un comité directivo electo y se dedicó también a organizar conferencias públicas y todo tipo de estudios de acuerdo con los intereses de la época. En las clases de la Sociedad de Rochdale profesores competentes impartían clases que iban desde las matemáticas, dibujo, etc., hasta el idioma francés. La institución poseía todo tipo de instrumentos de estudio como catalejos, telescopio, microscopios, estereoscopios, cosmocopios y baterías magnéticas entre otros.

3. CONCLUSIONES SOBRE LAS ACTIVIDADES EDUCATIVAS DE LOS PRIMEROS AÑOS

La experiencia educativa de los Pioneros de Rochdale ha dado origen a numerosos estudios desde la segunda mitad del Siglo XIX, hasta el día hoy. La intención de este trabajo no es realizar un análisis exhaustivo de esas prácticas, sino un análisis somero para obtener algunas conclusiones que pudieran ayudar a los Comités de Educación de hoy en día en la planificación de sus actividades. Para ello, vale la pena recapitular algunas conclusiones de la lectura de la historia de estos Pioneros:

1. Los Pioneros de Rochdale no realizaron inmediatamente una actividad educativa en el sentido de la formación de sus socios. La educación surgió del análisis de las necesidades de los socios y se dio por medio de la práctica antes que teórica.

2. Las prácticas establecidas para el manejo de la empresa cooperativa estaban orientadas a crear hábitos saludables en el orden económico, social e individual del comportamiento de los socios. Y como los socios no estaban concienciados, establecieron multas en caso de falta de cumplimiento, tanto para los directivos, funcionarios o socios. Estas medidas favorecieron la apropiación por parte de los socios de estas pautas en su conducta personal y en el relacionamiento con los demás y con la cooperativa.

3. Con el correr de los primeros años, los Pioneros se dieron cuenta de que eran necesarias acciones educativas directas para elevar la preparación de sus miembros. Por esa razón, establecieron la “Regla de oro del cooperativismo”. Los fondos de educación tenían claramente tres fines o destinos:

  1. El perfeccionamiento intelectual de los miembros y los familiares que están a su cargo
  2. Biblioteca
  3. Creación de otros medios de instrucción

4. Las primeras acciones tomadas en cumplimiento de esta “Regla” fueron:

  1. Creación de una Sala de lectura y Biblioteca
  2. Creación del  Primer Comité de Educación
  3. Realización de Cursos para jóvenes
  4. Realización de Cursos para adultos
  5. Publicación de un medio de comunicación e información
  6. Conferencias públicas, congresos

5. Las actividades de educación alcanzaban a todos los socios y a sus familiares.

Del análisis de estas actividades educativas de los Pioneros de Rochdale, podemos establecer las siguientes categorías o áreas de trabajo del Comité de Educación de los Pioneros:

  1. Área de Formación del socio y su familia: “perfeccionamiento intelectual de los miembros y los familiares”; medidas para mejorar la calidad moral del socio: tolerancia, sobriedad, ética, justicia, responsabilidad y transparencia; medidas para mejorar el manejo empresarial de la tienda: peso, precio, calidad.
  2. Área Cultural: Biblioteca, sala de lectura, charlas y encuentros informales de socios mientras esperaban ser atendidos
  3. Área de Divulgación: Almanaque, conferencias públicas, congresos
  4. Área de Educación Continua del socio y de su familia: “creación de otros medios de instrucción”, cursos para jóvenes y adultos, creación de escuelas.
  5. Área de fortalecimiento del Comité de Educación: cada vez que se hacía necesario realizar alguna actividad especial, se ponía especial énfasis en el nombramiento del Comité Encargado y se le asignaba tareas específicas.

En la documentación de Holyoake no se mencionan actividades deportivas, pero sí actividades culturales y de divulgación.

4. ALGUNAS LECCIONES A APRENDER A CASI DOS SIGLOS DE LA EXPERIENCIA.

A partir de la experiencia de Rochdale, y el surgimiento de otras formas cooperativas en varios países de Europa y América del Norte, en 1895 se formó la Alianza Cooperativa Internacional como órgano de integración y rector del movimiento cooperativo en todo el mundo. Si bien, los Principios Cooperativos de Rochdale, que se habían sistematizado con el correr de los años luego de su fundación, fueron aceptados por la ACI como principios característicos de las cooperativas, recién en el 1937, en un Congreso realizado en Paris, fueron aceptados como principios rectores y diferenciadores para conocer si una empresa era cooperativa o no (Watkins 1986). No nos detenemos a analizar los otros principios, pues no vienen al caso.

Uno de estos principios, fue el la de la Educación Cooperativa conocida como “Regla de Oro” del cooperativismo. Este principio, también fue recogido en nuestra legislación, en la Ley 438 de Cooperativas del año 1994, que en su art. 42, establece “un mínimo de 10% de los excedentes debe ser destinado al Fondo de Fomento de la Educación Cooperativa” y en el art. 46 destina los Excedentes Especiales también para dicho Fondo. Por otra parte, otorga especial atención a la educación cooperativa en el Capítulo IX (arts. 106 al 108) al establecer la prioridad de la educación como uno de los fines de la cooperativa, la necesidad de rendición de cuentas y la necesidad de extensión social en su radio de acción. Además, en el Capítulo X, dedica dos artículos a la “Enseñanza del Cooperativismo” y su incorporación en la educación formal.

De esta forma, todas las cooperativas destinan, por lo menos, el 10% de sus excedentes al Fomento de la Educación Cooperativa. De acuerdo al Censo Cooperativo4 realizado en el año 2011 (Grafico 1), el Excedente Cooperativo de las 450 cooperativas censadas en ese año, alcanzaba la suma de Gs. 314.712.195.947, y si se considera que el 10%, por lo menos correspondería al Fondo de Educación Cooperativa y convirtiéndolo al dólar americano a la tasa de cambio de la época5 de Gs. 4.400 por dólar, tenemos que las cooperativas dispusieron ese año, la suma nada despreciable de más de 7 millones de dólares. Y así, cada año, son varios millones de dólares que las cooperativas tienen para destinar en la formación y educación de sus miembros.

 

 

Normalmente las cooperativas publican cada año sus balances, y en ellos se pueden ver los montos destinados a financiar las actividades educativas en favor de sus socios, dirigentes y funcionarios. En el Censo se mencionan algunos destinos, pero no es intención de este estudio realizar un análisis de eso destinos, sino más bien, reflexionar sobre cómo trasladar, salvando las distancias, la experiencia de los Pioneros de Rochdale a las cooperativas de nuestros días y plantearlas como preguntas y cuestionamientos orientadores:

a. Respecto a la decisión estratégica de dónde y cómo invertir los fondos de educación.

Aquí surgen algunas reflexiones y cuestionamientos:

  1. Lo primero que hicieron los Pioneros de Rochdale fue un análisis de la situación de sus compañeros y del entorno en el que vivían, y en base a ello determinaron, en primer lugar abrir el almacén y luego tomar las medidas destinadas a mejorar las condiciones de vida de sus socios.

En ese sentido, cabría preguntarse si los Comités de Educación parten de un análisis formal de la situación en la que viven sus socios y si esas necesidades son atendidas en los programas de formación y capacitación. 

  1. Siguiendo el ejemplo de los Pioneros, el Área de Formación del Socio y su Familia, debería reforzarse con acciones que tiendan realmente al mejoramiento del socio como persona. Este enfoque fue uno de los más importantes para producir el cambio de actitud de esos pobres tejedores. Holyoake recoge un testimonio que apunta en este sentido; se trata de Mr. Smithies uno de los líderes fundadores, que decía, “La condición mejorada de nuestros miembros se nota en su vestimenta, comportamiento, y libertad para expresarse. Apenas se puede creer que esa alteración se deba al hecho de pertenecer a una sociedad cooperativa”. Los Pioneros, en efecto, no daban cursos de principios cooperativos, lo aplicaban mediante medidas concretas y penalizaban los desvíos de los comportamientos. Los programas de educación de las cooperativas, ¿se basan exclusivamente en cursos? ¿O implican también otras metodologías y acciones, aprovechando las tecnologías disponibles para generar los cambios de conducta deseados? ¿Son cursos teóricos, doctrinarios, o cursos destinados a solucionar problemas comunes concretos de los socios, inmersos en una sociedad de consumo, que empuja al sobreendeudamiento? Hay que recordar que los Pioneros en este punto, antes que actividades formales educativas, tomaron medidas concretas orientadas a incidir en el comportamiento de los socios, partiendo del análisis de la realidad en la que vivían. Es decir, había un alineamiento entre las prácticas educativas y las decisiones cooperativas en cuanto a servicios, políticas de actuación, reglamentos y otros aspectos administrativos. Hoy en día, el contexto es muy diferente al que vivieron los Tejedores de Rochdale, por eso, los Comités de Educación deberían partir del análisis del socio y su contexto, para determinar las necesidades de formación que tienen los socios para ser mejores como socios y como personas. Otro tema también importante, es preguntarse ¿Hasta qué punto están en coincidencia los programas educativos y las decisiones estratégicas de la cooperativa? ¿Se refuerzan mutuamente?
  2. Otro cuestionamiento importante a considerar es que los Fondos de Educación en Rochdale estaban destinados para financiar programas dirigidos a socios, fundamentalmente y no tanto a dirigentes y funcionarios. Si bien, la capacitación de los dirigentes y funcionarios es fundamental, su financiamiento debería contemplarse en el presupuesto normal de gastos de la Cooperativa y destinar los Fondos de Educación, exclusivamente para los socios. ¿Se destinan los Fondos de Educación para financiar “exclusivamente” programas y actividades destinados a los socios?
  3. Los programas de Educación Continua y Profesional del socio y su familia, estuvieron muy bien desarrollados por los Pioneros, hasta el punto de que mediante estas acciones se popularizaron en Inglaterra la educación primaria, las bibliotecas y la capacitación profesional. Esta área se presta para el desarrollo de alianzas y tercerizaciones. ¿Qué alianzas desarrollan las cooperativas con el Gobierno y organizaciones de la sociedad civil para incidir en la formación integral de los socios?
  4. Otra característica del Comité de Educación de los Pioneros es que sus actividades abarcaban a todos los socios. Es cierto que en la época analizada, los socios no alcanzaban a mil; pero la idea es que debe existir una preocupación de los Comités de Educación por ampliar la cobertura societaria de sus actividades. Para ello, se debería contar con un buen sistema de bases de datos al estilo de los programas informáticos de manejo de clientes (CRM), para monitorear las participaciones de los socios y ver, de esa forma, la penetración en la masa societaria. ¿A qué porcentaje de socios llegan nuestros programas educativos?

b. Otras preguntas que surgen de la investigación

Luego de analizar las actividades del Comité de Educación de la Cooperativa de Rochdale, nos surgen algunas preguntas que pueden dar origen a investigaciones de mayor alcance:

  • ¿Hasta qué punto nuestras cooperativas están contribuyendo a la formación de sus socios y de la comunidad circundante como personas más preparadas para afrontar los problemas económicos y sociales actuales? Empleo, seguridad, salud, cultura, etc.
  • Nuestros programas educativos ¿ayudan a nuestros socios a ser mejores cooperativistas? Saber ahorrar, saber prestar, saber consumir, saber y querer pagar, etc.
  • Los Pioneros hicieron de la moral y la ética algo fundamental en su relacionamiento: ¿hasta qué punto nuestros programas educativos están formando socios y dirigentes éticos?
  • Los Pioneros propugnaron la templanza como algo fundamental en la vida del socio; ante la situación de permisividad y pérdida de valores de hoy día, ¿estamos ayudando con nuestros excedentes a combatir la sociedad de consumo en su carrera desenfrenada de cambiar el “ser más” por el “tener más”?
  • Deberíamos preguntarnos, ¿qué estamos haciendo bien y qué estamos haciendo mal con esta responsabilidad de formar a los socios? Los frutos de la educación son de mediano y largo plazo, mientras que las acciones mediáticas, faranduleras, son más visibles y de corto plazo. Y el Comité o el Consejo están presionados por los impactos. No perdamos de vista el pensamiento de los Pioneros.

 


1W. P. Watkins, Revue de la Coopération Internationale, No. 5, mayo 1933

2Holyoake, George Jacob, Historia de los cooperadores de Rochdale, Editores Gascón y otros, México, 1993

3George Jacob Holyoake: “The history of the Rochdale Pioneers”, 10th Edition, London 1.922

4Estado del Cooperativismo en Paraguay, Censo Nacional Cooperativo 2012, CONPACOOP

5 http://www.maxicambios.com.py/estadisticas.php

 

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

CONPACOOP (2012). Estado del Cooperativismo en Paraguay, Censo Nacional Cooperativo 2012.Disponible en: www.conpacoop.coop.py/observatoriocooperativo.php

Holyoake, G. J (1922) The history of the Rochdale Pioneers. 10th Edition, London: T. Fisher Unwin, Publisher. (http://gerald-massey.org.uk/holyoake/b_co-operation.htm)        [ Links ]

Holyoake, G. J (1900) The history of the Rochdale Pioneers 1.844-1.892”, 10 th. Edition, London: Swan Sonnenshein & Co., Lim, (https://archive.org/details/historyofrochdal00holyuoft)        [ Links ]

INCOOP (2010). Marco legal del sector cooperativo paraguayo. Ley 438/94 De Cooperativas. Disponible en: www.incoop.gov.py

Martínez & Charterina, A. (2010). Las cooperativas frente a la crisis. Boletín de la Asociación Internacional de Derecho Cooperativo, 44: 195-219.         [ Links ]

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Villalba, J.B. (2010). Análisis comparativo de la actividad educativa de los pioneros de Rochdale y las prácticas de los comités de educación de cooperativas tipo A. Asunción-Paraguay: VI Encuentro Latinoamericano de Cooperativismo. Disponible en: www.academia.edu.         [ Links ]

 

*Autor Correspondiente: José Blas Villalba Giménez. Vicerrector de Investigación y Desarrollo. Universidad del Cono Sur de las Américas, UCSA, Asunción, Paraguay
E-mail: jvillalba@ucsa.edu.py
Fecha de recepción: febrero 2016; Fecha de aceptación: mayo 2016

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