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Revista Internacional de Investigación en Ciencias Sociales

versão On-line ISSN 2226-4000

Rev. Int. Investig. Cienc. Soc. vol.19 no.2 Asunción dez. 2023

https://doi.org/10.18004/riics.2023.diciembre.271 

ARTICULO ORIGINAL

Formación de hábitos en la primera infancia: tiempos de pospandemia

Habit formation in early childhood: post-pandemic times

Ana Milena Mujica-Stach1 
http://orcid.org/0000-0002-4033-0026

1Universidad de Los Lagos, Académica del Departamento de Educación. Chile


RESUMEN

El presente artículo tiene como objetivo evaluar la adquisición de hábitos en los niños de 2 a 6 años durante el confinamiento producto del COVID-19 en Chile. A través del estudio se refleja la intención de reconocer la importancia de la familia como estructura social en la adquisición de hábitos necesarios a desarrollar en contextos escolares. El estudio está basado en un modelo de evaluación con enfoque cuantitativo, utilizando un análisis secuencial para su interpretación, a partir de una intervención con 24 educadoras de párvulos quienes contestaron un instrumento con 6 indicadores claves: orden, higiene, vestido, alimentación, descanso y convivencia. Los resultados reflejan la capacidad que tienen los niños de practicar y desarrollar hábitos y rutinas en función del orden según su etapa de crecimiento, y confirman el rol relevante que tiene la familia en el aprendizaje de los niños, antes, durante, y después de la pandemia.

Palabras clave: formación; comportamiento; infancia; familia

ABSTRACT

The aim of this article is to evaluate the acquisition of habits in children from 2 to 6 years of age during the COVID-19 confinement in Chile. The study reflects the intention of recognizing the importance of the family as a social structure for the acquisition of habits that need to be developed in school contexts. The study is based on an evaluation model with a quantitative approach, using a sequential analysis for its interpretation, through an intervention with 24 nursery school teachers who answered an instrument with 6 key indicators: order, hygiene, clothing, food, rest, and coexistence. The results reveal the capacity of children to practice and develop habits and routines based on order according to their stage of growth, and confirm the significant role of the family in children's learning, before, during, and after the pandemic.

Keywords: training; behavior; childhood; family

INTRODUCCIÓN

La dinámica social actual en Chile, después de la pandemia del Covid-19, permite evidenciar la transformación en la estructura familiar, por cuanto afectó la dinámica funcional y los procesos de interacción inherentes a ella. De allí que resulta importante destacar que la familia constituye, dentro de la estructura social, un componente fundamental para que los niños y niñas desarrollen valores, hábitos, y procesos positivos para la adquisición de aprendizajes. Es por ello que es necesario resaltar lo significativo que resulta la familia como el escenario de aprendizaje más importante antes de iniciar la escuela, siendo preciso, entonces, reconocer las complejidades que derivan desde el seno de las familias respecto de la responsabilidad en la formación de hábitos. En este sentido, Razeto (2016) y Méndez-Sánchez, et al. (2019) plantean que, primeramente, las familias deben proporcionar una educación de calidad, ya que forman parte del contexto escolar, al igual que las instituciones educativas junto a sus docentes.

En relación a la formación de hábitos en niñas y niños en el contexto familiar, es importante mencionar que la infancia corresponde a una etapa evolutiva donde se establecen las bases para la adquisición de hábitos conductuales y de autonomía relacionados con procesos de aprendizaje. De allí que el ser humano aprende en función de su desarrollo evolutivo, y, a la vez, por los escenarios de aprendizaje que le proporciona el contexto social. La teoría de aprendizaje socio-cultural de Vygotsky, y la teoría de Piaget sostienen que los niños −a partir de cinco años− pueden tomar decisiones valorando algunas de las consecuencias derivadas de estas mismas decisiones, lo cual se podría traducir en las destrezas para planificar y tomar resoluciones en el que el pensamiento abstracto se considera plenamente desarrollado, y, junto con él, las funciones ejecutivas. Por tanto, según Sevilla et al. (2021), las ciencias establecen que hay una concordancia entre la edad del niño y los hábitos, puesto que la madurez de él permite una regularidad fundamental en los diversos contextos.

Tal consideración permite indicar que la niña y el niño aprenden a relacionarse desde muy pequeños con la familia, además de aprender a relacionarse con el entorno, por medio de estímulos y experiencias que deben proporcionar los padres (Suárez y Vélez, 2018; Castro y Ceballos, 2021), y a través de la interacción con otras personas; para igualmente desarrollar los valores y los hábitos, como sustento entre para conformar la personalidad del individuo, que se desenvolverá en una sociedad donde se encontrará experiencias cotidianas.

En consecuencia, Mondragón et al. (2017) sostienen que los hábitos representan conductas desarrolladas a partir de una acción por repetición y que se ha convertido en un control automático, en tanto que la memoria y los instintos son formas de conservar el pasado. De allí que los autores antes citados argumentan que “las fases del hábito son la formación y la estabilidad: la primera se refiere al período de adquisición, y la segunda al lapso en que ya se ha conseguido y se realizan los actos de manera frecuente, fácil y automática” (p. 670). Los hábitos, por consiguiente, se ven en esta investigación como patrones de conductas que son aprendidos mecánicamente ante situaciones específicas de tipo rutinarias, donde las niñas y niños no tienen necesidad de pensarlas ni tienen la decisión sobre cuándo y cómo ejecutarlas.

Es por ello que la influencia de la familia es importante: los hábitos dependen del contexto familiar (Mondragón et al, 2017; Castro y Ceballos, 2021), y son constituidos de acuerdo a categorías para reforzar algunas conductas, posibilitando la adaptación a los diferentes contextos. En consecuencia, los hábitos se desarrollan como habilidades dentro en un contexto familiar, y, al estar relacionados con las formas de aprendizaje, se asumen como hábitos de trabajo intelectual que se desarrollan para una más fácil y profunda asimilación, transformación y creación de valores culturales.

Es por ello que el propósito de esta investigación gira en torno a evaluar la adquisición de hábitos en niñas y niños de 2 a 6 años durante el confinamiento producto del COVID-19, en el período 2020 a 2022 en Chile. Para el desarrollo de esta indagación se reflexionó sobre si los hábitos en la primera infancia, en tiempo de pospandemia, son responsabilidad del hogar o de la escuela. A partir de un enfoque cuantitativo, se estudió desde una investigación evaluativa, a través de un análisis secuencial de la realidad, con la participación de 24 educadoras de párvulos que atienden a niñas y niños de la primera infancia en distintas comunas de Chile, de los niveles sala cuna, niveles medios y transición.

El instrumento aplicado permitió, a partir de los seis siguientes indicadores: (a) orden, (b) higiene, (c) vestido, (d) alimentación, (e) descanso, y (f) convivencia, concretar resultados que permitirán a las educadoras de educación inicial promover y construir diferentes estrategias para reforzar los hábitos positivos, como contribución al desarrollo pleno de la personalidad, y la eliminación de los hábitos considerados como obstáculos para la adquisición de habilidades sociales.

Se considera, entonces, importante que las educadoras desarrollen un diagnóstico para evidenciar las normas y hábitos que poseen las niñas y niños al momento de ingresar a la institución educativa. Por ende, se hace necesario que los hábitos positivos y necesarios sean consolidados con la ayuda de los padres y apoderados, ya que, si se desea que el niño forme un hábito, primeramente, hay que mostrarle cómo debe actuar desde la realidad que se adquiere en el hogar. En el caso contrario, donde los hábitos existentes sean considerados obstáculos académicos, se hace indispensable, a partir de estrategias pedagógicas, mostrarle a la niña y al niño ejemplos de lo que deben hacer, explicándoles la utilidad de sus acciones, o sea, los beneficios que van a obtener cuando adquieran los hábitos. En cuanto a los padres y responsables, es necesario que la institución educativa −a partir de una planificación contextualizada− establezca comunicación directa con ellos, con el propósito de brindarles herramientas para que puedan aprovechar los comportamientos de los niños, permitiendo reforzar y estimular futuras acciones de manera que puedan ser motivados y adaptados a la realidad escolar.

METODOLOGÍA

La metodología fue abordada desde la perspectiva de investigación evaluativa, la cual busca, ante todo, aplicar procedimientos científicos para acumular evidencia válida y fiable sobre la manera y grado en que un conjunto de actividades específicas produce resultados o efectos concretos. Se trata, según Escudero (2016), de un enfoque sustantivo de la investigación, y está inmersa dentro del paradigma crítico, pues busca proporcionar, desde la contextualización, soluciones específicas a problemas concretos. Luego, la formulación y asociación con la investigación evaluativa permiten una incidencia sobre objetos y sujetos sociales, sistemas, planes, programas, participantes, instituciones, agentes, y recursos, con el propósito de buscar alternativas de solución, junto con la toma de decisiones.

Desde la realidad la investigación adquiere una relevancia en el ámbito educativo por cuanto permite a partir de los hallazgos el análisis de todo tipo de información, tanto cualitativa como cuantitativa. De acuerdo a Escudero (2016) “en muchos casos recoge planteamientos diversos, pero defiende la contextualización y fundamentación específica de cada investigación, de acuerdo con las características particulares del problema” (p.4).

En ese orden, se realizó un estudio basado en un modelo de evaluación con enfoque cuantitativo, utilizando un análisis secuencial para su interpretación, a partir de la colaboración de 24 educadoras de párvulos de los diferentes niveles de educación. A continuación, se presentan la distribución de las educadoras por establecimiento educacional.

Tabla 1: Establecimientos educacionales donde laboran las educadoras de párvulos. 

Tipos de establecimiento Cantidad Característica
JUNJI 7 Atiende niños de 0 a 4 años
Escuela municipal 5 Atiende niños entre 4 y 6 años
Particular pagado 4 Atiende niños entre 4 y 6 años
Fundación Integra 4 Atiende niños de 0 a 4 años
Particular subvencionado 3 Atiende niños entre 4 y 6 años
Vía Transferencia de Fondos (VTF) 1 Atiende niños entre 0 y 6 años
Total 24

Fuente: elaboración propia.

La técnica empleada fue la encuesta, para lo cual se construyó y validó un cuestionario con escala tipo Likert, de cuatro alternativas de respuesta sobre la adquisición de hábitos en niñas y niños con edades entre 2 y 6 años, durante el confinamiento producto del COVID-19 en el período 2020 a 2022. El instrumento aplicado contiene seis (6) indicadores claves, emanados de la clasificación de hábitos y rutinas que se emplean en aulas de educación infantil: (a) orden, (b) higiene, (c) vestido, (d) alimentación, (e) descanso, y (f) convivencia. En la Tabla 2 se evidencian los indicadores para la clasificación de los hábitos y rutinas presentes en el instrumento de investigación, y el número de ítems utilizados.

Tabla 2: Clasificación de hábitos y rutinas. 

Componente hábitos y/o rutinas Indicadores Ítems
Orden 1, 2, 3, y 4
Convivencia 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, y 14
Alimentación 15, 16, y 17
Higiene 18, 19, 20, 21, 22, 23, y 24
Descanso 25, 26, 27, y 28
Vestido 29, 30, 31, y 32

Fuente: elaboración propia.

En ese sentido, el cuestionario se aplicó a las educadoras de los diferentes tipos de establecimientos educativos de los niveles de educación parvularia. Los datos fueron analizados mediante una estadística descriptiva e inferencial.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

En atención a los requerimientos investigativos, y para dar respuesta al objetivo planteado, se presentan los resultados porcentuales emanados del instrumento aplicado para medir los niveles de logro del estudiantado investigado, en función de la adquisición de hábitos en niños y niñas de 2 a 6 años, durante el confinamiento producto del COVID-19 en el período 2020 a 2022, en educación parvularia de distintas comunas de Chile.

En ese orden de ideas, los resultados porcentuales del instrumento aplicado, con sus análisis respecto al nivel de logro que poseen los estudiantes sobre la adquisición de hábitos, serán interpretados de acuerdo a la literatura especializada y las teorías de aprendizaje que orientan el proceso evolutivo de los niños de 2 a 6 años. A continuación, se presenta la Tabla 3, la cual expresa los resultados del componente Orden, junto a los resultados de los ítems 1, 2, 3, y 4.

Tabla 3: Resultados del componente Orden, correspondiente a los ítems 1, 2, 3, y 4. 

Ítem 1 Ítem 2 Ítem 3 Ítem 4
% % % %
La mayoría de los niños realiza la acción 42,8% 14,2% 14,2% 42,8%
Algunos niños realizan la acción 42,8% 0,2 28,5% 28,5%
Pocos niños realizan la acción 14,2% 28,5% 28,5% 28,5%
No se observa en este nivel educativo 0,2% 57,1% 28,5% 0,2%
Total 100% 100% 100% 100%

Nota: elaboración propia con datos extraídos del cuestionario.

Figura 1: Indicador Orden. 

En lo que respecta a los resultados porcentuales del nivel de logro, respecto del Indicador Orden, se presenta la Figura 1.

En la Figura 1 se observa que para el Indicador Orden existe una tendencia equitativa entre los ítems evaluados para determinar el nivel de logro de este hábito. Esto puede interpretarse como la capacidad que tienen los niños, según el nivel educativo donde se encuentren, de practicar y desarrollar hábitos y rutinas respecto del orden de acuerdo a su etapa evolutiva tal y como lo destaca Piaget en su teoría cognitiva. Desde los primeros años de vida es importante fomentar los hábitos de orden, ya que es un valor que permitirá interactuar en cualquier contexto cotidiano (Medina, 2020; Bendeck, 2018), y en cualquier situación de la vida; es en esta etapa temprana donde los niños presentan mayor sensibilidad al desarrollo de este valor, el cual puede aportarles estabilidad en sus relaciones.

Desde el análisis de los datos se infiere que el orden debe ser un hábito prioritario en la formación desde el hogar, desde la experiencia profesional casi todos los niños tienden a ser desordenados, atendiendo a las diferencias individuales, se evidencia igualmente algunos son muy meticulosos y organizados y otros no tanto, elemento que se podría relacionar con su manera de actuar frente a las responsabilidades de limpieza, orden y tareas escolares y personales. Desde el análisis psicológico es posible el ser desorganizado responde igualmente a criterios individuales de su personalidad, por lo tanto, no podemos pretender que se convierta en una persona metódica y tremendamente organizada, aunque sí podemos enseñarle a mejorar ese aspecto.

En otra materia se presenta la Tabla 4, la cual expresa los resultados obtenidos del Indicador Convivencia.

Tabla 4: Resultados del Indicador Convivencia, correspondiente a ítems 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12,13, y 14. 

Ítem 5 Ítem 6 Ítem 7 Ítem 8 Ítem 9 Ítem 10 Ítem 11 Ítem 12 Ítem 13 Ítem 14
% % % % % % % % % %
La mayoría de los niños realiza la acción 61,0% 43,4% 39,1% 29,1% 25% 45,8% 37,5% 25% 50% 33,3%
Algunos niños realizan la acción 26,0% 41,6% 39,1% 54,1% 41,6% 41,6% 41,6% 37,5% 45,8% 45,8%
Pocos niños realizan la acción 13,0% 15,0% 21,8% 16,6% 25% 8,3% 20,9% 20,9% 4,2% 12,5%
No se observa en este nivel educativo 0% 0% 0% 0,2 8,4% 4,3% 0 % 16,6% 0% 8,4%
Total 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%

Nota: elaboración propia con datos extraídos del cuestionario.

A continuación, en la Figura 2, se presentan los resultados porcentuales del nivel de logro en cuanto al Indicador Convivencia.

Figura 2: Indicador Convivencia.  

Tal como se evidencia en la Figura 2, que informa acerca del indicador Convivencia, el estudio arrojó que −para este hábito− el nivel de logro se sujeta al nivel en donde se encuentre el niño. En ese sentido, se interpreta que la etapa del desarrollo evolutivo en donde esté el infante determinará su participación o no en la práctica de rutinas que dependen directamente del desarrollo de relaciones interpersonales, donde la familia juega un papel importante. Cabe destacar que la familia es una influencia primordial sobre la convivencia escolar (Bolaños y Stuart, 2019; Ochoa et al., 2021), dado que la convivencia desde la escuela cumple un rol socializador para las relaciones interpersonales en las actividades escolares diarias de los alumnos y los miembros de la comunidad educativa.

Desde los resultados se infiere que en el ámbito educativo la convivencia y socialización en gran medida deprende de la estructura familiar, de allí que es importante que el docente evidencia las características de la familia a partir de su actuación (disfuncional y funcional). Se traduce entonces que la convivencia adquiere importancia por cuanto determina los niveles de relaciones con otras personas y establecen procesos de socialización. En consecuencia, la inteligencia emocional cobra importancia ya que los niños y generan una identidad propia que potencializa su nivel de tolerancia y respeto frente a otras personas.

Tabla 5: Resultados del Componente Alimentación, correspondiente a los ítems 15,16, y 17. 

Ítem 15 Ítem 16 Ítem 17
% % %
La mayoría de los niños realiza la acción 54,1% 33,3% 50,0 %
Algunos niños realizan la acción 37,5% 16,6% 41,6%
Pocos niños realizan la acción 8,3% 20,8% 8,3%
No se observa en este nivel educativo 0,1% 29,3% 0,1%
Total 100% 100% 100%

Nota: elaboración propia con datos extraídos del cuestionario.

Con respecto a la Figura 3, se presentan los resultados porcentuales del nivel de logro en cuanto a Alimentación.

Figura 3: Indicador Alimentación. 

Las evidencias proyectadas en la Figura 3 demuestran que −para este hábito tan importante como la alimentación− el estudio arrojó que el nivel de logro está en consonancia con la edad evolutiva en donde se encuentra el niño. El estudio también refleja una tendencia marcada hacia la alternativa la mayoría de los niños realiza la acción, por tanto, se asume que, durante el confinamiento, la familia pudo determinar ciertos hábitos alimenticios, logrando así el éxito en la escuela para este hábito.

Los padres son los principales responsables de la adquisición y desarrollo de buenos hábitos alimenticios, por ser los adultos más cercanos (Varela et al., 2021; Fierro et al., 2019). Los padres impresionan fácilmente a los niños fomentando hábitos saludables en la alimentación, garantizando la salud alimentaria balanceada, a través de rutinas, afectos, y la estimulación en diferentes contextos.

En este contexto de estudio, se evidencia que la rutina para el indicador Alimentación existe en un nivel de logro óptimo, y en consonancia con el nivel de estudio donde se encuentran los niños observados en las diferentes instituciones.

Dentro de este contexto los hábitos alimentarios, se le otorga un espacio importante a la familia, por cuanto la educadora debe indagar desde un diagnóstico real; (a) el conocimiento que posee la madre, los estilos de vida, los patrones de consumo y las preferencias, los cuales según De La Cruz (2015) influyen en el proceso de preparación, sustitución y combinación de los alimentos. Lo que se percibe en la realidad es la subvaloración de los alimentos por parte de la familia, dietas poco adecuadas, marcada influencia de los medios de comunicación (publicidad), como determinantes del consumo; lo cual tiene repercusiones desfavorables para la salud.

En la Tabla 6 se desarrolla el Indicador Higiene, con los ítems de análisis correspondientes.

Tabla 6: Resultados del Componente Higiene, correspondiente a los ítems 18, 19, 20, 21, 22, 23, y 24. 

Ítem 18 Ítem 19 Ítem 20 Ítem 21 Ítem 22 Ítem 23 Ítem 24
% % % % % % %
La mayoría de los niños realiza la acción 29,1% 54,1% 37,5% 25,0% 50,0% 29,1% 62,5%
Algunos niños realizan la acción 33,3% 25,0% 33,3% 29,1% 33,3% 37,5% 12,5%
Pocos niños realizan la acción 29,1% 0,1% 12,5% 23,3% 12,5% 12,5% 16,6%
No se observa en este nivel educativo 8,5% 20,8% 16,6% 22,6% 4,1% 20,8% 8,3%
Total 100% 100% 100% 100% 100% 100% 100%

Nota: elaboración propia con datos extraídos del cuestionario.

En la Figura 4 se presentan los resultados porcentuales del nivel de logro en cuanto al Indicador Higiene.

Figura 4: Indicador Higiene.  

La higiene en los niños es uno de los hábitos que más preocupa a los cuidadores, ya que este hábito amerita propiciar en el niño actividades que promuevan su participación espontánea para conservar su higiene personal. Como puede apreciarse en la Figura 4, el estudio arrojó una tendencia equitativa para este indicador en función del nivel logro; por tanto, se asume que para la muestra estudiada existen hábitos de higiene desarrollados en casa, no obstante, se toma en cuenta el nivel de estudio en donde se encuentren, pues es necesario considerar la etapa del desarrollo evolutivo del niño, porque esto incide directamente en el nivel de logro para este indicador.

Basándose en lo anterior, la salud es una necesidad y un derecho fundamental en la primera infancia, por ser tan importante en esta etapa de vida, y está relacionada tanto al rendimiento escolar, como a la calidad de vida y a la productividad, la salud debe ser desarrollada desde el hogar y la escuela (Suarez et al., 2021; Unicef, 2005).

Desde esta realidad y en base a los resultados de esta investigación y con diferentes sustentos teóricos permite relacionar la higiene con la salud o con la prevención de enfermedades, por lo tanto para las educadoras es imprescindible asumir la higiene como un componente en los hábitos, de allí que se , sugiere la importancia de identificar hábitos saludables y tipificar enfermedades más comunes a su edad como base para intervenciones de impacto en el cuidado de la salud de la primera infancia.

Con respecto a la Tabla 7, se evidencian los resultados de los indicadores 25 al 28.

Tabla 7: Resultados del Indicador Descanso, correspondiente a los ítems 25, 26, 27, y 28. 

Ítem 25 Ítem 26 Ítem 27 Ítem 28
% % % %
La mayoría de los niños realiza la acción 33,3% 25,0% 33,3% 29,1%
Algunos niños realizan la acción 45,8% 62,5% 50,0% 29,1%
Pocos niños realizan la acción 12,5% 8,3% 12,5% 4,1%
No se observa en este nivel educativo 8,3 4,1% 4,1% 37,5%
Total 100% 100% 100% 100%

Nota: elaboración propia con datos extraídos del cuestionario.

Figura 5: Indicador Descanso. 

En la Figura 5, se presentan los resultados porcentuales del nivel de logro en cuanto al Indicador Descanso.

El hábito de Descanso es uno de los componentes de la organización del tiempo en los niños, debido a que por su naturaleza arbitraria puede resultar contraproducente. No obstante, este es un hábito que debe desarrollarse en la primera infancia, ya que el descansar permite renovar las energías usadas en cada una de las actividades cotidianas. Un buen descanso y de calidad desarrolla la memoria, promoviendo el aprendizaje en los niños, y se ve reflejado en las actividades cotidianas del hogar y la escuela (Arrabal y Francia, 2021; Chicaiza et al., 2020).

En ese sentido, en la Figura 5 se evidencia que la muestra de estudio arroja una tendencia hacia la alternativa “Algunos niños realizan la acción”, en consecuencia, se asume que existe la necesidad de desarrollar de manera eficaz este hábito, el cual es considerado vital para el aprendizaje.

En cuanto a la organización , es importante señalar que el aula como espacio es responsabilidad de las educadoras y de acuerdo a Giraldo (2022) surgen de manera proporcional tres dificultades en el momento en que el profesor principia la tarea de organizar espacialmente su aula y que, en cierto sentido, se pueden relacionar directamente con su forma de conceptualizar y llevar a la práctica la configuración del espacio de sus aulas y entre ellas se encuentran : (a) a necesidad manifiesta del profesorado por tener más espacio,(b) las dimensiones de aula y (c) el exceso de mobiliario. De allí que resulta importante estos tres factores para desarrollar en el niño y la niña el hábito de la organización.

Por otra parte, la Tabla 8 expone los resultados del Indicador Vestido correspondiente a los ítems 29, 30, 31, y 32.

Tabla 8: Resultados del Indicador Vestido, correspondiente a los ítems 29, 30, 31, y 32. 

Ítem 29 Ítem 30 Ítem 31 Ítem 32
% % % %
La mayoría de los niños realiza la acción 41,6% 12,5% 0,1 % 16,6%
Algunos niños realizan la acción 25% 33,3% 20,8% 41,6%
Pocos niños realizan la acción 12,5% 45,8% 41,6% 37,5%
No se observa en este nivel educativo 20,8% 8,3% 37,5% 4,1%
Total 100% 100% 100% 100%

Nota: elaboración propia con datos extraídos del cuestionario.

En la Figura 6 se presentan los resultados porcentuales del nivel de logro en cuanto al Indicador Vestido.

Figura 6: Indicador Vestido. 

Como puede evidenciarse en la Figura 6, los resultaron arrojaron una tendencia marcada hacia las alternativas “Pocos niños realizan la acción” y “Algunos niños realizan la acción”, lo cual se evidencia en los ítems 30 y 31; mientras que para los ítems 29 y 32, respectivamente, los resultados demuestran una tendencia dividida, entendiendo que la muestra estudiada presenta un nivel de logro eficaz solo para el ítem 29, por lo que se asume que los niños son autónomos para vestirse después de ir al baño, presentando dificultades para desarrollar prácticas de vestido en otros aspectos de su cotidianidad. Es significativo el desarrollo que experimentan los niños respecto de su autonomía personal y su independencia en la adquisición de hábitos, donde los padres juegan un rol importante (Moreira et al., 2021; Quijije y Flores, 2022). Se debe tomar en cuenta el nivel de estudio en donde se encuentran los niños, pues como ya se ha mencionado, la etapa de desarrollo evolutivo del niño juega un papel fundamental en el nivel de logro de los hábitos y/o rutinas en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los párvulos.

REFLEXIONES FINALES

De los resultados se desprende la importancia de concebir que la formación de los hábitos en contexto familiar se caracteriza por la adquisición de patrones de forma mecánica, donde el niño y la niña −a partir de actividades rutinarias− son capaces de memorizar en forma automática. En relación a los resultados, se evidencia que la adquisición de hábitos vinculados con el orden está asociado a la adquisición de todas las habilidades desprendidas de la práctica y las de rutinas, lo está de acuerdo a su etapa evolutiva del niño, como lo destaca Piaget en su teoría cognitiva. Se considera importante destacar que el orden representa un valor supremo, y es producto de lo cotidiano. Es imprescindible que, en los primeros años de vida, se inculquen hábitos de orden, puesto que es en la etapa temprana donde los niños presentan mayor sensibilidad al desarrollo de este valor, el cual puede aportarles estabilidad en sus relaciones.

En relación al hábito de higiene: se evidencia, en función de los resultados, que existen hábitos de higiene desarrollados en casa, y que es necesario sopesar la etapa del desarrollo evolutivo del niño, pues esto incide directamente en el nivel de logro para este indicador.

En referencia al hábito de vestido: teniendo en consideración los resultados, es posible asumir que hay que tomar en cuenta el nivel de estudio en donde se encuentran los niños, pues como ya se ha mencionado, la etapa de desarrollo evolutivo del niño juega un papel fundamental en el nivel de logro de los hábitos y/o rutinas en el proceso de enseñanza y aprendizaje de los párvulos.

Con respecto al hábito de la alimentación: los datos reflejan que existe una autonomía, por lo tanto, es posible afirmar que el dominio de este hábito está en consonancia con la edad evolutiva en donde se encuentra el niño. El estudio también refleja que, durante el confinamiento, la familia pudo determinar ciertos hábitos alimenticios, logrando así el éxito en la escuela para este hábito.

En cuanto al hábito del descanso: los resultados reflejan obstáculos para su dominio. Se asume que existe la necesidad de desarrollar de manera eficaz este hábito, el cual es considerado como vital para el aprendizaje.

Referente al hábito de convivencia: se evidencia que hay dominio en las distintas acciones, por lo tanto, el nivel de logro se sujeta al nivel en donde se encuentre el niño.

Finalizando, y de acuerdo a los resultados obtenidos, se confirma que la familia desempeña un papel fundamental para que los infantes aprendan rutinas, hábitos y normas, los cuales deberían ser afianzados en las escuelas mediante acciones pedagógicas guiadas por los docentes. De allí que la realidad reflejada en tiempos de pospandemia ha presentado nuevos obstáculos para el desarrollo integral de los niños en la escuela.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFÍCAS

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Editor Responsable:

José Antonio Torres. https://orcid.org/0000-0001-6242-1191

Contribución de autores

La autora ha realizado la concepción, el diseño y realización del trabajo, análisis e interpretación de datos, la redacción del texto y las revisiones correspondientes.

Financiamiento

La autora declara que no ha recibido financiación por entidades públicas o empresas privadas para la realización del artículo.

Conflicto de intereses

La autora del artículo declara no tener conflictos de intereses con ninguna entidad o persona.

Recibido: 18 de Mayo de 2023; Aprobado: 15 de Noviembre de 2023

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