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Revista Internacional de Investigación en Ciencias Sociales

versión On-line ISSN 2226-4000

Rev. Int. Investig. Cienc. Soc. vol.16 no.2 Asunción dic. 2020

https://doi.org/10.18004/riics.2020.diciembre.235 

Artículo Original

Introducción a las Finanzas Personales. Una perspectiva general para los tiempos de crisis.

Introduction to Personal Finance. An overview for times of crisis.

Richard Adrián Riveros-Cardozo1 

Silvio Eduardo Becker1 

1Universidad Autónoma de Asunción, Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Asunción, Paraguay


RESUMEN

Este artículo de revisión pretende abordar aspectos relevantes de las finanzas personales y familiares atendiendo que, a causa de la crisis pandémica, resulta necesario realizar un cambio de perspectiva personal y de actitudes con relación a la gestión del dinero; tomar medidas que ayuden a elegir acciones para diseñar un plan de administración de las finanzas personales. El contenido está basado en la recopilación de información en bibliografías existentes respecto a las finanzas a nivel empresarial adaptadas al nivel personal; por tanto, obedece al análisis de documentos. Las conclusiones hacen referencia a la relación personal con la estabilidad financiera, la educación financiera, el presupuesto y la paz financiera.

Palabras claves: Finanzas personales; inversión; ahorro; presupuesto; educación financiera

ABSTRACT

This review article aims to address relevant aspects of personal and family finances, taking into account that, due to the pandemic crisis, it is necessary to make a change in personal perspective and attitudes regarding money management; take steps to help choose actions to design a personal finance management plan. The content is based on the compilation of information in existing bibliographies regarding finances at the business level adapted to the personal level; therefore, it obeys document analysis. The conclusions refer to the personal relationship with financial stability, financial education, the budget and financial peace.

Keywords: Personal finance; investment; savings; budget; financial education

INTRODUCCIÓN

Actualmente, la sociedad mundial está atravesando una crisis, a causa de una pandemia que, sin previo aviso, ha llegado para cambiar la manera de relación; muchas de las actividades que se hacían ya no son posibles hacerlas. Según Aristóteles, el hombre es un ser social por naturaleza y la falta de socialización no es buena y, puede llevarlo a condiciones de estrés y ansiedad. Esta falta de socialización no implica sólo la imposibilidad de realizar actividades rutinarias, sino que va mucho más allá, privando la posibilidad de lo más básico para la subsistencia humana: el trabajo; por lo que, para muchos, los ingresos se ven severamente afectados.

Normalmente atribuimos las finanzas como un tema de vital importancia para las organizaciones; sin embargo, para las personas es igual o incluso de mayor importancia considerando los escasos recursos con los que generalmente se cuentan.

Hasta hace poco tiempo, las finanzas personales que se podrían definir como el estudio y aplicación de herramientas de gestión financiera hacia la perspectiva de una persona física, eran claramente la “Cenicienta” de las finanzas. Se pensaba que, a diferencia de las finanzas corporativas, las finanzas personales carecían de modelos conceptuales propios, y que simplemente había que adaptar a la escala de una persona o inversor individual los grandes esquemas teóricos de las finanzas empresariales. De tal modo, que las finanzas personales eran consideradas como una disciplina menor, ni siquiera era digna de ser incluida en una currícula académica y en consecuencia rara vez era mencionada en las incumbencias de las profesiones universitarias. (Zicari, 2008)

Este artículo pretende abordar el tema de las finanzas personales y familiares en tiempos de crisis, considerando que en la actualidad resulta necesario realizar un cambio de perspectiva con relación al dinero; y, sobre todo, motivarnos a tomar medidas que nos ayuden a elegir acciones para diseñar un plan de administración de las finanzas personales con la finalidad de que, en el mediano plazo, se mejore la situación financiera personal o familiar.

El Gobierno Paraguayo, en el 2013, empezó a trabajar en el desarrollo de una Estrategia Nacional de Inclusión Financiera, iniciativa del Banco Central del Paraguay con el apoyo del Banco Mundial. Posteriormente, se conformó un comité compuesto por el Ministerio de Hacienda (MH), la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social (STP) y el Instituto Nacional de Cooperativismo (INCOOP) que tuvo como objetivo reducir la pobreza e impulsar el crecimiento económico en el Paraguay.

La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (EIF) indica que un 58% de los adultos en Paraguay utiliza algún tipo de producto financiero formal o comercial para gestionar sus finanzas del día a día. Este número se debe principalmente a la fuerte presencia de cooperativas y proveedores de dinero móvil en Paraguay, que en conjunto llegan a 40% de la población. Sin embargo, 42% de los adultos permanecen casi totalmente excluidos del sistema financiero. Estos adultos no tienen una cuenta, ni piden prestado a una institución financiera formal, no utilizan un cajero automático o tarjeta de crédito, no usan dinero móvil, no tienen seguro, y reciben salarios y remesas sólo en efectivo. Estos adultos, los "totalmente excluidos", son desproporcionadamente pobres, tienen educación primaria o menos, y están desempleados o fuera de la fuerza laboral. (Financiera, 2018)

Considerando lo anterior, podemos afirmar que 4 de cada 10 adultos en situación de pobreza se encuentran completamente excluidos del sistema financiero por lo que esto refuerza aún más la necesidad de una educación financiera que permita mejorar la calidad de vida de las personas y la del entorno en el que se desenvuelven.

Para dar un enfoque al planteamiento anterior, conviene realizar una autoevaluación que responda al siguiente cuestionamiento ¿Qué herramientas de la educación financiera se pueden utilizar para una gestión eficiente de las finanzas personales?

METODOLOGÍA

Se estima que un artículo de revisión es una forma de investigación o trabajo original que se realiza en una biblioteca y no en un laboratorio o unidad asistencial, y cuya diferencia fundamental será el tipo de información y la unidad de análisis y no los principios científicos que se aplican (Cué Brugueras, Díaz Alonso, Díaz Martínez, Abreu, & C., 2008). En concordancia con esta afirmación, este estudio es la revisión sistemática de varias obras que abordan temas de finanzas e inversiones y análisis de documentos que hicieron posible la participación en un ciclo de conferencias organizado por la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Asunción. Se realizó un previo análisis del escenario socioeconómico mundial y nacional que hicieron posible recopilar y discutir los temas abordados.

Los aspectos estudiados se relacionan a la administración de las finanzas como medio para lograr los objetivos personales. Por tanto, se abordaron conceptos básicos relacionados con finanzas e inversiones, importancia del manejo del dinero, el presupuesto como herramienta para el control de ingresos y gastos, así como compartir consejos básicos que faciliten la creación de hábitos con respecto a las finanzas.

De la participación de los estudiantes de las carreras con enfoque empresarial, se tomaron las consultas y los aportes correspondientes tratando de dar significativas respuestas en el apartado de consideraciones finales.

El resurgimiento de las finanzas a nivel personal

Según (Amat, 2012) las finanzas son una parte de la economía que se encarga de la gestión y optimización de los flujos de dinero relacionados con las inversiones, la financiación, y los demás cobros y pagos.

Podemos encuadrar la definición de las FINANZAS PERSONALES (FP) como: el manejo de los ingresos que una persona o familia obtienen por sus esfuerzos físicos e intelectuales, o por inversión de capital, la aplicación que de ellos hacen para solventar su estancia y desenvolvimiento en la sociedad actual, así como la acumulación que de ellos puedan hacer.

La gestión que se haga de las FP, va de la mano con la serie de sucesos y compromisos sociales, por lo cual es prudente hacer, si no un análisis de rentabilidad y evaluación de proyectos, al menos sí un análisis de quiénes somos y lo que pretendemos en la vida, a fin de tener al menos, un plan estratégico y dinámico de la existencia, rudimentario si se quiere, pero plan al fin. (Martínez, 2009)

En los últimos años, se produjeron cambios radicales en esta visión de las finanzas personales: pues cada vez es más común ver que se organizan seminarios, cursos, talleres sobre la temática (incluso en ámbitos universitarios), van surgiendo publicaciones especializadas en todo el mundo.

El principal problema de las finanzas personales es la distribución del ingreso que una persona obtiene durante su vida productiva, a lo largo de toda su vida. Dado que se está considerando un rango extenso (toda la vida de una persona), la incertidumbre y los riesgos son mayores. Por tanto, no se trata solamente de la mayor incertidumbre de inversiones a más largo plazo, sino también del desconocimiento de sucesos que pueden acaecer durante la vida del inversor. Así, se podría indagar, por ejemplo: ¿Cuántos años vive la persona?, ¿Cómo será su salud?, ¿Cuál es la situación familiar: cantidad de hijos, la salud de los mismos, potenciales crisis familiares? ¿Cuál es la situación laboral: mayor o menor nivel de ingresos, volatilidad de los mismos? ¿Cuál es su riesgo de desocupación?

Como se puede apreciar, cada una de las situaciones implica distintas necesidades financieras de la persona, cambios en la capacidad de ahorro, alteraciones en la tolerancia al riesgo, entre otras consecuencias; todo lo cual repercute en necesarias reconsideraciones (rediseños) de la estrategia financiera personal.

A estos riesgos “micro”, se deben agregar los riesgos “macro”, entre ellos el más relevante en nuestro caso es la inflación, con su potencial de erosión del capital monetario a lo largo del tiempo. (Zicari, 2008)

En mayor parte las clases media y pobre enfrentan tantas dificultades a pesar de lo mucho que trabajan. Mientras el ingreso de la clase media se estanca, el costo de sus bienes y servicios sigue subiendo de manera significativa. Si estas compras fueran lujos, entonces el aumento no sería preocupante; sin embargo, el gas, los cuidados de salud, la educación universitaria y la posesión de una casa, no son ningún lujo. (Kiyosaki, 2015)

Consumismo versus finanzas ordenadas

La sociedad está acostumbrada al consumo, a la oferta, a las promociones. Es más fácil gastar más de lo que se invierte. Según (Carosio, 2008), la sociedad de consumo se basa en la utilización de sofisticadas y académicas técnicas de persuasión, capitalizadas para lograr la influencia en el público y determinar sus elecciones. La publicidad no vende artículos de consumo, lo que vende es estatus, prestigio, estilos de vida. El discurso publicitario, rico en imágenes visuales, promete felicidad, eterna juventud, aventuras, conquistas entre otras bondades.

Así, nos permitimos indicar que la sociedad de consumo cuenta con herramientas poderosas para lograr convencer, persuadir y lograr un consumismo desenfrenado. La realidad de la sociedad es que se refleja muy poca educación financiera en términos generales, y eso es consecuencia de que nadie es enseñado, ni en la infancia, ni en la adolescencia, ni en la madurez, a cómo producir, gestionar o hacer crecer el dinero de forma responsable.

En lugar de reivindicar las quejas, de buscar culpables, etc. se recomienda una mirada optimista a la crisis y así gestionar las finanzas. Se percibe además que la mayoría de las decisiones no son racionales; por el contrario, en el proceso de toma de decisiones de compra influyen factores emocionales, de estrés u otras variables. Existe una estrecha relación entre las finanzas personales y las emociones, cuando se considera que quien maneja el dinero es la persona misma; por lo tanto, el manejo del dinero delata comportamientos como orden, método, ansiedad, diseño de metas, perseverancia, etc.

Lo interesante aquí es que tanto las personas, como las finanzas son dinámicas; pueden cambiar, por lo que está en las propias manos hacer lo que haga falta para tener los resultados esperados, estar alertas para atender desviaciones si las hubiere y, a largo plazo, planear el futuro.

Cada persona o cada familia, sin importar que pertenezcan a un mismo barrio, ciudad o país, tienen sus consideraciones especiales, estilos de vida y costumbres; por lo que no existe un modelo único para manejar las finanzas personales. Teniendo en cuenta lo indicado, se pueden sugerir como líneas de actuar:

Tomar conciencia acerca de la propia realidad financiera: el primer paso es tener en claro las prioridades, definir las propias metas, los objetivos a corto, mediano y largo plazo.

Cuantificar y clasificar los ingresos: tener en cuenta que existen ingresos fijos como los sueldos o salarios y variables como las comisiones, subsidios o premios.

Teniendo en cuenta lo indicado por (Kiyosaki, 2001), podemos considerar el hecho de que existen:

Ingresos pasivos: son aquellos que se reciben a fin de mes sin hacer ningún tipo de esfuerzo; es decir no es necesario trabajar para obtenerlos. Ejemplo: ingresos por renta de propiedad, distribución de dividendos, etc.

Ingresos activos: son aquellos que se reciben como fruto del trabajo, del esfuerzo, y en el que se invierte tiempo.

Cuantificar y clasificar los egresos: es importante jerarquizar los gastos de acuerdo al nivel de importancia considerando su clasificación:

Gastos fijos: son aquellos que no se pueden dejar de cubrir. De alguna forma, son aquellos gastos de carácter obligatorio como seguros, cuotas de préstamos, etc.

Gastos variables: son aquellos que pueden cambiar en cada período y varían de acuerdo al consumo como el supermercado, el agua, la luz y el teléfono.

Gastos superfluos: son aquellos que no se necesitan para vivir como los regalos, las salidas por diversión, etc.

Identificar los tipos de deudas: según (Opdyke, 2012), existen dos tipos de deudas:

Deudas buenas: mejoran la calidad de vida durante un largo periodo de tiempo. Ejemplo: educación y capacitación, bienes inmuebles para inversión o alquiler, etc.

Deudas malas: pueden mejorar la calidad de vida en la urgencia del momento, pero la utilidad de la adquisición suele desvanecerse con rapidez. Ejemplo: tarjetas de créditos, artículos de lujos.

Gastar menos: Una vez identificados los gastos es necesario reducir aquellos gastos superfluos, realizando una evaluación constante de lo que se compra. Conviene hacer plantearse la siguiente pregunta: ¿El producto satisfará una necesidad o un deseo?

Ahorrar más: Los montos de dinero que se pensaban destinar a los gastos innecesarios, se pueden destinar al ahorro.

Se aconseja destinar, por lo menos, el 10% de todos los ingresos para este fin, aunque pareciera una utopía en estos tiempos de crisis; sin embargo, se puede empezar con ese porcentaje hasta que se convierta en un hábito. Los expertos indican que se podrá empezar, con por lo menos el 1% de los ingresos, y aumentarlo de forma gradual hasta alcanzar el porcentaje ideal.

Una vez definidos los ingresos y gastos, el siguiente paso consiste en elaborar un presupuesto familiar o personal, se trata de un plan financiero que asigna los ingresos personales a gastos, ahorros y pago de deudas.

El presupuesto personal o familiar

La actitud de presupuestar debió haber estado implícita en las actividades humanas, desde la época de las primeras civilizaciones. Se sabe que desde los imperios, babilónico, egipcio y romano se debía planear las actividades de manera acorde con los cambios climáticos para aprovechar las épocas de lluvias y asegurar la producción de alimentos. (Ruiz, 1988).

Por tanto, la técnica de presupuestar siguió su continua evolución aplicándose posteriormente a las empresas y hasta inclusive en el sector público con el nombre de presupuesto nacional o presupuesto general de la nación; y en ese sentido, ésta herramienta de gestión de recursos fue aprovechada por las familias surgiendo lo que conocemos como presupuesto familiar.

El presupuesto, podría concebirse como una herramienta indispensable para tener el control de los gastos, puede ser realizado en una planilla electrónica, y no se requiere de conocimientos avanzados para realizarlo. Asimismo, debe ser coherente con la realidad de cada familia. No se trata simplemente de seguir modelos ajenos, sino de gestionar los recursos de una manera eficiente y realista.

En la figura 1, se observa un presupuesto mensual, pero es más conveniente realizar un presupuesto anual, promediando los datos históricos de ingresos y gastos e ir actualizándolo de forma mensual y corregir posibles desviaciones.

Figura 1: Modelo de presupuesto simple. Elaboración propia.  

CONSIDERACIONES FINALES

Las finanzas personales están en las propias manos de cada individuo, por lo que con un poco de esfuerzo se pueden crear ciertos hábitos que se volverán costumbre y van a formar parte del día a día; es tiempo de asumir la responsabilidad, de gastar menos, de hacer previsiones para planes de contingencia, hacer una revisión periódica de las cuentas de ingresos y gastos y diversificar las fuentes de ingresos; es decir, no depender de un solo ingreso.

Así como las finanzas personales, la estabilidad financiera depende cada persona, cada uno es responsable de su propia planeación financiera y esto dependerá del nivel de vida, de las prioridades de los gastos, de la capacidad de generar fuentes de ingresos, así como de realizar inversiones que generen ingresos pasivos.

Según (Raga, 2017), contar con un plan financiero ayuda a optimizar el manejo del dinero para alcanzar las metas financieras, sean compras, inversiones o ahorro. La idea es tener el control de las finanzas para no terminar sometido a los dictámenes del dinero. Un plan financiero personal consiste en la definición de unos objetivos o metas financieras y las actividades necesarias para lograr dichos objetivos.

Una de las herramientas de planeación más efectiva constituye el presupuesto, que permite tomar decisiones acertadas con base en lo que se planea, corregir desviaciones y alcanzar metas a largo plazo en un entorno económico y social con constantes cambios, pero que sin dudas contribuyan al mejoramiento de la calidad de vida de las personas y su entorno.

Si consideramos el enfoque neoclásico de finanzas es factible expresar que el manejo adecuado de los recursos económicos es un requisito fundamental para la acumulación de la fortuna personal, varios autores indican que el manejo adecuado de las finanzas personales implica obtener conocimientos que faciliten el camino hacia la seguridad financiera. (Carangui Velecela, 2017)

La educación financiera posibilita que los consumidores mejoren su comprensión acerca de los productos financieros, los conceptos y los riesgos, y a través de la instrucción, puedan desarrollar habilidades y confianza para ser más conscientes de los riesgos y oportunidades financieras, que les permitan tomar decisiones informadas y más conscientes, así como ejercer cualquier acción eficaz para mejorar su bienestar económico.

La educación financiera puede empoderar a las personas al permitirles administrar de mejor manera sus recursos y las finanzas de sus familias. En América Latina, esto puede ser aplicado tanto a la creciente clase media, que podría necesitar manejar de mejor manera sus finanzas en el largo plazo, así como a las personas de bajos ingresos o a los sectores que se encuentran financieramente excluidos. (García, 2013).

En conclusión, hemos puesto a consideración algunos de los contenidos más interesantes de las finanzas personales, con una mirada optimista a modo que los tiempos de crisis, puedan ser oportunidades para lograr el manejo adecuado de las finanzas; como un camino largo pero necesario, que requiere perseverancia y generación de hábitos que deben ser adoptados para vivir en una sociedad que constantemente nos incita al consumismo.

Se considera que las creencias y los pensamientos determinan lo que un individuo hace, de los hábitos se obtienen los resultados que son visibles en la vida, en diferentes áreas, en el área familiar, la afectiva, la profesional, en los resultados financieros y también en el manejo del dinero. (Maria José Samper Gomez, 2011).

La única manera de lograr la independencia financiera será con pequeños cambios diarios, adecuando el estilo de vida y el comportamiento de consumo a los ingresos para que, a largo plazo, se logre alcanzar la ansiada paz financiera.

Referencias

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Carangui Velecela, P. A. (2017). Finanzas personales: la influencia de la edad en la toma de. Revista Killkana Sociales, 1-8. [ Links ]

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Recibido: 27 de Mayo de 2020; Aprobado: 16 de Septiembre de 2020

Autor Correspondiente: Richard Adrián Riveros Cardozo, Magister en Administración y Dirección Financiera. Docente del Departamento de Administración y Finanzas de la Universidad Autónoma de Asunción, Paraguay. E-mail: rriveros@uaa.edu.py

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