INTRODUCCIÓN
El teju guasu, o lagarto overo, Salvator merianae (Duméril & Bibron, 1839), es un lagarto perteneciente a la familia Teiidae, que se distribuye por el centro y sur de Brasil, centro y norte de Argentina, centro y este del Paraguay, Uruguay y Bolivia. En el Paraguay la especie es muy común, y se distribuye ampliamente por su territorio, excepto en el Chaco Seco.(1,2,3. La especie es un habitante común del Parque Guasú Metropolitano 4.
Los individuos adultos presentan una coloración castaño oscuro en el dorso de la cabeza, y el cuerpo es blanco grisáceo y negro en bandas transversales más o menos organizadas. Toda la superficie ventral es de color blanco crema con grandes manchas negras. Son animales grandes y robustos, pudiendo llegar a una longitud total de 550mm, y están muy adaptados a diversos ambientes y condiciones. Definidamente omnívoro, se alimenta de diversos artrópodos, vertebrados (incluso anfisbenios) vivos o muertos, frutas autóctonas y cultivadas, huevos de aves y miel. Se aficiona a frecuentar sitios donde el hombre deposita restos de comida 3.
El Parque Guasú Metropolitano es un parque urbano con una dimensión de 125 ha, consistente en una zona baja dominada por un sistema de humedales. El mismo cuenta con vegetación típica del Chaco Húmedo, bosques de galería, y pastizal degradado, combinados con las instalaciones necesarias para la realización de deportes al aire libre y actividades de ocio.
Existen varios trabajos publicados sobre la composición entero-parasitaria de tejú guasú en distintas regiones de su área de distribución natural, y regiones donde fue introducido, mencionándose principalmente la presencia de helmintos correspondientes a las especies: Diaphanocephalus galeatus5,6,7, Spinicauda spinicauda (6,7), Oochoristica sp. 6, C. travassosi7, Oswaldofilaria petersi7, P. lutzi7, Brachylaima sp. 8 y Physaloptera bainae9.
En una evaluación del parasitismo en animales salvajes, uno puede considerar tres puntos principales: primero, el efecto y la importancia de los parásitos en los propios huéspedes; segundo, la transmisibilidad de los parásitos a los animales domésticos y, tercero, la relación con la salud pública 10
Existe una convivencia fisiológica entre animales en vida libre y algunos parásitos. En general los parásitos están presentes en pequeñas cantidades y no son patogénicos. Sin embargo, una revisión de la literatura muestra que hay muchos registros de acción patogénica atribuida a los parásitos. En algunos casos, es evidente que los cambios en el medio ambiente u otros factores (por ejemplo, la desnutrición) han favorecido el establecimiento de una fauna parasitaria y el desarrollo de una condición clínica 10.
Una proporción significativa de las enfermedades humanas emergentes causadas por diversos agentes infecciosos, incluidos los parásitos, son de origen silvestre. La aparición de estas enfermedades ha sido el resultado de una interacción creciente entre la vida silvestre y los humanos o animales domésticos. Varios factores, principalmente antropogénicos, como la invasión humana al hábitat de la vida silvestre y los ecosistemas cambiantes, han contribuido a esta tendencia 11.
MATERIALES Y MÉTODOS
Durante el incendio ocurrido el 1 de octubre del 2019 en el Parque Guasu Metropolitano, de la ciudad de Asunción, es capturado un ejemplar de tejú guasu (Salvator merianae), adulto, con condición corporal 3/5. El mismo es trasladado al Consultorio de Animales Silvestres y Exóticos del Departamento de Recursos Faunísticos y Medio Natural, Facultad de Ciencias Veterinarias, Universidad Nacional de Asunción. A la inspección presentaba áreas de descamación en regiones ventral, lateral y cola, coincidentes con quemaduras. El ejemplar muere luego de tres días de cuidados intensivos, y es derivado al Departamento de Ciencias Patológicas para una necropsia de rutina.
Mediante la necropsia se verifica que el ejemplar era hembra. A lo largo del tracto digestivo se constató la presencia de vermes redondeados, en diferentes estadios de evolución, desde el esófago hasta el ciego, además de exudado mucoso tapizando el lumen desde el estómago hasta el recto, sugerente de una gastroenteritis catarral parasitaria, difusa, moderada y aguda. Se extrae el contenido intestinal para su estudio parasitológico. El mismo es colocado en un recipiente estéril y conservado a una temperatura de 5°C.
El material fue remitido al Centro de Diagnóstico Veterinario del Paraguay (CEDIVEP) para el estudio parasitológico. Para la observación de los parásitos se utilizó la técnica de flotación de Sheather 12. Los parásitos adultos fueron aclarados con lactofenol y montados en láminas para su observación directa bajo el microscopio.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En las muestras de contenido intestinal estudiadas se observaron formas adultas y huevos de nematodes que morfológicamente corresponden a Physaloptera sp. (Figura 1 y Figura 2) y Ascaris sp. (Figura 3).
La presencia de nematodes del Género Physaloptera ya fue descrita en lagartos de la misma especie a lo largo de su área de distribución 9,13,14,15,16,17,18,19, y en todos los casos fueron encontrados en estómago, coincidente con el caso descrito. Este parásito puede provocar focos de inflamación en la mucosa del estómago 20,21 y enteritis 13, y la presencia de gran cantidad de parásitos puede desencadenar una respuesta inflamatoria masiva, dificultando su tratamiento 20, siendo un problema principalmente en animales capturados del ambiente natural.
No se reporta la presencia de nematodes de la Familia Ascarididae en lagartos del Género Salvator. En serpientes se reporta la presencia de nematodes de la Familia Ascarididea, pero no del Género Ascaris 13. Si bien ha sido reportada la presencia de Ascaris spp. en lagartos de fuego (Agama agama) 22, se podría considerar el caso descrito como un huésped paraténico, sin descartar la posibilidad de un error en la identificación del parásito.
Resulta importante evaluar todas las muestras encontradas de animales silvestres, especialmente los animales encontrados muertos o moribundos, por la gran cantidad de información que pueden ofrecer sobre el medio en el que habitan. Encontrar casos similares en un determinado lapso de tiempo puede ofrecer una alerta temprana a problemas de salud pendientes. La disfunción de la fauna adaptada a nichos ecológicos específicos, por ejemplo, es de gran preocupación general puesto que la muerte de estos animales puede reflejar la aparición de enfermedades pendientes en humanos u otras especies 23.
Ambos parásitos encontrados en el tracto digestivo del animal mencionado en el presente trabajo pueden infectar naturalmente a los animales de compañía más frecuentes, especialmente al perro y gato doméstico 24. Los Physaloptera spp. se fijan al estómago de los gatos, donde se alimenta de sangre. En estos animales el parásito está fijado a la mucosa, pero puede cambiar su lugar de fijación, dejando numerosas llagas edematosas que pueden continuar sangrando, provocando una gastritis catarral 24,25.
La infección por Physaloptera spp. en humanos ha sido descrita 26 pero es considerada rara. El riesgo de zoonosis es considerado bajo debido a que el ciclo evolutivo depende de la ingestión de hospederos intermediarios invertebrados 27.
CONCLUSIÓN
El estudio de los animales silvestres, tanto vivos como muertos, ofrece información sobre el medio en el que se desenvuelven. Al estudiar a los animales silvestres que se desenvuelven en un medio urbano, se puede cuantificar los riesgos de una convivencia accidental entre animales domésticos y silvestres.
Se sugiere estudiar los efectos de la tenencia irresponsable de animales domésticos sobre el medio ambiente, principalmente el efecto de los perros y gatos ferales sobre la fauna nativa en un entorno urbano.
AGRADECIMIENTOS
Prof. Lic. Andrea Weiler (UNA - FACEN), Fernando Ramond (UNA - FACEN, Bombero Voluntario), Lic. Nora Neris (MADES), Carlos Coronel (MADES), MV Thomas Goossen, Dra. Tamara Bogarín, Prof. Dra. Adelaida Quintana (UNA - FCV), Dr. Oscar Insaurralde (UNA - FCV), Prof. Dra. Leila Maidana (UNA - FCV), Prof. Dr. Walter Rebollo (UNA - FCV), Dra. María Teresa Santacruz (UNA - FCV), Gabriel Ortega (UNA - FCV), Prof. Dr. Antonio Rodríguez (CEDIVEP), Dra. María Fátima Rodríguez (CEDIVEP). Todos ellos asistieron de manera desinteresada en el momento que les tocó ayudar.
Prof. Lic. Frederick Bauer y Prof. Dra. Miriam Insfrán, por los comentarios y las correcciones realizadas.