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Población y Desarrollo

versão impressa ISSN 2076-0531versão On-line ISSN 2076-054X

Poblac.Desarro. vol.22 no.42 SAN LORENZO jun. 2016

https://doi.org/10.18004/pdfce/2076-054x/2016.022(42)023-035 

ARTICULO CIENTIFICO

La economía paraguaya que crece y que excluye. Implicancias para el Mercado Laboral

The Paraguayan economy growing and excludes. Implications for Labor Market

Ana Rojas1 

1Universidad Autónoma de Zacatecas. Zacatecas, México.


RESUMEN

Paraguay siguiendo el mismo trayecto económico de América Latina ha tenido importantes crecimientos en los últimos 20 años; los niveles de pobreza y desigualdad, siguen evidenciando importantes diferencias en la situación de la población y la redistribución del ingreso. La economía paraguaya basada en el sector primario, depende mayoritariamente de las condiciones climáticas y los precios internacionales. A pesar de la posición estratégica del país en el comercio internacional, los productos son exportados sin procesamiento. El país percibiría mejores precios y mayores ingresos con la manufactura de los productos exportados. Las tasas de participación en el mercado laboral evidencian la mayor participación masculina. Las actividades de los trabajadores se dan mayoritariamente en pequeñas empresas; la categoría de ocupación que concentra a los trabajadores paraguayos es la de “trabajadores independientes”. Las condiciones laborales son distintas para los hombres y las mujeres, como así también para las personas del área urbana y rural. Los indicadores de informalidad y precariedad laboral, evidencian que, a pesar del crecimiento económico, las condiciones del mercado de trabajo siguen mostrando debilidades y que es necesario impulsar políticas económicas y sociales que generen mayores inversiones, tanto en capital humano como en infraestructura productiva. Otro punto importante que afecta al mercado laboral es la concentración de los recursos. En este sentido, la concentración de la tierra es uno de los ejes principales que marca la trayectoria de la economía del país y la distribución de los ingresos.

Palabras clave crecimiento-económico; desarrollo; mercado-laboral; concentración-de-recursos

ABSTRACT

Paraguay following the same economic path Latin America has had significant growth in the last 20 years; levels of poverty and inequality continue to show significant differences in the situation of the population and income redistribution. The Paraguayan economy based on the primary sector, mainly depends on weather conditions and international prices. Despite the country’s strategic position in international trade, the products are exported without processing. The country would receive better prices and higher incomes with the manufacture of the exported products. Participation rates in the labor market show greater male participation. The workers’ activities occur mainly in small businesses; the category of occupation concentrated Paraguayan workers is “selfemployed”. Working conditions are different for men and women, as well as for people in urban and rural areas. Indicators of informality and precarious, show that, despite economic growth, labor market conditions continue to show weaknesses and the need to promote economic and social policies that generate higher investment in both human capital and productive infrastructure. Another important point that affects the labor market is the concentration of resources. In this sense, the concentration of land is one of the main pillars marking the path of the economy and income distribution.

Key words economic-growth; development; labor-market; resources-concentration

INTRODUCCIÓN

A pesar del crecimiento sostenido de la economía paraguaya en las últimas décadas y la disminución de la pobreza; la situación del mercado laboral evidencia aún alta dependencia del sector primario, precarización del empleo, segmentación de la población y la concentración de recursos productivos en una pequeña porción de la población. Si bien existen numerosas manifestaciones de la crisis en Paraguay, la situación del mercado laboral es fundamental, considerando que alrededor del 80% de los ingresos en todos los quintiles corresponde al ingreso laboral (Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, 2014).

La economía paraguaya se basa principalmente en el sector primario, específicamente el sector agrícola. En este sector, coexisten a la vez, por un lado, un componente moderno que exporta al resto del mundo y por el otro, fincas familiares con escasa participación en las exportaciones y que cada vez va perdiendo competitividad y ve reducidas sus posibilidades de negociación y crecimiento, al ser desplazada su producción artesanal y no tecnificada por las nuevas y grandes agroindustrias.

El ingreso promedio per cápita en el año 2014 de la población en el quintil más pobre es apenas del 6,7% del ingreso promedio per cápita para el quintil más rico (USD 47,7 versus USD 714,3). A pesar de la disminución de la pobreza en el país, los niveles de desigualdad siguen mostrando brechas dentro de la población, el Índice de Gini evidencia una alta concentración de ingresos. El Gini tanto para el año 2004 como para el 2014 es de 0,52 (DGEEC, 2014).

La concentración de la propiedad de los factores de producción y el capital en poder de una pequeña porción de la población hace que la distribución de los ingresos por el uso de estos recursos se realice de manera desigual. En Paraguay, el 2,6% de los propietarios son dueños del 85% de las tierras cultivables.

La tasa de participación de la población económicamente activa es del 61,6% con relación a la población en edad de trabajar. La mayor parte de los trabajadores paraguayos están ocupados en empresas que no tienen más de 5 empleados y la principal categoría de ocupación de la población es la de “trabajadores independientes o cuentapropistas” que representan el 44,3% de la PEA. Los asalariados representan el 55,7% de la población ocupada.

El objetivo principal de este trabajo es evidenciar los desafíos para el desarrollo inclusivo en Paraguay, analizando el comportamiento de la economía paraguaya y su implicancia en el mercado laboral.

MATERIALES Y MÉTODOS

Para analizar el crecimiento económico y el comportamiento del mercado laboral, en este trabajo se revisaron las bases de datos del Banco Central del Paraguay (BCP): específicamente el Anexo Estadístico del Informe Económico publicado en el 2015. En cuanto a los indicadores del empleo en Paraguay se revisa-ron las bases de datos de las Encuestas Permanentes de Hogares (2010 - 2014), así como el Boletín de Empleo, Pobreza e Ingresos (2014) y el Informe sobre la Población Ocupada en un Empleo Informal 2010 - 2014, publicado por la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos (DGEEC).

La contextualización de Paraguay en América Latina se ha hecho en base a estudios y publicaciones de organismos internacionales como el Banco Mundial (BM, 2016), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL, 2013), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y sus correspondientes bases de datos estadísticas que son referenciadas en cada caso. Se han tabulado las estadísticas para presentar los cuadros y gráficos con sus respectivas explicaciones.

Y, por último, para posicionar al Paraguay en el escenario internacional en cuanto al comercio, se ha recurrido a las páginas de instituciones públicas, como el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) y la Secretaria Técnica de Planificación (STP); además de mencionar un párrafo del Primer Informe Presidencial de Horacio Cartes, del periodo 2013 - 2018 (Presidencia de la República del Paraguay, 2014).

Los datos de empleo y crecimiento económico incluyen datos hasta el 2014, los que corresponden a los datos internacionales incluyen datos hasta el 2013 (indicándose cuando se refieren a estimaciones). Se hizo lo posible por incluir los datos más actualizados disponibles. Este trabajo, de acuerdo a lo que se menciona en este apartado, se basó en datos de fuentes secundarias, tabulaciones e indicadores oficia-les y en cálculos propios en base a las estadísticas disponibles.

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Paraguay y su economía en el contexto de América Latina

América Latina, cuyo crecimiento económico ha ido en aumento en los últimos años y que ha puesto en marcha una serie de políticas re-distributivas, sigue siendo la región más desigual del mundo, superada solo por las zonas de guerras y hambrunas. En los últimos 15 años, unos 100 millones de latinoamericanos salieron de la pobreza, aunque las brechas entre ricos y pobres, apenas ha variado (Justo, 2014). Según el Banco Mundial y el Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (CEDLAS), África Subsahariana tiene un nivel de desigualdad del 56,5, seguido por América Latina (52,9) y bastante lejos de Asia (44,7) y Europa del Este y Asia Central (34,7). (Figura 1)

Figura 1: Evolución de la pobreza y la indigencia en América Latina (1980 - 2014). 

Fuente: Tabulaciones de las encuestas de hogares de países de América Latina. Corresponde a 18 países de la región más Haití. Las cifras para el 2013 son proyecciones (CEPAL, 2013).

Sin embargo, aun cuando se ha dado un crecimiento económico importante en América Latina y esto se traduce en la disminución de la pobreza, los niveles de desigualdad siguen siendo elevados y representan un desafío importante para los países. Paraguay transita la misma senda que América Latina. Las tasas de crecimiento económico muestran un aumento a lo largo de los últimos 10 años, con altibajos significativos en los años de las crisis económicas mundiales. La tasa promedio de crecimiento del PIB en los últimos 10 años1 ha sido del 4,9% anual, una de las más altas de la historia del país desde que se mide esta variable2 (Figura 2). Este periodo de crecimiento iniciado en el 2003, puede ser resultado del programa de estabilidad macro-económica que generó periodos de expansión importantes (interrumpidos brevemente en el 2009 y 2012, por las sequias).

1Periodo 2004 - 2014.

2Si se comparan los periodos, el PIB entre los años 1998 - 2002 disminuyó a una tasa de 1,1% anual y entre los años 2003 - 2014 aumentó a una tasa de 4,9% anual.

Figura 2: Evolución del Producto Interno Bruto en Paraguay, 2004 - 2014. 

Fuente: Elaboración propia en base al Anexo Estadístico del Informe Económico (BCP, 2015).

La economía paraguaya se basa principalmente en el sector primario, específicamente el sector agrícola. Este sector que, por un lado, es el que posee mayor peso dentro del PIB, coexisten a la vez, un componente moderno que exporta al resto del mundo y por el otro, fincas familiares con escasa participación en las exportaciones, que pierde competitividad y ve reducidas sus posibilidades de negociación y crecimiento, al ser desplazada su producción artesanal y no tecnificada por las nuevas y grandes agroindustrias.

Si bien Paraguay es conocido a nivel internacional como exportador de soja y carne vacuna y otros derivados de la producción agropecuaria, existen otros bienes y productos que el país produce y comercializa a nivel internacional, aunque en menor volumen. Los principales mercados a los cuales el Paraguay exporta sus productos son Argentina, EEUU, Austria, Tailandia, Australia, el Congo; últimamente se han convertido en importantes clientes también Uruguay, Chile y por supuesto, los países del MERCOSUR. De acuerdo al Ministerio de Industria y Comercio (MIC, 2016), Paraguay actualmente es:

1º exportador de energía eléctrica,

1º exportador de azúcar orgánica,

2° productor y exportador de stevia,

2º exportador de tung,

3º exportador de yerba mate,

4º exportador de soja,

4º exportador de almidón de mandioca,

4º exportador de carbón vegetal,

4º exportador de almidón de mandioca,

4º exportador de aceite de soja,

6º productor de soja 9º exportador de carne.

Todos estos productos primarios son exportados como materias primas para la transformación en otros países. El año 2013, a pesar de la alta volatilidad del PIB, el crecimiento económico alcanzó uno de los valores más altos de la región: 14,2%, esto puede explicarse por un excelente año para la agricultura y la ganadería, las buenas condiciones climáticas, sanitarias y de mercado que permitieron duplicar la producción sojera y elevar la producción de los otros rubros agrícolas, además del sostenido incremento de la producción de carne vacuna, y a la expansión de la construcción pública y privada3. (Figura 3)

3Durante el 2015 la economía ha confirmado su fuerte dependencia de la producción agropecuaria y el comercio exterior, en particular de la soja y la carne vacuna que representaron el 38% de las exportaciones registradas en los primeros 8 meses del año. La producción de energía eléctrica ha mostrado ciertas oscilaciones según las condiciones climáticas y el cauce del Rio Paraná, afectando las exportaciones de energía, sumadas a los rubros de carne y soja, que casi alcanzan el 62% de todas las exportaciones paraguayas a agosto de 2015 (BCP, 2015).

Figura 3: Evolución del Producto Interno Bruto en Paraguay, por sectores económicos, 2004 - 2014. La producción de bienes incluye los sectores primario y secundario. 

Fuente: Elaboración propia en base al Anexo Estadístico del Informe Económico (BCP, 2015).

Este crecimiento sostenido que ha venido dándose en Paraguay a lo largo de los últimos años, también ha representado el crecimiento del PIB per cápita, que en términos reales aumentó en 235% entre el 2004 y el 20144 (Figura 4).

4Indicadores del desarrollo mundial, Paraguay. Datos del Banco Mundial, actualizados al 17/02/2016.

Figura 4: Evolución del Producto Interno Bruto per cápita en Paraguay, 2004 - 2014. 

Fuente: Elaboración propia en base a Indicadores de Desarrollo del Banco Mundial.

El PIB per cápita del 2012 disminuyó en 2,6% con relación al 2011, pero en el 2013 este aumentó en 12,5%; el PIB per cápita para el año 2014 aumentó en 3,3% en comparación al año anterior. Aun cuando la economía paraguaya esté en franco crecimiento, es importante recalcar que la misma se sustenta en la producción y exportación de bienes primarios, no manufacturados. Las exportaciones están concentra-das en unos cuantos productos y lentamente se han ido ampliando a otros bienes, como los agroindustriales o de procesamiento de materias primas agrícolas, productos químicos o autopartes. Estos sectores, además, han ido atrayendo inversiones nacionales y extranjeras.

Esta alta dependencia de la economía en el sector primario, expone al país a shocks externos y climáticos que generan efectos negativos sobre la actividad económica medida a través del PIB. Este indicador ha mostrado que a largo plazo, la volatilidad de la economía tiene influencias negativas en el crecimiento, y por lo tanto, en los esfuerzos por reducir la pobreza y la exclusión.

Esta concentración de la producción en unos pocos bienes, también afecta negativamente el crecimiento del PIB per cápita, lo que podría generar un mayor desempleo urbano, al propiciar la migración desde zonas rurales hacia las urbanas. Esto, además, podría impulsar la precarización del empleo total al impulsar la ocupación de las personas en actividades informales y de poca productividad.

A pesar de todo lo prometedor del crecimiento de la economía paraguaya, los altos índices de pobreza y desigualdad siguen siendo importantes desafíos en Paraguay. Si bien la pobreza se ha reducido en la última década, todavía, uno de cada 5 paraguayos sigue siendo pobre, mientras que uno de cada 10 vive en pobreza extrema.

El mercado laboral en Paraguay

Según proyecciones de la DGEEC la población estimada para el 2014 es de 6.818.180 personas. En Paraguay, la población en edad de trabajar (PET)5 asciende a 5.617.211

5 Población de 10 años y más que representa el 82,4% y la población económicamente activa 6 es del 61,6% de la PET (Figura 5).

5Población de 10 años y más.

6Población ocupada o desocupada con relación a la población total en edad de trabajar.

Figura 5: Niveles de participación laboral por grupos de edad. 

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Boletín de Empleo, Pobreza e Ingresos (DGEEC, 2014).

La distribución de la tasa de actividad muestra una temprana incorporación de las personas al mercado laboral. La participación de la población de 10 a 14 años es del 11,3%, con diferencias importantes según sexo (16,6% para niños y 5,6% para las niñas).

Se destacan elevados niveles de participación de la población de 15 a 29 años, con mayor participación masculina. Los elevados niveles de participación se mantienen hasta los 54 años, para ambos sexos, para luego ir declinando en edades más adultas (DGEEC, 2014).

De acuerdo a la estructura económica del país, la mayor parte de los trabajadores realizan sus actividades en pequeñas empresas (de 2 a 5 personas). El 57,2% de los trabajadores paraguayos están ocupados en empresas que no tienen más de 5 empleados. En cuanto a las categorías de ocupación de la población, en la economía paraguaya el 44,3% de los ocupados son trabajadores independientes (trabajadores por cuenta propia). Los asalariados representan el 55,7% de los ocupados (DGEEC, 2014).

La distribución de la población ocupada por sectores económicos muestra que más de la mitad (58,7%) de la mano de obra ocupada está en empresas o establecimientos pertenecientes al sector terciario (comercio, servicios, transporte, establecimientos financieros y otros) (Figura 6).

Figura 6: Categoría de ocupación de la PEA por sectores económicos. 

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Boletín de Empleo, Pobreza e Ingresos.

El sector primario (agricultura y ganadería) absorbe al 22,8% de los ocupados y el sector secundario (manufactura y construcción) al 18,4%. De acuerdo a la tabla 1, para el año 2014 la tasa de desempleo abierto afecta al 6% de la población (209.273 personas estaban sin trabajo y lo buscaron activamente en el periodo de referencia de la encuesta). La subocupación es del 20% (690.000 personas se dedican a actividades económicas un número menor de 30 horas a la semana y desean trabajar más horas y están disponibles para hacerlo o bien, dedican más de 30 horas semanales, pero perciben un ingreso inferior al mínimo legal vigente) (DGEEC, 2014).

Tabla 1: Indicadores de Desempleo y Subempleo en Paraguay, 2014 

Fuente: Elaboración propia en base a Boletín de Empleo, Pobreza e Ingresos.

El desempleo y subempleo, afectan mayormente a la población joven y a las mujeres. Los niveles de estos dos indicadores son mayores en la zona rural, en comparación al área urbana. Estos indicadores, por lo tanto, demuestran la necesidad de mejorar las condiciones de acceso a empleos formales y decentes para los jóvenes, las mujeres y el área rural. Las acciones podrían incluir programas de pasantías y primer empleo, así como programas que concilien las actividades de cuidado dentro del hogar y empleos remunerados y flexibles para las mujeres. Por otro lado, para el área rural, la puesta en marcha de acciones que incluyan oportunidades laborales no agrícolas (como la construcción de infraestructura pública y servicios, incluida en el Programa Sembrando Oportunidades7) podría mejorar los indicadores de trabajo. Además, la mejora de las condiciones para el empleo agrícola (mayor capacitación en técnicas productivas, diversificación de la producción, créditos e inclusión de tecnología, por ejemplo) podría resultar en mayor arraigo de la población en su zona de origen.

7Primer Informe de Gobierno.

Por otro lado, la informalidad en el empleo tiene que ver con varios factores como la falta de cumplimiento de las normas y regulaciones laborales, tributarias, ambientales, e impositivas. El empleo informal, tal como lo define la DGEEC8, teniendo en cuenta las directrices de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) comprende el número total de empleos informales que trabajan en empresas de sector formal, empresas del sector informal o en hogares, en un periodo de tiempo determinado (Dirección General de Estadística, Encuestas y Censos, 2016). Las categorías de empleo para ser consideradas informales tienen estas dos características principales: no estar inscripto en el Registro Único de Contribuyentes y no aportar al sistema de jubilación y pensión9.

8En Paraguay el empleo informal incluye los siguientes tipos de empleos: trabajadores por cuenta propia, empleadores, trabajadores familiares no remunerados, asalariados que tienen empleos informales

9Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, 2016.

El empleo informal en Paraguay en el periodo 2010 - 2014 ha disminuido del 69,2% al 63,2% (DGEEC, 2016). Ese comportamiento de la disminución se ha dado también en el empleo informal por sexo y por zona de residencia (Tabla 2).

Tabla 2: Población de 15 años y más ocupada en empleo informal, 2010 - 2014 

Fuente : Elaboración propia en base a las Encuestas Permanentes de Hogares.

Uno de los rasgos de la precariedad del empleo en Paraguay, la cobertura de las personas ocupadas a un sistema de jubilación, que según datos de la EPH para el 2014, cerca del 43% de las personas asalariadas o dependientes estaban acogidas a un sistema de jubilación. La cobertura es mayor para las mujeres, lo que podría deberse a las actividades que estas realizan en el sector terciario, principal-mente. Al analizar por área, es mayor la población asegurada en zona urbana.

Si se analiza la evolución de la cobertura del sistema de jubilación entre los años 2010- 2014, se evidencia una mejora sostenida en el nivel de cobertura de la población ocupada, aun cuando siga siendo bajo en comparación al total de personas asalariadas. El crecimiento de la población cubierta por el sistema de jubilación durante el periodo de referencia fue del 16% (DGEEC, 2014).

La cobertura del sistema de jubilaciones y pensiones tiene relación directa con el tamaño de la empresa en la que trabajan las personas asalariadas. Cuanto mayor es la empresa, es mayor la cobertura social para los trabajadores. El 70% de las empresas con más de 20 empleados aporta a un sistema de jubilaciones, en comparación al 19,9% de las empresas de 1 a 10 empleados%; el 49,9% de las empresas de 11 a 20 empleados.

Otros indicadores tomados en cuenta en este trabajo para analizar la informalidad en el mercado laboral son el tipo de contratación de los trabajadores que declaran estar en carácter de dependientes y el otro es la comparación del ingreso laboral en comparación al salario mínimo vigente.

Según la EPH 2014, el 60,3% de las personas que se desempeñan como empleadas u obreras, cuenta con un tipo de contrato. El 75,3% de las mujeres asalariadas cuenta con algún tipo de contrato en comparación al 53,3% de los varones asalariados.

Y, por último, al comparar el ingreso laboral que perciben los asalariados con el salario mínimo vigente en el país10, el 37,3% de los trabajadores asalariados perciben menos de un salario mínimo en su ocupación principal (Figura 7).

10El salario mínimo vigente a febrero de 2016 es de Gs. 1.824.055 equivalente a 315.6 dólares.

Figura 7: Población ocupada asalariada por niveles de ingreso. 

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Boletín de Empleo, Pobreza e Ingresos.

Existen importantes diferencias en cuanto a los asalariados en el sector público y privado. Uno de los factores que podría explicar esto tiene que ver con el perfil educativo para ambos grupos, los trabajadores públicos en general presentan mayores niveles de educación que los trabajadores privados (14 años en comparación a los 10 años, respectivamente).

Todas estas manifestaciones de la precarización del empleo frente a los niveles de crecimiento económico de los últimos 10 años en Paraguay, exhiben la urgencia de la definición, por parte del Estado, de las políticas de reordenamiento y priorización de las dimensiones de capacitación, inversión y cumplimiento de los derechos laborales (específicamente los relacionados a la protección social, considerando los bajos niveles de cobertura) y por otro lado, la importancia de la definición de mecanismos de diversificación de la producción primaria y apoyo a la agroindustria, la industria y la inversión en ciencia y tecnología para el crecimiento eco-nómico y aumento de la productividad. Esto, además, tiene que ver el fortalecimiento de las instituciones públicas, los espacios de diálogo social, la inversión social y la calidad del gasto público (PNUD & OIT, 2013).

Manifestaciones de la exclusión

Según datos de la EPH, la población en condiciones de pobreza11 en Paraguay representa el 22,6% y la población en pobreza extrema representa el 10,5% de la población total del país12 (Figura 8).

11La población pobre es aquel conjunto de personas residentes en hogares cuyo nivel de bienestar, medido a través del ingreso, es inferior al costo de una canasta básica de consumo, constituida por el conjunto de bienes y servicios que satisfacen ciertos requerimientos mínimos, tanto alimentarios como no alimentarios, para la sobrevivencia humana. El costo de esta canasta se llama Línea de Pobreza.

12La tasa de la incidencia de la pobreza se calcula sobre la base de la línea de pobreza nacional, en % de la población total. La tasa de pobreza nacional es el porcentaje de personas que vive debajo de la línea de pobreza nacional. Las estimaciones nacionales se basan en estimaciones de subgrupos ponderados según la población, obtenidas a partir de encuestas de los hogares.

Figura 8: Evolución de la pobreza en Paraguay, 2004 - 2014. 

Fuente: Elaboración propia en base a datos de las Encuestas de Hogares (DGEEC 2004 - 2014).

Este porcentaje muestra una disminución de 9,8 puntos porcentuales en comparación con el año 2011. A lo largo del periodo 2004 - 2014, la pobreza total a nivel nacional ha mostrado una tendencia a la baja, pasando de 41,3% a 22,6%. La pobreza extrema y la pobreza no extrema a nivel nacional también han disminuido. La principal fuente de ingresos de las familias paraguayas es la que proviene de las actividades económicas (ingresos laborales) 13.

13La tasa de participación laboral es del 62,6%, la tasa de desempleo abierto es del 5% y la subocupación es del 19%, el 44% de los asalariados percibe menos de un salario mínimo en su ocupación principal (EPH, 2013).

En promedio, el 88.1% del total de ingresos de las familias proviene de los ingresos laborales, para el quintil más pobre representa el 81,9% frente al 87,8% del quintil más rico. En Paraguay el ingreso promedio per cápita (2014) de la población del quintil más pobre es apenas el 6,7% del ingreso del ingreso promedio per cápita del quintil más rico14.

14USD 47,7 versus USD 714.

Una de las principales razones de la persistencia de los altos niveles de pobreza tiene que ver con la inequitativa distribución de los ingresos entre la población. El índice de Gini de Paraguay en el periodo 2004 - 2014 pasó de 0,52 a 0,51; a nivel urbano el mismo pasó de 0,493 a 0,488 y a nivel rural de 0,522 a 0,489 (Figura 9).

Figura 9: Evolución de la desigualdad en Paraguay, 2004 - 2014. 

Fuente: Elaboración propia en base a datos del Boletín de Empleo, Pobreza e Ingresos (DGEEC, 2014).

La concentración de recursos productivos en Paraguay muestra que el 2,6% de los propietarios son dueños del 85% de las tierras cultivables, las remuneraciones por sector de producción muestran que, en promedio en el periodo 2004 - 201315: El 15,6% va al sector primario, el 9,2% va al sector secundario y el 75,2% va al sector terciario. (Figura 10)

15Los datos disponibles para el cálculo de estos indicadores, al momento de este trabajo corresponden al 2013.

Figura 10: Remuneración por actividad económica de los años 2004 - 2014 

Fuente: Elaboración propia en base al Anexo Estadístico del Informe Económico (BCP, 2015).

CONCLUSIONES

En coincidencia con el periodo de crecimiento de la economía paraguaya, durante los últimos 20 años según lo demuestra el PIB, también se ha dado la disminución de los indicadores de subempleo y desempleo, así como de empleo informal, aun cuando las condiciones laborales para hablar de inclusión y crecimiento siguen suscitando dudas; debido a la alta concentración de recursos en la población más rica y la alta dependencia de la producción y comercialización internacional de productos primarios.

Tanto en el quintil más rico, como en el más pobre, más del 80% de los ingresos total de las familias, corresponde al ingreso laboral.

Esto demuestra la importancia que tiene para el país, la generación de empleos de calidad para promover y fortalecer el crecimiento y desarrollo del país y el mejoramiento de la calidad de vida de las personas. El empleo productivo, con inclusión social, diversificación productiva, introducción de tecnología para el aumento de la productividad, redundaría por un lado, en el aumento del empleo rural formal de alta calidad y por el otro, en la mejora de las condiciones de empleo para mujeres y jóvenes.

Paraguay, aun cuando ha registrado tasas de crecimiento económico que han estado entre las más altas del mundo, aún no ha podido ampliar las bases de ese crecimiento.

La alta dependencia del sector primario y la baja calificación de la mano de obra nacional, no permite que las brechas entre el quintil más rico y el quintil más pobre, disminuyan. La concentración de recursos y la remuneración por actividad económica evidencian la baja valoración a la producción primaria, así como la desigualdad imperante entre grupos de población, clasificados por quintiles.

El crecimiento en Paraguay no garantiza las condiciones laborales e indicadores de empleo inclusivos. Los niveles de subempleo, desempleo, empleo informal, la cobertura de seguridad social y los ingresos laborales, aun distan de ser los óptimos para hablar de crecimiento sostenible a largo plazo. La PEA en Paraguay merece ser atendida de acuerdo sus componentes: la población femenina, joven, rural.

Uno de los principales desafíos para el Estado paraguayo es la definición de políticas que generen los mecanismos para crear y fortalecer los vínculos entre el crecimiento del sector agrícola y la economía como un todo, teniendo como objetivo principal la generación de empleos formales. La diversificación de la producción implica la incorporación de valor agregado, fomentar la industrialización de los productos primarios, mayor tecnología, inversión y capacitación.

Esta alta dependencia en la producción y ex portación de productos del sector primario, hace que la economía esté expuesta y condicionada a las perturbaciones climáticas, a los precios internacionales y a la competitividad con otros países. La evolución favorable del sector primario no garantiza crecimiento económico a largo plazo, debido a que lo que el país importa son bienes manufacturados, tecnología y productos terminados (que son más caros), lo que hace que la balanza de pagos presente importantes diferencias entre los precios de las transacciones internacionales.

El desarrollo del sector manufacturero, la industria y los procesos de transformación pueden sostener el crecimiento económico a largo plazo, superando incluso los niveles de crecimiento que hasta ahora ha estado proyectando el sector primario, con la diferencia indiscutible, que este crecimiento no estaría condicionado a las perturbaciones, pero que si exige mayor inversión en capital, tecnología e infraestructura. En este sentido, la posibilidad de que Paraguay genere por sí mismo tecnología, conocimientos, capital humano capacitado y que los involucre en la producción nacional, redundaría en mejores resultados económicos e indicadores nacionales e internacionales: especialmente en los datos de empleo formal e informal, seguridad social y niveles de ingreso.

La inversión en la diversificación de la estructura productiva, a través de la industria, para el desarrollo y aumento de los niveles de exportación de bienes no primarios resultará rentable tanto económica como socialmente. Esto considerando que, para lograr el desarrollo humano, las políticas sociales y económicas deben expandir las capacidades y libertades de las personas.

El fortalecimiento del sector terciario, comercio y servicios, demanda por su parte, la introducción de formación y capacitación de recursos humanos, esto podría hacerse a través de programas de pasantía y entrenamiento, cursos de formación para oficios y tecnicaturas (con el SNPP y SINAFOCAL, por ejemplo).

El trabajo decente, por otro lado, es el trabajo productivo para hombres y mujeres en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana. En este sentido, para hablar de empleo decente es necesario introducir plenamente productivo e ingreso justo, seguridad en el lugar de trabajo y protección social, libertad de organización y participación en las decisiones que inciden sobre la vida e igualdad de trato y de oportunidades. Es decir, disminuir lo más posible, el trabajo precario para las personas.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

Banco Central del Paraguay (BCP). (2015). Anexo Estadístico del Informe Económico. Banco Central del Paraguay. Asunción. Disponible en: www.bcp.gov.pyLinks ]

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Recibido: 23 de Marzo de 2016; Aprobado: 16 de Mayo de 2016

Autor correspondiente: Ana Teresa Rojas Viñales. Estudiante de Doctorado en Ciencia Política, Universidad Autónoma de Zacatecas. Zacatecas, México. Email: aterovi@uaz.edu.mx

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