INTRODUCCIÓN
El cuerpo humano funciona con un ritmo circadiano, un reloj interno de 24 horas que regula diversos procesos fisiológicos y de comportamiento. Uno de los aspectos más notables de este ritmo circadiano es el cronotipo de un individuo, que define su preferencia natural por ser una “persona madrugadora” (cronotipo matutino), un “búho nocturno” (cronotipo vespertino) o un “término medio” (cronotipo intermedio)1.
El cronotipo viene determinado en gran medida por ese reloj biológico del individuo, en el que influyen factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. Los cronotipos matutinos tienden a sentirse más alerta y activos por la mañana, mientras que los cronotipos vespertinos experimentan un pico de energía y alerta durante la tarde y la noche. Los cronotipos intermedios se sitúan en un punto intermedio, con una preferencia equilibrada por las actividades matutinas y vespertinas2,3.
Investigaciones recientes han arrojado luz sobre la conexión entre el cronotipo y la salud mental, por ejemplo, sobre su asociación con la presencia de depresión en adultos4. La depresión es un trastorno mental prevalente que suele manifestarse durante la edad adulta joven5. Las investigaciones han demostrado que el cronotipo puede desempeñar un papel importante en el desarrollo y la gravedad de los síntomas depresivos en adultos de ambos sexos6 y que aquellos con un cronotipo vespertino pueden tener un mayor riesgo de depresión7.
La relación entre el cronotipo y la depresión en adultos es compleja y polifacética. Mientras que los cronotipos vespertinos pueden tener un mayor riesgo de depresión debido a las exigencias de la sociedad y a la alteración de los patrones de sueño, los cronotipos matutinos no están exentos de estos retos. Los cronotipos intermedios, con una preferencia más equilibrada, pueden experimentar un riesgo algo menor de depresión, pero aun así pueden verse afectados por las alteraciones de su ritmo circadiano8.
Con base en lo anterior, y tomando en consideración que no existen investigaciones sobre el tema en Paraguay, nos propusimos realizar un estudio exploratorio para determinar la asociación entre el tipo de cronotipo y la presencia de síntomas depresivos en adultos del país.
METODOLOGÍA
Este estudio exploratorio fue observacional descriptivo, de prevalencia y asociación cruzada, de corte transversal y temporalmente prospectivo. Se incluyó a personas adultas (≥ 18 años), de ambos sexos, residentes en Asunción y el Departamento Central de Paraguay, en agosto de 2023. El muestreo fue no probabilístico, de casos consecutivos. Una encuesta autoadministrada fue diseñada en Google Forms, y difundida a nivel a través de redes sociales (Facebook, X, Instagram) y aplicaciones de mensajería (Whatsapp), durante agosto de 2023. La encuesta incluyó las variables a ser estudiadas. Estas fueron: sociodemográficas (edad, sexo) y clínicas (cronotipo y síntomas depresivos). Para medir las variables clínicas de interés se utilizaron los siguientes instrumentos: Morningness-Eveningness Questionnaire de Horne and Östberg (para evaluar cronotipo) y el Patient Health Questionnaire (PHQ) de 2 ítems (para valorar síntomas depresivos).
El Morningness-Eveningness Questionnaire de Horne and Östberg9 permite evaluar el cronotipo de una persona: esto es la predisposición natural que cada individuo tiene de experimentar picos de energía o momentos de descanso según su ritmo circadiano. Este cuestionario se validó por primera vez con personas de entre 18 y 32 años de edad que presentaban diferencias individuales en cuanto a la actividad matutina y vespertina, es decir, el grado de actividad y alerta de los encuestados a determinadas horas del día. Los ítems de la escala consultan las preferencias en cuanto a las horas de sueño y de vigilia, así como las horas "pico" subjetivas en las que los encuestados se sienten mejor. La escala se compone de preguntas de tipo Likert y de escala de tiempo. A cada sección de la escala se le asigna un valor de 1 a 5. Para obtener una puntuación global, cada ítem se valora por separado. Para obtener una puntuación global, se suma cada elemento y la suma se convierte en una escala de 5 puntos: definitivamente matutino (70-86), moderadamente matutino (59-69), ninguno de los dos (42-58), moderadamente vespertino (31-41) y definitivamente vespertino (16-30)10,11. En este estudio, se clasificó como matutino a aquel individuó que puntúo como definitiva o moderadamente matutino; se hizo lo propio para clasificar a un individuo como vespertino (puntuación definitiva o moderadamente vespertina).
Por su parte, el PHQ-2 evalúa la presencia de ánimo deprimido y anhedonia durante las dos últimas semanas. Dichos síntomas se miden a través de una escala tipo Likert de 4 puntos (0 = para nada, 1 = varios días, 2 = más de la mitad los días y 3 = casi todos los días). El puntaje del PHQ-2 varía de 0 a 6. Un puntaje mayor o igual a 3 es indicativo de depresión, con sensibilidad del 83 % y una especificidad del 92 % para la depresión mayor12,13.
Al ser un estudio exploratorio, además de no probabilístico, no se realizó cálculo del tamaño de la muestra14, sino que con base en investigaciones previas que incluyeron entre 2915 y 4216 participantes, se estableció en un mínimo de 50 participantes. Finalmente, la muestra quedó constituida en 105 adultos.
Los datos fueron consignados en una planilla de cálculo para luego ser procesados con el paquete estadístico SPSS versión 26. Las variables categóricas fueron resumidas en frecuencias y porcentajes y las cuantitativas con medidas de tendencia central y de dispersión. Para la estadística inferencial se usó la prueba de chi cuadrado con un nivel de confianza del 95 %. Para cuantificar las relaciones se utilizó odds ratio.
Asuntos éticos
El estudio fue aprobado por la Cátedra de Psicología Médica de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción, Paraguay (Ref. 003/008/2023). Los datos fueron tratados con confidencialidad, igualdad y justicia, respetando los principios de Helsinki. Los participantes que requirieron retroalimentación de la encuesta fueron invitados a escribir su dirección de correo electrónico y recibieron información o sugerencias útiles específicas.
RESULTADOS
Se incluyó a 105 participantes. El 58 % eran mujeres. La media de edad de la muestra fue de 29,4 ( 11,6 años (rango 18 - 68 años; mediana de 24 años).
El Morningness-Eveningness Questionnaire de Horne and Östberg reportó que el 69 % de la muestra presentó cronotipo matutino, mientras que el 31 % fue vespertino. Entre las mujeres, el 32,8 % fue de cronotipo vespertino y el 67,2 % matutino; entre los hombres, el 29,5 % fue vespertino y el 70,5 % matutino.
Tomando en consideración una puntuación ≥ 3 en el PHQ-2, se evidenció que el 31 % de los participantes puntúo positivo para depresión. Del total de mujeres, el 34,4 % tenía depresión; en el caso de los hombres, este porcentaje fue del 27,3 %.
Se encontró relación entre el cronotipo y los puntos de corte de la PHQ-2 (p=0,036) (Tabla 1).
Con respecto a la cuantificación de la relación encontrada entre cronotipo y síntomas depresivos, se encontró un OR=2,5 (IC95 % 1,05-5,95), estableciéndose que los que tienen cronotipo vespertino tienen más chances de tener síntomas depresivos en comparación con los de cronotipo matutino.
DISCUSIÓN
Hasta donde llegan nuestros conocimientos, este es el primer estudio realizado en Paraguay que investiga el cronotipo de adultos de la población general y su asociación con sintomatología depresiva.
Nuestros resultados reportan una mayor frecuencia de cronotipo matutino en la muestra estudiada (casi 7 de cada 10). Esto está en línea con investigaciones realizadas en Brasil17, Perú18, Estados Unidos de América19, Arabia Saudita20 y China21. Con respecto a los sintomatología depresiva (PHQ-2 ≥ 3), nuestros resultados son similares a los encontrados en otras investigaciones realizadas en población adulta de Paraguay23,24.
Nuestro estudio encontró entre el cronotipo y los puntos de corte de la PHQ-2, estimándose que las personas con cronotipo vespertino tienen 2,5 veces más chances de presentar síntomas depresivos en comparación con aquellas de cronotipo matutino. Esto es consistente con investigaciones realizadas alrededor del mundo25-27.
Aquí deben destacarse, al menos sucintamente, los variados mecanismos subyacen a la conexión entre el cronotipo y la depresión:
Patrones de sueño alterados: tanto los cronotipos vespertinos como los matutinos pueden experimentar alteraciones en sus patrones de sueño debido a la desalineación con los horarios sociales. Los patrones de sueño irregulares, el sueño insuficiente o los trastornos del sueño son factores de riesgo conocidos para la depresión. Sin embargo, el cronotipo vespertino se asocia de forma distintiva con alteraciones del sueño y síntomas de depresión debido al desajuste entre los relojes biológicos y sociales28.
Aislamiento social: los cronotipos vespertinos pueden experimentar aislamiento social porque sus horas de actividad preferidas a menudo no coinciden con las de sus compañeros o lugar de trabajo. Este aislamiento puede provocar sentimientos de soledad y depresión. Por otro lado, los cronotipos matutinos pueden enfrentarse a retos similares cuando no pueden participar en actividades sociales nocturnas6.
Factores genéticos y biológicos: las nuevas investigaciones sugieren que ciertos factores genéticos y biológicos pueden influir en el cronotipo de un individuo y en su susceptibilidad a la depresión. Aunque se necesita más investigación en este campo, estos factores pueden desempeñar un papel en la relación observada. Se cree que el gen humano PERIOD3 (PER3) sirve de vínculo entre el ritmo circadiano y la regulación del estado de ánimo. Múltiples estudios demostraron que PER3 está implicado en la regulación del sueño y puede influir en la preferencia circadiana. Variantes raras en el gen PER3 se presentan en individuos que reportan puntuaciones elevadas en cuestionarios de valoración de síntomas depresivos29,30.
Estilos de vida: las elecciones de estilo de vida, como la dieta, el ejercicio y la exposición a la luz natural, pueden influir en el cronotipo de un individuo. Estas elecciones también tienen efectos conocidos sobre el estado de ánimo y la salud mental. Por lo tanto, los factores del estilo de vida pueden mediar en la relación entre el cronotipo y la depresión31,32.
Comprender la interacción entre el cronotipo y la depresión es crucial para los profesionales de la salud mental y para los responsables de la toma de decisiones. Las intervenciones personalizadas que tienen en cuenta el cronotipo de una persona y ofrecen estrategias para alinear su estilo de vida y sus actividades diarias con su ritmo natural pueden resultar beneficiosas. Asimismo, promover la concienciación y la aceptación de los diferentes cronotipos puede ayudar a reducir el aislamiento social y el estigma que pueden sufrir algunas personas.
Entre las limitaciones de este estudio se encuentran el tipo de diseño escogido, así como el muestreo utilizado. Además, no se incluyeron otras variables que influyen en la relación entre cronotipo y sintomatología de salud mental, como por ejemplo, los patrones de sueño y los factores biológicos, sociales o de estilos de vida6,28-33. No obstante, su fortaleza radica en que, al ser el primero en su tipo en el país, da el puntapié inicial para más investigaciones de diseño más potente.
CONCLUSIÓN
Casi siete de cada diez adultos participantes de esta investigación poseen cronotipo de tipo matutino, mientras que tres de cada diez puntúo positivo para depresión. Individuos con cronotipo vespertino tienen más chances de desarrollar síntomas depresivos en comparación con aquellos de cronotipo matutino. La relación entre el cronotipo y la depresión en adultos es un tema que requiere más investigación para desentrañar plenamente sus entresijos. Si profundizamos en esta relación, podremos desarrollar estrategias más eficaces para prevenir y tratar la depresión en adultos y, en última instancia, mejorar su bienestar mental general