INTRODUCCIÓN
La esporotricosis es una micosis subcutánea producida por hongos del complejo Sporothrix schenckii siendo las especies más importantes S. brasiliensis, S. schenckii sensu strictu, S. globosa y S. luriei. Otras especies no relacionadas a enfermedad en humanos son S. mexicana y S. albicans1,2.
El hongo vive como saprófito micelial en el suelo, sobre material orgánico, vegetales etc. La infección se adquiere principalmente por inoculación traumática manipulando vegetales secos o verdes, o por picaduras de insectos, mordeduras de roedores, accidentes con metales, caza de armadillo o accidente de laboratorio1,2,3. Han cobrado importancia los animales domésticos, especialmente el gato, como afectado y trasmisor a humanos y otros animales, por arañazos o mordeduras4. Excepcionalmente puede adquirirse por vía inhalatoria1-2.
Clínicamente existen formas cutáneas (linfangítica, fija y cutánea diseminada), mucosas, extracutáneas e infección sin enfermedad5. Es el estado inmunológico del huésped el que determina la forma clínica: los hiperérgicos o normoérgicos desarrollan la forma linfangítica (70%) o fija (25%) y los hipoérgicos o anérgicos la cutánea superficial, cutánea diseminada, osteoarticular, pulmonar o sistémica6.
Presentamos 2 casos de esporotricosis en una familia trasmitida por el gato de la casa.
DESCRIPCIÓN DE LOS CASOS
Primer caso: Varón, 52 años de edad, de nacionalidad brasilera, residente en Itá (Paraguay) desde hace 9 meses (anteriormente en San Pablo - Brasil), de profesión chofer. Acude por lesión tipo “grano” de coloración rojiza, en muñeca derecha de 2 meses de evolución. Refiere secreción purulenta, prurito y dolor ocasional. Posteriormente aparecen lesiones similares en brazo del mismo lado siguiendo un trayecto ascendente. Es tratado con antibióticos, sin mejoría.
Niega antecedentes personales de interés, refiere hijo con lesiones en abdomen (siguiente caso).
Examen físico: lesión gomosa de forma ovalada de 5 cm x 4 cm, bordes irregulares, límites netos, ubicada en región lateral externa de la muñeca derecha. La superficie es eritematosa con ulcerocostra de 1 cm x 2 cm. Siguiendo un trayecto linfangítico se observan 7 nódulos de 1 a 4 cm de diámetro, algunos de ellos evolucionando a goma afectando el antebrazo del mismo lado (Figura 1).
Los estudios laboratoriales como hemograma, eritrosedimentación, hepatograma y perfil renal se hallaban dentro de límites normales. VDRL no reactiva.
Segundo caso: varón, 11 años de edad, de nacionalidad brasilera, residente en Paraguay hace 9 meses. Consulta por lesión tipo “grano” de coloración rojiza, pruriginosa, en abdomen de un mes de evolución. Presenta secreción purulenta y dolor ocasional. Tratado con antibióticos, sin mejoría.
Examen físico: placa eritematosa, infiltrada de 7 cm x 4 cm de forma irregular, límites netos, ubicada en flanco derecho del abdomen. En el centro presenta ulceración de 3,5 cm x 2 cm cubierta parcialmente por costra melicérica (Figura 2).
Los estudios laboratoriales de rutina fueron normales.
Diagnósticos clínicos planteados: esporotricosis linfangítica en el primer caso y esporotricosis a placa fija en el segundo.
Ambos referían contacto directo con un gato doméstico traído del Brasil, que presentaba lesiones ulceradas progresivas en rostro desde hacía cuatro meses. Posteriormente complicado con miasis y muere un mes antes de la primera consulta de los pacientes.
Evolución. En ambos se realizó estudio micológico. En el examen directo con la coloración de Giemsa se observaron levaduras (Figura 3) y en el estudio microscópico de las colonias del cultivo: hifas con conidios, con la imagen de duraznos en floración típica del Sporothrix sp (Figura 4)
Anatomía patológica del primer caso: infiltrado granulomatoso en dermis profunda y tejido celular sub-cutáneo. Con tinción de PAS, no se observan elementos fúngicos.
Al confirmarse el diagnóstico se inicia yoduro de potasio a dosis ascendente hasta 5 g/día en el primer caso y hasta 3 g/día en el segundo caso, con muy buena evolución y mejoría de lesiones (Figura 5 y Figura 6).
DISCUSIÓN
La esporotricosis es una micosis profunda, relativamente frecuente en Paraguay7,8,9. En pacientes no portadores del HIV, es la segunda en frecuencia luego de la paracoccidioidomicosis10. En adultos la enfermedad está mayormente relacionada a ciertas profesiones como carpinteros, jardineros, agricultores, por los traumas, a veces inadvertidos, que sufren. En los niños el contacto con mascotas es un factor importante 1-4.
En las últimas décadas ha cobrado mucha importancia el gato doméstico (Felis catus) como afectado por la esporotricosis y como vehículo de trasmisión a humanos por mordeduras y arañazos11. En el gato, que presenta gran cantidad de elementos micóticos, la afección es generalmente sistémica y, sin tratamiento, le produce la muerte. En la piel del animal se puede comprometer cualquier región, pero predomina en el rostro, produciendo nódulos, gomas y ulceraciones. Al lamer o pasar las extremidades, se trasfiere al agente a las pezuñas o a la boca, facilitando el contagio, siendo de elevada contagiosidad entre los gatos, otros animales como el perro y también al ser humano11,13,14. El agente llegaría inicialmente al gato al afilar las uñas en troncos contaminados o cavar para enterrar sus heces. En el Brasil, inicialmente en el Estado de Rio de Janeiro, pero también en otros estados como San Pablo, se comunicaron numerosos casos en gatos y humanos constituyendo una epidemia de gran importancia en Salud Pública11-14.
Al no existir una publicación previa, comunicamos ambos casos, por la importancia de la trasmisión de la esporotricosis por animales domésticos a humanos, que si bien estos pacientes están relacionados a un gato traído de una zona endémica del Brasil, puede ser el origen de más afectados en nuestro país obligando a mejorar los controles sanitarios.