El proceso de cambio que ha llevado más de 10 años en nuestra casa de estudios ha dado a luz a la primera cohorte de médicos egresados del Nuevo Plan Formativo, Malla Innovada 2015, en el año 2023. La innovación curricular se gestó en la Facultad de Ciencias Médicas (FCM) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) teniendo como sustrato coyuntural a: a) las recomendaciones de la ANEAES emanadas de la Acreditación de la Carrera de Medicina (año 2010); b) el mandato del claustro de profesores de revisar el curriculum e introducir el Internado Rotatorio a la práctica preprofesional de grado (octubre del 2011) y; c) el movimiento renovador gestado en primera cohorte de docentes egresados de la Maestría en Docencia Médica Superior que concibió la transformación de la formación médica adecuándola a los estándares y requisitos globales mínimos 8.
La Innovación Curricular de la Carrera de Medicina de la FCM se enmarcó en el escenario global de la Educación Superior 7 marcado por la tendencia a transitar hacia currículum dinámicos, flexibles, vinculados con el entorno 1, con visión de continuum en la formación profesional articulada con el postgrado, cuyo lenguaje común fue y parecería seguir siendo, el Modelo de Competencias 3,5,6. En este modelo, el enfoque se centra en el aprendizaje del estudiante, se establece un perfil de egreso basado en las necesidades y demandas sanitarias del contexto 4 y se definen las competencias para el desempeño profesional excelente 2, relevando los valores de la profesión, la ética, el humanismo, la seguridad del paciente, la salud mental y el compromiso social al mismo nivel de importancia que las competencias científicas y técnicas 5.
Hoy, a 6 años del inicio de la implementación (2017) podemos decir con satisfacción que en la FCM de la UNA se ha logrado implementar la innovación curricular orientada a competencias desde la integración curricular, sorteando varios obstáculos desde el inicio. Al principio, la implementación se dio en un escenario turbulento post- crisis de ¨UNA no te calles¨, en la cual los estudiantes tomaron protagonismo exigiendo la transparencia y calidad de la formación superior. A esto, se sumó en ese entonces, el cambio abrupto de autoridades y el recorte presupuestario consiguiente por parte del estado, y posteriormente la Pandemia COVID 19, como elementos insoslayables del contexto que condicionaron, y hasta dificultaron, en cierta medida, todo su desarrollo.
El proceso de innovación tuvo tres grandes fortalezas que sostuvieron su avance: a) en la dimensión política: el soporte recibido de parte de las autoridades, aun con los sucesivos cambios directivos, que ha podido mantener el apoyo político que permitió sortear las demandas provenientes de dos currículums que se fueron solapando, además de las dificultades provenientes de las restricciones presupuestarias a que ha sido sometida la facultad; b) en la dimensión docente: el equipo impulsor, formado por profesores, auxiliares de la docencia y estudiantes altamente motivados, evidenciado en un compromiso intenso y sostenido. La Comisión Curricular, que ha participado con interés constante, aportando y poniendo a disposición de los demás sus saberes y experiencias, así como involucrándose activamente en los trabajos solicitados. La conformación de equipos docentes de gestión de asignaturas y Módulos de Integración 9, que se han ido adhiriendo a una visión integradora, pasando de la individualidad que caracterizaba al trabajo del docente en la institución, hacia una cultura que pone el énfasis en el trabajo multi e interdisciplinar y c) en la dimensión estudiantil: los estudiantes fueron y son una fortaleza que resistió situaciones de tensión durante el desarrollo de la implementación, manifiesta especialmente en su capacidad de resiliencia, su adhesión y alineamiento a la innovación, participando activamente en su proceso formativo, en la Comisión Curricular, y en la construcción de sus proyectos personales, ciudadanos y profesionales.
Es éste un momento de suma trascendencia, en el que se impone la reflexión acerca de los logros alcanzados, los obstáculos encontrados, las debilidades y desaciertos detectados en la implementación de la malla innovada 2015 y sobre todo la valoración del impacto de tan mancomunado esfuerzo. La apertura a desaprender y reaprender, la reflexión sobre la praxis, la humildad, objetividad, claridad y la aprehensión del contexto donde se produjo esta transformación, serían, entre otros, ingredientes fundamentales para justipreciar críticamente lo caminado hasta ahora.
En este sentido, hoy nos preguntamos a cabalidad, ¿estamos satisfechos con el impacto del cambio curricular implementado en nuestra casa de estudios? ¿En qué medida hemos respondido, en la práctica docente cotidiana a lo diseñado y planificado en el nuevo modelo? ¿qué nos faltó? ¿Qué deberíamos desechar y que aspectos no han sido cubiertos con esta innovación? ¿Cuáles aprendizajes hemos construido a lo largo del proceso? ¿Hemos respondido a las necesidades de salud de la población, a las necesidades de los estudiantes y a las expectativas de los docentes médicos de la FCM?
Estamos en una etapa de dar cuenta a la comunidad académica y la sociedad sobre el proceso innovado de formación de médicos en la FCM y observar hasta que nivel se ha logrado internalizar el perfil competencial declarado en el Proyecto Académico y cómo éste ha sido significado por los actores claves de la comunidad académica. Es por eso que la Comisión Curricular Permanente, en conjunto con la Coordinación de la carrera, la Dirección Académica y la Dirección de Aseguramiento de la calidad se encuentran abocadas a la evaluación de lo implementado hasta la actualidad. Para ello se plantea un proceso evaluativo que incluye datos cuantitativos e información cualitativa, enfocándonos en un análisis compresivo que sea válido para realizar los ajustes pertinentes al plan de estudios.
La evaluación será multidimensional, incluyendo productos, índices de eficiencia interna, así como también la satisfacción desde la percepción de los jefes de Cátedra, encargados de asignatura, docentes y estudiantes sobre las aptitudes, satisfacción acerca de los cambios realizados, valores construidos y expectativas futuras.
La participación de los equipos docentes en esta evaluación será de suma importancia y se reconoce como fundamental para generar información fehaciente sobre las fortalezas, las debilidades, las oportunidades detectadas en los diferentes ámbitos, así como las propuestas de mejoras emanadas de los mismos actores claves del proceso de enseñanza- aprendizaje.
Seguros de que ningún sistema o modelo es perfecto, sino perfectible y sobre todo, que ningún sistema es más importante que sus profesores y menos aún que sus estudiantes, entendiendo que todos estamos enfocados en el mantenimiento y la recuperación de la salud del paciente y su entorno, institucionalmente estamos en un momento clave, y es nuestra responsabilidad impulsar y establecer una cultura de evaluación que reflexione continuamente con el objeto de contar con evidencias claras y válidas para plantear los ajustes correspondientes y continuar el camino hacia la excelencia en la formación de médicos más humanos, éticos y socialmente responsables para el Paraguay y el mundo.