INTRODUCCION
La definición de la palabra "laminación" significa la unión de láminas delgadas para construir una estructura multicapa. En cirugía reconstructiva, el término "prelaminación del colgajo" se ha acuñado para describir un proceso para construir una estructura tridimensional compleja en dos o más tiempos quirúrgicos 1.
La prelaminación del colgajo es un término propuesto por primera vez por Pribaz y Fine en 1994 2. Laminación se refiere a un proceso de unión de capas. La prelaminación de un colgajo se designa a la táctica reconstructiva mediante la cual se construye una estructura tridimensional en un sitio distante al defecto, mediante la superposición de capas de distintos componentes, por ejemplo, injertos de piel, en un lecho vascular existente y confiable. Esto permite que la estructura total recreada madure durante 2 a 3 semanas antes de ser transferida como una unidad en bloque hacia el defecto que se desea reconstruir. La vascularización de este colgajo prelaminado, por lo tanto, es la misma que está encargada de irrigar la zona seleccionada para la superposición de capas, la cual es preparada como recurso reconstructivo con la finalidad de aportar un reemplazo pluritisular al defecto en cuestión.
Tiempos quirúrgicos
El 1° tiempo implica agregar diferentes capas en un territorio vascular axial existente como injertos compuestos, dando tiempo a que los tejidos maduren e inicien el proceso de revascularización antes de ser transferidos.
Un tiempo intermedio, o 2° tiempo, puede ser necesario para modificar aún más el colgajo, como adelgazarlo, autonomizarlo o agregar algún tejido adicional 3.
En la siguiente etapa o 3° tiempo, el colgajo compuesto se transfiere al sitio a reconstruir. Como con cualquier injerto compuesto, las capas a ser añadidas deben ser lo suficientemente delgadas o pequeñas para que se nutran con mayor facilidad.
La razón para prelaminar las capas en un sitio diferente, antes de realizar la transferencia, resulta de la siguiente hipótesis: si la construcción se realiza en un lecho vascular confiable, hay una mayor posibilidad que las capas de prelaminado se adhieran y prendan, se estabilicen, asumiendo las posiciones esperadas e inicien el fenómeno de revascularización.
La prelaminación es a menudo utilizada en la reconstrucción de estructuras con múltiples capas funcionales, como la reconstrucción de espesor total de nariz, labio, mejilla, oreja, maxilar, mandíbula, tráquea, 4,5 esófago y pene. La reconstrucción nasal de los defectos de pleno espesor puede ser abordada con esta metodología 6-8.
En este artículo tenemos como objetivo demostrar el resultado de un caso de reconstrucción de orbita con colgajo prelaminado de fascia temporal superficial.
CASO CLINICO
Paciente femenino de 58 años de edad, hipertensa y con tratamiento regular, consulta por un carcinoma basocelular (CBC) del párpado inferior derecho de 2 años de evolución, con compromiso del globo ocular (Figura 1).
Luego de una resección tumoral consistente en una exenteración orbitaria ampliada, que deja como secuela una comunicación del seno maxilar con la órbita residual a través de un defecto del piso orbitario, la herida compleja fue reconstruida con un colgajo prelaminado de fascia temporal superficial.
Táctica operatoria
Se realiza incisión longitudinal en la región temporal ipsilateral, por arriba de la arcada cigomática, dividiéndola distalmente en el cuero cabelludo en forma de “Y”. Mediante una cuidadosa disección se expone la fascia temporal superficial, se identifica el pedículo vascular y se levanta el colgajo de fascia temporal superficial de distal a proximal. Luego se reposiciona el tejido en su sitio original y se prelamina su cara superficial con un autoinjerto de piel parcial, en la zona distal del colgajo confeccionado (Figura 2 A). Se cierra el cuero cabelludo mediante suturas, dejando un drenaje aspirativo, y se aguarda el siguiente tiempo operatorio (Figura 2 B)
El segundo tiempo quirúrgico es efectuado luego de un tiempo de maduración de 8 días. En este se realiza la reapertura de la misma incisión correspondiente al primer tiempo operatorio, a fin de exponer el colgajo prelaminado con el autoinjerto cutáneo (Figura 3).
Luego se procede a la trasposición de la bicapa tisular confeccionada hacia la zona del defecto, en este caso la región orbito-palpebral, quedando el injerto cutáneo como tapiz del piso y del fondo de la órbita.
El resultado postoperatorio es satisfactorio, actualmente la paciente se encuentra en proceso de preparación de la cavidad orbitaria para la colocación de una prótesis ocular (Figura 4).
DISCUSION
La fascia temporal superficial es un tejido versátil, fino y adaptable a los tegumentos del rostro. Utilizada como colgajo pediculado sirve como tapizamiento de defectos o como substancia de relleno 9. En el primer caso, indefectiblemente debe ser asociado a un injerto cutáneo. Para que el injerto de piel se adhiera en forma exitosa requiere de una zona de apoyo efectiva y de un sistema adecuado de inmovilización. Muchas veces estas condiciones no están presentes en los tejidos residuales de una exéresis tumoral extensa, con mayor razón si nos referimos a la exposición de una cavidad aireada. Es decir, si se transfiere en un primer tiempo un colgajo uni-tisular de fascia temporal superficial hacia una cavidad aireada, por un lado, existe el riesgo de retracción de este con la consecuente dehiscencia de sutura y nueva exposición cavitaria. Además, también se dificulta el prendimiento de un eventual injerto cutáneo diferido sobre el colgajo de fascia temporal superficial, debido a la ausencia de un subsuelo esquelético adecuado que le sirva de apoyo. De otro modo, si aseguramos el prendimiento del injerto cutáneo sobre el colgajo, antes de ser transferido a la zona receptora, creamos las condiciones propicias para reducir el riesgo de retracciones ya que el tejido transferido es más espeso. Esto es posible realizar gracias al adecuado subsuelo esquelético de apoyo que brinda la región temporoparietal. Con ello también se reduce el tiempo de reepitelización de la fascia puesto que, en este contexto, durante la prelaminación, ya se le provee de una piel injertada. El colgajo prelaminado constituye una herramienta válida que debe ser tenida en cuenta en las reconstrucciones de pérdidas de substancias complejas a nivel del rostro. Permite un relleno o un reemplazo tisular adecuado, con resultados funcionales y estéticos interesantes. Además, los componentes del pedículo vascular, arteria y vena temporal superficial, pueden ser utilizados en regiones muy distantes al defecto con el recurso de la microcirugía 10.
CONCLUSION
El colgajo prelaminado de fascia temporal superficial es una herramienta reconstructiva que puede ser utilizada para la reparación de defectos complejos localizados en la región orbitopalpebral.
Fuentes de financiación: Propias.
Contribución de autores y colaboradores:
Todos los autores han colaborado de forma activa para la redacción de todos los apartados de este artículo.