INTRODUCCION
Trastorno mental. Según la CIE-10, este concepto se asocia a un comportamiento o un grupo de síntomas identificables en la práctica clínica, que en la mayoría de los casos se acompañan de malestar o interfieren con la actividad del individuo. No se incluyen disfunciones o conflictos sociales por sí mismos en ausencia de trastornos individuales 1.
La definición que proporciona el DSM -V, considera el trastorno mental como: “un síndrome o un patrón comportamental o psicológico de significación clínica, que aparece asociado a un malestar (p. ej. dolor), a una discapacidad (p. ej. deterioro en una o más áreas de funcionamiento) o a un riesgo significativamente aumentado de morir, o de sufrir dolor, discapacidad o pérdida de libertad. Además, este síndrome o patrón no debe ser meramente una respuesta culturalmente aceptada a un acontecimiento particular (p. ej. la muerte de un ser querido). Cualquiera que sea su causa, debe considerarse como la manifestación individual de una disfunción comportamental, psicológica o biológica. Ni el comportamiento desviado (p. ej. político, religioso, sexual) ni los conflictos entre el individuo y la sociedad son trastornos mentales, a no ser que la desviación o el conflicto sean síntomas de una disfunción” 2.
Existen diferentes patrones en el desarrollo de los trastornos por dependencia. Clásicamente se describe un patrón evolutivo que se inicia con una actividad voluntaria, de uso social o recreativo y que en su inicio prevalece el efecto positivo y placentero. En algunas personas, paulatinamente la motivación del consumo va cambiando y la persona pasa de consumir con el deseo de experimentar placer a hacerlo para evitar el malestar, o para simplemente estar bien o sentirse “normal”. Este uso inapropiado suele llevar aparejado un aumento de la intensidad de la dosis y de la frecuencia de consumo 3.
Finalmente, una proporción de los usuarios pierden el control y sucumben al abuso, este consiste en el consumo persistente de una droga. Es un patrón de adaptación al uso de la sustancia que produce perturbaciones o limitaciones clínicamente significativas, que se manifiestan por uno o más de los siguientes indicadores: no poder cumplir con las principales obligaciones en el hogar, la escuela o el trabajo; consumo de sustancias en situaciones físicamente peligrosas; problemas legales recurrentes relacionados con la sustancia; uso continuado de la sustancia, a pesar de padecer problemas sociales o interpersonales persistentes o recurrentes, exacerbados por los efectos de la sustancia(4). En un estudio realizado en estudiantes de medicina marroquíes, el 13% informó abuso de sustancias, el 13% reportó el uso de drogas ilícitas, y hasta el 90% atribuyó como principal fuente de estrés a sus estudios en la carrera. Casi la mitad de los encuestados presentó un trastorno psiquiátrico menor según el General Health Questionnaire (GHQ-12) 4.
En un estudio realizado a un grupo de estudiantes universitarios de ciudades pertenecientes al área central del país se observó que el consumo de sustancias en éstos es mayoritariamente dado por bebidas alcohólicas, en su mayoría cerveza y hasta un 5.6% afirman consumirlo de forma diaria 5.
Teniendo en cuenta la elevada prevalencia de consumo de sustancias ilícitas, así como de abuso de sustancias en estudiantes de medicina encontrada en la literatura es de suma importancia determinar los patrones de consumo es esta población en específico y además buscar de qué manera estas sustancias se asocian a los trastornos psiquiátricos más frecuentes para así buscar nuevas herramientas y soluciones para afrontar esta problemática. Por todo lo mencionado el presente trabajo busca determinar mediante un cribado, en estudiantes de medicina de la Universidad Nacional de Asunción, la frecuencia de los distintos trastornos psiquiátricos y patrones de consumo de sustancias, así como las relaciones que pudiera haber entre ellos.
MATERIALES Y MÉTODOS
El estudio fue observacional analítico, de corte transversal, la población enfocada fue de 626 estudiantes del primero al quinto curso de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción seleccionados por medio del muestreo no probabilístico por conveniencia.
El criterio de inclusión fue ser estudiante de la carrera de medicina y el criterio de exclusión fue no haber completado en su totalidad los cuestionarios del estudio.
Los datos fueron recabados a través de tres cuestionarios previamente codificados, que abarcaban tres aspectos: datos sociodemográficos, test de screening de abuso de drogas abreviado y de Screening de diagnóstico psiquiátrico (PDQS). Se entregaron a cada estudiante los cuestionarios semiestructurados, previo consentimiento informado, fueron llenados en forma anónima y voluntaria.
Las variables sociodemográficas medidas en el estudio fueron la edad, el sexo, curso, procedencia, residencia y convivencia, mientras las referentes al patrón abuso de drogas fueron; consumo de sustancia (siendo dichas sustancias alcohol, tabaco, marihuana, cocaína, benzodiacepinas, opiáceos y éxtasis), consumo de sustancias en los últimos 15 días, edad de inicio de consumo y tiempo de consumo. Los trastornos estudiados fueron el trastorno por abuso de drogas obtenido a partir del test de screening de abuso de drogas abreviado, mientras el trastorno de estrés post traumático, el de bulimia, el Trastorno obsesivo compulsivo, el de pánico, psicosis, agorafobia, fobia social, trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno por somatización y finalmente hipocondría fueron obtenidos mediante el cuestionario de Screening de diagnóstico psiquiátrico junto.
Los datos fueron almacenados en la plantilla electrónica de datos Microsoft Excel 2010, y analizados mediante GNU-PSPP y Epi Info versión 7.1.4.0 (CDC) Los datos de las variables cualitativas se expresaron en proporciones mientras las continuas se expresan en medidas de tendencia central. La comparación entre variables nominales fue hecha mediante la prueba de Chi cuadrado. Mientras las comparaciones de variables nominales con variables continuas no normales se efectuaron mediante la prueba estadística U de Mann-Whitney (suma de rangos Wilcoxon) para opciones dicotómicas y la prueba de Kruskall Wallis para las demás. Así mismo se utilizó la correlación de Spearman para determinar asociaciones de las variables continuas no normales y ordinales. Para la comparación de grupos se considera como significativa una p<0,05 en todos los casos.
Asuntos éticos
Para la realización del estudio se cuidó de cumplir con los principios de la bioética; el de la beneficencia y el de la no maleficencia, siendo el principal motivo de este estudio ayudar a entender mejor la problemática estudiada en todos sus aspectos.
El de la justicia, incluyendo a todos los participantes por igual, sin excepciones de raza, sexo, religión o nivel socioeconómico. El de la autonomía, pues todos los participantes del estudio firmaron un consentimiento informado antes de realizarlo, participando del mismo solo quienes deseaban hacerlo.
RESULTADOS
Participaron 626 estudiantes de los cuales el 54,5% perteneció al sexo femenino y la media de edad fue 22,74 ± 2,33. Los datos sociodemográficos son descritos en la Tabla 1.
El 70,8% de estudiantes universitarios resultaron positivo al screening de al menos un trastorno psiquiátrico (Gráfico 1). El tipo de trastorno más frecuente fue el Trastorno por Abuso de drogas. Los demás trastornos y sus respectivas frecuencias se observan en el Gráfico 2.
En cuanto al consumo de sustancias, el 76,2% consume por lo menos una sustancia. La sustancia más consumida fue el alcohol (75,1%) seguido del tabaco (12,9%) y de la marihuana (12,3%). (Tabla 2)
Con respecto a la asociación entre las variables sociodemográficas de los sujetos y las patologías psiquiátricas se pueden observar en la Tabla 3.
El sexo femenino se asoció a un mayor número de trastornos (p= 0,000). Los trastornos asociados al sexo femenino, así como con el curso de los estudiantes se detallan en la Tabla 4.
La procedencia se asocia significativamente a la psicosis (p= 0,029), los sujetos con screening positivo para dicha patología proceden de Asunción y del interior, pero ninguno de Central.
En relación a la convivencia, los estudiantes que viven solos presentaron mayor número de trastornos (p= 0,006).
Los trastornos psiquiátricos específicos asociados de manera significativa a la convivencia de los individuos y sus respectivas distribuciones se detallan en la Tabla 5.
La comparación de las variables sociodemográficas con los patrones de consumo (consumo de sustancias, consumo de sustancias en los últimos 15 días, edad de inicio de consumo y tiempo de consumo en años) de las distintas sustancias estudiadas se observan detalladas en la Tabla 6.
Los universitarios de sexo masculino presentaron un mayor número de sustancias consumidas (p= 0,000), además de asociarse a una menor edad de inicio de consumo de alcohol (p= 0,000) Tabla 7.
El consumo de tabaco en los últimos 15 días se ha asociado con edades más elevadas (0,030).
Los individuos de sexo masculino presentaron un tiempo de consumo en años significativamente mayor para el alcohol (p= 0,003) y marihuana (p= 0,048).
En cuanto a los universitarios residentes en Asunción se observó, que el inicio de consumo de alcohol fue a menor edad (p= 0,001). Por su parte pertenecer a Clínicas se asocia con el consumo de marihuana (p= 0,002; OR=2,07 (1,28-3,36) IC 95%) y éxtasis (p= 0,008). Además de asociarse al consumo de alcohol en los últimos 15 días (p= 0,009; OR=1,83 (1,15-2,90) IC 95%). Cabe resaltar que los consumidores de éxtasis son de sexo masculino y corresponden a cursos de Clínicas.
La asociación de los distintos trastornos psiquiátricos evaluados mediante el “screening de trastornos psiquiátricos” y el “test de trastorno por abuso de drogas DAST-10”, con los patrones de consumo de sustancias (consumo de sustancias, consumo de sustancias en los últimos 15 días, edad de inicio de consumo y tiempo de consumo de sustancias) se muestran en la Tabla 8.
Se evidenció además una correlación entre el número de trastornos que presentaba un individuo y el número de sustancias consumidas (p= 0,006, Rho= 0,127).
Las asociaciones entre el consumo de sustancias y trastornos junto con sus respectivos riesgos se detallan en la Tabla 9.
El trastorno por abuso de drogas y el consumo de alcohol en los últimos 15 días (p= 0,000, OR= 2,24 (1,41-3,54) IC 95%) y del tabaco (p= 0,032, OR= 0,3 (0,091-0,929) IC 95%) fue significativa.
Edades de inicio de consumo de alcohol más bajas se han asociado a hipocondría (p= 0,005), trastorno por abuso de drogas (p= 0,000) y a un mayor número de trastornos (p= 0,016, Rho = -0,114). Así también una menor edad de inicio de consumo de marihuana mostró asociación con el trastorno por abuso de drogas (p= 0,036).
Edades más elevadas de inicio de consumo de benzodiacepinas se asocia con un mayor número de trastornos. (p=0,042, Rho= 0,619).
Las asociaciones entre el trastorno por abuso de drogas y los demás trastornos se evidencian en la Tabla 10.
La marihuana es la única sustancia que demostró asociación con todas las demás sustancias (Tabla 11).
DISCUSION
Los resultados de esta investigación son concordantes con otros estudios realizados en poblaciones universitarias, observándose una alta prevalencia de psicopatología y consumo de sustancias en la población estudiantil, reflejando ser un grupo de riesgo para el desarrollo de trastornos en la salud mental.
La sustancia más consumida fue el alcohol, aunque comparado con trabajos chilenos el porcentaje es mucho mayor en este país. En otro trabajo, Consumo de tabaco y alcohol entre los estudiantes de medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile también realizado por Romero MI, et al, que arrojó un resultado de 92%. 7. Otro trabajo realizado Castro N, et al, arrojó 52,6% 6,8.
El consumo de alcohol tuvo una asociación significativa con el trastorno obsesivo compulsivo (TOC), la fobia social y ansiedad, igual similitud encontramos en el trabajo de Sánchez-Peña JF, et al 9.
Entre los consumidores de alcohol existen 3 veces más probabilidades de desarrollar trastornos por abuso de sustancias. Lo que coincide con lo mencionado en varias literaturas y artículos, generalmente el consumo de drogas ilegales está precedido por el de sustancias legales, siendo una cadena habitual: alcohol → tabaco → cánnabis → otras drogas ilegales También coinciden con los hallazgos de Posada-Villa JA, et al, y el trabajo de Herrera-Vázquez M, et al 11,12.
Encontramos que el consumo de tabaco se asocia a una probabilidad 3 veces mayor de desarrollar T. por abuso de sustancias en coincidencia con otros estudios que han encontrado una clara señal de que el tabaquismo favorece el consumo y abuso de otras sustancias independientemente de la edad de inicio, pero con mayor preponderancia cuando el consumo de tabaco se inicia a una temprana edad 13.
En relación al consumo de alcohol, marihuana y tabaco se aprecia una mayor predominancia en el sexo masculino, así como también el consumo de bebidas alcohólicas a menor edad, al igual como muestran las tendencias en otros estudios 14.
En otro trabajo sin embargo los trastornos psiquiátricos más frecuentes asociados al alcoholismo son los trastornos de personalidad, trastornos adaptativos, trastornos depresivos y de ansiedad.
Entre los consumidores de alcohol existen más probabilidades de desarrollar trastornos por abuso de sustancias. Esto coincide con los hallazgos de Posada-Villa JA, et al, y el trabajo de Herrera-Vázquez M, et al 10,11.
Con respecto al tabaquismo, este asoció a una probabilidad mayor de desarrollar T. por abuso de sustancias coincidentemente con loa hallazgos de Herrera 12.
Resaltan como nuevos hallazgos la asociación entre el trastorno por abuso de sustancias y mayores periodos de consumo de marihuana; mientras menores periodos de consumo se asocian al trastorno de pánico. La marihuana fue la única sustancia que se asoció con el consumo de todas las demás. Para Fernández y colaboradores existen más de riesgo de padecer psicosis en sujetos que alguna vez han consumido y consumidores más habituales 13.
En cuanto al consumo de Éxtasis nuestros hallazgos asocian una probabilidad mayor de desarrollar hipocondría, un resultado poco usual en otros estudios. Para Saiz M. y colaboradores, el consumo regular de MDMA (éxtasis) se asocia con numerosas complicaciones psiquiátricas crónicas (despersonalización, TOC, etc.) 14.
En relación al consumo de benzodiacepinas se asocian con una probabilidad mayor de desarrollar Trastorno Depresivo Mayor (TDM), Trastorno por Estrés Post-Traumático (TEPT), Bulimia, Pánico, Agorafobia, Ansiedad y Trastorno de somatización. No se asoció al Trastorno por abuso de sustancias. Según Busto, U., los usuarios de dosis altas de benzodiacepinas que abusaban de opiáceos (abuso de sustancias) en mayor proporción que los usuarios de dosis terapéuticas, tenían más trastornos de la personalidad (personalidad antisocial) 15.
El trastorno por abuso de drogas presentó asociación con el TDM, el TEPT, el TOC, pánico, agorafobia, ansiedad e hipocondría. Para Marín-Navarrete R y colaboradores, el grupo de trastornos comórbidos más frecuente fue el déficit de atención y comportamiento perturbador, seguido por los trastornos de ansiedad, de control de los impulsos y de la conducta alimentaria 16.
La asociación de bulimia con el sexo femenino fue significativa, en trabajos realizados con estudiantes de Medicina de la Universidad Privada de Lima se observó una mayor frecuencia en la población femenina que presentaba rasgos de trastorno de la conducta alimentaria a diferencia de la población masculina, también en estudios realizados en Chile 14,17,18.
Se constató un mayor riesgo de padecer TDM en estudiantes de los primeros tres años, lo cual comparando con trabajos realizados en una Universidad de Chile nos da una percepción de la situación emocional del estudiante en los primeros años de carrera 18.
El mayor porcentaje de TOC y ansiedad se observó en estudiantes que viven con los padres, coincidiendo con estudios realizados por Torales y colaboradores. Por su parte aquellos que vivían solos presentaron un mayor número de trastornos psiquiátricos 19.
En conclusión, teniendo en cuenta la asociación significativa entre trastornos psiquiátricos y patrones de consumo de sustancias observados, entendemos que es una problemática real que debe ser abordada por la institución pertinente. Recomendamos la implementación de estrategias de detección precoz de problemas de salud mental a través de cuestionarios en línea para estudiantes, y la posterior evaluación clínica por un especialista en salud mental, lo que permitirá un seguimiento estadístico actualizado. Además de programas de programas psicoeducativos, de promoción y prevención del cuidado de la salud mental.
Conflicto de intereses: no existen conflictos de interés.
Financiación: trabajo autofinanciado.