INTRODUCCIÓN
Los niños corren un riesgo especial de sufrir quemaduras, que a nivel mundial son la undécima causa principal de muerte entre las edades de 1 y 9 años y la quinta causa más común de lesiones infantiles no mortales1. Las quemaduras pueden provocar una discapacidad a largo plazo, tener consecuencias psicológicas duraderas y representar una gran carga para los recursos sanitarios2. La mayoría de las lesiones térmicas en menores de cinco años son escaldaduras3, cuyo tratamiento requiere muchos recursos, en los EE. UU. entre 2003 y 2012, el costo promedio por estadía en el hospital por lesiones por escaldaduras en los menores de cinco años estuvo entre $ 40,000 y $ 50,0004. El costo total del tratamiento de las lesiones por escaldaduras por agua caliente en niños y adultos en Inglaterra y Gales en 2009 se estimó en 61 millones de libras esterlinas5.
La mayoría de las quemaduras en menores de cinco años se producen en el hogar, y son causadas más comúnmente por líquidos calientes6. Las que ocurren por el agua del baño es más probable que afecten mayor superficie corporal, especialmente en lactantes y niños pequeños, y es más probable que sean hospitalizados, transferidos a un hospital especializado o unidad de quemados. Los mayores suelen quemarse con fuego directo y otros agentes fuera del domicilio. Afortunadamente, la mayoría de las veces predominan las quemaduras superficiales y de poca extensión7,8.
Los datos epidemiológicos relacionados con las lesiones por quemaduras son limitados. En un Hospital de referencia de Joao Pessoa, Brasil, la mayoría de los niños y adolescentes víctimas de quemaduras ingresados de enero de 2007 a diciembre de 2009 fueron lactantes, preescolares y varones. El incidente ocurrió mayoritariamente en el domicilio, por accidente y sufrieron escaldaduras. Las quemaduras de segundo grado predominaron (62,6%) y el 24,2% de los mismos desarrolló complicaciones siendo la infección secundaria la más común (12,1%). La balneoterapia fue uno de los procedimientos más comunes y es una intervención importante utilizada en la mayoría de los estudios que abordan tratamiento médico para quemaduras cuyo objetivo es reducir contaminación de las zonas afectadas9.
En México, los niños con quemaduras que ingresaron a la Unidad de Niños con Quemaduras del Hospital Civil de Guadalajara Dr. Juan I. Menchaca durante 2009 a 2011, fueron principalmente varones (63,4%) y menores de cinco años de edad (65,2%). Las lesiones fueron causadas por agua (56,2%), produciendo quemaduras de segundo grado superficial y profundo o menores (69,2%) que afectaron menos del 20% de la superficie corporal total (74,5%)10.
En Cuba en el Servicio de Quemados del Hospital Provincial General Camilo Cienfuegos de Sancti Spíritus se estudiaron 94 menores de 18 años, predominando los de 0-4 años y los varones. La mayor parte de las lesiones se produjeron en la casa y los agentes etiológicos fueron: los líquidos calientes o hirvientes y los metales calientes; siguió en frecuencia el indicador calle con el rozamiento y los accidentes por los rayos de bicicleta. Según su profundidad predominaron las quemaduras dérmicas superficiales e intermedias, y la extensión menor de 5 %11. En el Servicio de Caumatología del Hospital Infantil Norte Docente "Juan de la Cruz Martínez Maceira" de Santiago de Cuba, en 58 pacientes con quemaduras, remitidos del nivel primario de atención, desde enero de 2009 hasta diciembre de 2010, también predominaron el sexo masculino, y los líquidos hirvientes como agente causal más frecuente7.
En Ecuador, de 343 pacientes pediátricos con quemaduras atendidos en el Hospital Baca Ortiz de Quito, de enero a diciembre del 2016, 180 requirieron hospitalización (52,48%), con predominio de menores de 5 años (67,6%) y el género masculino (55,7%); las quemaduras por líquido caliente representaron el 70,6%12. La mortalidad fue del 1,1% y estuvo relacionada con quemaduras por fuego, de más del 50% de superficie corporal y con compromiso de vía aérea.
En el sur Gales, un estudio13) de revisión de expedientes de todos los casos de quemaduras en el servicio de urgencias de un centro regional de quemados, en 1387 menores de 16 años se identificó como la lesión térmica más común a las escaldaduras (41,0%) seguido de quemaduras por contacto (40,6%). Los pacientes que requirieron hospitalización fueron significativamente más jóvenes (2 vs 3 años; p <0,001) y tenían una mayor tasa de lesiones no accidentales (10 vs 4; p <0,001). El sitio más comúnmente lesionado en ambos grupos de edad fue la mano o el dedo.
En nuestro país, no hay estudios ni registros de las causas más frecuentes de quemaduras en niños/as. La obtención de informaciones epidemiológicas es fundamental para caracterizar a la población afectada, así como las circunstancias en las que ocurrieron estas lesiones. Además, un análisis diagnóstico es un aporte para que las instituciones locales involucradas en la atención, puedan planificar estrategias de control y prevención del trauma mediante la identificación del problema, con el fin de reducir la demanda hospitalaria y prevenir las tasas de mortalidad por quemaduras en la población infantil y adolescente. El objetivo del estudio fue establecer las causas más frecuentes de quemaduras por las cuales los mismos acuden al servicio de urgencias del Hospital Nacional del Quemado de la Ciudad de Asunción-Paraguay.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño y población de estudio
Estudio observacional descriptivo retrospectivo en niños de 2-5años que sufrieron quemaduras y fueron registrados en el Centro Nacional del Quemado y Cirugías Reconstructivas Dr. Arnaldo Bendlin en el periodo 2019-2020.
El Centro Nacional de Quemaduras y Reconstrucción es el hospital de referencia del país para tratamientos de lesiones por quemaduras, cuenta con un total de 32 camas, de las cuales 11 son de terapia intensiva; además de 4 quirófanos; 3 salas de laborterapia y 1 de cuidados intermedios para pacientes agudos. Dispone igualmente de un área de microcirugía, 4 camas de cirugías en una sala de recuperación y 3 áreas de balneoterapia.
Recolección de datos
Se realizó la revisión retrospectiva de las historias clínicas de los pacientes niños de 2 - 5 años que sufrieron quemaduras y estaban registrados en el Centro Nacional del Quemado y Cirugías Reconstructivas Dr. Arnaldo Bendlin en el periodo 2019 - 2020. Se analizaron las variables demográficas como edad, sexo y procedencia; fuente de la quemadura; las características clínicas como localización anatómica de la quemadura, grado de quemadura, tratamiento médico o quirúrgico y balneoterapia.
Análisis de datos
La información fue recolectada de las fichas clínicas de pacientes mediante un formulario de Google Docs© diseñado para el efecto, posteriormente fueron adaptados a una base de datos en Microsoft Office Excel© y exportados para el análisis al paquete estadístico Epiinfo© v.14.0 (CDC, Atlanta), donde se realizó el análisis descriptivo.
RESULTADOS
Se estudiaron 338 pacientes, de los cuales 184 (54,4%) eran del sexo masculino, 215 (63,6%) del departamento Central, y 131 (38,8%) tenían 2 años de edad (Tabla 1).
Características generales | n | % |
---|---|---|
Sexo masculino | 184 | 54,4% |
Procedencia | ||
Central | 215 | 63,6% |
Asunción | 37 | 10,9% |
Alto Paraná | 12 | 3,6% |
San Pedro | 10 | 3% |
Canindeyú | 9 | 2,7% |
Cordillera | 8 | 2,4% |
Paraguarí | 8 | 2,4% |
Concepción | 7 | 2,1% |
Caaguazú | 7 | 2,1% |
Itapúa | 5 | 1,5% |
Guairá | 5 | 1,5 |
Caazapá | 4 | 1,2% |
Presidente Hayes | 4 | 1,2% |
Amambay | 3 | 0,9% |
Otro (Misiones, Ñeembucú, Boquerón) | 4 | 1,2% |
Edad (años) | ||
2 | 131 | 38,8% |
3 | 94 | 27,8% |
4 | 65 | 19,2% |
5 | 48 | 14,2% |
Características | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Agente | ||
Líquido caliente | 255 | 75,4% |
Objeto caliente | 34 | 10,1% |
Fuego, llamas, brasa | 29 | 8,6% |
Electricidad | 9 | 2,7 |
Otro agente | 11 | 3,3 |
Lugar del accidente | ||
Propio hogar | 324 | 95,9% |
Vía pública | 14 | 4,1% |
La lesión de la quemadura en 118 (34,9%) fue en miembros inferiores, en 276 (81,7%) fue quemadura de segundo grado, 337 (99,7%) recibieron tratamiento médico y 8 (2,4%) recibieron balneoterapia (Tabla 3).
Características | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Localización | ||
Miembros Inferiores | 118 | 34,9% |
Miembros Superiores | 92 | 27,2% |
Tórax | 50 | 14,8% |
Abdomen | 22 | 6,5% |
Cabeza | 32 | 9,5% |
Pelvis | 19 | 5,6% |
Cuello | 5 | 1,5% |
Grado de quemadura | ||
1 | 41 | 12,1% |
2 | 276 | 81,7% |
3 | 21 | 6,2% |
Tratamiento | ||
Médico | 337 | 99,7% |
Quirúrgico | 1 | 0,3% |
Balneoterapia | 8 | 2,4% |
DISCUSIÓN
En el presente estudio se estudiaron 338 pacientes niños de 2 - 5 años que sufrieron quemaduras y fueron registrados en el Centro Nacional del Quemado y Cirugías Reconstructivas Dr. Arnaldo Bendlin en el periodo 2019 - 2020, que es un centro de referencia del país. Las quemaduras son un importante y creciente motivo de consulta y hospitalización, causando en muchos pacientes grados variables de discapacidad e incluso, en algunos casos, la muerte. El manejo de pacientes con quemaduras es un desafío, debido, entre otros factores, al polimorfismo de su clínica, la gran variedad de tratamientos existentes, lo prolongado de su evolución y el elevado costo económico y social que implican. Por estos motivos, el cuidado de pacientes con quemaduras graves debe estar a cargo de un equipo multidisciplinario, capaz de brindar una atención individualizada, lo que garantizará los mejores resultados1.
Se encontró cierto predominio del sexo masculino (54,5%), hallazgo que coincide con la mayoría de los estudios, así en un Hospital de referencia de Joao Pessoa, Brasil, el 54% de los niños y adolescentes víctimas de quemaduras eran varones9, mientras que en México la frecuencia de varones fue aún mayor (63,4%)10. En el Servicio de Caumatología del Hospital Infantil Norte Docente "Juan de la Cruz Martínez Maceira" de Santiago de Cuba también predominaron los varones7. La explicación que se da es que los niños son más propensos a los accidentes por la preferencia por juegos con mayor riesgo y por lo tanto están más expuesto a los factores causantes de quemaduras.
Los grupos de edad que predominaron fueron los de 2 y 3 años, lo cual coincide con otros estudios como el de Cuba en el que predominaron los de 0 a 4 años, el de México, donde de los niños con quemaduras que ingresaron a la Unidad de Niños con Quemaduras del Hospital Civil de Guadalajara Dr. Juan I. Menchaca durante 2009 a 2011, el 65,2% eran menores de cinco años de edad10. Niekerk et al. [14] informaron que el mayor porcentaje de niños quemados estaba en el grupo de niños menores de 2 años y que el factor de mayor riesgo es la edad, cuanto más joven es el niño, mayor es el riesgo. Cuenca-Prado et al.15 encontraron que el 40,2% de los pacientes eran menores de 2 años y 74,8% menores de 5 años; al aumentar la edad menos era la frecuencia de quemaduras. El desarrollo neuropsicomotor de los niños entre uno y dos años de edad es intenso, marcado por el entusiasmo y la curiosidad por explorar el medio ambiente donde viven. Un trabajo hecho en EE. UU. en un período de 6 años, 1997-2002, refirió que la capacidad de los niños, especialmente los niños pequeños, para alcanzar recipientes de líquidos calientes en superficies elevadas se refleja en los datos de las lesiones, y existe una aparente falla por parte de los padres para reconocer la capacidad de los niños para identificar situaciones de peligro y la falta de reconocimiento de la posible gravedad de la lesión resultante6.
La fuente de quemaduras más común en el presente estudio fue líquidos calientes (75,4%). La mayoría de los estudios informan que las quemaduras en menores de cinco años son causadas más comúnmente por líquidos calientes, así en Ecuador11 se encontró que el50% correspondía también a líquidos calientes como una de las causas principales de quemaduras, y en México también se encontró un alto porcentaje de quemaduras por líquidos calientes12. Cuenca-Pardo et al. informó que en México, el 77,7% de los casos fue por líquidos calientes15. Probablemente esto se puede deber al descuido que se tiene con los niños cuando se hierve agua o leche u otro líquido. Es importante tener mucha precaución a la hora de calentar líquidos y tener niños cerca, porque un sencillo descuido puede ser muy peligroso.
En nuestro estudio la electricidad y otros agentes como sustancias químicas fueron causante de 2,7% y 3,3% de las quemaduras, respectivamente. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las lesiones de la piel o de otros tejidos debidas a la radiación, la radiactividad, la electricidad, la fricción o el contacto con productos químicos también se consideran quemaduras7.
El lugar en donde se produjo la quemadura en los niños fue en el 95,6% el hogar, lo cual coincide con lo encontrado por varios estudios, Pico Almeida halló que el domicilio era el lugar donde más comúnmente se producen los accidentes de esta índole16, al igual que otro trabajo realizado en Perú17. Es de esperar que se produzcan más accidentes en la casa porque es donde los niños pasan la mayor parte del tiempo. Hay que hacer hincapié en no descuidar a los niños en ningún momento y menos aún dentro del hogar, y a que se suele tener una falsa sensación de seguridad.
Gran parte de la población estudiada tuvo lesiones en miembros inferiores. Las áreas anatómicas afectadas varían de acuerdo a cada estudio. En un estudio retrospectivo de revisión de historias clínicas de todas las presentaciones de quemaduras al servicio de urgencias de un centro regional de quemados en Gales del Sur se corroboró que el sitio más común de la lesión fueron manos y dedos13. En un estudio de Brasil9 las áreas del cuerpo más afectadas fueron el tronco, extremidades superior e inferior. Otros estudios18,19 mostraron que la región de la cabeza fue la zona más afectada. Identificar el área del cuerpo afectada20 es importante para evaluar el riesgo de lesión porque podría estar asociado con importantes características anatómicas, fisiológicas, alteraciones endocrinológicas e inmunológicas que necesitan cuidados para prevenir o minimizar la extensión de daño.
La profundidad de la quemadura más frecuente fue de segundo grado, hallazgo que coincide con varios estudios. En Brasil, el 62,6% de las quemaduras fue también de segundo grado. Prácticamente todos los accidentes recibieron solo tratamiento médico; pocos pacientes recibieron balneoterapia. Los procedimientos más comunes que los pacientes han sido sometidos en un hospital de referencia de Brasil fueron la balneoterapia, analgesia, desbridamiento, injertos de piel, terapia con antibióticos y cirugía plástica. La elección del tipo de procedimiento, depende del área y la gravedad de la lesión, ya que la determinación del tratamiento de las quemaduras requiere atención individual en cada zona afectada. A pesar de que la balneoterapia es una intervención importante para reducir contaminación de las zonas afectadas en nuestro estudio fue usada solo en el 2,4% de los casos. En Brasil el procedimiento se realiza en el Centro de Terapia de Quemaduras monitoreando las condiciones vitales del paciente desde limpieza mecánica aplicando fricción manual al tejido lesionado puede ser susceptible a intercurrencias21. Los autores justifican el uso de la analgesia como el segundo procedimiento más realizado por parte del equipo debido a la gran cantidad de lesiones de segundo grado que se caracterizan por episodios importantes de dolor que requieren el uso de medicamentos para reducirlo. Además, probablemente se necesita limpieza mecánica, un requisito previo para la balneoterapia, lo que también puede explicar la alta demanda de analgésicos.
Las quemaduras no fatales son una de las principales causas de morbilidad que incluyen hospitalización prolongada, desfiguración y discapacidad que a su vez suelen generar estigmatización y rechazo12. Los accidentes debidos a este tipo de lesiones requieren una atención específica y un enfoque preventivo. Se entiende que profesionales de diferentes campos del conocimiento, como la educación y la salud, pueden contribuir al servicio de atención primaria al orientar a los padres, tutores y al niño sobre los peligros que los rodean y brindar asistencia para prevenirlos3. Una de las formas efectivas de prevenir los accidentes infantiles es la participación directa de la familia y la escuela, ya que son los encargados de educar a los niños y adolescentes. Por lo tanto, los enfoques y comportamientos preventivos deben comenzar en el entorno familiar y en la escuela involucrando a los niños y sus tutores. Un metaanálisis encontró que la educación sobre seguridad en el hogar, incluida la provisión de equipo de seguridad, fue eficaz para aumentar la proporción de familias que utilizaba una temperatura segura del agua caliente del grifo, pero faltaron pruebas de que la seguridad en el hogar redujo las tasas de quemaduras o ayudó a las familias a mantener las bebidas calientes fuera del alcance de los niños22.
La limitación más importante que tuvo nuestra investigación fue el carácter retrospectivo que no garantiza la calidad de la información de las historias clínicas, numerosas variables de interés no se registran de manera a una mejor caracterización clínica y epidemiológica de los pacientes con quemaduras. Por lo tanto, se necesita más investigación sobre los obstáculos que impiden un adecuado registro médico de los pacientes que reciben atención de los profesionales de la salud. Los registros deben ser llenados de forma responsable y comprometida porque representa la comunicación escrita entre servicios, es decir, puede indicar la incidencia y prevalencia de determinadas enfermedades, el perfil de atención, y también sirven como material de referencia para docencia e investigación.