INTRODUCCIÓN
Las infecciones asociadas con la atención sanitaria afectan cada año a cientos de millones de pacientes a nivel mundial y representan las principales causas de morbimortalidad. La Organización Mundial de la Salud realizo una encuesta de prevalencia en 55 hospitales de 14 países que representaban a cuatro regiones (Asia Sudoriental, Europa, Mediterráneo Oriental, Pacifico Occidental) donde el 8,7% de los pacientes hospitalizados adquieren infecciones nosocomiales y más de 1.4 millones de personas sufren de complicaciones vinculadas con la atención sanitaria1.
En los países desarrollados entre el 5% y el 10% de los pacientes hospitalizados adquieren alguna infección en los Estados Unidos uno de cada 136 pacientes padece complicaciones por las infecciones contraídas en el hospital, esto equivale a 2 millones de casos y unas 80.000 muertes anuales2.
En los pacientes críticos el 25% desarrolla infecciones intrahospitalarias y se estima que a nivel mundial 1 de cada 4 pacientes ingresados en las unidades de terapias intensivas manifiestan infecciones nosocomiales durante su estadía. En los países con escasos recursos el porcentaje de infecciones nosocomiales es aún más importante siendo el 40% o más3.
Las infecciones intrahospitalarias son prevenibles mediante una técnica sencilla, económica y muy eficaz que es el lavado de manos, esto surge como teoría desde la antigüedad a mediados del siglo XIII gracias a un médico húngaro, Ignaz Semmelweis quien descubrió que las enfermedades contraídas en los hospitales eran propagadas por las manos y esto se podía evitar lavando las manos antes de brindar atención a los enfermos, desde aquel entonces el lavado de manos quedo establecida como técnica universal. A base de esto en1975 y 1985 el Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades en Atlanta Estados Unidos público reglamentos que demostraban el correcto procedimiento para realizar el lavado de manos y designó elementos necesarios para su ejecución, como el uso de antisépticos4.
La Organización Mundial de la Salud en el año 2002 en la 55ª asamblea estableció la promoción mundial sobre la seguridad del paciente reforzando los sistemas de seguridad y control por medio de guías y protocolos sobre el lavado de manos. El incumplimiento conlleva a la aparición de enfermedades infectocontagiosas y con ello, morbimortalidad, internación hospitalaria prolongada, cargas financieras adicionales y estrés a los pacientes y familiares5).
Los riesgos producidos por el incumplimiento del lavado de manos en los centros de salud, especialmente en las unidades de cuidado intensivo, son las infecciones nosocomiales que se presentan de manera frecuente, por tal motivo se justifica evaluar el cumplimiento del protocolo de lavado de manos en un servicio de salud de la cuidad de Encarnación para evidenciar el cumplimiento del mismo como una garantía de prevención de enfermedades infectocontagiosas.
MATERIALES Y MÉTODOS
Este es un estudio observacional descriptivo con enfoque cuantitativo
Como materiales para la higiene de las manos se utilizó jabón líquido (yodopovidona al 7,5% y clorhexidina al 4%), y para el secado de las manos toalla de papel simple o doble. Como instrumento de recopilación de datos se utilizaron tres planillas A, B y C, la planilla A con tres indicadores referidos a la forma de realización del lavado de manos, la planilla B con cinco indicadores sobre los momentos del lavado de manos y la planilla C se utilizó para recabar datos respecto a las capacitaciones recibidas durante los últimos dos años. La recopilación de datos se realizó de marzo a julio, toda la semana y en los tres turnos, mañana, tarde y noche y entre 2 a 3 observaciones por cada enfermero dependiendo de los turnos y obteniendo 54 observaciones totales.
En la planilla A se calificó el cumplimiento de los pasos establecidos en la técnica del lavado de manos, observando tres indicadores los cuales fueron sobre el cumplimiento total de los pasos, el incumplimiento y cumplimiento parcial de los pasos. En la planilla B se evaluó el cumplimiento de la técnica del lavado de manos en los cinco momentos indicados por la Organización Mundial de la Salud establecido en el Manual de Prevención y Control de Infecciones asociadas a la Atención de la Salud, año 2017 del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social6, como así también preguntas acerca de capacitaciones sobre dicha técnica que se evidencian en la planilla C.
Para realizar la observación se tuvieron en cuenta los pasos establecidos en el Manual de Prevención y Control de Infecciones asociadas a la Atención de la Salud, año 2017 del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, donde se indican los respectivos pasos a seguir: abrir la llave del agua con la mano dominante y mojar vigorosamente las manos, aplicar jabón antiséptico en la palma de la mano, friccionar toda la superficie de las manos durante 10 a 15 segundos en siguiente orden; palma y dorso con movimientos circulares, espacios interdigitales, pulgar y dedos con movimientos rotatorios, uñas y muñeca. Posteriormente, enjuagar vigorosamente, secar las manos con toallas de papel descartables y cerrar la llave de agua con toalla descartable y desechar (6.
Para la observación de los momentos del lavado de manos se consideró al ingreso en el servicio, antes del contacto con el paciente, antes de realizar una tarea aséptica, después de realizar una tarea aséptica y antes de salir del servicio. Y para recabar datos referentes a las capacitaciones realizadas en los últimos dos años se entablaron preguntas al respecto.
Los datos recopilados fueron cargados en planillas Excel Office 2016 y procesados estadísticamente para obtener gráficos de barras y circulares conteniendo porcentaje de los indicadores específicos.
RESULTADOS
Se trabajó con 24 enfermeros a cargo de un servicio de salud de la ciudad de Encarnación con predominio del sexo femenino del 62%, en cuanto a la edad el 38% tenía entre 25 a 30 años, el 29% entre 31 a 35 años, el 21% entre 36 a 40 años y el 12% entre 41 a 45 años. Referente a la antigüedad en el ejercicio de la profesión el 46% posee de 0 a 5 años, el 29% de 6 a 10 años y el 25% de 11 a 15 años (Figura 1).
En la Figura 2 se observan el porcentaje de cumplimiento de la técnica de lavado de manos, donde el 54% de los observados no cumplieron con la técnica del lavado de manos, el 46% cumplieron con la técnica, de los cuales solamente el 2% cumplieron adecuadamente con los pasos indicados en la técnica y un 44% lo hicieron parcialmente.
Referente a la realización del lavado de manos en sus cinco momentos, la Figura 3 muestra que el 35% realizaron al ingreso del servicio, antes de realizar una tarea aséptica y después de salir del servicio, el 22%realizaron al ingreso del servicio, antes del contacto con el paciente, después de realizar una tarea aséptica y antes de salir del servicio, el 20% al ingreso del servicio, antes de realizar una tarea aséptica, después de realizar una tarea aséptica y antes de salir del servicio, solamente el 15% cumplió con los momentos del lavado de manos determinadas en el protocolo, es decir, lo realizaron al ingresar al servicio, antes del contacto con el paciente, antes de realizar una tarea aséptica, después de realizar una tarea aséptica y antes de salir del servicio y el 8% realizaron el lavado de manos después de realizar una tarea aséptica y antes de salir del servicio.
Se puede apreciar en la Figura 4 que el 70% de los enfermeros no recibieron capacitaciones en los últimos 2 años referido al protocolo del lavado de manos y el 30% si lo recibieron.
DISCUSIÓN
Respecto a la técnica de lavado de manos por los enfermeros de un servicio de salud de la cuidad de Encarnación, los resultados arrojaron un 54% de incumplimiento del protocolo de lavado de manos, estudios realizados por Riveros Pérez, Zambrano y Amado en una clínica privada de Colombia en el 2012 han determinado el cumplimiento del lavado de manos menos del 50% y comprobaron que el motivo se debió a la falta de conocimiento de los protocolos7.
Los investigadores Sares y Solis en 2009 hacen referencia a que el incumplimiento del lavado de manos en un hospital de Ecuador oscila entre el 43% y el 60%, concluyendo que los profesionales lavan sus manos la mitad de las veces de las que está indicada y con menor duración a la recomendada8.
Otro análisis estadístico hecho por De Vita y colaboradores en una Unidad de Terapia Intensiva de Argentina demostraron que el incumplimiento del lavado de manos fue de 41%, porcentaje casi estimativo a lo nuestro, en donde se pudo comprobar un 54% de incumplimiento. También señalaron que el cumplimiento del lavado de manos fue de 29%a 87%, nuestros resultados obtenidos al respecto fueron casi similar consiguiendo un 46% de cumplimiento, de los cuales solamente el 2% efectuó todos los pasos establecidos para la realización del lavado de manos y el 44% lo realizo bajo la denominación de cumple parcialmente. Por otro lado, comprobaron que un 47% de los observados se lavaban las manos antes del contacto con el paciente y el 70% después del contacto con el paciente, este último dato hace referencia a que el profesional prevalece el lavado de manos después de la atención al paciente por seguridad propia9.
Por otro lado, una investigación hecha por Saldarriaga y colaboradores en un hospital de Perú en el 2015, identificaron que el lavado de manos posee mayor adherencia en los momentos 1 y 4, es decir antes del contacto con el paciente y después del contacto con el paciente, esta situación es semejante a lo observado en el servicio de salud de la cuidad de Encarnación donde priorizaban el lavado de las manos después del contacto con el paciente10.
Un estudio realizado en un hospital de Colombia por Henao y Sierra en el 2014 a un grupo de alumnos de enfermería y medicina sobre evaluación en la calidad de aplicación de la técnica del lavado de manos constato que no se lavaban las manos correctamente, haciendo énfasis en la parte educativa como factor predisponente y primordial en la aplicación correcta de la técnica11.
Zamudio y otros investigadores manifestaron que en un hospital de tercer nivel de México las capacitación sobre el lavado de manos son denegadas porque se considera una técnica habitual, por otro lado Pittet y colaboradores argumentaron mediante intervenciones donde se incluyó capacitaciones se consiguió una adherencia del lavado de manos y a su vez una reducción importante en la tasa de infecciones, esto se tomó como base en la realización de la Guía de Higiene de Manos en el cuidado de la salud lanzado por la Organización Mundial de la Salud en el año 200912.
Los datos obtenidos en el servicio de salud de la ciudad de Encarnación referente a cursos de capacitaciones sobre el lavado de manos, se comprobó que el profesional ha tenido una baja participación al respecto y solamente el 30% acudieron a curso de capacitaciones en los últimos dos años.
Se evidencia el incumplimiento del protocolo de lavado de manos por los profesionales de enfermería de un servicio de salud de la cuidad de Encarnación, lo que pone en riesgo la salud de los pacientes ya que ello incrementa las tasas de infecciones asociadas a la atención sanitaria/ infecciones intrahospitalarias.
Es necesario monitorear de forma sistemática el cumplimiento del protocolo y aplicar las observaciones y sanciones correspondientes acorde a lo estipulado en el reglamento de salud. Propiciar cursos de capacitaciones o retroalimentación abordando el tema con mayor compromiso y profesionalismo dado que según datos oficiales el de la Organización Mundial de la Salud hasta un 70% de los profesionales de salud no realizan las prácticas recomendadas de higiene de las manos.