INTRODUCCIÓN
Los antibióticos se han convertido en uno de los medicamentos más utilizados desde su introducción en 1928 por Sir Alexander Fleming1. En odontología, pueden usarse tanto terapéutica como profilácticamente2. No obstante, la manera más efectiva de tratar el dolor o infecciones odontogénicas consiste en el tratamiento odontológico, por ejemplo, un tratamiento endodóntico o una exodoncia3. Los antibióticos también pueden prescribirse con la intención de prevenir una infección en el sitio quirúrgico, en el caso de la profilaxis primaria, mientras que la profilaxis secundaria tiene como objetivo evitar la infección en un sitio distante; por ejemplo, en casos de pacientes con una condición cardiaca de alto riesgo para prevenir la endocarditis infecciosa4. Cuando se usan correctamente cumplen con su función primordial, que es la erradicación de las infecciones bacterianas. Sin embargo, un fenómeno preocupante es el aumento de la resistencia a los antibióticos.
La resistencia a los antibióticos se ha establecido como un problema de salud pública a nivel global, y es probable que la prescripción inapropiada por parte de los odontólogos contribuya al problema2. La resistencia antimicrobiana es la tolerancia adquirida por un microorganismo a un antibiótico que era inicialmente efectivo para el tratamiento de infecciones causada por ese microorganismo5. Los factores principales asociados a la resistencia antimicrobiana son la duración de la terapia y la dosis empleada1. Varios antibióticos que eran muy efectivos en el pasado son inutilizables hoy día6.
Con lo expuesto anteriormente, se evidencia la necesidad de fortalecer los controles en el expendio y comercialización de los medicamentos con actividad antibiótica de uso sistémico en el país. En consecuencia, el 1 de noviembre del 2018 entró en vigencia la Resolución S.G.Nº 576/18 del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS)7, por cual se establece la venta obligatoria de medicamentos que tengan actividad antibiótica de uso sistémico, bajo receta simple archivada. Luego, la Resolución S.G. N° 608/18 del MSPyBS8 amplía el artículo 4° de la Resolución S.G.N° 576/18, donde se presentan los datos que debe tenerla receta simple archivada para la dispensación de antibióticos de actividad sistémica que todo odontólogo debe conocer para la prescripción a los pacientes. Dichos datos son: nombres, apellidos, número de cédula de identidad y diagnóstico del paciente (CIE 10 o actualizado), debe contener la leyenda con caracteres indelebles, fácilmente legibles y visibles “válido por 5 (cinco) días desde su emisión”, fecha de emisión de la receta, firma y sello del médico prescriptor con el número de registro profesional. Dentro de la misma se establece que podrán prescribir los medicamentos que tengan actividad antibiótica, los médicos, los licenciados en obstetricia, los odontólogos y los veterinarios. Éstos últimos deberán aclarar en la receta respectivas “uso odontológico” o “uso veterinario”, según corresponda7,8.
Entre las normativas presentes para dicha prescripción se encuentra la utilización de la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas Relacionados con la Salud, Décima Revisión (CIE10), el cual permite el registro sistemático, el análisis, la interpretación y la comparación de los datos de mortalidad y morbilidad recolectados en diferentes países o áreas, y en diferentes épocas. La CIE se utiliza para convertir los términos diagnósticos y de otros problemas de salud, de palabras a códigos alfanuméricos que permiten su fácil almacenamiento y posterior recuperación para el análisis de la información. En la Tabla 1 se exponen los códigos CIE más utilizados en odontología. La función de los codificadores consiste en asignar el código apropiado a los diagnósticos y efectuar la selección del o de los que van a ser ingresados a la base de datos9.
Código | Descripción |
---|---|
K04.0 | Pulpitis: aguda, crónica (hiperplásica) (ulcerativa), supurativa. |
K04.1 | Necrosis de la pulpa, Gangrena de la pulpa. |
K04.4 | Periodontitis apical aguda originada en la pulpa, Periodontitis apical aguda SAI. |
K04.5 | Periodontitis apical crónica, Granuloma apical o periapical, periodontitis apical SAI. |
K04.6 | Absceso periapical con fístula, absceso dental con fístula, absceso dentoalveolar con fístula. |
K04.7 | Absceso periapical sin fístula, absceso dental SAI, absceso dentoalveolar SAI, absceso periapical SAI. |
K05.2 | Periodontitis aguda: Absceso: paradontal, periodontal, pericoronaritis aguda. Excluye:absceso periapical (K04.7) con fístula (K04.6), periodontitis apical aguda (K04.4). |
K12.2 | Celulitis y absceso de boca, Abscesos submandibulares, Celulitis (del piso) de la boca. Excluye: absceso (de): glándula salival (K11.3), lengua (K14.0) periapical (K04.6-K04.7), periodontal (K05.2), peritonsilar (J36). |
En cuanto a la prescripción de medicamentos, en el artículo 3° de la Ley N° 2.320/03 se dispone que el antibiótico, sea este monodroga o combinación a dosis fija, deberá efectuarse por el nombre genérico o sea por la Denominación Común Internacional (DCI) que se indique, seguido de la concentración, la forma farmacéutica y la dosis/unidad, así como de la prestación solicitada. La receta podrá indicar además del nombre genérico, la denominación comercial o marca registrada de la especialidad farmacéutica10.
Las complicaciones asociadas con el uso de los antibióticos han influenciado estudios sobre el conocimiento y práctica relacionada con la prescripción de antibióticos en odontólogos. Entender los hábitos de prescripción de antibióticos por parte de los odontólogos podría ayudar a desarrollar planes y programas de capacitación para mejorar la práctica. Por tanto, el objetivo del presente estudio fue determinar el nivel de conocimiento y práctica de la normativa de la receta simple archivada para la prescripción de antibióticos de uso sistémico en odontólogos de Asunción y Gran Asunción en el año 2019.
MATERIALES Y MÉTODOS
El diseño del estudio fue observacional descriptivo, de corte transversal. Para la estimación del tamaño de muestra se fijó una proporción esperada de 0,50 con una amplitud total del intervalo de confianza de 0,15 y un nivel de confianza del 95%, lo que dio como tamaño de muestra mínimo para realizar el estudio 171 sujetos11. Previendo pérdida de datos se incluyeron 190 sujetos, sin discriminación de sexo ni límite de edad, que se encontraban ejerciendo la profesión en Asunción y Gran Asunción (San Lorenzo, Lambaré, Luque, Fernando de la Mora, Mariano Roque Alonso, Capiatá, San Antonio, Limpio, Ñemby, Villa Elisa) en los meses de abril y mayo del 2019. Fueron excluidos los profesionales especialistas en el área de farmacología y odontología legal y forense y aquellos que no deseaban participar del estudio.
El tipo de muestreo fue no probabilístico por conveniencia. Se solicitó la participación en forma voluntaria previa explicación de los objetivos y propósitos del estudio. Los datos de identificación de los participantes de este estudio se mantendrían de forma confidencial y que los resultados se utilizaron solo para fines de la investigación. El cuestionario fue entregado personalmente a los profesionales visitados para su completamiento.
Las variables principales fueron: a) los conocimientos sobre los antibióticos, la Resolución S.G. N° 576/18 del MSPyBS, el código CIE 10 y sobre la validez de la receta simple archivada de los antibióticos; y b) la práctica sobre los datos del profesional y del paciente que debe incluir la receta simple archivada de los antibióticos y el código CIE 10. Otras variables consideradas en el trabajo fueron: año de egreso, institución, sexo y ubicación del consultorio.
Se diseñó un cuestionario que fue dividido en 2 secciones, en la primera se consignaron las variables demográficas que permitieron caracterizar a la población de estudio. La segunda constaba de 13 preguntas; de las cuales 3 (preguntas 1, 2 y 12) medían el conocimiento, y 4 (preguntas 5, 8, 9 y 11) medían la práctica. Se estableció como nivel de conocimiento suficiente cuando se respondían correctamente las tres preguntas sobre conocimiento, e insuficiente cuando respondían correctamente menos de 3 preguntas. Se consideró un nivel de práctica adecuado cuando respondían correctamente 3 o 4 preguntas y un nivel inadecuado cuando respondían correctamente menos de 3 preguntas. Los datos individuales recabados fueron asentados en una planilla electrónica en formato Excel 2013, para su tabulación y su posterior análisis mediante estadística descriptiva.
RESULTADOS
El total de odontólogos encuestados fue de 190, de los cuales el 73,68% (140/190) correspondió al sexo femenino; 67,89% (129/190) de los profesionales egresó de una universidad pública. La mayoría de los encuestados egresaron entre los años 2010 y 2018. Cincuenta sujetos (26,32%) manifestaron ejercer en Asunción y 14 en cada una de las demás localidades (Tabla 2).
Variables demográficas | Frecuencia | Porcentaje | |
---|---|---|---|
Sexo | Femenino | 140 | 73,68% |
Masculino | 50 | 26,32% | |
Universidad | Privada | 59 | 31,05% |
Pública | 129 | 67,89% | |
Extranjera | 2 | 1,05% | |
Ubicación del consultorio | Asunción | 50 | 26,32% |
Gran Asunción | 140 | 73,68% | |
Año de egreso | 1970-1979 | 4 | 2,12% |
1980-1989 | 25 | 13,16% | |
1990-1999 | 22 | 11,58% | |
2000-2009 | 50 | 26,32% | |
2010-2018 | 89 | 46,84% | |
Total | 190 | 100,00% |
El 76,84% de los odontólogos mencionó que receta normalmente antibióticos a sus pacientes y la mayoría de ellos respondió que receta la amoxicilina con mayor frecuencia a sus pacientes (Tabla 3).
Preguntas | Frecuencia | Porcentaje | |
---|---|---|---|
Receta antibióticos | No | 44 | 23,16% |
Sí | 146 | 76,84% | |
Antibióticos más recetados | Amoxicilina | 151 | 79,47% |
Amoxicilina con sulbactam | 122 | 64,21% | |
Amoxicilina con ác.clavulánico | 72 | 37,89% | |
Azitromicina | 49 | 25,79% | |
Eritromicina | 13 | 6,84% | |
Metronidazol | 12 | 6,32% | |
Ciprofloxacina | 10 | 5,26% | |
Clindamicina | 5 | 2,63% | |
Cefalexina | 4 | 2,11% | |
Levofloxacina | 1 | 0,53% |
Observación: Se podía marcar más de una opción entre los antibióticos más recetados.
La mayoría respondió correctamente las preguntas acerca de la definición de antibiótico y los riesgos de una mala prescripción, pero menos de la mitad respondió correctamente sobre la validez de la receta simple archivada (Tabla 4).
Preguntas | Frecuencia | Porcentaje |
---|---|---|
Definición de antibiótico | 176 | 92,63% |
Riesgo de una mala prescripción médica | 177 | 93,16% |
Validez de la receta simple archivada | 88 | 46,32% |
La mayoría (82,1%, 156/190) manifiesta utilizar el nombre genérico para recetar el antibiótico y entre esos 27,3% (52/190) utilizan además el nombre comercial (Figura 1).
El 94,21% (179/190) de los odontólogos refirió conocer qué datos del paciente debe incluirse en la receta simple archivada (Tabla 5) pero sólo el 11,58% (22/190) de los odontólogos incluye correctamente todos los datos requeridos en la receta simple archivada (Figura 2). El 72,63% de los odontólogos incluye el diagnóstico en la receta simple archivada, de los cuales el 15,22% utiliza el código CIE 10.
Preguntas | Respuesta afirmativa | ||
---|---|---|---|
Frecuencia | Porcentaje | ||
Resolución S.G. N° 576/18 del MSPyBS | 148 | 77,89% | |
Datos que se deben incluir en la receta simple archivada | 179 | 94,21% | |
Código CIE10 | 52 | 27,37% |
De los 190 odontólogos encuestados, 40% (76/190) respondió correctamente las tres preguntas de conocimiento y 10,5 (20/190) respondió correctamente las 4 preguntas sobre práctica (Tabla 6).
Variables | Frecuencia | Porcentaje | |
---|---|---|---|
Número de respuestas correctas de Conocimiento | |||
0 | 2 | 1,1% | |
1 | 11 | 5,8% | |
2 | 101 | 53,2% | |
3 | 76 | 40,0% | |
Total | 190 | 100,0% | |
Número de respuestas correctas de Práctica | |||
0 | 8 | 4,2% | |
1 | 19 | 10,0% | |
2 | 48 | 25,3% | |
3 | 95 | 50,0% | |
4 | 20 | 10,5% | |
Total | 190 | 100,0% |
El 60,53% (115/190) de los odontólogos tuvo un nivel de práctica adecuado sobre la utilización de la receta simple archivada. De los 190 odontólogos, sólo 28,42% (54/190) obtuvieron un nivel de conocimiento suficiente y un nivel de práctica adecuado (Tabla 7).
DISCUSIÓN
La fortaleza del presente estudio está en que representa el primer análisis situacional de la manera en que los odontólogos de Asunción y Gran Asunción recetan antibióticos por medio de la receta archivada simple. El 76,84% de odontólogos encuestados receta antibióticos normalmente. En Canadá, la proporción de antibióticos recetados por odontólogos en comparación con el total es alrededor de 11%, y se estima que una parte importante es innecesaria12. En el presente estudio realizado a odontólogos se demostró que el antibiótico más recetado en la práctica dental es la amoxicilina (79,47%) coincidiendo con los resultados de estudios realizados en diferentes países5,13-16. Esta tendencia se observó también en estudiantes de India (17 y Arabia Saudita (18. Segura-Egea et al. (16 reportaron que, en España, los cirujanos orales prescriben con mayor frecuencia la amoxicilina asociado con ácido clavulánico seguido por amoxicilina sola. En cambio, se reportó que en Noruega el antibiótico más recetado es el fenoximetilpenicilina 19.
En cuanto a las preguntas relacionadas al conocimiento, la mayoría (>92%) de los odontólogos respondió correctamente sobre la definición de antibiótico y riesgos de una mala prescripción médica. El 93,16% de los odontólogos encuestados en el presente estudio afirmaron que el riesgo de una mala prescripción médica es la resistencia bacteriana, dato que coincide con una encuesta realizada por Azodo y Ojehanon20 a odontólogos, en la cual consideraron en un 93% a la resistencia a los antibióticos como un problema importante en Nigeria. Sin embargo, menos de la mitad (46,32%) respondió correctamente sobre la validez de la receta simple archivada. De todos los encuestados, sólo el 40,0% pudo contestar correctamente las tres preguntas, logrando de esta manera un nivel de conocimiento suficiente.
Es curioso que 77,89% de los encuestados manifestó conocer la Resolución S.G. N° 576/18 del MSPyBS7 y al mismo tiempo el 94,21% aseguró conocer qué datos debía incluir en la receta simple archivada. Sin embargo, sólo 11,58% respondió correctamente sobre los datos que debían incluirse en la receta simple archivada (Figura 2). El artículo 3° de la Ley N° 2.320/0310) dispone que todo medicamento debe ser recetado por su nombre genérico, que puede o no estar acompañado de su denominación comercial. En el presente trabajo se encontró que la mayoría de los odontólogos manifiestan cumplir con esta norma, 104 odontólogos utilizan el nombre genérico solamente y 52 odontólogos utilizan el nombre comercial junto con el nombre genérico.
En cuanto al nivel de práctica, 60,53% de los odontólogos obtuvieron un nivel de práctica adecuado respondiendo correctamente 3 o más preguntas.
Solo el 11,58% de los odontólogos incluyó todos los datos requeridos en la receta simple archivada, cifra muy inferior a la observada por Gálvez y Vega21 quienes observaron que el 42% de las recetas médicas archivadas en una farmacia cumplían con todos los requisitos estipulados en la normativa vigente. En ambos casos se pudo constatar que el principal error encontrado estaba en los datos que debe informar el profesional. Esto puede deberse a la ausencia de datos en el membrete de la receta.
En cuanto a la validez de la receta simple archivada para la prescripción de antibióticos solo el 24,21% de los odontólogos encuestados en el presente estudio conocía dicha información. Por otra parte, Olivera Mayo22 observó que cerca de diecinueve de cada veinte prescripciones (94,5%) consignaban el diagnóstico (definitivo/presuntivo) de la patología del paciente, pero ninguna de las recetas consignaba el Código Internacional de Enfermedad (CIE 10). Resultado que no coincide con los obtenidos en el presente estudio, en donde el 72,63% refirió que incluía el diagnóstico, y sólo 15,22% del total utilizaba el código CIE 10. Estos resultados quizás se deban a que la Resolución S.G. N° 576/18 del MSPyBS7 era relativamente reciente al momento de realizar la encuesta y la difusión aún no era óptima.
Considerando los resultados del estudio, se puede concluir que menos de la mitad de los odontólogos encuestados tenía un nivel de conocimiento suficiente y la mayoría un nivel de práctica adecuado. Sólo 11,57% incluía correctamente todos los datos necesarios en la receta simple archivada. Los resultados resaltan la necesidad de dirigir los esfuerzos hacia una mejor capacitación de los odontólogos para recetar antibióticos en cumplimiento con las normas vigentes. La capacitación debe estar dirigida también hacia los estudiantes de odontología en las cátedras correspondientes. Futuros estudios podrían evaluar el cumplimiento de la normativa vigente de las recetas simples archivadas evaluándolas en las farmacias del país. Estos resultados permitirían además servir de base para comparaciones futuras.