INTRODUCCIÓN
La infección por el VIH, sigue constituyendo un problema de salud pública, debido a la amplia distribución en todo el mundo y al estigma social que acarrea1. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 2015 se produjeron 21,2-4 millones de nuevas infecciones por VIH, a su vez se estima que unos 35 millones de personas han fallecido por causas relacionadas con el SIDA hasta ese mismo año2.
Entre las poblaciones más vulnerables se encuentran los jóvenes de entre 15 y 24 años que representan el 45% estimado del total de las nuevas infecciones por año en todo el mundo, siendo su principal vía de transmisión la sexual, con una frecuencia relativa de 98% de los casos3,4. Otro grupo de riesgo son las poblaciones indígenas, las embarazadas, usuarios de drogas intravenosas, y los trabajadores sexuales, entre otros5. Se identifican como prácticas de riesgo, las prácticas sexuales (anal, vaginal u oral) sin preservativo, consumo de drogas tales como el alcohol, marihuana durante las relaciones sexuales, así como el uso de drogas intravenosas entre otros6,7.
Se asume que el mayor conocimiento que presumiblemente tienen los estudiantes de medicina en áreas del cuidado de la salud representa un factor protector en el desarrollo de actitudes y comportamientos saludables en salud sexual y reproductiva8, sin embargo, de acuerdo a estudios previos, el buen nivel de conocimientos no es suficiente para evitar conductas de riesgo por lo que es de suma importancia el estudio de los estudiantes de medicina, debido a que su profesión produce un impacto en la sociedad, ya que es un actor directamente relacionado al autocuidado y los hábitos saludables de sus pacientes y entorno9.
Con base en todo lo anterior nos planteamos como objetivo determinar las prácticas de riesgo para transmisión de VIH en estudiantes de medicina de Latinoamérica y el Caribe durante enero a febrero de 2017.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio observacional, descriptivo de corte transversal, con muestreo por conveniencia en estudiantes de medicina de Latinoamérica y el Caribe del primer al octavo año de la carrera (en Honduras la carrera dura ocho años), entre los meses de enero a febrero de 2017 que hayan accedido a llenar el cuestionario. Los estudiantes de medicina eran de países miembros de la Federación Latinoamericana de Estudiantes de Medicina (FELSOCEM). La encuesta utilizada fue anónima y autoadministrada. Respecto a los aspectos éticos, se informó a los participantes sobre los objetivos del estudio y se solicitó la autorización para el uso de sus datos en este estudio firmando un consentimiento informado. Tuvo la aprobación del Comité de Ética de la Universidad Central de Ecuador. Toda la información de las encuestas fue confidencial. Por parte de los investigadores no se divulgó, repitió o comentó la información proporcionadas por las fichas.
Para la recolección de la muestra se utilizó el Cuestionario sobre riesgo de enfermedades de transmisión sexual/Virus de Inmunodeficiencia Humana/ Hepatitis diseñado y validado por el Departamento de Salud del Estado de Nueva York, Oficina de Enfermedades Contagiosas, validado por expertos para la aplicación en este estudio10,11. El cuestionario estuvo dividido en 3 secciones, la primera de las variables epidemiológicas, la segunda de las variables sobre las prácticas sexuales, y la tercera sobre las prácticas de riesgo. El cuestionario fue divulgado a través de las redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter), mensajería instantánea (WhatsApp), y correo electrónico del cuestionario electrónico mediante Google Doc©. A todos los participantes del estudio se les notificó mediante una carta de los objetivos del estudio y aquellos que estuvieron de acuerdo, procedieron a llenarlo.
Para estimar el tamaño de la muestra se utilizó el paquete epidemiológico EpiInfo 7.0™, para un tamaño poblacional infinito, una proporción esperada de 50%, una precisión de 5%, un nivel de confianza de 95%, el tamaño muestral mínimo fue de 384.
Los datos fueron ingresados a una hoja de cálculo de Microsoft Office Excel© 2016, luego del control de calidad de los datos, las variables fueron exportadas y analizadas con el software estadístico Stata 14.0®. Los resultados se presentaron en medidas de tendencia central, dispersión y tabla de proporciones.
RESULTADOS
Fueron encuestados 638 estudiantes de medicina entre enero a febrero del 2017, de los cuales el 67,08% (428) pertenecía al rango etario de 20 a 24 años, el 59,72% (381) era del sexo femenino, el 24,29% (155) se encontraban cursando el cuarto año. El 75,54% de los encuestados afirma haber tenido relaciones sexuales, según la orientación sexual el 38,91% es heterosexual, 35,60% homosexual y 25,47 bisexual. La mayor participación de los encuestados fueron de Colombia con un 21,63% y Perú con 18,81% (Tabla 1).
Del total de encuestados el 56,02% ha practicado sexo anal, 88,65% ha practicado sexo oral, y 57,06% sexo vaginal en los últimos 6 meses. El 3,49% han pagado alguna vez por sexo, 27,57% ha involucrado alguna vez alcohol durante las relaciones sexuales y 4,36% ha mantenido relaciones sexuales con usuarios de drogas intravenosa. El 75,39% ha consumido alguna vez marihuana, 5,58% de los encuestados se ha inyectado alguna vez droga intravenosa. 18,67% afirma haber recibido transfusiones sanguíneas alguna vez. El 43,45% del total de encuestados tiene tatuajes, 56,02% tiene perforaciones aparte del de la oreja. El 63,88% nunca se ha hecho una prueba rápida para VIH. (Tabla 2).
El 24,43% de los encuestados nunca ha utilizado condón durante sus relaciones sexuales. Tabla 3
DISCUSIÓN
Las personas que viven con el virus del sida (PVVS) que son conscientes de su estado seropositivo pueden seguir participando en comportamientos de salud de alto riesgo (HRB, por sus siglas en inglés), las prácticas sexuales inseguras (PSU) y el uso de drogas intravenosas entre las PVVIH representan importantes fuentes de transmisión de enfermedades secundarias12.
En la actualidad se habla de una pandemia de VIH alrededor del mundo siendo uno de los principales medios de transmisión las prácticas sexuales inadecuadas, donde la población de riesgo en aumento son los menores de 25 años, que por lo general es la universitaria11,12.
El estudio de las poblaciones universitarias como población de riesgo para la transmisión de VIH se relaciona con el conocimiento que deberían tener en este nivel educativo y las prácticas de riesgo que pueden realizar a diario13-15. Se ha demostrado que el área de estudio universitario tiene una relación directa con los conocimientos y los comportamientos que tenga el estudiante con respecto al VIH y sus prácticas de riesgo, si bien existen estudios que indican que existe un mayor riesgo en estudiantes universitarios del área de Humanidades en comparación con los estudiantes del área de Salud, sigue siendo imperativo el estudio de estas poblaciones en su contexto sociocultural16,17.
La gran mayoría afirma ser sexualmente activos, en donde la orientación sexual referida fue muy equilibrada entre heterosexualidad, homosexualidad y bisexualidad. Es común que las prácticas de riesgo se asocien a la población no heterosexual, sin embargo, esta carga más bien es estigmática y en un error en el juzgamiento vulgar18. En la actualidad la sexualidad femenina ya no es un tabú, por ende se observa una mayor libertad de las mujeres con respecto a las relaciones sexuales, lo cual se evidencia en el estudio ya que el 54,35% de los estudiantes han tenido relaciones sexuales son mujeres19.
De la muestra estudiada el 41,36% usa de manera poco frecuente el condón en sus relaciones sexuales, pero es de alarmar que el 24,43% refiere no usar condón en sus prácticas sexuales. Esto puede ser debido al uso actual de anticonceptivos orales y otros métodos de anticoncepción, pero aun siendo estudiantes de Medicina descuidan el riesgo de transmisión de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual20,21.
El 27.57% de la población ha involucrado alcohol durante sus relaciones sexuales, lo cual se puede entender como una actividad correspondiente a la edad, sin embargo, esto puede llevar a facilitar el riesgo de transmisión de VIH22. Muchas de las prácticas que realizan los estudiantes no son totalmente seguras, ya que el 75,39% ha consumido marihuana lo cual es una conducta adoptada por los jóvenes actualmente23, el 43.45% tiene tatuajes y un 56,02% tiene perforaciones además de las de las orejas, lo que lleva a entender que un alto porcentaje de los estudiantes se mantiene realizando actividades de riesgo que pueden llevar a la primo-infección de VIH24.
La transfusión sanguínea es un riesgo debido a la probabilidad de adquirir VIH u otras enfermedades, sin embargo, existen situaciones que ameritan este procedimiento como en el caso de los encuestados en donde el 18,67% afirma haber recibido alguna transfusión sanguínea.
Posterior a todo lo discutido es alarmante que el 63,88% nunca se ha hecho una prueba de análisis para VIH, lo cual puede indicar que alguno de los encuestados pueda encontrarse en periodo de latencia y no saberlo, esto puede llevar a que nuestro estudio sea un aviso de la situación de riesgo a la que se mantienen expuestos los estudiantes de medicina que se supone tienen los conocimientos de prevención debido a su área de estudio.
Las limitaciones del estudio se centran en que la muestra provino de un muestreo no probabilístico, por lo que no se puede generalizar los resultados, en vista de lo cual consideramos necesario conducir nuevos estudios que puedan ampliar las variables discutidas, ya que es impactante que estudiantes de medicina demuestren prácticas de riesgo tan altas, puesto que son los futuros profesionales de la salud que atenderán a diversos pacientes durante su práctica médica, así como la baja predisposición a participar de estudios en línea25.
En conclusión, las prácticas de riesgos más frecuentes fueron la baja utilización de condón durante la última relación sexual, la utilización de alcohol durante la relación sexual y la baja realización de prueba para VIH. Se deberían comparar los resultados con los de estudios similares de la región y en los casos en los que hubiese diferencias, tratar de explicarlas.