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Memorias del Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud

versión On-line ISSN 1812-9528

Mem. Inst. Investig. Cienc. Salud vol.15 no.1 Asunción abr. 2017

https://doi.org/10.18004/mem.iics/1812-9528/2017.015(01)03-006 

EDITORIAL

Salud y Bienestar del adulto mayor: una tarea que no debe ser olvidada

María Angélica Leguizamón 1   , Editora asociada

1Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud, Universidad Nacional de Asunción. Paraguay


A pesar de la incansable búsqueda de la “Eterna Juventud”, el proceso de envejecimiento biológico de las personas es, hasta el presente, irreversible, y comienza prácticamente desde el nacimiento. El envejecimiento de la población se expresa habitualmente en el aumento de la proporción de personas mayores y en él influyen aspectos como la disminución de la fecundidad y la mortalidad, si bien las migraciones, por ejemplo, pueden también contribuir. El incremento de la cantidad de personas ancianos demanda nuevas interrogantes relacionadas con ellos mismos y su repercusión en aspectos educacionales, económicos, sociales, sanitarios, medioambientales, recreativos y generacionales, entre otros.

En la región de América Latina y el Caribe, el número de personas de 60 años y más se incrementará sostenidamente en los próximos decenios. Entre el 2000 y el 2025, 57 millones de personas mayores se sumarán a los 41 millones existentes y entre 2025 y 2050 ese incremento será de 86 millones de personas. Se trata de una población que crece rápidamente (3,5%) y con un ímpetu mayor que el de la población de edades más jóvenes. La velocidad de cambio de esta población será entre tres y cinco veces mayor que la de la población total en los períodos 2000-2025 y 2025-2050, respectivamente (1). Las Naciones Unidas han afirmado que esta es una revolución silenciosa que por la velocidad sin precedentes y el contexto de desigualdad en el que se produce, tendrá serias consecuencias para el desarrollo, las políticas públicas y los derechos humanos.

En Paraguay, el proceso de envejecimiento se ha visibilizado desde hace un par de años debido al crecimiento del volumen de esta población. En la actualidad, este grupo poblacional está compuesto por casi 700 mil personas, el 10,4% del total poblacional (2), y se proyecta un peso del 18% de personas adultas mayores en toda la población en torno al 2050 (3).

El concepto de salud ha sido un aspecto muy controvertido de la medicina a través del tiempo. Ha quedado en desuso el criterio de que salud es igual a la ausencia de enfermedad, la OMS introdujo el concepto que entiende como tal "un estado de completo bienestar físico, mental y social y no solamente la ausencia de afecciones y enfermedades". La salud es un estado de equilibrio, con determinado grado de componente subjetivo, entre lo biológico y lo psíquico con el medio ambiente social, cultural y natural (4). Resulta obvio que el criterio de la OMS para definir salud no se ajusta a los ancianos. Los cambios que acompañan el proceso de envejecimiento conllevan determinadas deficiencias funcionales en órganos del cuerpo que conducen a la disminución funcional del organismo como un todo.

El envejecimiento está asociado con un incremento en la incidencia de diversas enfermedades crónicas, incluyendo la enfermedad arterial coronaria, la diabetes mellitus tipo II y la osteoporosis. Está bien documentado que, además, se producen cambios en la composición corporal que incluyen incrementos de la grasa corporal y una progresiva declinación en la masa muscular y la densidad ósea, factores que unidos resultan en una disminución de la fuerza muscular y la capacidad aeróbica (5).

Entre las afecciones más importantes, que constituyen causa de morbilidad y mortalidad en el adulto mayor, están las enfermedades cardiovasculares. Estudios como el de Framingham y otras investigaciones han establecido el papel de la HTA en la mortalidad cardiovascular, sobre todo, después de los 60 años. Esta constituye un grave problema de salud por ser también un importante riesgo para el desarrollo de otras enfermedades, como son: afecciones ateroescleróticas, cardiopatía isquémica, accidentes cerebrovasculares e insuficiencia renal. En el paciente geriátrico la presencia de HTA incrementa al triple el riesgo de muerte cardiovascular (6).

Adicionalmente, estas enfermedades que afectan la salud física de los ancianos combinadas con el deterioro físico propio de la edad, tienen consecuencias en la salud mental generando emociones negativas como tristeza, ansiedad, soledad y baja autoestima, que a su vez conducen al aislamiento social y la apatía. Otra consecuencia más grave es la depresión que, a su vez, tiene consecuencias físicas y mentales que pueden complicar un problema de salud existente de una persona de edad avanzada y desencadenar nuevas preocupaciones (7). El tema de la campaña del Día Mundial de la Salud 2017 es la depresión y con ello la OMS nos recuerda no solo que ésta puede ser prevenida y tratada sino que hay mucho trabajo por hacer en este tema, especialmente con los adultos mayores (8).

La duración máxima de la vida humana no se ha podido establecer hasta el momento, aunque algunos científicos la estiman en unos 120 años, pero lo importante no es llegar a esta edad, ni incluso prolongar la existencia, sino poder vivir años libres de discapacidades, un envejecimiento saludable, de modo que seamos sujetos activos hasta el límite de nuestras vidas (9).

La OMS define el envejecimiento activo como el proceso de optimización de oportunidades para luchar por la salud, por la participación activa en la vida, y por la seguridad de alcanzar calidad de vida cuando el ser humano envejece. Manteniendo saludables, funcionales e independientes a los adultos mayores, estos pueden contribuir con sabiduría y experiencia a sus comunidades y sus familias, y llevarán una vida más digna, menos solitaria y más feliz.

Dra. María Angélica Leguizamón Editora asociada-Revista Memorias del IICS

Referencias bibliográficas

1. CEPAL. Las personas mayores en América Latina y el Caribe: Diagnóstico sobre la situación y las políticas. Santiago: NNUU; 2003. [ Links ]

2. DGEEC. Principales resultados EPH2013. Encuesta permanente de hogares. Fernando de la Mora: Dgeec publicaciones; 2014. [ Links ]

3. STP/ DGEEC. Paraguay, Proyección de la Población Nacional por Sexo y Edad, 2000-2050. DGEEC: Fernando de la Mora; 2005. [ Links ]

4. Sánchez López MC, Parra Martínez J, Rosa Alcázar AI. El bienestar subjetivo, su relación con la Salud e incidencias en la educación. Revista de Investigación Educativa 2003; 21(2):387-401 [ Links ]

5. Organización Panamericana de la Salud. Salud y bienestar del adulto mayor en la Ciudad de México. Washington, D.C: OPS, (c) 2005. (Publicación Científica y Técnica No. 608) [ Links ]

6. Newman AB, Haggerty CL, Kritchevsky SB, Nevitt MC, Simonsick EM, Health ABC Collaborative Research Group. Walking performance and cardiovascular response: associations with age and morbidity-the Health, Aging and Body Composition Study. J Gerontol A Biol Sci Med Sci 2003; 58(8):715-20. [ Links ]

7. Asociación Americana de Psicología. La tercera edad y la depresión. Disponible en: http://www.apa.org/centrodeapoyo/edad.aspxLinks ]

8. Organización Mundial de la Salud. Día mundial de la salud 2017. Disponible en: http://www.who.int/campaigns/world-health-day/2017/event/es/Links ]

9. Martínez Fuentes AJ, Fernández Díaz IE. Ancianos y salud. Rev Cubana Med Gen Integr [Internet]. 2008 Dic [citado 2017 Abr 06]; 24(4). Disponible en: Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-21252008000400010&lng=es . [ Links ]

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