INTRODUCCIÓN
El consumo de drogas en la población general constituye un problema preocupante de salud pública. Cuando este consumo ocurre en embarazadas, las consecuencias para el niño pueden llegar a ser devastadoras a corto, mediano y largo plazo1.
En Paraguay existen datos de prevalencia de consumo de drogas ilícitas en adolescentes, pero no se dispone de información de esta situación en mujeres embarazadas2.
Esta falta de datos contribuye a invisibilizar el problema que afecta al binomio madre- recién nacido, desde la concepción hasta etapas posteriores de su vida.
Los síntomas y manifestaciones en los recién nacidos (RN) dependerán de factores tales como tipo de droga ingerida por la madre, frecuencia de consumo, duración de la adicción y tiempo transcurrido entre el consumo y el momento del parto3.
Una de las consecuencias a corto plazo, en el RN, es la toxicidad aguda o síndrome de abstinencia en el recién nacido. (SAN). Los signos y síntomas que deben hacer sospechar este síndrome son: a nivel del Sistema Nervioso central (SNC) llanto continuo o agudo, trastornos del sueño, reflejo de moro exacerbado, presencia de temblores, hipertonía muscular, excoriaciones, mioclonías, convulsiones. A nivel neurovegetativo: sudoración, elevación de temperatura, bostezos y/o estornudos frecuentes, erupciones cutáneas fugaces, aleteo nasal, frecuencia respiratoria > 60 x minuto, dificultad respiratoria. A nivel gastrointestinal succión con avidez, rechazo del alimento, regurgitación, vómitos intensos y heces de consistencia blanda o líquida4. Las puntuaciones concedidas a las expresiones de las antes citadas manifestaciones se expresan en la escala de Finnegan, que se utiliza para medir la severidad de ese síndrome y establecer el momento de la medicación para contenerlo. Un puntaje mayor de 8 en tres valoraciones sucesivas, con intervalos de cuatro horas entre sí o un puntaje mayor a 12 en dos ocasiones establece el diagnóstico, el cual puede tener desenlace fatal5.
Otros efectos observados son: bajo peso al nacer, aspiración de meconio y síntomas neurológicos al nacimiento.
Se debe sospechar adicción en la gestante que presente uno o varios de los siguientes: cuando la gestante reconoce el uso de droga o hay antecedente conocido de consumo por la ésta, evidencia de adicción tales como marcas de jeringas o señales de consumo agudo, comportamiento anormalmente agresivo o pasivo, ausencia de control prenatal, puérperas que quieren abandonar el hospital en forma apurada o intempestiva, o madres que solicitan drogas para el dolor cuando su patología no justifica su uso6.
El RN puede presentar prematuridad con bajo peso al nacer, reducción del perímetro craneal y aumento de malformaciones o síndrome de abstinencia neonatal. Las infecciones connatales, incluidas las infecciones de trasmisión sexual, pueden estar presentes debido al estilo de vida de la madre.
En etapas tardías se cita el síndrome de muerte súbita y trastornos del neurodesarrollo7.
Una vez planteado el diagnóstico de sospecha, es importante realizar un despistaje de drogas en orina o sangre, de preferencia al binomio madre-recién nacido, con el fin de certificar el diagnóstico e identificar la sustancia ilícita8.
Objetivo
Describir la presentación clínica de los recién nacidos hijos de madres consumidoras de drogas ilícitas.
DESCRIPCIÓN DE CASOS
Se presentan 3 casos de hijos de madres toxicómanas, internados en sala de atención neonatal. En todos los casos hijos de mujeres con alta sospecha de adicción a drogas (6). Las muestras confirmatorias de orina del binomio madre- hijo fueron tomadas dentro de las 48 horas del nacimiento. Una vez recolectadas las muestras, éstas fueron enviadas al laboratorio de referencia de manera inmediata. Las muestras fueron procesadas por inmunocromatografía de flujo lateral.
A continuación, se presentan los tres casos clínicos, siendo uno de ellos un producto gemelar. (Tabla 1).
Caso 1: RN de término, sexo masculino, Apgar 8/9. Presentó irritabilidad, temperatura axilar 38,5°C e intolerancia alimentaria. Ingresó a sala de cuidados intermedios. Estudios de laboratorios dentro de límites normales. La madre con riesgo social elevado y datos poco confiables. Sin datos de infección neonatal temprana. El RN presentó síndrome de abstinencia neonatal.
Se detectó cocaína tanto en la madre y el niño. Puntaje de Finnegan de 10.
Caso 2: RN gemelares, hijos de madre de 20 años con escolaridad incompleta, riesgo social elevado, controles prenatales nulos y estado mental alterado de la madre al ingreso. Tercera gestación, placenta previa, hepatitis B positiva. Nacieron por parto cesárea gemelares prematuros. Se plantearon los siguientes diagnósticos: enfermedad de membrana hialina, sospecha de sepsis neonatal precoz y lues connatal. Se detectó cocaína y marihuana en madre e hijos.
Caso 3. Paciente RN de 20 días de vida, alimentado a pecho materno exclusivo, con riesgo social elevado, acudió al servicio de urgencias por evento convulsivo tonicoclónico de aproximadamente dos minutos de duración que se acompañó de fijación de la mirada y cianosis peribucal. Sin fiebre ni otros síntomas acompañantes. Se constató marcada irritabilidad, sin datos de infección por clínica ni por laboratorio.
La madre confesó haber consumido cocaína la noche anterior al evento sufrido por el niño.
Se detectó cocaína en orina de madre e hijo. Se consideró intoxicación aguda.
*Escala de Capurro para edad gestacional al momento del nacimiento, para niños a término
** Escala de Ballard para prematuros extremos
& Curvas de crecimiento WHO, estándar hasta 50 semanas
RNT: recién nacido de término
RNPT: recién nacidos de pretermino
EBPN: extremo bajo peso al nacimiento
Medidas generales: aislamiento en incubadora, manipulaciones mínimas, evitar luz y ruidos, contención en nido, ofrecer pacificador, tratamiento farmacológico del llanto excesivo y la irritabilidad (morfina - metadona - fenobarbital
DISCUSIÓN
El consumo de drogas por mujeres gestantes es un problema complejo, ya que trae aparejadas consecuencias nefastas para el niño, la madre, y por extensión a la familia y la sociedad9.
La presentación del cuadro clínico del recién nacido puede ser diversa, teniendo consecuencias graves a corto, mediano y largo plazo, incluida muerte neonatal10-12.
Las consecuencias neurológicas a largo plazo, dependientes de la afectación cerebral por drogas y ambiente familiar disfuncional, pueden ser graves a nivel individual y social. El consumo materno de sustancias ilícitas puede afectar al neonato de muy diversas maneras. El abanico de presentación de esta afección incluye prematurez, síndrome de abstinencia, afectación neurológica, intoxicación aguda, muerte y otras presentaciones menos catastróficas, tal como se observa en los casos aquí presentados11.
El pasaje de la droga al recién nacido puede hacerse a través de la barrera transplacentaria o a través de la leche13 esta última forma de trasmisión se constató en uno de nuestros pacientes.
El grado de afectación dependerá del tipo de droga consumida, el tiempo y la dosis de la misma14-15.
En los casos presentados en este reporte sólo se dispone de datos sobre el tipo de droga consumida, no pudiendo establecer el tiempo y dosis de consumo debido a la falta de colaboración de las madres para proporcionar dicha información.
La mortalidad fue de 25% (1/4) en esta serie. No se pudo establecer si la letalidad fue ocasionada por la sustancia ilegal, o si el deceso fue ocasionado por la prematurez del recién nacido y las comorbilidades propias de esa condición.
Al igual que otros autores, en esta serie de casos no se detectaron malformaciones en los pacientes presentados en la ectoscopía ni en los estudios de imágenes16.
Es necesario que los pediatras, obstetras y médicos en general tengan un alto índice de sospecha, evaluando las características maternas que hacen sospechar adicciones a sustancia ilícitas. El dato de consumo de drogas por parte de la madre puede ser difícil de obtener, por lo que además de la historia clínica, situaciones tales como control prenatal nulo, prematurez y síntomas y signos contemplados en la escala de Finnegan deben ser buscados exhaustivamente y, ante la menor sospecha, se debe solicitar las pruebas necesarias para establecer el diagnóstico.
El abordaje de estos casos debe ser médico y jurídico, a fin de asegurar la protección de los niños de manera inmediata. Sin embargo, en nuestro medio, no puede asegurarse el resguardo de estos infantes en estado de alta vulnerabilidad.
El seguimiento a largo plazo debe incluir, necesariamente, el desarrollo neurológico y psicológico a fin de detectar y abordar el tratamiento temprano de las alteraciones del SNC y conductuales que aparecen en momentos más tardíos del desarrollo.
CONCLUSIÓN
La presentación clínica y las consecuencias que tiene en el RN el consumo de drogas por parte de la madre es muy variable y dependerá del tipo de droga, de la dosis y del tiempo de drogadicción. Es importante mantener un alto índice de sospecha para realizar el diagnóstico ya que la presentación clínica puede ser diversa.