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Pediatría (Asunción)

versión On-line ISSN 1683-9803

Pediatr. (Asunción) v.41 n.2 Asunción ago. 2014

 

ARTÍCULO ORIGINAL

 

Prácticas sobre la lectura de libros a niños y niñas en una comunidad de Paraguay

Practice of Family Reading of Books to Children in a Community in Paraguay

 

Elena Presentado, Ana Campuzano, Gloria Cáceres, Alice Cárdenas, María del Carmen Fernández, Sue González, Silvia Catalina González(1)

1. Cátedra y Servicio de Clínica Pediátrica, Facultad de Ciencias Médicas, Universidad Nacional de Asunción. San Lorenzo, Paraguay.

Correspondencia: Dra. Elena Presentado. E-mail: epresent@hotmail.com

Recibido: 15/12/2013; Aceptado: 29/05/2014.

 


RESUMEN

Introducción: El hábito de lectura de libros a los niños y niñas es una herramienta, que estimula su desarrollo neuropsicoafectivo y social, además le permite desenvolverse en un mundo de cambios constantes con sentido crítico. Es accesible y fácil de realizar, sin embargo los lectores habituales y competentes varían de acuerdo al contexto en el que se desarrollan. Objetivos: Conocer las prácticas sobre la lectura de libros de los niños y niñas de la Comunidad 24 de junio de San Lorenzo Materiales y Métodos: Diseño observacional descriptivo, de corte trasversal. Los datos fueron obtenidos a través de una encuesta realizada a los adultos tutores de los niños y niñas de la comunidad mencionada, durante los meses de julio a setiembre del 2012, y se obtuvieron datos acerca de la práctica de lectura de libros a los niños y la persona encargada de realizar esa actividad, la base de la estructura familiar y escolaridad de los adultos tutores. Resultados: La distribución por grupo etario corresponde a 55% escolares, 26% preescolares, 18% lactantes mayores y 1% a lactantes menores. Sobre la práctica de la lectura de libros a los niños 72% respondió que no realizaban esta actividad y 28% que sí lo hacían, de los cuales 79% lo realizaba la madre, 13% el padre y 8% otra persona. La base familiar está constituida en un 71% por padre y madre biológicos, 21% solo la madre, 1% solo por el padre, 3% por madre biológica y padre no biológico y 4% por otros. La escolaridad de los adultos tutores corresponde a primaria incompleta 18%, primaria completa 18%, secundaria incompleta 23%, secundaria completa 33% y terciaria completa 8%. Conclusión: La práctica de la lectura de libros a los niños y niñas en esta comunidad no es una actividad realizada habitualmente, aunque en su mayoría se encuentran en una estructura familiar conformada por ambos progenitores con escolaridad superior a la primaria completa.

Palabras clave: Práctica de lectura, hábito de la lectura, estimulación temprana, niños.

 

ABSTRACT

Introduction: Regularly reading books to children is a tool that stimulates their neuro-motor psycho-affective and social development as well as helping them to think critically in a world of constant change. It is accessible and easy to do, but the number of competent habitual readers varies according to the environment in which they are raised. Objectives: To determine the extent and manner in which reading books to children is practiced in the community 24 de Junio in San Lorenzo, Paraguay. Materials and Methods: We conducted a cross-sectional observational and descriptive study. Data were obtained by a survey of adult guardians of boys and girls in the community from July to September 2012, and collected data on the practice of reading to children, the person who carried out the activity, the structure of families included, and education levels of the adult guardians. Results: Distribution by age group included 55% school-age children, 26% pre-school age, 18% older infants, and 1% young infants. Reading to children was not done in 72% of cases and was done in 28%, with mothers being the person to do so in 79% of such cases, fathers in 13%, and another person in 8%. Family structure included the biological mother and father in 71% of households, a single mother in 21%, a single father in 1%, the biological mother with a non-biological father in 3%, and other arrangements in 4%. Adult guardians in 18% of households had an incomplete primary education, completed primary education in 18%, incomplete secondary education in 23%, completed secondary education in 33%, and completed tertiary education in 8%. Conclusion: Reading to children is not habitually practiced in the community studied, although family structure usually includes both biological parents and the parents have usually completed a primary education.

Keywords: Reading, habits and practices; child development; language development; early stimulation, children.


 

INTRODUCCIÓN

Las capacidades de los niños pueden ser aceleradas y trasformadas a través de la estimulación, sobre todo en los primeros años de vida donde el cerebro sufre modificaciones plásticas y la adquisición de las habilidades y hábitos adquiridos en la primera infancia son más difíciles de cambiar en la etapa adulta. La lectura es una destreza que se adquiere a través de la repetición de la actividad y es un hábito que se desarrolla a través de la motivación. Por tanto para obtener lectores competentes que puedan; decodificar interpretando los símbolos de la escritura, inferir llenando los espacios vacíos que pudieran haber y generar una respuesta con sentido crítico, es fundamental iniciar los hábitos de lectura desde los primeros años y reforzar la actividad a través del curriculum escolar (1-3).

La triada niño-comunicación-padres es esencial para el desarrollo intelectual, emocional y social; por tanto la familia ejerce un rol primordial en la realización de la actividad, ya que aunque los niños, por su corta edad, no tengan la capacidad de decodificar el mensaje por la escritura, inician este proceso mental construyendo el significado de las palabras, descubriendo el mundo a través de ellas. Los padres ejercen además una influencia fundamental como modelo al ser lectores, y aunque esto no garantice que sus hijos lo sean, con el ejemplo se ofrece una buena cimentación en la construcción lectora (1,4-6). En este sentido, Yubero y Larrañaga consideran que “la lectura es una actividad dinámica en donde el sujeto interacciona con un texto y pone en funcionamiento una serie de procesos cognitivos, que activaran los conocimientos previos que van a actuar como marco de referencia”(1).

La Academia Americana de Pediatría recomienda la lectura como método para compartir momentos de intimidad entre padres e hijos. Al contar un cuento se brindan: momentos de seguridad, tranquilidad y afecto compartido, nuevas palabras y nuevas historias, un modo de viajar con la imaginación y una manera de aprender mejor. Además de los beneficios que ofrece el hábito de la lectura en forma particular, éste se traducirá en el futuro en una población informada, educada, con conocimientos sólidos y sentido crítico.

El hábito de la lectura es una actividad muy variable de acuerdo a los diferentes países y diversas culturas. Según la UNESCO, Japón tiene el primer lugar en el hábito de la lectura ya que el 91 por ciento de la población está acostumbrado a leer. La Federación de Gremios de Editores de España dio a conocer que los índices más bajos de lectura en Europa se observan en Portugal, con 32 por ciento de lectores, y en Grecia, con 45 por ciento. Según datos de la Asociación Nacional de la Educación de Estados Unidos (NEA), 57 por ciento de la población norteamericana acostumbra a leer contra un 26.5 por ciento de los latinos que viven en Estados Unidos. Por su parte, algunos países de América Latina tienen índices más bajos de lectura, como: Brasil, con 14.8 por ciento y Colombia, con 37 por ciento. En Argentina, 30 por ciento de los habitantes no leyó ningún libro en los últimos seis meses contra un 40 por ciento que afirma haber leído entre uno y tres libros, según una encuesta divulgada por el diario Clarín. En el Caribe, tan sólo 25 por ciento de los dominicanos dedican su tiempo libre a la lectura (7).

En este trabajo se describen las prácticas sobre la lectura de libros de los niños y niñas de la Comunidad 24 de junio de San Lorenzo y la persona adulta encargada de esta actividad; la escolaridad de los adultos tutores y la composición de la estructura familiar teniendo en cuenta el papel decisivo que ejerce, en la vida del individuo, la forma en que realiza sus aproximaciones iniciales a la lectura.

 

METODOLOGÍA

Diseño observacional descriptivo, de corte trasversal. Los datos fueron obtenidos a través de una encuesta realizada por estudiantes de 6to curso de la Cátedra de Pediatría de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) a los adultos tutores de los niños y niñas de la comunidad 24 de junio de San Lorenzo, durante los meses de julio a setiembre del 2012.

Se incluyó 85 niños y niñas menores de 12 años de edad, estratificados por grupo de edad, cuyos tutores accedieron a participar del trabajo obteniéndose datos acerca de la práctica de lectura de libros a los niños, persona encargada de realizar esa actividad y la práctica de la lectura -definida como no se realiza la actividad, se realiza diariamente (todos los días), frecuentemente (1 vez por semana como mínimo), ocasionalmente (menos de 1 vez por semana).

Se define como base de la estructura familiar a los adultos que cohabitan con los niños y se los agrupa en: ambos progenitores, solo madre, solo padre y otros. La escolaridad de de la persona principal a cargo del cuidado del niño, se estratifica de acuerdo al mayor grado alcanzado en nivel educativo formal: primario completo o incompleto, secundario completo o incompleto, terciario completo o incompleto o sus equivalentes de acuerdo a la reforma educativa del país.

 

RESULTADOS

De los niños y niñas incluidos pertenecen el 54% (46/85) al sexo masculino y el 46% (39/85) al sexo femenino distribuidos según la edad en: Lactantes 1% (1/85), Preescolares 26% (22/85), Escolares 55% (47/85) y Adolescentes: 18% (15/85).

La conformación de la estructura familiar en un 71% (60/85) corresponde a ambos progenitores; el 21% (18/85) por la madre; 1% (1/85) por el padre y madre biológica y el 3% (3/85) por el padre no biológico y 4%(3/85) por otros (Figura 1).

 

La escolaridad de los tutores corresponde al nivel primario: incompleto 18% (15/85), completo 18% (15/85); nivel secundario: incompleto 23% (20/85), completo el 33% (28/85); y el 8% (7/85) posee nivel terciario completo (Figura 2).

 

Sobre la práctica de la lectura de libros a los niños el 72% (61/85) de los encuestados respondieron que no realizaban esta actividad y el 28% (24/85) que sí lo hacían, de los cuales la práctica de la lectura es diaria en 5% (4/24), frecuente en 13% (11/24); ocasional 10% (9/24). La población lectora alcanza un índice de 28% (Figura 3).

 

Respecto a quien realiza la lectura, es la madre en el 79% (19/24); en el 13% (3/24) el padre y en el 8% (2/24) otro individuo (Figura 4).

 

 

DISCUSIÓN

Tal como se manifiesta en la literatura(1,5), el valor de la lectura depende de un conjunto de hábitos y motivaciones que deben ser forjados en un contexto concreto, que forman parte de la vida social y cultural de la sociedad. Por tanto, la estimulación dentro de la estructura familiar desde los primeros años de vida constituye una valiosa estrategia para la incorporación de habilidades lectoras (6,8,9).

En la población estudiada, la práctica de la lectura se realiza en un índice bajo (28%), el 5% lee en forma diaria, 13% lo hace en forma semanal y ocasionalmente el 10%. Estos datos difieren en relación a otras encuestas realizadas en otros países uno de ello el trabajo de Yubero y Larrañaga5 que encontraron que el porcentaje de lectores se sitúa en un 80% (64.4% lectores frecuentes y 15.6% lectores ocasionales) (7,10,11).

En tanto, la Federación de Gremios de Editores de España, realizó y publicó una encuesta a niños menores de 13 años entre los cuales, el 84,6% de los niños entre 10 y 13 años lee libros en su tiempo libre, de ellos el 77,2 lo hace diaria o semanalmente (12).

En la Encuesta de Consumo Cultural, de Colombia la frecuencia de lectura, del 59,4% de los hogares que manifestaron realizar esta actividad con los niños y niñas menores de 5 años, el 33,0% de los hogares la realiza varias veces a la semana, el 26,4% una vez a la semana y el 22,0% todos los días. Con respecto a la lectura por entretenimiento en los hogares con niños y niñas de 5 a 11 años se observa que el 65,0% de los hogares reportó realizar esta práctica, mientras que el 35,0% dijo nunca leer con ellos. Siendo la frecuencia de lectura por entretenimiento en hogares con niños y niñas entre 5 y 11 años de 32,7% hogares que realizan la lectura varias veces a la semana, seguida por una vez a la semana con 25,7% y una vez al mes 16,2%(10).

La estructura familiar de la población en estudio, está conformada por ambos progenitores en su mayoría (71%) y en esta no se evidencia la práctica frecuente de la lectura, a pesar de que en la literatura se establece que efectivamente el involucramiento parental no solo es importante en la primera infancia, sino que también en todo el proceso escolar, inclusive hasta los 15 años, para la transmisión cultural y las habilidades lectoras (13). Además se cita que la lectura ayuda a los niños a adquirir habilidades en cuanto a vocabulario y memoria a corto plazo cuando sus padres han leído para ellos en un tiempo regular de ocho a diez minutos a la vez, al menos cuatro veces por semana (14,15).

Es válido mencionar el rol que la mujer sigue desempeñando en la crianza de sus hijos, a pesar de las tendencias de ocuparse de labores extradomiciliarias(16), ya que el 79% de las veces que los niños de esta población escucharon la lectura de un libro lo hicieron de labios de su madre; por tanto“Educar a un niño es educar a un hombre y educar a mujer es educar a una familia” es una frase de Enrique de Ossó (1840-1896) tan vigente en nuestros días. En este sentido debemos mencionar que en el estudio de Yubero y Larrañaga5 se evidencia también que las mujeres realizan la práctica de la lectura con mayor frecuencia que los varones.

Por otra parte, Maritza Pérez(17), socióloga chilena, en su libro sobre “Los niños y los libros: un acercamiento exploratorio a la experiencia lectora infantil”, presenta la situación de la lectura en Chile y el mejoramiento de los índices de la práctica con la implementación de programas de fomento a esta actividad. En la misma presentación, recuerda el planteamiento de Silvana Salazar Ayllon, quien afirma que existen tres factores que determinarían la práctica frecuente de la lectura: saber leer, querer leer y tener que y donde leer. “Entendiéndose por, saber leer como la capacidad de decodificar un texto y comprender lo leído, además de las competencias comunicativas y habilidades informativas que debiera adquirir cada sujeto en su proceso formativo. En la tarea de desarrollar este saber leer interviene principalmente la escuela desde el primer ciclo de enseñanza. Querer leer es definido como el factor más poderoso para generar hábitos de lectura y nace de asociar esta actividad al placer, al gusto, al entretenimiento. Sin buenos recuerdos de lo leído, satisfacción por los resultados de lectura o goce al sumergirse en los libros, no hay hábitos lectores. Finalmente el saber leer y el querer leer demandan disponibilidad de materiales y recursos para la lectura (tener que y donde leer), debidamente organizados y con un enfoque centrado en los intereses y necesidades de las personas”.

La práctica de la lectura de libros a los niños y niñas en esta comunidad, no es una actividad realizada habitualmente, aunque se encuentran en una estructura familiar conformada por ambos progenitores, con escolaridad superior a la primaria completa en su mayoría. Deberían fortalecerse en nuestro país, políticas públicas educativas y programas de desarrollo que promuevan a las nuevas generaciones la lectura por placer, ofreciendo, a los integrantes del núcleo familiar, espacios confortables y materiales adecuados y atractivos; enseñando a las personas el hábito de leer para comprender, crear, descubrir, informarse, desarrollar juicio crítico y desenvolverse en un mundo por demás cambiante.

 

REFERENCIAS

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5. Yubero S, Larrañaga E. El valor de la lectura en relación con el comportamiento lector: un estudio sobre los hábitos lectores y el estilo de vida en niños. Rev OCNOS. 2010;(6):7-20.        [ Links ]

6. Ministerio de Educación de Chile. El Capital Cultural Familiar y su influencia sobre las habilidades lectoras. Institución adjudicataria. Chile: FONIDE; 2012.        [ Links ]

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9. Garrido F. El buen lector se hace, no nace: reflexiones sobre lectura y formación de lectores. México: Ariel Practicum; 1999.        [ Links ]

10. Bustamante RJ. Módulo de hábitos de lectura, consumo de libros y asistencia a bibliotecas. Boletín de Prensa, Bogotá, D. C., abril 30 de 2013.        [ Links ]

11. Ramos Morett L. Tendencias de lectura de la población infantil en una primaria en la ZMG. @-Scholarum (online). Disponible en: genesis.uag.mx/escholarum/vol13/lectura.html        [ Links ]

12. Gerardo M, Barómetro de hábitos de lectura y compras de libros en el 2012. Disponible en www.federacioneditores.org/.../130207NPR-FGEE.        [ Links ]

13. Contreras D. Actitudes familiares y lectura: determinantes del rendimiento de los estudiantes en PISA 2009. Chile: FONIDE; 2012.        [ Links ]

14. Peña J, Barbosa F. La formación de hábitos de lectura desde los inicios de la escolaridad. Entre Lenguas. 2009;14:93-109.        [ Links ]

15. Candel M, Fernández C, León J. Una propuesta de evaluación de la competencia lectora en niños de 6° de educación primaria. Psicología Educativa. 2006;12(1):65-70.        [ Links ]

16. Dirección General de Encuestas Estadísticas y Censos. Mujer paraguaya, tendencias recientes. Asunción, Paraguay: DGEEC; 2002.        [ Links ]

17. Pérez PM. Área de proyectos sociales de la fundación La Fuente-Adimark, Chile y los libros: índice de lectura y compra de libros 2008. Santiago de Chile; 2008.        [ Links ]

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