1. INTRODUCCIÓN
El erizo pigmeo africano (Atelerix albiventris) se distribuye naturalmente a través de África ecuatorial y central. Es bastante diferente del erizo europeo, que es mayor y marrón, y no hiberna. Las hembras pesan 250-400 gramos y los machos 500-600 gramos (adultos no obesos)1.
Según la Unión Internacional por la Conservación de la Naturaleza (IUCN), la especie está clasificada como “Preocupación menor”, en vista de su amplia distribución; y probablemente esté presente en varias áreas protegidas y tenga una tolerancia a la modificación de hábitat2.
Esta especie se ha convertido en una mascota muy popular en la última década y, por ende, su presencia en los consultorios ha aumentado. Su susceptibilidad a enfermedades como la fiebre aftosa, ha significado que sus importaciones desde África estén severamente restringidas o prohibidas, lo cual puede tener consecuencias como la reducción del banco genético y el posible aumento de desórdenes genéticos, asociados a la endogamia3.
Los pelos de los erizos se modifican en púas que cubren la superficie dorsal. Hay un área estrecha sin espinas que corre desde la corona de la cabeza rostro caudalmente durante unos 2 cm., aproximadamente. La piel de la espalda tiene una epidermis delgada que recubre una capa fibrosa dérmica gruesa, y debajo una capa de tejido adiposo y subcutáneo. Aunque dicha área a menudo sea utilizada para la administración de líquidos, la vascularización es pobre. Las glándulas sudoríparas y las glándulas sebáceas están presentes en las regiones provistas de púas y en las plantas de los pies. Los erizos recién nacidos lucen un pelaje de espinas suaves y blancas que se endurecen en unas pocas horas. Un segundo crecimiento de espinas más oscuras y duras emerge 2 días después del nacimiento. En esta especie, las púas se reemplazan a las 4, 6, 9 y 12 semanas3.
La acariasis es un problema común de los erizos pigmeos africanos cautivos, al igual que las subsiguientes infecciones profundas y superficiales por dermatofitos1.Típicamente, los géneros de ácaros que infectan erizos son Caparinia, Chorioptes y Notoedres (4, 5); también se mencionan entre los ácaros de importancia a los Sarcoptes, Otodectes, como así también las especies Demodex erinacei y Trombiculaautumnalis6. En cautiverio, los animales afectados a menudo presentan escamas, costras y pérdida de púas. El diagnóstico de los ácaros se puede realizar con un raspado de piel4.
Los ácaros pertenecientes al género Caparinia (Canestrini, 1894) perteneciente a la familia Psoroptidae, incluye varias especies, entre las cuales C. tripilis y C. erinacei (Fain, 1962) son las más conocidas7. La especie C. tripilis(Figura 1) se identifica como la más frecuente entre los erizos criados en cautiverio7. Se menciona una prevalencia de entre 40-100% en acariosis producida por C. tripilis, lo que sugiere que este ácaro puede ser considerado un ectoparásito normal en la piel de los erizos, sin producir signología clínica8.
El objetivo de este trabajo es reportar la presencia de Caparinia trípilis en Paraguay, sus manifestaciones clínicas y un tratamiento efectivo.
2. DESCRIPCIÓN DE CASOS
Se presentan al consultorio dos ejemplares de erizo pigmeo africano (Atelerix albiventris). El primero, una hembra adulta, con 300 g de peso corporal. La propietaria manifiesta que al animal se le caen mucho las púas (Figura 2) y presenta excesivo prurito. El segundo, un macho de 9 meses de edad, con 220 g de peso corporal. La propietaria manifiesta que desde hace aproximadamente 30 días se le caen las púas (Figura 3), y hace aproximadamente 7 días fue reduciendo paulatinamente el consumo de alimentos hasta la anorexia.
A la inspección clínica de los animales se observa descamación del manto (Figura 2) con desprendimiento notorio de las púas (Figura 3). No se percibe otra particularidad.
Se realizó el examen de piel y púas mediante el raspado de las mismas. A la observación microscópica, con el objetivo de 10x se detectó primero la presencia de huevos (Figura 4) y luego la presencia de ácaros (Figuras 5, 6). El ácaro detectado es de cuerpo redondeado, aplastado ventralmente y convexo dorsalmente. Uno de los ácaros fue medido, y presenta un ancho de 172µm y 304,24µm de largo. Por sus características morfológicas, los ácaros coinciden con Caparinia tripilis (Figurat 1).
3. TRATAMIENTO
Se realizó la aplicación subcutánea de Ivermectina a dosis de 0,4mg/kg, con una re-aplicación a los 14 días9. A las 48 horas de la aplicación, las propietarias manifiestan que ya no se presentan signos de comezón, y el ejemplar macho se alimenta normalmente. A la inspección luego de 14 días los animales presentaron una mejoría clínica completa. Las propietarias manifestaron que las mascotas no se rascan, ni se presenta caída de púas, o presencia de costras en la piel.
4. CONCLUSIÓN
Este trabajo reporta la presencia de Caparinia tripilis en erizo pigmeo africano en Paraguay, coincidiendo con las matrices existentes para su identificación7.
La acariasis puede presentarse en una co-infección bacteriana, pero en este caso no se observaron signos de infección bacteriana. Se puede considerar al estrés, la falta de higiene o una disfunción inmunológica como predisponentes para una infestación por ácaros; sin embargo, se ha considerado que Caparinia sp. podría ser un habitante normal en la piel de los erizos10.
La presencia de ácaros en erizos domésticos es común en los Estados Unidos, Europa y Nueva Zelanda(1, 10), pero aún falta información al respecto en gran parte de Centro y Sudamérica.
El tratamiento único con ivermectina es eficaz en erizos con ácaros del género Caparinia sp. en estado inicial. En casos más avanzados se deberá evaluar la combinación con otras drogas. Se menciona la utilización de Fluralaner en erizo pigmeo africano como tratamiento contra la sarna11 pero se requieren mayores estudios para determinar su eficacia.