EL ESCORPIONISMO Y LOS ESCORPIONES DE IMPORTANCIA MÉDICA
Los escorpiones (o alacranes, como son conocidos en las Américas y en la Península Ibérica) son arácnidos que producen en el telson (el sexto segmento de su cauda o metasoma) venenos de composición compleja, cuya inyección accidental en el humano puede provocar serias complicaciones e incluso la muerte, en el caso de algunas especies, dependiendo de la edad (mayor vulnerabilidad en niños menores de 10 años) y condición fisiológica del afectado, entre otros factores. Los escorpiones habitan muy diversos ambientes en las regiones tropical y subtropical del globo. De un total de cerca de 2200 taxa descritos, aproximadamente 30 especies son responsables de accidentes severos y de óbitos en el mundo, las cuales están asociadas a varias regiones endémicas de escorpionismo, como se denomina médicamente al conjunto de manifestaciones clínicas que se suceden a raíz del envenenamiento. Se calcula que anualmente se producen 1.5 millones de envenenamientos, con una población en riesgo de alrededor de 2.3 miles de millones de habitantes, y más de 3300 muertes1. Estos artrópodos emplean un aparato especializado para la producción e inyección de veneno desde su origen, que data del período Silúrico (ca. 450 Ma), lo cual ha garantizado su éxito evolutivo al permitirle la rápida inmovilización de presas y predadores.
Las áreas endémicas de escorpionismo a nivel global son: el norte de África (incluyendo Marruecos, Túnez, Libia, Argelia y Egipto), el cercano Oriente (Israel, Jordania, Siria, Palestina y Arabia Saudita), el lejano Oriente (Irán, Afganistán, Pakistán y parte de la India) y, en el continente americano, México, el norte de América del Sur (incluyendo Venezuela, Colombia, Ecuador, las Guayanas y el Perú amazónico), el sureste de Brasil y el norte de Argentina. Los géneros de escorpiones responsables de los accidentes en esas regiones son: Androctonus, Buthus y Leiurus en el norte de África y en el cercano Oriente; Hemiscorpius y Mesobuthus en el lejano Oriente. En las Américas, los géneros de importancia médica son Centruroides (en México y América Central) y Tityus (en el Caribe, América Central y América del Sur)2. Tityus es el género con el mayor número de especies de todo el orden Scorpiones, las cuales son responsables anualmente por alrededor de 54000 accidentes y 200 decesos en Colombia, Venezuela, las Guayanas, Brasil y Argentina, aunque existe un fuerte subregistro que dificulta el mapeo epidemiológico del problema en América del Sur3.
Los venenos de escorpiones son mezclas complejas de proteínas de baja masa molecular, cuyo principal blanco molecular son los canales de sodio y potasio sensibles al voltaje, presentes en la membrana de células excitables e inmunológicas. Su acción, en el caso de los tejidos excitables, conduce a la liberación masiva de neurotransmisores (incluyendo acetilcolina, catecolaminas y transmisores peptidérgicos) y, en el caso del sistema inmunológico, producción de mediadores proinflamatorios y sustancias vasoactivas4,5. La acción sistémica del veneno genera, en los casos severos (niños y adultos mayores), pancreatitis y distrés respiratorio, observados en el envenenamiento por especies del género Tityus (subgéneros Atreus y Tityus), algunas presentes en el Paraguay. Los venenos de escorpión también contienen péptidos con actividad bactericida, fungicida y antiprotozoaria, que se intercalan en las membranas plasmáticas de posibles patógenos saprofitos de sus glándulas de veneno, a fin de impedir su eventual contaminación6.
La medida terapéutica recomendada en todas las áreas en donde predominan especies de importancia médica es el rápido empleo de un antiveneno específico, elaborado en contra de la especie responsable del accidente, a fin de neutralizar el veneno aún en circulación, en conjunto con un abordaje farmacológico que permita el control de las manifestaciones producidas como consecuencia de la excesiva liberación de neurotransmisores7. Existen evidencias que indican que antivenenos preparados en contra de especies distintas a la involucrada son de menor eficacia, lo cual se explica por la variabilidad molecular en los epítopes antigénicos de las toxinas de escorpión, situación que dificulta la preparación de antídotos con amplio espectro de neutralización8.
EL ENIGMÁTICO CASO DEL ESCORPIONISMO EN EL PARAGUAY
El Paraguay está habitado por 14 especies de escorpiones (Tabla 1), sólo una de las cuales es endémica del país (Bothriurus guarani). De las dos familias del Orden Scorpiones presentes en el Paraguay, sólo la familia Buthidae contiene especies de importancia médica, mientras que en el caso de Bothriuridae (géneros Bothriurus, Brachistosternus y Timogenes), los venenos producidos son tóxicos principalmente para otros artrópodos9. El género Tityus, el cual contiene las especies de mayor importancia médica en América del Sur, está representado en el Paraguay por cinco especies, todas compartidas con Argentina y Brasil, países en los cuales algunas de éstas han sido responsables de accidentes severos y muertes. Tityus trivitattus, especie distinguible de las otras del género por poseer tres franjas oscuras en el dorso del mesosoma separadas por dos franjas anchas despigmentadas (Figura 1), es de amplia distribución en el norte de Argentina y es considerada la especie responsable de la mayor cantidad de accidentes fatales en dicho país, habiéndose adaptado al ambiente urbano de Buenos Aires, en donde se le encuentra en cañerías y túneles subterráneos10,11. En el Paraguay su presencia ha sido registrada en cinco departamentos de la región oriental del país (Tabla 1, Figura 2) y es la especie de escorpión más abundante en el área metropolitana de Asunción12. Tityus confluens, caracterizada por un carapachocastaño rojizo con abundante manchado oscuro (Figura 1), es una especie más adaptada a las condiciones áridas del Chaco seco, con menor penetración en el Chaco húmedo, aunque parece adaptarse bien a los ambientes urbanos del norte de Argentina, en donde igualmente ha ocasionado accidentes fatales10,13. En el Paraguay, ha sido hallada en cuatro departamentos, en la región del Chaco así como en la oriental del país12. Tityus bahiensis posee amplia distribución en el sureste del Brasil y junto con Tityus serrulatus es la especie de mayor importancia médica en dicho país. En el Paraguay ha sido colectada en cuatro departamentos de la región oriental12.
A pesar de que Paraguay comparte con países vecinos la presencia de especies de reconocida peligrosidad, no existe información en el país acerca de su potencial importancia médica, sobre la toxicidad del veneno de las poblaciones locales o el grado de neutralización de tal toxicidad por los antídotos antiescorpiónicos disponibles en el subcontinente. Existen reportes anecdóticos acerca de su supuesta baja toxicidad en el área urbana de Asunción14, pero son necesarios estudios rigurosos que determinen la real magnitud de su importancia sanitaria, especialmente en los casos de T. trivittatus y T. confluens, cuyo envenenamiento produce colapso cardiorrespiratorio en pacientes pediátricos en Argentina11,13, las cuales son especies que podrían estar asociadas a algunos casos severos reportados en Paraguay (ver abajo). Como referencia, la incidencia de estos accidentes en las provincias argentinas de Misiones, Corrientes y Chaco, limítrofes con Paraguay, oscila entre 5,62 y 32,51 casos/100.000 habitantes15. Las poblaciones de T. trivittatus que habitan el norte de Argentina son partenogenéticas facultativas, mientras que en el caso del Paraguay la especie presenta dimorfismo sexual16, habiéndose demostrado diferencias en la composición y toxicidad del veneno entre machos y hembras en otras especies de escorpiones17. Si esta situación pueda afectar la cantidad y/o calidad del veneno producido por las poblaciones paraguayas en comparación a las que habitan Argentina, especialmente las que pueblan centros urbanos, es un enigma que requiere ser abordado científicamente.
ACCIDENTES SEVEROS POR PICADURA DE ESCORPIONES EN PARAGUAY
El accidente por picadura de alacrán es un evento epidemiológico frecuente en Paraguay, al menos en el área de Asunción, si se toma en consideración que en el centro de referencia de accidentes por animales venenosos (Hospital de Enfermedades Tropicales, LACIMET) declaran un accidente por día a lo largo del año (Dr. M.A. Cardozo, comunicación personal, 28.i.2019). El registro de cinco casos de envenenamiento escorpiónico en niños que ingresaron entre septiembre de 2018 y enero de 2019 al Hospital General Pediátrico “Acosta Ñu”, San Lorenzo, es evidencia que indica la existencia de especies de Tityus spp. tóxicas para el hombre en territorio paraguayo (Dr. Guillermo Sequera, Dirección General de Vigilancia de la Salud, Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, Paraguay; comunicación personal, 08.iii.2019).
CAMBIO CLIMÁTICO Y ESCORPIONISMO
Como consecuencia del cambio climático, las áreas de distribución de animales venenosos están siendo afectadas a nivel global, incluyendo serpientes y escorpiones, por lo que podrían emerger nuevas áreas endémicas de ofidismo y escorpionismo en el futuro próximo, incluyendo el Paraguay18. En Argentina, se ha pronosticado que las áreas de distribución de T. trivittatus, T. confluens y T. bahiensis incrementarán en superficie a consecuencia del calentamiento global, aunque los hábitos subterráneos de T. trivittatus hacen difícil modelar su comportamiento frente a variables climáticas externas19. En el área hiperendémica de escorpionismo del sudeste del Brasil, en donde la especie causante de accidentes fatales es T. serrulatus y los casos de escorpionismo se han quintuplicado a lo largo del período 2002-201220, se ha pronosticado igualmente el aumento del área de distribución de esta especie, con un incremento notorio ya detectable en las poblaciones urbanas de este escorpión (véase https://revistagalileu.globo.com/Ciencia/Meio-Ambiente/noticia/2019/02/infestacao-de-escorpioes-no-brasil-pode-ser-imparavel-diz-pesquisador.html).
Ante el posible escenario de un incremento epidemiológico del escorpionismo en Paraguay, por cambios en la dinámica de las poblaciones de estos artrópodos, y considerando que existen especies comunes a las ya reportadas como peligrosas en Argentina y Brasil, además del registro de casos pediátricos con cuadros severos de escorpionismo en el país, existe la necesidad urgente de evaluar esta problemática en Paraguay, particularmente en lo que se refiere a la evaluación de la utilidad local de los antídotos antiescorpiónicos comercialmente disponibles en América Latina (considerada la estrategia terapéutica más eficaz) y a la caracterización clínica y epidemiológica del problema. Cuatro centros productores, en Venezuela, Brasil y Argentina, producen antivenenos anti-Tityus, cuya efectividad podría ser ensayada en Paraguay5. En este sentido, se hace un llamado a las autoridades nacionales a conformar un equipo multidisciplinario de trabajo para el estudio, control y prevención del escorpionismo en el país.