Introducción
El COVID-19 se inició en diciembre de 2019 en Wuhan, provincia de Hubei (China)1. El 30 de enero de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró al COVID-19 como una emergencia sanitaria de importancia internacional. Asombrosamente, durante la primera semana de marzo, un número devastador de nuevos casos se informaron a nivel mundial, y el 11 de marzo de 2020, el COVID-19 fue clasificado como una pandemia2.
La enfermedad del COVID-19 cada día sigue ocasionando reportes estadísticos de importancia, donde el número de contagiados y personas fallecidas sigue en alza3. La pandemia de COVID-19 ha provocado cambios que afectan a los sistemas sanitarios y al enfoque de las enfermedades infecciosas en todo el mundo. La esperanza de recuperar un cierto nivel de “normalidad” depende del desarrollo de vacunas4.
La pandemia ha generado una serie de medidas preventivas y tratamientos para frenar la misma, sin embargo, no se ha logrado en su totalidad. Un aspecto importante es la realización de múltiples ensayos clínicos para obtener la vacuna contra el COVID-19, lograda en tan poco tiempo5. Las vacunas representan una medida importante para obtener el control de la pandemia de COVID-19 y la investigación ha estado ocurriendo a un ritmo acelerado para proporcionar vacunas seguras y efectivas para la población mundial6.
La necesidad de una vacuna se vislumbra desde el inicio de la pandemia y en diciembre de 2020, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) emitió la primera autorización de uso de emergencia para una vacuna. Desde entonces, las autoridades reguladoras de todo el mundo han aprobado vacunas3.
La aceptabilidad de la vacuna contribuye a la adherencia a las campañas de vacunación y está influenciada por factores sociales, económicos y culturales, así como por la confianza de la población en su seguridad y eficacia6. La aceptabilidad de vacunas es el término utilizado para describir el retraso en la aceptación o rechazo de la vacunación a pesar de la disponibilidad de servicios de vacunación7.
La población está inevitablemente expuesta a información errónea, rumores y teorías conspirativas falsas, lo cual puede minar su confianza en la vacunación1. Los proveedores de atención médica y los funcionarios gubernamentales de salud pública deben abordar adecuadamente cualquier temor y preocupación en la población general para contrastar la desinformación con el estrés psicosocial relacionado y mejorar la adherencia a la vacuna contra el COVID-194.
Metodología
El estudio fue observacional, descriptivo, de corte transversal, con enfoque cuantitativo, realizado en el año 2022. El área de estudio estuvo situada en el Departamento de Paraguarí, Ciudad de General Bernardino Caballero, en la compañía Chauria a 127 km de la Capital. De acuerdo con el último censo realizado por la Unidad de Salud Familiar de Loma Pytã, Caballero Departamento de Paraguarí, existían 158 (ciento cincuenta y ocho) viviendas bajo esta zona, 162 (ciento sesenta y dos) familias, y un total de 500 (quinientos) habitantes. La población estuvo constituida por 370 adultos que viven en la localidad de Chauria-Caballero; la muestra estuvo conformada por el 60 % de la población, siendo un total de 225 adultos. El método fue la encuesta, como técnica una entrevista y como Instrumento se elaboró un cuestionario en formato electrónico (Formulario Google) vía Online, un cuestionario de preguntas abiertas y cerradas con opciones de respuestas múltiples, con base en las variables del estudio. Se aplicó el cuestionario a 10 adultos de la localidad Chauria-Caballero, a fin de validar el instrumento con el propósito de determinar las debilidades y bondades del mismo; posteriormente se realizó las correcciones necesarias.
Procesamiento y análisis estadístico: Los datos recolectados por la investigadora, por medio de la encuesta Online, fueron descargados en una planilla electrónica generada en forma automática por el sistema informático Microsoft Office Excel, una vez concluido; la base de datos fue revisada minuciosamente y depurada según necesidad y posteriormente procesados y analizados con estadística descriptiva.
Asuntos éticos: El trabajo de investigación fue aprobado por la Facultad de Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional de Asunción. Durante todo el proceso investigativo, se tuvo presente los principios éticos de Helsinki, el de respeto, beneficencia y justicia. Los datos obtenidos fueron utilizados exclusivamente con fines académicos. Los adultos encuestados fueron tratados sin discriminación de edad, sexo, estado civil, número de hijos, ocupación, escolaridad, credo o raza.
Resultados
El trabajo tuvo una muestra constituida por 225 adultos. Con relación a los datos demográficos, hubo un predominio del grupo etario comprendido entre los 20 a 39 años de edad con un 41 %, el 53 % corresponde al sexo femenino, el 40 % de los mismos son solteros, el 43 % posee entre uno a tres hijos, el 20 % desempeña la ocupación de ama de casa y el 42 % posee una escolaridad posicionada en el Nivel Terciario/Universitario.
Respecto a la distribución porcentual de adultos vacunados contra la COVID-19, se pudo apreciar que el 93 % de los sujetos de estudio recibieron la vacuna, y un 7 % de los mismos no la recibieron. La desconfianza fue el motivo que predominó como razón para los no vacunados. Y dentro de los vacunados la razón predominante para vacunarse fue para prevenir/evitar la enfermedad; reducir el contagio/reducir la gravedad; estar protegido. En cuanto al lugar de concurrencia para vacunación contra la Covid-19, se pudo apreciar que más de la mitad (64 %) de los sujetos de estudio concurrió al Centro de Salud Gral. Bernardino Caballero, y en menor cantidad al Hospital Regional de Paraguarí (1 %) y al Autódromo Rubén Dumot (Ex Aratirí) (1 %).
En relación a la distribución porcentual de adultos según tipo de vacuna recibida en la primera y segunda dosis, se pudo observar que más de la mitad de los sujetos de estudio recibió las vacunas Pfizer y Astrazeneca. Y el menor porcentaje recibió la vacuna Sputnik V, seguida de la vacuna Covaxin. Cabe resaltar que el 51 % de los sujetos de estudio recibió la tercera dosis de la vacuna, siendo la marca Pfizer la más aplicada. Y el 28 % recibió hasta la cuarta dosis de vacunas contra la COVID-19 (Figura 1).
En cuanto a la distribución porcentual de adultos según padecimiento de Covid-19 se pudo apreciar que 36 % de los mismos han padecido la enfermedad; el 65 % de los sujetos de estudio tuvo presencia de signos y síntomas postvacunación; y más de las tres cuartas partes refiere que algún familiar suyo la padeció. El 88 % de los sujetos de estudio refirió que no tuvo fallecimientos de algún familiar o persona cercana a causa de Covid-19 (Tabla 1).
En cuanto a la distribución porcentual de adultos, según hayan recibido información errónea o rumores, más de la mitad de los sujetos de estudio refirieron que generan otras enfermedades; aumenta la posibilidad de infección; aumenta la posibilidad de contraer la forma grave de la enfermedad/no previene la enfermedad y que las vacunas no funcionan; no son efectivas, seguras, confiables. Y un reducido número refirió que recibió información relacionada a que están implantando chips a través de la vacunación y que produciría alteraciones genéticas que afectaría la fecundidad (Tabla 2).
En cuanto a la distribución porcentual de adultos según creencias, respecto a las influencias externas para la adherencia a la vacunación, se pudo apreciar que el 71 % de los sujetos de estudio refirieron que sí existe una influencia para la adherencia por parte de líderes comunitarios y líderes religiosos, el 7 % dijo que no y el 22 % que no sabe. En cuanto a la creencia de obligatoriedad de vacunas el 53 % de los sujetos de estudio refirió que no deben ser obligatorias; y un 38 % de los sujetos de estudio refirió que sí, mientras el 9 % dijo que no sabe.
Respecto a la distribución porcentual de adultos según percepción acerca de la efectividad, seguridad y necesidad de las vacunas, se pudo apreciar que el 71 % de los sujetos estudios se encuentra de acuerdo con que las vacunas aprobadas son efectivas; el 70 % está de acuerdo con el hecho de que las vacunas aprobadas son seguras y el 84 % de los sujetos de estudio estas de acuerdo con que la vacunación es necesaria, y con relación a la confianza en el sistema sanitario, se pudo apreciar que la gran mayoría de los sujetos de estudio confía en el sistema sanitario de la República del Paraguay (Tabla 3).
Discusión
El estudio encontró una alta adherencia en general, con más del 93 % de los participantes vacunados contra COVID-19, similar porcentaje que se reportó en Chile, China y Catar8, cifras muy altas con relación a la aceptación de la vacuna a nivel país que se tiene una cobertura total de 58,6 % con al menos una dosis9. Hubo asociaciones significativas entre la disposición a vacunarse y algunas razones como prevención/evitar la enfermedad; reducir el contagio/reducir la gravedad; estar protegido actitudes similares se encontraron en una investigación sobre Actitudes hacia la vacuna COVID-19 en la población general paraguaya4. Desde el inició de la vacunación contra COVID-19 en nuestro país se crearon una serie de inseguridades relacionada a la opinión popular teniendo un impacto negativo en la población, las razones que motivaron la negativa a la vacunación incluyeron desconfianza, miedo, temor a la vacunación similar a los resultados de un estudio de la Aceptabilidad de las vacunas COVID-19 y comportamiento protector entre adultos en Taiwán10.
Gran parte de los encuestados recibió en la primera y segunda dosis la plataforma de vacuna Pfizer, Astrazeneca y Hayat Vax/Sinopharm datos que coinciden con las plataformas de vacunas aplicadas en el departamento de Concepción11, En cuanto a la plataforma de vacuna recibida en la tercera dosis, mayoritariamente (60,6 %) recibió Pfizer y Astrazeneca (31,5 %). La efectividad de vacunas aumenta con esquema completo de vacunación, más de la mitad de la población encuestada cuenta con al menos una dosis de refuerzo, el 28 % con dos dosis de refuerzo, datos que coinciden con los datos a nivel departamental 55,3 % cobertura poblacional con esquema completo, 25% cobertura poblacional con dosis de refuerzo12.
Más de la mitad de los participantes presentaron síntomas posteriores a la aplicación de la vacuna contra la COVID-19 dato similar a un estudio sobre Efectos secundarios de las vacunas anti-COVID-19 en personal de salud de Paraguay13. Del total de personas que recibieron la vacuna se observa que la mayoría presentó dos síntomas después de la aplicación de la vacuna contra COVID-19, los síntomas más comunes después de la aplicación de la vacuna contra COVID-19 presentados en la población estudiada son dolor de cabeza, fiebre, malestar general, dolor muscular y articular similar a una investigación de Factores que influyen en el nivel de aceptación y rechazo de la vacuna contra COVID-19 en personas que pertenecen a grupos de riesgo1. En cuanto al carnet de vacunación, todos los adultos vacunados cuentan con carnet de vacunación.
Hay un alto conocimiento en la población encuestada, en relación a, que es el COVID-19, mayoritariamente (84,4 %) respondieron correctamente que es una nueva forma de la enfermedad del Coronavirus la cual se debe al nuevo virus SARS-CoV2 que causa una infección aguda con síntomas respiratorios, dato superior en relación a un estudio realizado en el país sobre conocimientos, actitudes y prácticas hacia la COVID1914. En cuanto a que son las vacunas, casi el total de la población (96 %) respondió correctamente que las vacunas son preparaciones destinadas a generar inmunidad (protección) contra una enfermedad, estimulando la producción de anticuerpos, este porcentaje no coincide con casi ninguna investigación leída.
Más de la mitad de la población participante ha sido afectada por la pandemia del Coronavirus, cerca de la mitad de la población ha sido afectada directamente con la enfermedad COVID-19, y el 82 % a un miembro de su familia datos que coinciden con el reporte de COVID-19 a nivel país12. El 12 % de la población encuesta ha tenido por lo menos un familiar o persona de su entorno que falleció por COVID-19. La pandemia de SARS CoV-2 ha provocado la búsqueda y difusión de información de salud, más de la mitad de la población encuestada tuvo tres fuentes de información, dato similar a una investigación en México15. En cuanto a, si los líderes comunitarios y religiosos de su comunidad querrían que la población se vacune, más del 70 % respondió que sí, lo que es similar a la investigación en alumnos de una universidad pública en Honduras3.
La desinformación, la información errónea, los rumores infundados y las teorías conspirativas se propagan rápidamente por todo el ecosistema digital alimentando las dudas sobre las vacunas, algo que puede generar preocupación y rechazo hacia una intervención que busca salvar vidas (OPS), más de la mitad la población encuestada no está exenta de esto, entre los comentarios o rumores sobre las vacunas contra el COVID-19 que más escucharon los encuestados destacan: “Generan otras enfermedades”; “aumenta la posibilidad de infección”; “aumenta la posibilidad de contraer la forma grave de la enfermedad”, “no previene la enfermedad”, similar a una investigación realizada en Arequipa-Perú16, también similar al informe de seguimiento de conocimientos y prácticas de familia paraguayas sobre la COVID-1917.
Más de la mitad de los encuestados no cree que la vacuna deba ser obligatoria, las personas deben tener la libertad de tomar una decisión sobre si inmunizarse o no según grupo de expertos de la OPS18. En relación al lugar de concurrencia para la vacunación contra el COVID-19, el lugar de mayor concurrencia para la vacunación fue el Centro de Salud Gral. Bernardino Caballero, seguido Hospital distrital de la Colmena dato que coincide con la distribución de vacunatorios en el Departamento de Paraguarí9.
Se pudo observar que el 90 % confía en el sistema sanitario del país Datos similares se observaron en el estudio Determinantes sobre la aceptación de la vacuna COVID-19, en el Distrito Nacional, República Dominicana19. La percepción sobre la vacuna contra COVID-19 para combatir la enfermedad sigue siendo un tema de polémica a nivel mundial, sin embargo, en la población encuestada se puede concluir que el mayor porcentaje está de acuerdo que las vacunas aprobadas son seguras, efectivas, y que la vacunación es necesaria resultado similar se obtuvo en una investigación en estudiantes de Estomatología2.