Introducción
La adolescencia constituye uno de los períodos más intensos de cambios físicos, psicológicos y sociales de la vida de una persona. Se inicia con los cambios biológicos y físicos de la pubertad, continúa con el desarrollo de la capacidad para el pensamiento abstracto, la necesidad de autonomía e independencia emocional de los padres, la búsqueda de valores e ideales, y culmina con la asunción de roles y responsabilidades sociales y legales de esta etapa1.
En el Perú, el sector adolescente representa la quinta parte de la población total2. El contexto actual -caracterizado por los cambios drásticos en las esferas: familiar (estructura y dinámica), educativa, informática, económica y política- hace del paso por la adolescencia una tarea difícil, ya que los elementos de soporte y protección, en la mayor parte de casos, no responden a las necesidades de las y los adolescentes, razón por la cual son catalogados como grupo social altamente vulnerable3. Si consideramos que éste es el contexto en que varones y mujeres adolescentes cimientan su identidad y viven su sexualidad, es fácil comprender que surjan dificultades que, a la larga, podrían transformarse en verdaderos problemas de salud pública4.
Los servicios de salud sexual y reproductiva son aquellos servicios o consultorios orientados a la atención diferenciada de salud5. Se ubican dentro de los ambientes de los establecimientos de salud adecuados para la atención exclusiva del adolescente, atendido por un profesional de obstetricia capacitado para la atención de este grupo etario, en donde se brinda consejería en sexualidad en toda su amplitud en prevención de embarazos no deseados, en prevención de infecciones de transmisión sexual o su tratamiento respectivo, evaluación física completa para determinar bienestar físico, consejería anticonceptiva, dotación de anticonceptivos en caso sea necesario, tamizaje de VIH y sífilis, tamizaje de violencia, tamizaje en salud mental, entre otros6. Toda atención no tiene costo alguno, por encontrarse como una atención preventivo- promocional del Ministerio de Salud del Perú. Pudiendo de esta forma evitar los riesgos para su salud7. Dichos servicios se ubican en los diferentes establecimientos de salud de nuestra ciudad, centros de salud u hospitales8.
En los países latinoamericanos, es común encontrar limitaciones para el acceso de la población adolescente y joven a los servicios de salud en general, y en especial a los servicios de salud sexual y reproductiva9. Esto es aún más grave si tomamos en cuenta que los proveedores de salud y el entorno social en el cual los y las adolescentes se desenvuelven por lo general no los consideran como sujetos de derechos sexuales y reproductivos. Esto se expresa, por ejemplo, en que no se acepta que ellos y ellas tomen sus propias decisiones respecto a su sexualidad, e incluso en que no reciban información sobre estos temas10.
En términos generales, pese a los avances existentes en cada uno de los países de la región, los adolescentes aún no acuden con facilidad a los servicios de consejería y atención, tampoco a solicitar orientación o servicios, o algún método de control de la fecundidad y de protección contra ITS y VIH/SIDA5. Esto se debe a las múltiples barreras que encuentran, que van desde las relacionadas con la infraestructura, el personal que no siempre es el adecuado y la forma en que los atienden; limitaciones legales y normativas que en muchos casos se dan por falta de conocimiento de los prestadores de servicios de salud y de los adolescentes respecto de su derecho11.
El propósito del estudio es estimar las barreras de acceso a los servicios primarios de Salud Sexual y Reproductiva; con la finalidad de establecer las condiciones estructurales sociales, que limitan la atención; para establecer criterios de priorización en la gestión social y de salud de los adolescentes.
Metodología
Estudio analítico de caso control se entrevistaron a 288 adolescentes del tercero, cuarto y quinto de secundaria la institución educativa pública Túpac Amaru del centro poblado Pampa Grande; Distrito Tumbes, Región Tumbes en el año 2019, entre experimento y control con una razón de 1 a 1. Se aplicaron cuestionarios anónimos para evaluar las barreras de accesibilidad a los servicios primarios de salud. En ambos grupos se aplicó el cuestionario básico (CB) y solo al grupo experimental, el cuestionario de prestación de servicio primario (CPSP), luego de acceder al servicio de salud en los últimos seis meses. Los criterios de inclusión hicieron referencia a los estudiantes con asistencia regular, fueron excluidos, los adolescentes que presentaron alguna enfermedad crónica en su asistencia sanitaria. Se recogieron variables de características sociodemográficas y culturales que precisan como barreras de acceso, además de la frecuencia de uso a los servicios primarios de salud. Se realizaron entrevistas anónimas en las instalaciones del lugar de investigación, de acuerdo a la designación aleatoria de los grupos de estudio y la firma del asentimiento informado.
Los datos fueron sometidos a la estadística descriptiva para el análisis univariado de frecuencias absolutas y relativas de cada variable, se desarrollaron tablas de contingencias para determinar la asociación entre las variables barreras de accesibilidad y coberturas de los servicios primarios de salud sexual y reproductiva. Se realizó el análisis bivariado con la prueba de Chi-cuadrado con una significancia estadística <0,05. Se determinó la fuerza de asociación mediante la regresión logística ordinal, teniendo como resultados los Odds Ratio (OR) e intervalos de confianza al 95 % (IC 95 %) para ambos grupos. La integridad ética fue asegurada con el asentimiento informado de los adolescentes, como sujetos de derecho.
Resultados
Al establecer la relación entre las características sociodemográficas y el acceso a los servicios de salud, la variable edad, sexo e ingreso económico están directamente y significativamente relacionadas con la accesibilidad a los servicios de salud (p<0,01 IC 95 %) (Tabla 1).
En el grupo experimenta, definidos como aquellos adolescentes que han accedido a los servicios de salud en los últimos seis meses, se hace extensivo la atención por evaluación médica, búsqueda de algún método anticonceptiva y la consejería en salud sexual reproductiva (Tabla 2). Al analizar las barreras de acceso a los servicios primarios de salud, los adolescentes que pueden pagar los costos de transporte para trasladarse y recibir la atención en un centro de salud, tienen más probabilidad de acceder a los servicios de salud de los que no cuentan con recursos económicos. Así mismo los adolescentes que utilizan el transporte público para trasladarse de su casa al centro de salud tienen más probabilidad de los que no pueden hacerlo.
Al analizar las barreras de acceso a los servicios primarios de salud, los adolescentes que pueden pagar los costos de transporte para trasladarse y recibir la atención en un centro de salud, tienen más probabilidad de acceder a los servicios de salud de los que no cuentan con recursos económicos. Así mismo los adolescentes que utilizan el transporte público para trasladarse de su casa al centro de salud tienen más probabilidad de los que no pueden hacerlo (Tabla 3).
Tabla 3. Asociación de las barreras de acceso a los servicios de salud primarios
Discusión
En el estudio se puede denotar variables explicativas al acceso de los servicios primarios de salud, la variable edad, sexo e ingreso económico están directamente y significativamente relacionadas con la accesibilidad a los servicios (Tabla 1). En esa línea descriptiva, DeVoe S et al (11); al entrevistar 1329 jóvenes para examinar las barreras de acceso a los servicios de salud, demostró que la edad (p<0,001) y el sexo (p <0,01) indican un mayor acceso a los programas preventivos de rutina. En ese orden de ideas Nmadu A et al12; reafirma que el grupo de adolescentes y jóvenes varones en relación a las mujeres, presentan mayor conocimiento en salud sexual y reproductiva, lo que se traduce en una mayor disposición a los servicios de salud más cercanos.
De otro lado, aquellos adolescentes que han accedido a los servicios de salud en los últimos seis meses; fueron por evaluación médica no vinculada a la atención primaria en salud sexual y reproductiva. Thongmixay S et al13; en su estudio descubre que las principales barreras que impiden que los adolescentes accedan a los servicios de salud sexual y reproductiva están relacionadas con la accesibilidad cognitiva y la accesibilidad psicosocial. Las barreras de accesibilidad cognitiva son la falta de conocimiento sexual y la falta de conocimiento de los servicios. Además, propone que, para mejorar el acceso a los servicios, se necesita una estrategia de componentes múltiples: promoción de los servicios de salud de salud amigables para los jóvenes; educación sexual en las escuelas; un sistema formal de remisión entre escuelas y centros de salud adaptada a los jóvenes; e intervenciones de apoyo comunitario.
Al analizar las barreras de acceso a los servicios primarios de salud sexual y reproductiva, nuestro estudio, resalta la disposición de recursos económicos para el traslado al centro primario de atención como una barrera de acceso (OR= 4,23) Así mismo los adolescentes que utilizan el transporte público para trasladarse de su casa al centro de salud son una barrera de acceso (OR=1,59). Además, el conocimiento de los servicios de salud sexual y reproductiva es una barrera importante (OR=1,16) en el acceso a los servicios primarios de salud sexual reproductiva. Para Chantal D,2018 et al14; existen barreras estructurales como las financieras y la distancia a los servicios de salud, siendo estas las limitantes para que los adolescentes tengan algún tipo de contacto con el sistema sanitario.
Datos similares son reportados por Escamilla V et al15; quien conformo en su estudio dos conglomerados residenciales que se ubicaron a ≤ 1 km de una instalación que ofrece programa de anticoncepción y que además de trasladan en pequeños vehículos privados, este método de traslado logro incrementar en un 25 % el acceso a los servicios de salud. S Othman et al16; mediante un análisis mediante regresión logística encontró que los adolescentes con conocimiento de los servicios de SSR tenían significativamente más probabilidades de utilizar los servicios en comparación con los demás (OR= 7,83; IC del 95 %= 3,36-18,21; p <0,001), Además D Towne Jr17; reafirma que aquellos grupos poblacionales con ingresos más bajos, tenían más probabilidades (p <0.01) de no acceder a un servicio de salud. Estos hallazgos permiten destacar que las escuelas y las universidades, son el escenario ideal para reducir las barreras percibidas para acceder a los servicios de salud reproductiva mediante el uso de la tecnología, la promoción de centros de salud y la provisión / adición de información sexual y reproductiva a las clases de educación general.