Estimado editor:
La pandemia de la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) causada por el SARS-CoV-2 es el desafío más desafiante para la humanidad1. Se cree ampliamente que la normalidad pre pandémica nunca regresará hasta que se disponga de una estrategia de vacunación segura y eficaz, disponible a nivel global2.
De hecho, desde que comenzó el brote, los investigadores de todo el mundo se han apresurado a desarrollar vacunas contra el COVID-19, destacándose en la actualidad 166 vacunas candidatas en desarrollo preclínico y clínico3. Para satisfacer la necesidad urgente de una vacuna, se ha propuesto un nuevo paradigma de desarrollo de vacunas pandémicas que comprime el cronograma de desarrollo de 10 a 15 años (lo habitual) a 1 a 2 años4.
Por todo lo anterior se planteó como objetivo identificar la predisposición para recibir la vacuna contra el COVID-19 en Paraguay, lo cual se realizó mediante un estudio exploratorio online, por lo que se diseñó un estudio observacional, transversal mediante una encuesta en línea. Dicho instrumento fue diseñado en Google Forms ©, y difundida a nivel nacional a través de redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram) y aplicaciones de mensajería (Whatsapp, Telegram), durante las fechas de 20 de enero al 08 de febrero del 2021.
El cuestionario se basó en el estudio de Yoda T y Katsuyama H5, donde se registró las siguientes variables: a) sexo; b) edad; c) lugar de residencia; d) antecedentes patológicos personales (hipertensión, hiperlipidemia, diabetes, etc., sin incluir la infección por COVID-19); e) Predisposición de la vacuna COVID-19 (¿estaría dispuesto a ser vacunado cuando se desarrolle la vacuna COVID-19?: Sí, No estoy seguro, No); y f) razones de la respuesta anterior (respuestas múltiples). Los participantes hicieron clic en el botón "Acepto" antes de comenzar la encuesta para indicar su consentimiento.
Participaron del estudio 769 sujetos, de los cuales 423 (55 %) fueron del sexo femenino, con una mediana de edad de 28,2 años, 389 (50,58 %) de los participantes residían en Asunción y Gran Asunción y 271 (35,24 %), presentaron algún tipo de enfermedad crónica (55,71 % Hipertensión arterial, 51,29 % Diabetes Mellitus).
Del total de los participantes, 369 (47,98 %) no se encontraban predispuestos a recibir la vacuna contra el COVID-19, y 101 (13,13 %) manifestaron que se encuentran inseguros. Entre los motivos de negarse a aplicarse la vacuna 104 (41,73) mencionaron el temor a los efectos secundarios, 49 (13,27 %) destacaron que el desarrollo fue muy rápido, 44 (11,92 %) cree que la vacuna no es segura, y el resto otros (no le gusta las vacunas en general, razones religiosas, no cree que el COVID-19 sea real).
Del total de los participantes del sexo masculino 201 (58,09 %) manifestaron que no se encontraban seguros o no querían recibir la vacuna, al igual que 98 (12,74 %) de los que participantes con una edad igual o superior a 35 años, 289 (76,06 %) de los que se encontraban residiendo el interior del país y 103 (38 %) de los pacientes con alguna enfermedad crónica.
Es importante resaltar que durante los últimos años ha aumentado de forma alarmante la presencia de colectivos antivacunas en todo el mundo y constituyen una amenaza cada vez mayor para los programas de vacunación y la salud pública en general. La expansión de estos grupos, se puede atribuir al desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación, por lo que los mensajes de estos grupos tienen mayor difusión y al haber una cultura de lectura crítica instalada la difusión de las noticias falsas puede ser descontrolada6. En el contexto de una pandemia, el impacto que puede generar este colectivo es aún mayor, debido a que la influencia de la misma es a nivel colectivo, no solamente a nivel individual.
En este estudio exploratorio se ha encontrado una proporción interesante de sujetos que no presentan una predisposición a vacunarse, cuyos resultados son similares a otros estudios en Japón, Estados Unidos, China, Reino Unido y Grecia5,7-10, donde se destaca la desconfianza y el temor hacia las reacciones adversas.
La mayor proporción de sujetos que no querían recibir la vacuna se encontraban en el interior del país, lo cual es atribuible quizás debido a que en dichos lugares la promoción de las noticias falsas, se encuentran mayoritariamente arraigadas6) y la medicina tradicional, complementaria y alternativa heredada de los antepasados indígenas juegan un papel fundamental en la idiosincrasia.
Entre las limitaciones del estudio se pueden citar que los participantes del estudio representaron una muestra de participantes por conveniencia, a la vez que este estudio se realizó en Internet, por lo que no se pudo captar a poblaciones que no tienen acceso a internet, además este estudio fue de corte transversal, por lo que no se pudo establecer una causalidad.
A modo de conclusión, es posible indicar que casi la mitad de los participantes de este estudio no tenían la predisposición de aplicarse la vacuna contra el COVID-19, siendo uno de los principales motivos para negarse o estar dudoso el temor a los efectos secundarios, cree que el desarrollo de la misma fue muy rápido y cree que la vacuna no es segura, por lo que es imperativo desarrollar estrategias y campañas a los efectos de promocionar los beneficios posibles relacionados a la vacunación, además de una lucha constante contra las noticias falsas relacionadas a este y otros temas.