Introducción
Muchos factores que influyen y tienen un efecto negativo en la salud de los estudiantes pasan inadvertidos debidos a su variedad. Una combinación de presión académica, preocupaciones financieras, altas cargas laborales, déficit del sueño, el acercamiento a los pacientes y sus problemas, todos ellos, generan en consecuencia, un grupo con una mayor prevalencia de psicopatologías, abuso de sustancias, ansiedad, depresión y mayor ideación suicida1-3.
El síndrome de burnout (SBO) es común en los profesionales de la salud, ya sean médicos, enfermeros, etc.; se lo relaciona como medida de pobre salud mental atribuida al estrés relacionado con el trabajo4-8. Corresponde a una entidad heterogénea y continua, la constituyen tres esferas principales y estas pueden coexistir en diferentes grados: 1. el agotamiento emocional, que refleja una sensación de cansancio relacionada con el trabajo; 2. la despersonalización, esta demuestra una respuesta insensible, impersonal, poco empática o negativa hacia quienes se brindan servicios; y 3. la falta de realización personal, demostrada como la búsqueda constante de logros, éxito o competencia en el trabajo9-11.
Varios estudios muestran una importante prevalencia de Síndrome de Burnout en médicos recién graduados, residentes y especialistas4,6,12-15, lo que orienta el origen de dicho síndrome al proceso de formación. El hecho de padecer del síndrome durante el aprendizaje médico no constituye algo benigno. Por ejemplo, la ideación suicida tiene una propensión de 2 a 3 veces mayor en estudiantes de medicina con síndrome de burnout, en comparación con estudiantes que no padecen del mismo3. También se vio que estudiantes con una despersonalización de alto puntaje mostraban una empatía menor con los pacientes10. Por lo tanto, el síndrome de burnout en estudiantes de medicina, se asocia con trastornos de la salud mental, que influyen en su aprendizaje, competencia profesional y un menor cuidado del paciente.
Una de las etapas más críticas de la profesión médica corresponde al periodo de transición desde la facultad hacia el trabajo. Estresores como la sobrecarga laboral, el trabajo en turnos sin horario fijo, contacto inicial con la enfermedad, dolor y muerte, falta de especificidad de funciones y tareas, falta de autonomía y autoridad para toma de decisiones en el sitio de trabajo, entre otros, inciden en mayor medida y se relacionan con niveles de estrés mayores percibidos por los profesionales16-19.
El abuso de sustancias, en particular comportamientos relacionados al consumo de alcohol, trae consecuencias importantes, en los estudiantes de medicina las conductas de consumo pueden influir en la actitud sobre la asesoría de quienes beban en exceso, se evidenció una relación notable entre el cuidado de la salud personal de los médicos, incluida la conducta alcohólica y la asesoría que brindan20,21.
Estudios realizados en los Estados Unidos, que evalúan la prevalencia de mayor uso de sustancias en estudiantes de medicina, arrojaron cifras de hasta un 58% relacionadas con el consumo en exceso de alcohol en forma mensual22; además, uno de cada tres estudiantes refirió haber usado drogas ilícitas en el último año23. El inicio del consumo de sustancias se da generalmente en la escuela secundaria o en la universidad24 y las sustancias más utilizadas fueron alcohol y marihuana23. Según estudios, se sugiere que el uso de sustancias en el ejercicio médico tiene su origen durante el proceso formativo en la escuela de medicina y es una cuestión continua que va en aumento25-27.
El consumo de sustancias nocivas junto con un estilo de vida estresante, conlleva un mayor riesgo de desarrollo de otras múltiples patologías aunado con la morbilidad y mortalidad a las que conducen. Se debe tener en cuenta, además, el impacto que las acciones durante el periodo de formación generan en los hábitos que se tendrán durante el ejercicio de la profesión, esto a su vez no solo se relaciona con el propio individuo, sino también con su entorno, ya que como futuro médico se podría volver un referente para su comunidad. El objetivo general de este estudio fue determinar la prevalencia de Síndrome de Burnout y trastorno de abuso de sustancias en estudiantes de medicina de los años clínicos en la Universidad Nacional de Asunción.
Metodología
Se realizó un estudio de carácter observacional, descriptivo, de corte transversal. Fueron recolectados datos de 157 estudiantes de medicina de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción, Paraguay, mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia. Considerando una N: 550 estudiantes de medicina en el ciclo clínico, nivel de confianza 95% y una frecuencia esperada de 10%, el cálculo del tamaño de la muestra resultó 11128.
Se incluyeron a estudiantes de Medicina del 3° al 6° curso (ciclo clínico), pertenecientes a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción, mediante encuestas. La participación fue voluntaria y las respuestas, anónimas. No se proveyó ningún tipo de compensación y se excluyeron las encuestas incompletas.
La encuesta incluyó preguntas demográficas básicas (edad, sexo, curso), medidas para abuso/dependencia de alcohol, burnout, depresión, suicidio y calidad de vida. Las preguntas fueron de opción múltiple. Se utilizó la prueba de identificación de desórdenes de uso del alcohol (AUDIT-C) como herramienta para identificar a los estudiantes que presentan abuso/dependencia de alcohol. El rango de puntajes varía de 0 a 12. Los estudiantes clasificados como positivos para abuso/dependencia de alcohol fueron los que obtuvieron puntajes iguales o mayores que 3 (mujeres) y 4 (hombres)29,30.
Para la medición del burnout, se implementó el inventario de Maslach (MBI), un cuestionario con 22 preguntas que es estándar en la evaluación del burnout31,32. Evalúa 3 aspectos: cansancio emocional, despersonalización y logros personales. Las respuestas con altos puntajes en cansancio emocional o despersonalización fueron consideradas como que tenían al menos una manifestación de burnout33,30. La depresión fue identificada mediante el screening de depresión PHQ-2 (Patient Health Questionnaire-2) que consta de 2 preguntas y sugiere depresión con una puntuación de 3 o más puntos34, la ideación suicida mediante un ítem o pregunta “Durante los últimos 12 meses, ¿has tenido pensamientos de quitarte la vida?”. Este ítem fue utilizado en estudios previos en médicos y estudiantes de medicina35.
Todos los participantes calificaron su calidad de vida general, mental, emocional y física teniendo en cuenta la semana anterior a la encuesta, en una escala lineal análoga estandarizada y única para cada dominio de calidad de vida. Cada escala iba del 0 al 5, siendo 0 “no puede estar peor” y 5 “no puede estar mejor”. Esta escala ha sido validada en una variedad de trastornos médicos y poblaciones. Consideramos aquellos que calificaron su calidad de vida en 2 puntos o menos, como baja calidad de vida36. Las variables se analizaron con el SPSS para Windows 24 (IBM SPSS Inc., Chicago, EE. UU.) y Microsoft Excel versión 2006. Los valores con distribución normal fueron presentados con promedio y desviación estándar, y los valores sin distribución normal fueron presentados con rango. Las variables categóricas se presentaron como números y porcentajes. Se utilizó la prueba Chi-cuadrado para comparar variables dicotómicas. En el análisis estadístico, p˂0,05 con un nivel de con-fianza del 95% y un margen de error de 5% fue considerado estadísticamente significativo. Se respetaron los principios de Beneficencia: tanto para la ciencia como para la salud; No maleficencia: El presente estudio no perjudicó en absoluto a ninguna persona, ya que los materiales utilizados con sus respuestas fueron anónimos; y Confidencialidad: Se mantuvo el anonimato de los pacientes.
Resultados
En total 157 personas fueron encuestadas, la edad media fue 24,06 ± 1,92 años, 97 (61,8%) fueron mujeres, 79 (50,3%) eran estudiantes de tercer curso (Tabla 1).
Del total, 69 (43,9%) cumplían criterios de Síndrome de Burnout, 77 (49%) cumplían criterios de abuso/dependencia de alcohol, 61 (38,9%) cumplían criterios de alta probabilidad de trastorno depresivo mayor y 49 (31,2%) presentaron ideación suicida en los últimos 12 meses. (Figura 1).
Las categorías del MBI, PHQ-2 y Audit-c se encuentran la Tabla 2. Se encontraron asociaciones significativas entre el sexo y calidad de vida emocional (p=0,001), así como con depresión (p=0,002), también entre la presencia de Síndrome de Burnout y la calidad de vida emocional (p=0,016), física (p=0,021) y social (p<0,05) con la depresión (p=0,018).
Discusión
La dependencia al alcohol en estudiantes de medicina fue mayor que la encontrada en otros estudios de EE. UU., Perú y Francia (49 % en comparación con alrededor del 30 %)30,37,38. Sin embargo, la prevalencia del abuso de alcohol en estudiantes de medicina puede variar según el modo de detección, desde 15 % hasta 52 %39.
La frecuencia de la dependencia al alcohol según el sexo fue similar en nuestro estudio, en contras-te con el predominio masculino que encontraron Mejía y colaboradores37. Además, se observó una tendencia al aumento de la dependencia al alcohol según el año académico, aunque esta asociación no fue significativa.
El síndrome de Burnout es una patología frecuente en la población estudiada (estudiantes de medicina), lo cual ha sido confirmado por numerosos estudios30,40,41. El porcentaje de estudiantes que cumplían con criterios de Síndrome de Burnout fue más alto (43,9 %) comparado con otros trabajos (34-35 %)40,41 esta diferencia podría deberse a discrepancias en cuanto a cultura, nivel socioeconómico y poblaciones de los estudios.
En nuestro estudio, 20 % de los estudiantes encuestados tenían tanto Síndrome de Burnout como dependencia al alcohol. No se encontró asociación significativa entre el abuso de alcohol y el Síndrome de Burnout como en la investigación realizada por Jackson et. al.30.
La proporción de estudiantes de Medicina que mostraron depresión o síntomas depresivos en un metaanálisis de 43 países se halló ligeramente más baja comparada con los resultados del presente estudio. Respecto a la ideación suicida, los valores encontrados en nuestro estudio fueron superiores al del metaanálisis (31,2 % en comparación con 11,1 %)42, lo cual resulta alarmante.
En promedio, se obtuvo un nivel de calidad de vida pobre en los encuestados (alrededor de 2 pun-tos de la escala analógica estandarizada). Se encontró asociación entre el sexo femenino y peor calidad de vida emocional, así como también con alta probabilidad de depresión. Por otro lado, el Síndrome de Burnout se asoció significativamente con peor calidad de vida emocional, física, social y alta probabilidad de depresión, lo cual coincide con la literatura30,43,44.
La calidad de vida en sus áreas emocional y física es más elevada en los no dependientes al alcohol, exceptuando el área social que es mayor en los que tienen dependencia de alcohol. Estos datos son similares a los encontrados por Jackson et. al.30.
El Síndrome de Burnout y la dependencia al alcohol son frecuentes en estudiantes de medicina y se asocian comúnmente a trastornos depresivos. Se podrían buscar estrategias de pesquisa de estas patologías e incluso incluir un programa de bienestar estudiantil en el currículo de la carrera. Sin embargo, recomendamos ampliar el estudio ya que una de las limitaciones importantes fue el tamaño de la muestra y la inclusión de una sola Facultad.