INTRODUCCIÓN
La pandemia de COVID-19 provocada por el SARS-CoV-2 surgió como una nueva enfermedad altamente transmisible que determinó graves efectos en la salud pública mundial. Desde su inicio, hubo preocupación por los pacientes con enfermedades reumatológicas autoinmunes, como la artritis reumatoide (AR). Existía inquietud tanto por la posibilidad de un mayor riesgo de contagio, de desarrollo de complicaciones graves, así como también el posible efecto del tratamiento con fármacos modificadores de la enfermedad biológicos y sintéticos en el desarrollo de complicaciones asociadas a la COVID-19. Estos factores determinaron que los pacientes reumatológicos fueran considerados una población vulnerable durante la pandemia( - ).
El inicio de la vacunación masiva a nivel mundial, fue la medida de salud pública con mayor impacto para controlar la pandemia. Se buscaron estrategias para que el acceso a la inmunización sea realizado de la forma más eficaz y segura posible, ofreciendo acceso prioritario a las poblaciones más vulnerables a presentar complicaciones graves( ). En Paraguay se inició la campaña de vacunación contra la COVID-19 en febrero del 2021, siendo la población vulnerable la primera en acceder a las vacunas, siendo los pacientes con AR uno de los grupos prioritarios. Al inicio de la campaña de inmunización, existía gran inquietud sobre los posibles efectos de la vacunación en la población de pacientes con AR, por la posibilidad de reactivación de la enfermedad, así como por las posibles reacciones a la vacunación.
Basados en esto, el objetivo del presente estudio fue el analizar la vacunación contra el SARS- CoV-2 en pacientes con AR, en Paraguay.
METODOLOGÍA
Diseño
Se realizó un estudio retrospectivo, observacional y de corte transversal con un muestreo no probabilístico, durante el periodo comprendido entre los meses de octubre a diciembre del año 2022.
Sujetos de estudio
Se incluyó en el estudio a pacientes con diagnóstico de AR según los criterios de ACR/EULAR 2010( ), con seguimiento regular en el Servicio de Reumatología del Hospital Central del Instituto de Previsión Social y en el Departamento de Reumatología del Hospital de Clínicas (Facultad de Ciencias Médicas - Universidad Nacional de Asunción).
Mediciones
Se registraron variables clínico-epidemiológicas (i.e. edad, sexo), así como variables relacionadas con la vacunación (i.e. acceso a la vacunación, tipo de vacuna recibida y número de dosis recibidas). Los datos fueron obtenidos mediante la entrevista directa a los pacientes, además de la revisión de los datos de los expedientes clínicos de los pacientes. La tasa de deserción se calculó como la diferencia entre el número de personas que culminó el esquema y el número de personas que lo inició( ).
Se utilizó un cuaderno de recogida de datos, diseñado exclusivamente para el estudio. Toda la información registrada fue digitalizada en plantillas Excel, realizándose un control de calidad de los datos registrados de forma aleatorizada.
RESULTADOS
Un total de 568 pacientes con diagnóstico de AR fueron incluidos en el estudio, siendo la relación femenino/masculino de 6/1 [481/87], la media de edad fue 55,5 ± 13,9 años. La distribución de la población, considerando la edad y la administración de al menos una dosis de vacuna se presenta en la Figura 1.
Del total de pacientes, el 88,7% (504) recibió al menos una dosis de la vacuna. En la Tabla 1 y Figuras 2 y 3 se presentan la distribución de la población analizada, considerando el número de dosis de vacunación recibida. Al analizar la distribución de la población considerando el sexo, se pudo observar que el 89% (432/481) de las mujeres recibieron al menos una dosis de la vacunación mientras que el 82,7% (72/87) de los hombres accedió a una dosis de la inmunización.
Vacunas | Primera Dosis n=504 | Segunda Dosis n=483 | Primer Refuerzo n =344 | Segundo Refuerzo n = 122 |
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Sputnik V n (%) | 149 (26,2) | 137 (24,1) | 10 (1,8) | 0 |
AstraZeneca n (%) | 172 (30,3) | 171 (30,1) | 110 (19,4) | 36 (29,5) |
Pfizer n (%) | 81 (14,3) | 80 (14,1) | 198 (34,9) | 68 (55,7) |
Moderna n (%) | 41 (7,2) | 38 (6,7) | 22 (3,9) | 18 (14,8) |
Hayat Vax n (%) | 29 (5,1) | 28 (4,9) | 1 (0,2) | 0 |
Sinopharm n (%) | 2 (0,4) | 1 (0,2) | 0 | 0 |
Covaxin n (%) | 28 (4,9) | 26 (4,6) | 3 (0,5) | 0 |
CoronaVac n (%) | 2 (0,4) | 2 (0,4) | 0 | 0 |
Al analizar las dosis recibidas, pudo verificarse que el 60% recibió la primovacunación frente a SARS-CoV-2 (esquema de 3 dosis) durante el tiempo analizado. La tasa de deserción fue del 40% (diferencia entre 1era y 3ra dosis, de acuerdo a los estándares de vacunación).
En relación al tipo de vacuna, el 30% recibió vacuna de plataforma vector viral [AstraZeneca®], alternada con vacuna de plataforma ARNm [Pfizer®] (14,3%). En la Figura 2 se puede observar la distribución de los pacientes considerando el tipo de vacuna por dosis/paciente.
DISCUSIÓN
La pandemia de COVID-19, constituyó una de las crisis en salud pública más devastadora de los últimos tiempos. Ocasionó no solo un número elevado de muertes y discapacidad a nivel mundial, sino también importantes problemas económicos, sobrecarga de sistemas de salud, además de un impacto negativo en la salud mental( ). La vacunación contra SARS-CoV-2 coadyuvó positivamente para lograr el corte de la circulación viral y frenar la pandemia. La literatura narra que para controlar la expansión de la infección, eran requeridas tasas de vacunación superiores al 70-80%, objetivo dificultado no solamente debido al temor de recibir vacunas candidatas, sino que al mismo tiempo, por los eventos atribuibles a algunas de las mencionadas, ocasionando reticencia (rechazo o retraso) para la vacunación, con mayor riesgo en la población vulnerable( ). El presente estudio analizó el comportamiento de la vacunación en una población vulnerable, pacientes con diagnóstico de AR, verificándose la tasa de vacunación, el apego a completitud del esquema primario y la presentación de eventos supuestamente atribuibles a la vacunación. Se corroboró que, más del 80% de los pacientes con AR recibieron al menos una dosis de vacuna contra el SARS - CoV-2, sin embargo, la tasa de deserción superó el 30%, lo que implica la alta posibilidad de nula inmunización considerando lo expuesto, asociado la inmunosupresión asociada a la misma enfermedad.
Los primeros artículos durante el inicio de la pandemia en el año 2020, ya mencionaban el advenimiento en fase preclínica y clínica de las vacunas contra el SARS - CoV-2. Es conocido desde hace tiempo que las vacunas son una de las herramientas más valiosas para combatir cualquier epidemia( ). El primer candidato a la vacuna entró en evaluación clínica con una rapidez sin precedentes el 16 de marzo de 2020, teniendo en cuenta que la secuencia genética del SARS-CoV-2 se publicó el 11 de enero de 2020. En diciembre del 2020 fue aprobada la primera vacuna frente a SARS-CoV-2 y su uso en humanos con plataforma a vector viral (AstraZeneca), a partir de este momento muchas otras vacunas fueron aprobadas y utilizadas a nivel mundial( ). En el proseguir acelerado de aprobaciones de candidatas a vacuna a fase clínica, se buscó mitigar el efecto de la pandemia COVID-19 protegiendo a poblaciones con mayor riesgo de complicarse y fallecer por esa causa, siendo el personal sanitario, personas de tercera edad y viviendo con algún tipo de comorbilidad crónica, las primariamente beneficiadas.
En febrero del 2021, Paraguay recibía las primeras dosis de vacuna contra el SARS-CoV-2. Según el INE (Instituto Nacional de Estadística del Paraguay), un total de 59% de la población paraguaya recibió al menos una dosis de vacuna, de los cuales el 52,4% completaron el esquema primario, pero solo un 28,7% presentaban una dosis de refuerzo( ). En nuestro estudio, de los 568 pacientes estudiados hasta diciembre del 2022, un 38% completó al menos el esquema primario más 1 refuerzo del esquema de vacunación. Este bajo porcentaje de adherencia al esquema de vacunación podría tener varias explicaciones. Se han analizado los factores que influyen en la intención de vacunarse, entre los cuales se incluyen características sociodemográficas personales, creencias y experiencias individuales, hasta factores externos u organizacionales más amplios( - ). En este sentido, un estudio realizado en Colombia analizó cuáles fueron las principales causas para no acceder a la inmunización, siendo la más frecuente el no estar bien informados sobre la vacunación (56,29%), seguida por el temor a las agujas (24,17%), el no haber recibido información médica adecuada (45,42%) y el no considerar la vacuna efectiva (54,88%( ). Por lo tanto, un desafío importante para las ciencias del comportamiento es descubrir los mecanismos psicológicos implicados en el temor a la vacunación y desarrollar estrategias para aumentar el acceso voluntario a la inmunización.
El presente estudio tiene limitaciones, al ser un estudio retrospectivo, solo se puede acceder a los datos registrados en ese momento, no se ha analizado los eventos adversos que pudieron presentarse con la vacunación, siendo este el objetivo de un futuro estudio. De todas formas, no tenemos constancia de otro estudio a nivel nacional que analice el porcentaje de vacunación contra la COVID-19 en una población de pacientes con AR.
CONCLUSIÓN
La Pandemia COVID19 ha generado uno de los mayores impactos negativos en la salud pública mundial del siglo XXI, siendo indudable el valor de la vacunación contra SARS-CoV-2 en el cese de la misma. La acelerada generación de vacunas frente al agente infeccioso y el intercambio de dosis entre plataformas diferentes, colaboró a mitigar el escenario, evitando mayores tasas de morbimortalidad en comunidades de alto riesgo, como las que padecen enfermedades autoinmunes. Posiblemente, el temor de reactivación inmune post vacunación impidió la vacunación inicial, generándose tasas de deserción relevantes en estas poblaciones. Proseguir con investigaciones en esta área colaborará en la completitud de los esquemas.