INTRODUCCIÓN
Las espondiloartritis (EspA) son un grupo de enfermedades reumáticas, constituidas por varias condiciones con hallazgos clínicos superpuestos, como artritis que afecta el esqueleto axial, dolor lumbar inflamatorio, uveítis, compromiso cutáneo, gastrointestinal y, una asociación genética con el HLA- B27. Este grupo incluye a la artritis psoriásica (APs), la artritis asociada a la Enfermedad Inflamatoria Intestinal, la artritis reactiva (ARe), espondilitis anquilosante (EA) y la espondiloartritis indiferenciada (EspAI)1.
La entesis se considera el órgano diana de la inflamación en las EspA, siendo clave en la fisiopatogenia de este grupo de enfermedades2.
La prevalencia de la entesitis en las EspA no es fácil de precisar debido a su frecuente afectación subclínica, y por la dificultad diagnóstica que implica su exploración clínica, debido a la ausencia de signos inflama- torios visibles. Debido a esta dificultad en la evaluación clínica de la entesitis, las técnicas de imagen tienen un uso potencial en su valoración objetiva3.
La entesitis se caracteriza por engrosamiento del tendón o ligamento y edema del sitio de inserción, erosiones y neoformación óseas. Esta neoformación ósea desarrollada como resultado de la entesitis se denomina entesofito en las articulaciones periféricas y sindesmofito en la columna vertebral. Estos entesofitos pueden ser vistos en la radiografía convencional sobre todo en el calcáneo (tendón de Aquiles y fascia plantar)4. Sin embargo, una de las mayores limitaciones de la radiografía convencional es su pobre capacidad para mostrar inflamación de tejidos blandos, cambios que son comunes en las entesitis. Por lo tanto, métodos más sensibles como la ecografía y la imagen por resonancia magnética nuclear (IRM) son a menudo utilizados. Tanto la ecografía como la IRM pueden detectar áreas inflamatorias en partes blandas, pero sólo la IRM detecta inflamación en el hueso5. La ecografía presenta una serie de ventajas técnicas; no utiliza radiación, es relativamente económica, reproducible, con muy buena aceptación por parte de los pacientes y exploradores, y también ventajas clínicas, al ofrecer una imagen en tiempo real y la posibilidad de evaluar múltiples localizaciones durante la misma exploración ecográfica6. Además, mejora la sensibilidad de la exploración clínica en la detección de la entesitis, y mejora así mismo la sensibilidad de la radiología simple en la identificación de erosiones. Por otra parte, es capaz de dirigir adecuadamente las punciones-aspiraciones e infiltraciones, aumentando la rentabilidad de estas7. Por estos factores, sumado al relativo bajo costo, la ecografía está emergiendo como una técnica de preferencia para la detección de entesitis para fines clínicos y de investigación8.
Se ha descrito una variedad de hallazgos ecográficos en modo B (escala de grises), en la entesitis periférica de pacientes con EspA: bursitis, entesofitos, pérdida de la ecoestructura fibrilar normal, pérdida de ecogenicidad, edema de tejido celular subcutáneo, engrosamiento en la entesis, erosiones óseas9. Por otra parte, la función Power Doppler (PD) permite detectar hiperemia o vascularización patológica, tanto en la membrana sinovial y vaina sinovial de tendones como en las bursas y las entesis10.
La ecografía de entesis se puede hacer de forma dirigida sobre una entesis concreta de acuerdo con la zona referida por el paciente como dolorosa en la anamnesis, o bien realizar una valoración más global estudiando varias entesis.
Se describen varios índices ecográficos de valoración de entesitis en espondiloartritis. El primero y más reproducido, en los trabajos publicados, es el denominado índice Glasgow Enthesitis Scoring System (índice GUESS), que evalúa 4 lesiones elementales (grosor, entesofitos, erosiones y bursitis) de forma bilateral en 5 entesis de la extremidad inferior, únicamente en modo B, demostrando que la ecografía supera en sensibilidad a la exploración física para valorar entesitis(11, 12). El Madrid Sonographic Enthesitis Index (índice MASEI) es el más completo hasta ahora y el único basado en la definición OMERACT de entesopatía. Evalúa seis sitios de entesis cada lado del cuerpo: polo superior de la rótula, entesis del tendón cuadricipital; polo inferior de la rótula, entesis proximal del ligamento rotuliano; tuberosidad de la tibia, entesis distal del ligamento rotuliano; polo superior del calcáneo, entesis del tendón de Aquiles; polo inferior del calcáneo, entesis de la fascia plantar; tuberosidad del olecranon, entesis del tendón tricipital. En estos sitios se evalúa la estructura del ten- dón o ligamento, engrosamiento de este, presencia de erosiones óseas o calcificaciones en el sitio de entesis, presencia de señal PD, así como la presencia de bursitis retro calcánea o infra patelar. El índice MASEI ha de- mostrado una sensibilidad (83,3%) y una especificidad (82,8%) altas en el diagnóstico de EspA en aquellos pacientes que presentan una puntuación ≥ 1813.
Se realizó este estudio a fin de describir las características ecográficas del compromiso de las entesis en pacientes con espondiloartritis que acudieron a consulta en el Departamento de Reumatología del Hospital de Clínicas de la Facultad de Ciencias Médicas.
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente, es un estudio descriptivo, observacional, de corte trasversal. Se incluyeron pacientes de ambos sexos, mayores de 18 años, con diagnóstico de espondiloartritis, que consultan regularmente en el Departamento de Reumatología del Hospital de Clínicas de la Universidad Nacional de Asunción. El reclutamiento se realizó en el período de tiempo comprendido entre el 1 de marzo a 31 de agosto de 2019.
El objetivo del estudio fue describir los hallazgos ecográficos a nivel de las entesis, además de las características clínicas y laboratoriales de los pacientes, medir la actividad de la enfermedad mediante las escalas BASDAI y ASDAS y funcionalidad mediante la escala BASFI, y determinar la presencia de dolor a la palpa- ción de los sitios de entesis. Se definió el compromiso ecográfico según los índices ecográficos de GUESS y MASEI, Estos índices ecográficos se correlacionaron con los índices BASDAI, ASDAS y BASFI, con variables específicas como edad, sexo, tiempo de evolución de la enfermedad, tratamiento, tipo de espondiloartritis, tipo de compromiso, y reactantes de fase aguda.
Se excluyeron a pacientes con antecedente de cirugía, traumatismos previos o procesos infecciosos localizados a nivel de los sitios de entesis de las rodillas, talones y codos.
Posterior a la firma del consentimiento informado, se completó una ficha con los datos clínicos completos de los participantes con las variables a ser estudiadas. Seguidamente se realizó la exploración ecográfica de cada uno de ellos por un médico especialista en eco- grafía articular, además todas las imágenes fueron evaluadas por un segundo observador, también médico especialista en ecografía musculoesquelética, quien revisó la totalidad de las imágenes.
Las ecografías se realizaron en la sala de ecografías del Departamento de Reumatología del Hospital de Clínicas. Se utilizó un ecógrafo de la marca Esaote MyLab™Gamma con transductor lineal de partes blan das, con Power Doppler. Se utilizó una frecuencia de 10-13 mHz para exploración de las entesis de rodillas, tendón tricipital y Aquiles; y 5-7 mHz para entesis de inserción de la fascia plantar el calcáneo. La ganancia general del PD varió entre 30-50% según el sitio.
Las variables ecográficas analizadas fueron la estructura y espesor del tendón o ligamento, la presencia de calcificaciones o entesofitos, erosiones en el hueso, bursitis regionales y presencia de señal Power Doppler en la entesis. Con estos datos se calcularon los Índices ecográficos GUESS y MASEI. Se evaluó sistemáticamente 6 sitios de entesis en cada lado del cuerpo: inserción del tendón cuadricipital en el polo superior de la rótula, inserción del ligamento rotuliano en el polo inferior de la rótula, inserción del ligamento rotuliano en la tuberosidad de la tibia, inserción del tendón de Aquiles en el hueso calcáneo, inserción de la fascia plantar en el calcáneo, inserción del tendón tricipital en el olecranon.
Los datos fueron cargados y procesados en un programa informático estadístico IBM SPSS Statistics versión 20.0. Se aplicó estadística descriptiva para analizar las variables de interés y además se utilizaron cruces de variables con el propósito de determinar las posibles tendencias de asociaciones por medio de tablas de contingencia 2x2 y aplicando la Prueba de Fisher, prueba T, prueba de Kruskal-Wallis, Mann-Whitney, contraste de hipótesis mediante el coeficiente Rho de Spearman.
RESULTADOS
Datos clínicos y demográficos
Se incluyó un total de 20 pacientes con diagnóstico conocido de espondiloartritis, siendo el 50% del sexo fe- menino. (ver tabla 1) El rango etario fue de 20 a 76 años, con una mediana de edad de 44 años. El tiempo medio de evolución de la enfermedad fue de 10,9 años (1 a 38 años). De los 20 pacientes, 10 (50%) presentaban el diagnóstico de espondilitis anquilosante, 7 (35%) con diagnóstico de artritis psoriásica, 2 (10%) con diagnóstico de espondiloartritis indiferenciada y 1 (5%) con diagnóstico de artritis reactiva. (Figura 1) El compromiso fue puramente axial en 10 pacientes (50%), mientras que 4 (20%) presentaban exclusivamente compromiso articular periférico y en 6 pacientes (30%) el compromiso era tanto axial como periférico.
Sexo masculino/femenino (n) | 10/10 |
Mediana de Edad en años | 44 |
Tiempo medio de duración de la enfermedad en años (rango) | 10,9 (1-38) |
BASDAI media (DE) | 4,05 (2,25) |
ASDAS media (DE) | 2,35 (1,07) |
BASFI media (DE) | 3,56 (2,00). |
Tipo de compromiso | |
Axial n (%) | 10 (50) |
Periférico n (%) | 4 (20) |
Axial y periférico (%) | 6 (30) |
VSG media en mm. (DE) | 14,1 (11,83) |
PCR media en mg/l (DE) | 1,27 (0,83) |
Tratamiento | |
AINEs n (%) | 8 (40) |
FAMEs sintéticos n (%) | 6 (30) |
anti-TNF n (%) | 6 (30) |
EspA=espondiloartritis; DE= desviación estándar; BASDAI= Bath Ankylo- sing Spondylitis Disease Activity Index; ASDAS= Ankylosing Spondylitis Disease Activity Score; BASFI (Bath Ankylosing Spondylitis Functional Index); VSG= Velocidad de Sedimentación Globular; PCR= Proteína C Reactiva; AINEs= Antinflamatorios no esteroideos; FAMEs= Fármacos Antirreumáticos Modificadores de la Enfermedad; anti-TNF= Fármacos anti Factor de Necrosis Tumoral alfa.
La velocidad de eritrosedimentación globular (VSG) media fue de 14,1 mm. (DE 11,836) mientras que la media de la Proteína C Reactiva (PCR) fue de 1,27 mg/l (DE 0,839). El HLA-B27 fue positivo en 7 pacientes (35%), negativo en 4 (20%), en los restantes 9 pacien- tes no se contaban datos de esta determinación.
Del total de pacientes, 8 (40%) estaban siendo trata- dos únicamente con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), 6 pacientes (30%) recibían algún tipo de fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (FAMEs) sintéticos y 6 (30%) estaban recibiendo terapia biológica anti-TNF.
Con respecto a la actividad de la enfermedad, al momento del reclutamiento, el índice BASDAI medio fue de 4,05 (DE 2,253), mientras que el índice de actividad compuesto ASDAS promedio fue de 2,35 (DE 1,070). Por otro lado, el índice de funcionalidad BASFI promedio fue de 3,56 (DE 2,00).
Al examen físico de los sitios de entesis, de los 20 pacientes, 14 (70%) presentó al menos un sitio de en- tesis dolorosa a la palpación mientras que 6 pacientes (30%) no refirió ningún dolor a la exploración física. Se evaluó clínicamente un total de 240 entesis (6 pares en cada paciente) de los cuales 35 presentaban de dolor a la palpación (14,5%).
Evaluación ecográfica de la entesis
Se evaluó un total de 12 de sitios de entesis en cada paciente (6 de cada lado) totalizando 240 entesis valoradas ecográficamente.
Eentesis | Cuad n=40 | Rotul. Prox. n=40 | Rotul. dist. n=40 | Aquiles n=40 | Fasc. plant. n=40 | tric n=40 | total n=240 |
---|---|---|---|---|---|---|---|
Dolor (%) | 3 (7,5) | 2 (5) | 4 (10) | 10 (25) | 0 (25) | 6 (15) | 35 (14,5) |
Engrosamiento (%) | 15 (37,5) | 26 (65) | 26 (65) | 2 (5) | 11 (27,5) | 22 (55) | 88 (36,6) |
Erosiones (%) | 6 (15) | 3 (7,5) | 6 (15) | 8 (29) | 2 (5) | 1 (2,5) | 26 (10,8) |
Calcificaciones (%) | 4 (35) | 8 (20) | 15 (37,5) | 15 (37,5) | 3 (7,5) | 3 (7,5) | 58 (24,1) |
Power Doppler (%) | 1 (2,5) | 0 | 1 (2,5) | 1 (2,5) | 0 | 0 | 3 (7,5) |
EspA= espondiloartritis
Con respecto al índice ecográfico GUESS, el promedio hallado en los 20 pacientes fue de 8,45 con una DE de 5,365, mientras que el índice de MASEI promedio fue de 15,2 (DE 9,467).
El hallazgo ecográfico más frecuente fue el aumento de espesor (engrosamiento) de tendón o ligamento en el sitio de entesis, que se encontró en 102/240 sitios (42,5%), seguido de las calcificaciones o entesofitos que se hallaron en 58/240 (24,1%). Se halló erosiones óseas en 26/240 sitios (10,8%), mientras que sólo en 3 sitios se detectó señal power doppler en la entesis (1,25%).
La entesis de inserción del ligamento rotuliano distal fue el sitio que presentó más hallazgos ecográficos, de los 40 sitios explorados se detectó 26 (65%) con en- grosamiento, 15 con calcificaciones (37,5%), 6 (15%) con erosiones y 1 (2,5%) con señal Power Doppler. En segundo lugar, la entesis de inserción proximal del ligamento rotuliano, de 40 sitios explorados, se encontró 26 (65%) engrosados, 8 (20%) con calcificaciones y 3 (7,5%) con erosiones; seguido por el sitio de inserción del tendón cuadricipital donde de las 40 exploraciones, 15 (37,5%) presentaban engrosamiento, 14 (35%) calcificaciones, 6 (15%) erosiones y 1 (2,5%) con señal Power Doppler positiva, (Tabla 2).
Para explorar la relación entre los hallazgos ecográficos con la variable dolor en los sitios de entesis, se sometió a contraste de hipótesis las correlaciones mediante el coeficiente Rho de Spearman, analizando sitio por sitio, se encontró que la presencia de dolor a la palpación de la entesis se relacionó con engrosamiento del tendón o ligamento en las entesis del tendón de Aquiles derecho y ligamento rotuliano proximal izquierdo, (Tabla 3). Con respecto a la relación entre dolor a la palpación y la variable erosión en el sitio de entesis, se encontró asociación en una sola entesis (ligamento rotuliano distal izquierdo) (Tabla 4).
Coeficiente de correlación | P | |
Fascia plantar derecha | 0,126 | 0,298 |
Fascia plantar izquierda | -0,055 | 0,41 |
tendón de Aquiles derecho | 0,459 | 0,021 |
tendón de Aquiles izquierdo | 0,35 | 0,065 |
tendón rotuliano proximal derecho | 0,218 | 0,178 |
tendón rotuliano proximal izquierdo | -0.408 | 0,037 |
tendón rotuliano distal derecho | N/A | N/A |
tendón rotuliano distal izquierdo | -0,105 | 0,33 |
tendón cuadricipital derecho | 0,145 | 0,27 |
tendón cuadricipital izquierdo | -0,208 | 0,19 |
tendón tricipital derecho | -0,14 | 0,278 |
tendón tricipital izquierdo | 0,343 | 0,069 |
Sig= significancia
Coeficiente de correlación | P | |
Fascia plantar derecha | N/A | N/A |
Fascia plantar izquierda | 0,25 | 0,144 |
tendón de Aquiles derecho | 0,063 | 0,397 |
tendón de Aquiles izquierdo | -0,055 | 0,41 |
tendón rotuliano proximal derecho | -0,14 | 0,278 |
tendón rotuliano proximal izquierdo | -0,14 | 0,278 |
tendón rotuliano distal derecho | N/A | N/A |
tendón rotuliano distal izquierdo | 0,688 | 0,001 |
tendón cuadricipital derecho | -0,14 | 0,278 |
tendón cuadricipital izquierdo | -0,096 | 0,343 |
tendón tricipital derecho | N/A | N/A |
tendón tricipital izquierdo | -0,096 | 0,343 |
Sig= significancia
No se encontró relación estadística entre la presencia de dolor en el sitio de entesis y las variables eco- gráficas calcificaciones (Tabla 5) o presencia de señal Power Doppler.
Con relación a los índices ecográficos y la edad de los pacientes, considerando que la mediana de edad de los pacientes fue de 44 años, no existe evidencia estadística suficiente para concluir que las diferencias en los Índices
GUESS y MASEI son distintos en su tendencia central entre los menores a 44 años y los que tienen 44 años o más. Aunque ambos índices son mayores en los grupos de personas con mayor edad, la prueba estadística no detecta diferencia estadísticamente.
Fascia plantar derecha | Coeficiente de correlación | N/A |
---|---|---|
Sig. (unilateral) | N/A 0,14 | |
Fascia plantar izquierda | Coeficiente de correlación | 0,278 |
Sig. (unilateral) | 0 | |
Tendón de Aquiles derecho | Coeficiente de correlación | 0,5 |
Sig. (unilateral) | -0,126 | |
Tendón de Aquiles izquierdo | Coeficiente de correlación | 0,298 |
Sig. (unilateral) | -0,272 | |
Tendón rotuliano proximal derecho | Coeficiente de correlación | 0,123 |
Sig. (unilateral) | -0,245 | |
Tendón rotuliano proximal izquierdo | Coeficiente de correlación | 0,149 |
Sig. (unilateral) | N/A | |
Tendón rotuliano distal derecho | Coeficiente de correlación | N/A |
Sig. (unilateral) | 0,25 | |
Tendón rotuliano distal izquierdo | Coeficiente de correlación | 0,144 |
Sig. (unilateral) | 0,068 | |
Tendón cuadricipital derecho | Coeficiente de correlación | 0,388 |
Sig. (unilateral) | -0,15 | |
Tendón cuadricipital izquierdo | Coeficiente de correlación | 0,264 |
Sig. (unilateral) | N/A | |
Tendón tricipital derecho | Coeficiente de correlación | N/A |
Sig. (unilateral) | -0,176 | |
Tendón tricipital izquierdo | Coeficiente de correlación | 0,228 |
Sig. (unilateral) |
Sig= significancia
Al relacionar los índices ecográficos con la variable sexo, se encontró que ésta es un factor asociado a los niveles de los índices GUESS y MASEI (p- valor=0.048 y 0.049, respectivamente), siendo el sexo masculino un factor de riesgo para mayor puntuación.
Al relacionar el tiempo de evolución de la enfermedad con los índices ecográficos, considerando que la mediana de tiempo de evolución fue de 6,5 años, no se encontró evidencia estadística suficiente para concluir que las diferencias en los índices GUESS y MASEI son distintos en su tendencia central entre los pacientes con una evolución de 6,5 años o menos y más de 6,5 años. La tendencia central de ambos índices en los grupos fueron muy similares. Tampoco se encontró evidencia estadística suficiente para concluir que las diferencias en los índices GUESS y MASEI son distintos en su tendencia central entre los pacientes con los distintos tipos de tratamientos.
Con respecto al tipo de espondiloartritis, no existe diferencia estadística significativa entre los índices GUESS y MASEI con los diferentes tipos de EspA (EA, APs, ARe, EspAI).
Para explorar la relación entre los índices ecográficos tanto de GUESS como de MASEI con los índices de actividad clínica BASDAI y ASDAS y el índice de funcionalidad BASFI se sometió a contraste de hipó- tesis las correlaciones mediante el coeficiente Rho de Spearman, no encontrándose evidencia estadística suficiente para concluir que existe relación lineal entre los índices de GUESS y MASEI con los índices de actividad clínica y funcionalidad (Tabla 6).
Guess | mAseI | |
---|---|---|
BASDAI Coeficiente de correlación Significancia (p) | -0.198 0.402 | -0.224 0.342 |
BASFI Coeficiente de correlación | 0.03 | -0.026 |
Significancia (p) | 0.902 | 0.913 |
ASDAS Coeficiente de correlación | -0.24 | -0.28 |
Significancia (p) | 0.308 | 0.231 |
GUESS=Glasgow Enthesitis Scoring System; MASEI= Madrid Sonographic Enthesitis Index; BASDAI= Bath Ankylosing Spondylitis Disease Activity Index; BASFI (Bath Ankylosing Spondylitis Functional Index) ASDAS= Ankylosing Spondylitis Disease Activity Score
Al considerar tipo de compromiso, axial, periférico, o ambos, se comparó los índices MASEI y GUESS de pacientes con compromiso exclusivamente axial, con los que tenían compromiso periférico (exclusivo o con- comitantemente con compromiso axial) resultando estadísticamente significativos (p-valor=0.023 y 0.014, re- spectivamente). Es decir, existe evidencia estadística suficiente para concluir que los valores de tendencia central de ambos índices están relacionados con el tipo de compromiso, siendo mayores en pacientes con compromiso axial exclusivo, comparados con aquellos pacientes que tenían algún tipo de compromiso articular periférico, sea éste exclusivo o combinado con compromiso axial (p=0.007).
Al relacionar los índices ecográficos con los valo- res de VSG y PCR, no se encontró relación lineal entre índice de MASEI y el VSG y el PCR, ni entre el índice GUESS y la PCR. Sin embargo, se halló una relación lineal entre la VSG y el índice GUESS (p=0.04).
DISCUSIÓN
La entesis es el sitio de inflamación clave en las EspA, sin embargo, su detección clínica es dificultada por la baja sensibilidad de la exploración física para detectar entesitis. En nuestro trabajo, se detectaron signos de entesitis clínica sólo en menos del 15% de las 240 entesis examinadas. Este dato coincide con otro reporte similar donde en 20 pacientes examinados se encontró 47/240 sitios de entesis (19,6%) con signos clínicos de entesitis4. En otro estudio que valoró la sen sibilidad del examen físico en la detección de entesitis en pacientes con APs comparado con fibromialgia se encontró signos clínicos de entesitis en el 23% de las entesis exploradas en el grupo de pacientes con APs en comparación al 46% de entesis dolorosas de pacientes con fibromialgia14.
La ecografía es un método de imagen incruento, relativamente barato, que tiene una gran utilidad para la evaluación del compromiso entésico en las espondiloartritis. Tiene la capacidad de detectar entesitis inclu- so en ausencia de signos clínicos, como se demostró en el estudio de Kristensen et al. donde los hallazgos ecográficos como erosiones o entesopatías tuvieron una pobre correlación con los índices de evaluación clínica1. Esto podría sugerir que los entesofitos y erosiones son hallazgos más crónicos no detectables al examen físico. Por otro lado, hallazgos ecográficos como el engrosamiento o hipogenicidad de tendones y la presencia de señal Power Doppler sí tuvieron mejor correlación con los hallazgos clínicos en la exploración de las entesis16. En nuestro estudio a pesar del bajo porcentaje de detección clínica de entesitis en los sitios explorados, la exploración ultrasonografía halló mayor número de entesis con signos ecográficos como engrosamiento, erosiones y calcificaciones, demostrando la capacidad de este método de detectar entesopatías incluso en ausencia de signos clínicos. En un estudio similar, de 432 entesis examinadas en 36 pacientes con espondilitis anquilosante, sólo el 14,8% fue considerada anormal al examen físico mientras que en 152 (44,4%) se hallaron alteraciones ecográficas1.
Esta habilidad de la ecografía para detectar entesopatía en ausencia de datos clínicos también fue probada en el estudio de De Filippis et al., quienes encontraron anormalidades ecográficas entésicas no detectadas en la exploración física en 6 de 24 pacientes (25%) con psoriasis quienes no referían dolor en los sitios de ente- sis, sugiriéndose que el uso rutinario de la ecografía podría tener una utilidad para el diagnóstico y tratamiento temprano además del seguimiento de pacientes con probable entesopatías18. Similarmente Ozcakar et al. encontraron engrosamiento significativamente mayor en el tendón de Aquiles de pacientes con psoriasis sin signos clínicos de entesitis comparados con controles sanos18. Galluzo et al. por su parte, encontraron una gran prevalencia de compromiso de entesis en tobillos de pacientes clínicamente asintomáticos con APs, sugiriendo que la evaluación clínica subestima el compromiso inflamatorio de las entesis19. En el trabajo de Michelsen et al, que comparó la evaluación clínica con la ecográfica en entesitis aquiliana en pacientes con APs, se encontró que la entesitis definida por ecografía no se asoció significativamente con entesitis clínica, lo que resalta el valor de este método que aporta datos a la evaluación clínica al dar información detallada sobre los cambios tanto estructurales como inflamatorios que pudieran facilitar la monitorización del tratamiento20.
El engrosamiento de los tendones y ligamentos en el sitio de entesis fue el hallazgo ecográfico más fre- cuente en nuestro estudio. Esto coincide con reportes como el de Balint et al que encontró engrosamiento en 145/348 entesis (41,6%) de miembros inferiores pacientes de pacientes con espondiloartritis, siendo el hallazgo ecográfico más frecuente11. En otro estudio, se encontró incluso un porcentaje mucho más alto de engrosamiento, hallándose aumento del espesor de tendones o ligamentos en 87/92 (94,5%) de las entesis evaluadas de pacientes con APs temprana21. Macchioni et al detectaron engrosamiento en 182/840 entesis (21,6%) de 140 pacientes con diagnóstico de APs, siendo mayor este porcentaje comparado con controles con psoriasis sin artritis22.
En nuestro estudio, la presencia de calcificaciones fue el segundo hallazgo más frecuente luego del engrosamiento. En un estudio similar realizado por Zhang et al, la presencia de calcificaciones fue la lesión ecográfica más frecuente (33,3%) en 240 sitios de entesis de 20 pacientes con EA, seguida por la hipoecogenicidad del tendón (29,2%) y el engrosamiento del tendón (22,1%) en el sitio de inserción en el hueso4. En este mismo estudio, se encontró sólo 9,6% de erosión ósea, dato llamativo teniendo en cuenta que este hallazgo es altamente indicativo de espondilitis anquilosante, hallazgo similar a nuestro estudio, donde se detectó 10,8% de erosiones en la evaluación ecográfica. En ese sentido, Hamdi en un estudio 60 pacientes con EA encontró que la ecografía presentó excelente sensibilidad para detectar erosiones, inflamación y neoformación ósea, pero pobre especificidad comparado con la radiografía convencional. Los valores predictivos positivos y negativos resultaron favorables sólo para las erosiones óseas, concluyéndose que la ecografía es un método útil para detectar signos crónicos de entesitis en EA, particularmente cuando la radiografía es normal22. En otro estudio se encontró un porcentaje similar de erosiones al hallarse un 9,6% (13/136) de erosiones en la evaluación de entesis de tendón de Aquiles de pacientes con EspA. Sin embargo, durante el seguimiento a 6 y 12 meses de estos pacientes, llamativa- mente se constató la desaparición del 25% y 50% de las erosiones basales respectivamente, mientras que un 40% de nuevas erosiones que aparecieron a los 6 meses, desaparecieron 6 meses después. Estos datos sugieren que la presencia de erosiones no necesariamente pueden ser una lesión estructural persistente, y más bien pueden tener un comportamiento dinámico influido por otras variables, lo que podría poner en duda la utilidad de esta variable en la determinación de daño en la entesis23.
Llamativamente, en nuestro estudio se encontró un porcentaje muy bajo de señal power doppler en las entesis evaluadas. Si bien se encontró un hallazgo similar en un estudio que evaluó exclusivamente la entesis del tendón de Aquiles20, estos datos no coinciden con la mayoría de los estu- dios, donde se encontraron porcentajes variables de compromiso de la señal Power Doppler(17, 16, 21, 20). Este bajo porcentaje de señal power doppler hallado en nuestra población podría relacionarse al tiempo de duración medio de la enfermedad (10 años), teniendo en cuenta que esta variable se relaciona más a activi- dad que a cronicidad. Otra explicación de este hallazgo puede estar relacionado a la dificultad técnica que se presenta en la detección de señal Power Doppler en los sitios de entesis, relacionada a la posición de las articulaciones. En ese sentido, un estudio valoró el efecto de la posición del pié en el gradiente de señal Power Doppler en el tendón de Aquiles, encontrándose que la intensidad PD varía según la posición del pie, siendo mayor en flexión plantar y disminuyendo gradualmente hasta incluso desaparecer a medida que se incrementa la dorsiflexión del pie24.
En cuanto a la cuantificación del compromiso entésico, en nuestro estudio hallamos una media de la escala MASEI de 15,2 mientras que con la escala GUESS fue de 8,45. En otro estudio Polachek evaluó ecográficamente 223 pacientes con APs hallando una media en el índice de MASEI de 15,625. En el estudio de De Miguel, se encontró una media de 23,36 en la escala MASEI en pacientes con EspA, mientras que en los controles fue de 12,2626.
Al relacionar los índices ecográficos con los índices de actividad BASDAI y ASDAS y de funcionalidad BAS- FI, no se encontró una relación estadísticamente significativa. Esto coincide con reportes similares en otros estudios como el estudio basado en la cohorte DESIR en donde el daño estructural en la ecografía de entesis no se correlacionó con el índice de actividad BASDAI ni con el índice ASDAS por PCR16.
Tampoco encontramos diferencias significativas en los valores de índice de MASEI en relación con el tipo de EspA. Esto coincide con lo hallado por De Miguel quien no encontró diferencias en los índices MASEI de pacientes con diagnóstico de EspA de distintos tipos, siendo el índice medio de 22,2 en pacientes con Es- pondilitis anquilosante, 24,25 en EspA indiferenciada, 19 en artritis reactivas, 26,75 en artritis asociada a EII y 19,56 en artritis psoriásica26. En este mismo estudio tampoco se encontró diferencias en el índice MASEI con relación al estado de positividad del HLA-B27, hallazgo similar a nuestro estudio.
CONCLUSIÓN
La ecografía es una herramienta útil para la evaluación del compromiso entésico en pacientes con es pondiloartritis, permitiendo detectar daño estructural e inflamatorio incluso en ausencia de signos clínicos de entesopatía. Se encontró una pobre correlación entre la presencia de dolor a nivel de las entesis y los hallazgos ecográficos. Los índices ecográficos MASEI y GUESS, no se correlacionaron con los índices de actividad (BASDAI y ASDAS), o funcionalidad (BASFI) de la enfermedad, ni con el tipo de EspA. Por otro lado, sí se encontró una relación lineal entre el índice de GUESS y la VSG. Los valores de índice de MASEI y GUESS se relacionaron con el sexo masculino y el compromiso predominantemente axial en pacientes con EspA. Finalmente, se halló una muy baja afectación inflamatoria aguda con la detección de señal Power Doppler.