INTRODUCCIÓN
Gracias al surgimiento de una perspectiva positiva en psicología, se ha optado por abordar investigaciones con un nuevo enfoque, investigando de qué manera y por medio de qué mecanismos, aún ante situaciones de máxima tensión y estrés, existen personas capaces de generar recursos de afrontamiento eficaces, emociones positivas e incluso, salir fortalecidas. Por este motivo, el interés por identificar los factores, circunstancias y procesos psíquicos a dicho fenómeno sigue en aumento (Grill, et al., 2012).
En primer lugar, cuando se habla de personalidad en psicología, se entiende que ya ha recorrido un gran camino y, por lo tanto, cuenta con una abundante tradición teórica (Osorio, 2015), mientras que, cuando se hace alusión a la resiliencia como objeto de estudio, la misma ha introducido una perspectiva diferente, tanto en el ámbito de la psicología como en el de la educación, incluso en entornos empresariales, ya que al confiar más en la fortaleza de las personas y en sus posibilidades de realizar cambios positivos se consiguen mayores niveles de bienestar y productividad (Uriarte, 2005).
El grado de asociación que se realiza entre ambos constructos ha dado lugar, incluso, a acuñar el término Personalidad Resiliente, el cual, según Espino (2018), se usa para hacer referencia a las personas cuyos rasgos de personalidad las han dotado de una gran capacidad para connotar de manera positiva los problemas y adversidades circunstanciales de la vida, respondiendo en forma óptima y por lo regular, generan significados importantes y provechosos de aquellas situaciones que generan estrés, así como de los problemas y/o tragedias que pudieran vivenciar.
En el contexto laboral, los niveles de resiliencia sumados a rasgos desadaptativos de la personalidad pueden converger en un menor rendimiento de parte de los empleados, en la dificultad para aprender de los errores cometidos y una insistencia llamativa por aferrarse a una estructura rígida, conformista, con ausencia parcial o total de la habilidad para adaptarse a los cambios (González & Centurión, 2018).
MATERIALES Y MÉTODOS
La investigación siguió un diseño no experimental, cuantitativo, sincrónico o de corte transversal y correlacional. El muestreo fue de tipo no probabilístico intencional. Participaron un total de 48 colaboradores de una empresa privada de la ciudad de Asunción, a quienes se administró el Inventario de Personalidad - Eysenck forma B, para adultos (EPI) y la Escala de Resiliencia de Wagnild y Young (RS).
RESULTADOS
Para determinar el tipo de correlación a efectuar, se aplicó la prueba de normalidad Shapiro - Wilk, por ser la indicada para una muestra menor a 50 personas (Tabla 1 y 2).
Shapiro - Wilk | ||
Estadístico | p | |
Satisfacción personal | .867 | .000 |
Ecuanimidad | .96 | .104 |
Sentirse bien solo | .882 | .000 |
Confianza en sí mismo | .525 | .000 |
Perseverancia | .798 | .000 |
En lo que respecta a las dimensiones que componen la Escala de Resiliencia, tal como se aprecia en la tabla 1, se encontró que cuatro de las subescalas presentan distribución no normal (p‹ .05), mientras que la dimensión Ecuanimidad presenta distribución normal (p› .05). Por otra parte, haciendo referencia al Inventario de Personalidad de Eysenck (tabla 2), tanto los puntajes de la Escala E como la Escala N presentan distribución normal (p› .05).
Finalmente, en la Tabla 3 se observa los valores del coeficiente de correlación aplicado entre las dimensiones que componen a la Escala de Resiliencia con el Inventario de Personalidad de Eysenck. Sin embargo, aunque numerosos hallazgos resultan interesantes, las correlaciones efectuadas en la muestra no fueron estadísticamente significativas (p‹ .05).
Con respecto al nivel de Satisfacción personal, se observa que éste aumenta conforme aumenta el grado de extroversión de los participantes y viceversa, dado que la correlación encontrada fue positiva (r= .182). Es decir, que cuanto más extrovertidos eran los participantes, mayor era su grado de satisfacción personal. Por el contrario, al correlacionar las puntuaciones de Satisfacción personal y los resultados en la Escala N, se observa que el valor de dicha correlación fue negativo, lo cual sugiere que, a mayor nivel de satisfacción personal, menor era el grado de inestabilidad de los participantes, y viceversa (r= -.12).
En lo que respecta a la dimensión de Ecuanimidad, se encontró una correlación positiva entre dicha subescala y las Escala E (r= .220), lo cual indica que, a mayor grado de imparcialidad y sensatez de los encuestados, mayor era el grado de extroversión y viceversa. No obstante, la correlación entre Ecuanimidad y la Escala N fue negativa (r= -.024), lo cual señala que conforme aumentaba el nivel de equilibrio del participante, disminuye su grado de inestabilidad.
En cuanto a la subescala Sentirse bien solo, se visualiza una correlación positiva con la Escala E (r= .046) y una correlación negativa con la Escala N (r= -.19). Es decir, cuanta más capacidad presentaba el participante de sentirse bien solo, aumentaba su grado de extroversión, pero disminuye su nivel de inestabilidad.
Con relación a la dimensión Confianza en sí mismo, se aprecia que las puntuaciones aumentaban conforme aumentaba el nivel de extroversión en los encuestados (r= .158). Sin embargo, el nivel de confianza en sí mismo disminuyó conforme aumentaba el grado de inestabilidad de los participantes (r= -.155).
Por último, se observa que el nivel de Perseverancia se correlaciona de forma inversa con las Escala E (r= -.032) y N (r= -.255). Es decir, el nivel de perseverancia de los participantes decrecía conforme aumentaban los grados de extroversión e inestabilidad.
DISCUSIÓN
Un estudio realizado por Ginese, et al. (2018) en donde se buscó relacionar la resiliencia psicológica y los factores de personalidad en adolescentes, evidenció una correlación positiva entre la capacidad de autoeficacia y el factor de extraversión, de responsabilidad y apertura a la experiencia. En cambio, se encuentra asociado de manera negativa con neuroticismo. Se observó que la capacidad de propósito y sentido de vida correlaciona positivamente con extraversión y responsabilidad y negativamente con neuroticismo, mientras que la evitación cognitiva correlaciona de manera positiva con extraversión y de manera negativa con neuroticismo.
Por otra parte, una investigación realizada por Cisneros (2020), arrojó los siguientes resultados: existe una relación positiva entre extraversión, afabilidad, apertura y responsabilidad con los dos factores de resiliencia en estudiantes universitarios. Además, se identificó una relación inversa y significativa entre neuroticismo y los dos factores de resiliencia. En consecuencia, su estudio concluye que aquellos participantes extrovertidos, afables, con apertura y responsables, presentan mayores niveles de resiliencia ante situaciones de estrés o exigencias académicas, mientras que los estudiantes con un estilo de personalidad neurótica (inestables) presentan bajos niveles de resiliencia ante circunstancias adversas.
Otro estudio, que tuvo como propósito investigar la relación entre personalidad desde el modelo de los cinco factores y resiliencia en una muestra de adultos voluntarios de la ciudad de Toluca, encontró que el grupo clasificado con baja puntuación en resiliencia presenta en mayor medida: ansiedad, hostilidad, depresión e impulsividad (factor neuroticismo) mientras que el grupo considerado con alta resiliencia, hay mayor sentido del deber (factor responsabilidad). A su vez, se observó que la puntuación total de resiliencia se correlacionó negativamente con el factor neuroticismo de personalidad (González & Valdez, 2011).
Asimismo, los resultados obtenidos por el trabajo desarrollado por González (2019) demostraron una relación positiva entre extraversión, responsabilidad y apertura con la resiliencia, y una relación negativa entre neuroticismo y amabilidad con la resiliencia.
Finalmente, como se pudo apreciar a lo largo del artículo, los hallazgos de otros investigadores concuerdan en gran medida con los resultados expuestos en el presente estudio, dado que las correlaciones entre las dimensiones de la Escala de Resiliencia y la Escala de Estabilidad - Inestabilidad fueron todas negativas, con lo que se concluye que a mayor nivel de Resiliencia en general, menor era el nivel de inestabilidad en la muestra. Por otra parte, se encontró que la correlación entre Resiliencia y la Escala de Introversión - Extroversión fue positiva exceptuando una sola dimensión, la cual corresponde a la de Perseverancia, en donde la correlación fue negativa. En otras palabras, conforme aumentaban los niveles de extroversión, aumentaban los niveles de Satisfacción personal, Ecuanimidad, Confianza en sí mismo y Sentirse bien solo, mientras que, contrariamente, disminuían los niveles de Perseverancia en la muestra. No obstante, dado que dicha excepción se aplica a una sola sub-dimensión de la variable Resiliencia, se acepta la hipótesis de investigación, la cual señala que los colaboradores con mayor nivel de Resiliencia, se caracterizan por ser más extrovertidos y menos inestables.