INTRODUCCIÓN
Lo que preocupa en este contexto de pandemia que se vive en todo el mundo y junto a los cambios que caracterizan a las sociedades del siglo XXI; es saber, cómo el servicio educativo viene garantizando el logro de los aprendizajes que los estudiantes necesitan para su inserción en el campo laboral. Lo que impone un cambio en la profesión docente y busca que, “los docentes desarrollen un conjunto de competencias profesionales, donde ejercer el liderazgo, le permita hacer frente al nuevo contexto educativo y mejorar la calidad en el servicio” (Gratacós y Rodríguez, 2021, p. 242).
Durante los años setenta y ochenta, en Estados Unidos apareció el concepto de “liderazgo instructivo o pedagógico”, que permitió dejar a un lado la burocracia administrativa e integrar un liderazgo enfocado en fomentar el trabajo en equipo y promover el desarrollo profesional docente con el objetivo de mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes (Rivera y Aparicio, 2020).
En América Latina, el liderazgo escolar ha tomado gran atención en las últimas décadas y se viene insertando como una prioridad en los temas de investigación y política de varios países; sin embargo, son muy pocos los estudios que se tienen sobre el rol de los docentes como líderes en la región (Pineda, 2021). Para muchos autores, el liderazgo es considerado un factor crítico, porque su práctica efectiva puede contribuir para alcanzar los objetivos propuestos y traer beneficios a las instituciones (Pedraja et al., 2021).
En las últimas décadas se ha prestado cada vez más atención al liderazgo docente como un componente importante de la mejora escolar (Shen et al., 2020), y también por la importancia que tienen los docentes y los sistemas educativos en el desarrollo de las sociedades (Webber y Okoko, 2021). Para Wenner y Campbell (2017, citado en Brandisauskieni et al., 2019), “el liderazgo de los profesores se ha convertido últimamente en un tema cada vez más popular entre los responsables de las políticas educativas influyentes como un importante componente de la reforma escolar” (p.124).
Si bien el liderazgo es un concepto que viene insertándose en esta época dentro de las organizaciones; su práctica efectiva aún es muy limitada.Para Cuesta y Moreno (2021), el liderazgo no es exclusivo de un grupo en particular, sino debe observarse como una práctica distribuida de participación democrática en la comunidad.
En el campo educativo, durante mucho tiempo, se practicó un liderazgo tradicional enfocado en la parte administrativa, sin dejar la posibilidad de que pueda ser desempeñado por otros actores educativos que no fuera el director de la institución (Rivera y Aparicio, 2020). Debido a la pandemia, se ha visto necesario realizar un liderazgo compartido entre los actores educativos, en donde los docentes puedan también ejercer un liderazgo para lograr alcanzar los objetivos trazados y contribuir con los aprendizajes de los estudiantes, de manera que puedan alcanzar una educación de calidad.
Sin embargo, se observa en las diferentes instituciones que esta designación de roles compartidos no ha tenido el efecto que se ha esperado, ya que muchos docentes no se animan a ejercer estas prácticas de liderazgo por muchos factores, entre ellos, la falta de interés o compromiso, falta de identidad con la institución, desconocimiento de sus propias habilidades, temor para asumir nuevos retos, resistencia al cambio y otros por falta de autonomía en sus instituciones; por ello, la gran mayoría de docentes, prefieren dedicarse exclusivamente a su papel como mediadores de aprendizaje y no ejercer estas prácticas que conllevan a tener mayores competencias en su desarrollo profesional.
A partir de lo expuesto, se genera la siguiente pregunta de estudio: ¿Qué aspectos caracterizan un óptimo liderazgo del docente en el proceso educativo?, siendo necesario revisar todos los estudios relacionados a este tema con la finalidad de conocer sobre las últimas propuestas que se vienen dando en los diferentes estudios. Si bien existen muchas definiciones sobre liderazgo, como investigaciones realizadas; existen diversas teorías donde cada una enfatiza la importancia de diferentes rasgos, características y comportamientos que debe tener un líder (Alcázar, 2020).
Es importante profundizar en el desarrollo profesional docente; por ello, a través de las reformas educativas, se necesita fortalecer las habilidades de liderazgo docente y evaluar como contribuyen al desarrollo del estudiantado (Bonilla et al., 2020); además las reformas educativas dependen de la capacidad de los docentes lideres para poner en práctica cualquier nuevo enfoque y ayudar a sus colegas a entender a través de su experiencia (Cheung et al., 2018)
Es así que, el liderazgo docente se convierte en un elemento fundamental para lograr innovar en los procesos de aprendizaje, obtener mejores resultados en los estudiantes, contribuir a fomentar un clima favorable en la institución y buscar su crecimiento y desarrollo (Gonzáles et al., 2020). Acevedo (2020), nos plantea que, para una mejora educativa, debemos crear las condiciones necesarias para alcanzar con éxito las metas que se fije la institución educativa, por ello, los docentes también son agentes del cambio y deben asumir roles de liderazgo. Los cinco grupos principales en donde se observa el impacto que tiene el liderazgo de los profesores son: los propios docentes, sus colegas, la escuela como organización, los estudiantes y la comunidad (Oppi et al., 2020).
Se debe fomentar en la institución, una cultura entre los actores que permita la participación, la búsqueda del cambio y el desarrollo de la innovación en los procesos pedagógicos (Chen et al., 2020).
Entre los antecedentes referidos con el liderazgo docente, se tiene: a Palacios et al. (2020) quienes nos indican que, para el desempeño de un auténtico liderazgo pedagógico, es fundamental, fortalecer la dimensión afectiva del docente: destacando la importancia del trato cortés del profesor hacia los demás integrantes de la comunidad educativa, así como el reconocimiento a su dignidad como personas. Gonzáles et al. (2020) manifiestan, que es necesario construir una cultura institucional de liderazgo compartido que vaya más allá del director, que potencie la labor del profesorado y así ayudar a las metas trazadas en el proyecto educativo de la institución, de manera que, cada estudiante desarrolle integralmente su personalidad y se promueva, un espacio de desarrollo docente en la comunidad. Otros estudios realizados por Gonzales et al. (2019) nos indican sobre la importancia que se debe dar a las dimensiones afectiva, carismática, profesional, participativa y formativa sobre el liderazgo docente, brindando una mayor atención al aspecto formativo que impulsa el perfeccionamiento continuo de los demás docentes; siendo un elemento fundamental en el ejercicio del liderazgo docente.
Como parte del marco teórico, en los últimos años el tema de liderazgo ha tomado una gran importancia dentro de las instituciones en el camino para alcanzar las metas propuestas, a partir del compromiso de cada uno de sus actores. En esta perspectiva, el liderazgo docente viene tomando una mayor relevancia en la búsqueda por mejorar la calidad educativa, siendo importante reconocer a los docentes como profesionales con iniciativa, capaces de colaborar y de ejercer un liderazgo junto con el personal directivo, estas manifestaciones caracterizan a aquellos contextos escolares donde se visualiza una cultura colaborativa (Flores et al., 2020).
Aunque no hay una definición exacta de liderazgo docente, este, es entendido como un proceso de influencia que tiene el líder docente sobre los demás profesores con el objetivo de lograr la calidad en el servicio educativo. En este proceso de influencia es necesario reconocer que otros elementos son importantes en este liderazgo, como la independencia de un cargo formal y lograr el desarrollo de los estudiantes. (Schott y Tummers, 2020). Cuando los docentes asumen la responsabilidad y el compromiso de trabajar de manera colaborativa con todos los demás colegas, estas decisiones repercuten en el éxito de la institución educativa y sobre todo con los mejores resultados en la calidad de los aprendizajes de los estudiantes. (Pineda, 2021)
Para Sanz et al. (2021), el principal objetivo del liderazgo pedagógico, es el desarrollo intelectual, académico, moral, social y emocional de todos los alumnos de una escuela. Por ello, la gestión escolar debe entenderse a partir de un nuevo paradigma, promoviendo un estilo de liderazgo que este orientado a buscar un compromiso total por parte de toda la comunidad escolar con el propósito de mejorar los aprendizajes de los estudiantes. Para Flores et al. (2021), se entiende por liderazgo docente, cuando el maestro desarrolla su participación fuera de su aula de clases, cuando de forma voluntaria apoya a sus demás colegas, comparte su experiencia y conocimiento, establece iniciativas de emprendimiento en su escuela, sin tener una posición formal de liderazgo.
Casanova (2021), sostiene que la adecuada formación de los docentes en cada una de las áreas de trabajo donde se desarrolle, resulta fundamental para lograr alcanzar con las metas y objetivos trazados por la institución, que permitan lograr la competencia docente que se reclama en estos tiempos. A partir de esta idea, el liderazgo pedagógico se caracteriza por el compromiso ético con la mejora de la práctica educativa, el crecimiento profesional de los docentes y los mejores resultados de la comunidad educativa, además para lograr este tipo de liderazgo es necesario contar con un dominio de técnicas de transformación de la cultura ambiental y social (Vicente y Gabari, 2019).
El liderazgo docente se pone en práctica a través de las actividades educativas que realiza no solo en el aula, sino también fuera de ella, y que están relacionadas con la carga laboral, la distribución del tiempo y su autoestima. En la literatura, se reconoce estos factores como parte de las competencias que caracteriza a un docente y también vinculadas con la calidad de la enseñanza. Para el liderazgo docente, estos factores son fundamentales para su actuación efectiva, pues el profesor muy aparte de sus obligaciones como maestro, también debe atender a padres de familia y realizar reuniones colegiadas, siendo necesario asumir una gran autoestima para cumplir con las metas trazadas. (Zydziunaite et al., 2020)
Respecto a las teorías que sostienen el rol del liderazgo en la práctica educativa, tenemos la teoría del liderazgo compartido, la cual nos manifiesta que “el liderazgo no se puede centrar exclusivamente en una persona o rol profesional, es una responsabilidad compartida que se lleva a cabo desde una estructura dinámica y colaborativa” (Gonzáles et al., 2020, p.209).
En este sentido, el liderazgo compartido puede ser una buena alternativa para que una institución logre alcanzar sus propósitos trazados. De acuerdo con Johnston (2015, citado por Bonilla et al., 2020), la teoría de liderazgo compartido señala la colaboración que se da entre los individuos, con la finalidad de cumplir con una meta que de manera individual no pueden lograr. Sin embargo, como lo afirma la teoría, es fundamental la participación de todos los actores educativos para poder alcanzarla, por ello se debe crear un ambiente favorable en dónde sus habilidades se pongan en práctica para cumplir con los objetivos trazados.
Se debe tener en cuenta que, una práctica de liderazgo distribuido posee dos elementos fundamentales que son: las prácticas de liderazgo y reconocer que liderar una escuela va más allá del papel del director, porque existen otros líderes que deben ser incluidos; promoviendo que todos los actores de la comunidad educativa participen para alcanzar la calidad de los aprendizajes (Muñoz, 2020).
El liderazgo transformacional es otro tipo de liderazgo que mayor éxito tiene en las instituciones educativas, a partir de la evaluación de cada uno de sus factores establecidos (Sánchez, 2019).En este liderazgo, el líder promueve en el grupo un gran interés por buscar su bienestar y así lograr que las personas cambien, reconociendo la importancia de los resultados de sus acciones en función a sus necesidades y capacidades. Logrando así, una mayor confianza, respeto y motivación hacia el logro de mejores resultados sobre lo que esperan realizar; de esta manera, el líder transformacional afianza, inspira y modifica la forma de actuar de los individuos para mejorar su rendimiento (Moreno et al., 2021) y fomentar su creatividad (Mao et al., 2020).
La justificación del estudio radica en señalar la importancia del liderazgo, como una estrategia que promueve la participación de todos los actores educativos hacia el logro de las metas propuestas por parte de la institución, por eso, el liderazgo debe entenderse como un liderazgo distribuido que favorezca la posibilidad de un trabajo más participativo (Araya y Alfaro, 2019); además de profundizar sobre el liderazgo pedagógico del docente para contribuir con el éxito escolar. Para Caena (2021), “el liderazgo docente puede ser fundamental para ayudar a los docentes a permanecer motivados a lo largo de sus carreras, convertirse en mejores maestros y ser capaces de utilizar su experiencia en el mejor interés de los alumnos” (p. 15).
Recientes estudios sobre el liderazgo docente ya no se enfocan en los roles de gestión o las características de los líderes escolares, sino ahora tienen como tema central, las redes sociales de los maestros y la influencia mutua entre ellos, donde resalta la teoría del capital social que viene siendo estudiada y que explica el cómo y para qué trabajan juntos los profesores (Wan et al., 2020).
En este sentido, el objetivo de esta investigación, es conocer sobre el liderazgo docente, los factores o dimensiones que caracterizan el liderazgo docente y los planteamientos entre el liderazgo docente y el logro de los aprendizajes con la finalidad de promoverlos en la práctica educativa y así mejorar los resultados en las instituciones educativas, además de motivar a otras investigaciones a profundizar sobre este tema y contribuir con el desarrollo profesional de los docentes.
METODOLOGÍA
Esta investigación se basa en el enfoque cualitativo, que se caracteriza por ser flexible y abierto; siendo una investigación de tipo exploratorio descriptivo, basado en la revisión documental. Para Sawalhi y Chaaban (2019), el método cualitativo es considerado muy eficaz para investigar sobre las perspectivas que tienen los participantes (en este caso los documentos encontrados) respecto a un fenómeno en un contexto en particular.
Para el estudio de los artículos se utilizó una metodología de revisión sistemática con la selección de los documentos relacionados con el tema a estudiar: el rol del liderazgo docente en los procesos educativos. La revisión sistemática nos permite identificar las ideas principales que se encuentran dentro de la literatura académica respecto a un tema en particular (García et al., 2018).
Se realizó una revisión de 50 artículos indexados en las principales bases de datos, como Scopus, Scielo, Proquest y Ebsco. Estos artículos fueron seleccionados teniendo en cuenta la afinidad con el tema a investigar, y en base a ciertos criterios, como es el año de publicación, en este caso, nos interesa conocer sobre las publicaciones más recientes realizadas en el periodo 2018-2021 y que estén relacionados sobre todo en el campo educativo, tal como se muestra en la tabla 1.
En la identificación de los artículos necesarios para el estudio, se consideraron las siguientes palabras clave, como: “liderazgo”, “liderazgo docente”, “liderazgo pedagógico”, “teacher leadership”, “pedagogical leadership”, lo cual significó una gran cantidad de artículos en las diferentes bases de datos. Sin embargo, se realizaron una serie de filtros necesarios para reducir la cantidad de artículos, como por ejemplo el tiempo de publicación: enero 2018 hasta diciembre 2021; referente al idioma, podrían estar escritos en castellano o inglés, lo que nos posibilita tener un panorama más amplio de lo que sucede a nivel internacional, además de ser publicaciones académicas, de acceso abierto.
Base de datos | Fecha de publicación | Total de artículos | |||
---|---|---|---|---|---|
2018 | 2019 | 2020 | 2021 | ||
Scopus | 2 | 8 | 18 | 8 | 36 |
Scielo | 3 | 4 | 7 | ||
Ebsco | 2 | 3 | 1 | 6 | |
Proquest | 1 | 1 | |||
Total | 50 |
Fuente: Elaboración propia
El uso de estas estrategias permitió seleccionar los documentos necesarios para su respectiva revisión y el análisis de contenido que nos lleve a conocer sobre los alcances que viene teniendo el liderazgo docente en estos últimos años y en diferentes contextos. En la Tabla 2 se considera los aspectos tomados en cuenta para el análisis de las publicaciones académicas.
Preguntas planteadas | Finalidad |
---|---|
¿Cuál es el nombre del artículo? | Tener una visión sobre lo que nos va a describir |
¿Cuál es la fecha de publicación? | Conocer el año en el cual fue publicado el artículo |
¿Cuál es el objetivo del estudio realizado? | Identificar la finalidad del estudio |
¿Cuál es la metodología que se utilizó? | Identificar las técnicas e instrumentos que se utilizaron para la recogida de datos |
Fuente: Elaboración propia
Sin embargo, a pesar de haber hecho uso de estas estrategias, es posible que no se haya considerado algunas investigaciones que utilizaban una terminología diferente, pero decidimos limitarnos a seleccionar aquellos estudios en los cuales, el tema central era el liderazgo docente.
RESULTADOS
En esta sección, describiremos los resultados obtenidos luego de revisar y analizar los 50 estudios vinculados con el liderazgo docente; es necesario resaltar que, la gran mayoría de ellos (n = 33) han empleado en su metodología, el método cualitativo (66%) para realizar su investigación, el resto de estudios han utilizado el método cuantitativo y el mixto. Entre las técnicas empleadas, resaltan las entrevistas, cuestionarios, revisión documental, casos múltiples, estudio de casos, diarios semanales, entre otros.
Como producto de esta revisión, es importante, primero resaltar sobre el liderazgo pedagógico, que permite que las instituciones educativas promuevan el desarrollo de la formación docente con autonomía para mejorar las practicas educativas (Rodríguez et al., 2020).
Para Carrasco y Barraza (2021), el liderazgo pedagógico tiene como eje central la práctica docente, la enseñanza y la evaluación, el desarrollo profesional, así como construir las mejores condiciones para el logro de los aprendizajes, promover una cultura colaborativa y garantizar que las decisiones estén siempre orientadas en los procesos de enseñanza y aprendizaje.
El liderazgo docente es comprendido, como la capacidad que tienen los docentes para trabajar en equipo con el fin de mejorar los aprendizajes de los estudiantes y solucionar las dificultades que se dan en la institución educativa. En diversos estudios, los autores presentan una serie de temas sobre las prácticas de liderazgo, como son: el liderazgo docente se extiende fuera del aula, motiva el crecimiento profesional, implica la toma de decisiones compartidas, cuyo objetivo es mejorar el aprendizaje de los estudiantes y buscar los cambios necesarios para mejorar la institución escolar (Shen et al., 2020).
Xie et al. (2021), sostiene que el liderazgo docente va más allá del rol que cumple en el aula como mediador de aprendizaje o como modelo a seguir para otros profesores en la orientación de las practicas educativas; es decir, los docentes también deben participar en políticas y toma de decisiones en el trabajo hacia la mejora de toda la institución escolar y la comunidad de la que forma parte. El objetivo final del liderazgo docente es mejorar el aprendizaje y contribuir con el éxito de los estudiantes.
Respecto a las dimensiones que caracterizan un liderazgo eficaz, tenemos las propuestas por York-Barr y Duke (2004, citado en Wang y Ho, 2020) quienes consideraron siete dimensiones: “coordinación y gestión, trabajo curricular de la escuela, desarrollo profesional de los colegas, participación en la mejora de la escuela, participación de los padres y la comunidad, contribuciones a la profesión docente y formación inicial de los docentes” (p. 357).
Robinson et al. (2009, citado en Rodríguez et al., 2020), consideran cinco dimensiones esenciales que definen el liderazgo pedagógico en la búsqueda de mejores resultados en los aprendizajes, como son: fomentar un aprendizaje y desarrollo profesional de los docentes; planificación y evaluación del proceso de enseñanza, fijar metas y expectativas que se desean lograr, gestión pertinente de los recursos y promover un ambiente adecuado de trabajo.
Nguyen et al. (2020), plantea una serie de factores que intervienen en la calidad y eficacia de la práctica de liderazgo de los docentes: a)la cultura escolar, b) la estructura escolar, c) el liderazgo del director, d) las relaciones con los colegas y e) factores personales.
Berg y Zoellick (2019), propone cuatro dimensiones que permitirá a los próximos investigadores indicar con claridad el liderazgo de los docentes: legitimidad, apoyo, objetivo y método.
Para alcanzar mejores resultados en los procesos de aprendizaje, es necesario que los lideres educativos adquieran una serie de competencias que le permitan: a) fortalecer y facilitar los procesos de enseñanza, b) promover mejores resultados de aprendizaje y c) mejorar la calidad del servicio educativo (Miras y Longas, 2020).
En el estudio de Afanasjeva et al. (2019) se identificó un conjunto de competencias necesarias para promover un liderazgo eficaz en el proceso de formación del profesorado, como son: competencias informativas, directivas, empático-participativas y comunicativas, las cuales deben abarcar los aspectos cognitivos, operativos y personales; además recomienda el uso de las tecnologías interactivas, debates, estudios de casos y proyectos como las técnicas más productivas para promover las habilidades de un buen liderazgo.
Es así que los docentes se ven impulsados para ampliar sus conocimientos y habilidades profesionales, asumir nuevos retos, colaborar, experimentar, retroalimentar a sus colegas y realizar un juicio crítico de sus propias practicas o de los demás, debido a su gran interés para mejorar las condiciones y los resultados del aprendizaje de los estudiantes (Berestova et al., 2020).De esta manera, se considera el liderazgo docente un medio para que los docentes continúen aprendiendo dentro de sus comunidades de aprendizaje (Lambert, 2003, citado en Nerlino, 2020)
Fierro y Fortoul (2021), refieren en su estudio que la reflexividad docente es un elemento fundamental del liderazgo docente, destinada a analizar lo que sucede en las aulas, la escuela y la comunidad, con la finalidad de dar respuesta a la necesidad de una educación para todos.
En el estudio de Campbell et al. (2019), los docentes líderes que tuvieron éxito en su trabajo, tenían las siguientes competencias: habilidades de comunicación, capacidad de establecer relaciones, conocimientos pedagógicos y conocimientos de contenido en sus respectivas áreas de especialización, lo que demuestra la importancia de tener habilidades blandas para trabajar con otros docentes y compartir estos conocimientos.
Sabemos que la educación se enfrenta a nuevos desafíos y para ello, en diversos estudios se ha resaltado que el liderazgo de los profesores permite lograr la mejora tanto de la escuela como del aula, puesto que, el desarrollo del liderazgo influye de manera positiva en las aspiraciones de los chicos (Bradley y Zainulabdin, 2020). Uysal y Sarier (2019) manifiestan que el liderazgo de los docentes, tiene un efecto positivo en el rendimiento de los estudiantes, debido a que ellos conocen el ambiente de aprendizaje que se tiene en las aulas, promueven aprendizajes significativos al resolver diferentes situaciones problemáticas, fomentan una cultura escolar de apoyo; además de realizar un trabajo colaborativo con los demás colegas para mejorar el aprendizaje de los estudiantes.
Leffler (2020), sostiene que las habilidades de liderazgo de los profesores están orientadas a construir unas buenas relaciones con los estudiantes en la escuela, por dos razones: en primer lugar, porque ayuda a llamar la atención de los alumnos y les permite conocer más sobre ellos; y en segundo lugar, porque es más fácil ganar su confianza y así les pueden dar más responsabilidades y libertad para gestionar sus aprendizajes.
Los estudios mencionan que las formas como los docentes líderes trabajan con otros para la mejora y desarrollo de la escuela, se da a través de dos enfoques: participación y colaboración; la participación que conlleva a ser parte en algo y generar ideas innovadoras; y la colaboración, donde los esfuerzos de los integrantes del grupo están vinculados por las expectativas de su rendimiento (Wang y Ho, 2020). Para Kahler et al. (2021), cuando los docentes lideran en colaboración y se comprometen a mejorar su práctica pedagógica a través de un continuo desarrollo profesional tienen un excelente impacto en los resultados de sus estudiantes y sean reconocidos por los esfuerzos que realizan.
Las acciones que realizan los lideres docentes provienen de una serie de características críticas, como son la flexibilidad, la atención, el sentido de comunidad, la motivación, ser un permanente aprendiz y tener pasión por marcar la diferencia (Carver, 2016, citado en Chaaban y Sawalhi, 2020)
Riascos y Becerril (2021), sostienen que el liderazgo contribuye para alcanzar los mejores resultados del servicio educativo que ofrecen las escuelas a la comunidad, por ello existen diversas lecturas que manifiestan una relación directa entre el liderazgo y los resultados educativos.
CONCLUSIONES
Respecto al liderazgo docente, esta revisión ha permitido llegar a las siguientes conclusiones:
Es importante que las instituciones educativas promuevan un liderazgo pedagógico que asegure el aprendizaje de los estudiantes, a partir de la participación de toda la comunidad educativa, y así brindar una adecuada educación de calidad enfocada en los contextos y necesidades propias de los estudiantes y su comunidad.
El liderazgo docente es una excelente práctica educativa que permite a los docentes, fortalecer una serie de habilidades necesarias para poder desarrollarse en diferentes ámbitos de la gestión educativa; donde puedan con autonomía, implementar nuevas acciones y motivar al resto de colegas para mejorar los procesos de enseñanza aprendizaje, logrando mejores resultados en el aprendizaje de los estudiantes.
A partir de la literatura revisada, es importante resaltar que el liderazgo docente es un factor fundamental en el logro de los aprendizajes, puesto que permite que los docentes a partir de su experiencia y de forma colegiada, promuevan la participación de los demás actores, fortaleciendo el trabajo en equipo, siendo innovadores, con la finalidad de que los estudiantes vean estas mismas prácticas y se sientan motivados para gestionar su propio aprendizaje hacia el logro de mejores resultados.