INTRODUCCIÓN
Las tecnologías de la información y de la comunicación, proporcionan a niños, niñas y adolescentes herramientas que facilitan el acceso a conocimientos y la adquisición de experiencias en diversas áreas del desarrollo social e individual. No obstante, éstas tecnologías pueden facilitar o complicar la vida de las personas, el uso excesivo de Internet a través de la manipulación de computadoras y celulares haciendo uso de recursos virtuales tales como redes sociales, buscadores de información, etc., pueden generar hábitos de conducta extremos, y asociarse a alteraciones del ánimo, trastornos de Ansiedad, de la conciencia, entre otros (Echeburúa, Requesens, 2012).
Al utilizar la denominación uso de Internet se podría hablar de uso problemático en vez de uso adictivo, considerando los estudios científicos relacionados a las adicciones tecnológicas (López, Honrubia, Freixa, 2012) (Matute, Vadillo, 2012).
El uso problemático de Internet se puede dar en personas de diversas edades, clase social o grupo económico. Sin embargo algunos grupos pueden presentar mayor propensión a desarrollar algún tipo de trastorno psicológico debido al uso de alguna aplicación de Internet. Entre las poblaciones vulnerables se encuentran los jóvenes, por las características propias del proceso evolutivo que atraviesan, asociadas a diversas variables individuales y del entorno (Carbonell, 2014).
A decir de Young (2004) los jóvenes están en riesgo por el fácil acceso, libre e ilimitado a Internet, el tiempo no estructurado, la libertad de censura de lo que dicen y hacen en la red, la popularidad entre sus pares, la libertad del control de padres o encargados, y la oportunidad de escapar de las presiones, citado por Puerta-Cortés, Carbonell (2013).
Se considera pertinente el abordaje de la Ansiedad relacionado a éste fenómeno, ya que éstas manifestaciones como respuesta del organismo, podrían presentarse ante la expectativa que genera el uso de Internet y sus múltiples aplicaciones (Matute, Vadillo, 2012).
La importancia del estudio radica en la descripción del uso de Internet y los niveles de Ansiedad en jóvenes. Generando así una señal de alerta, por el riesgo potencial del uso excesivo de Internet y sus posibles consecuencias en el comportamiento humano. Por ello la temática propuesta es objeto de análisis en el ámbito de la Psicología Clínica y la Psicología de Las Nuevas tecnologías, buscando evaluar los componentes positivos y negativos de la utilización de la red (Matute, Vadillo, 2012) (Carbonell, 2014).
Los jóvenes desarrollan la adquisición de la madurez psicológica a modo de construir su identidad personal. En ese sentido, las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) facilitan una amplia gama de conocimientos y experiencias, las cuáles incentivan el desarrollo individual y social. No obstante es abordada por los estudiosos considerando los riesgos potenciales que estas oportunidades pueden generar (Echeburúa, Requesens, 2012).
Entre las diversas investigaciones vinculadas a la temática se evalúa el uso de Internet en una muestra de universitarios colombianos y la asociación con el posible uso problemático. La muestra está conformada por 595 estudiantes de la Universidad de Ibagué, de 16 A 34 Años de edad, quienes completaron los datos sociodemográficos, información del uso de Internet y la prueba adaptada, Internet Addiction Test IAT de Young (1998a). Los resultados mostraron dos grupos: uno que hacía uso controlado de Internet (88 %) y otro con uso problemático (12 %). Un caso mostró uso adictivo. El uso problemático de Internet se relacionó con el número de horas dedicado a redes sociales, chat, páginas de contenido para adultos y películas. El uso de estas aplicaciones de Internet generó interferencia en las actividades cotidianas de acuerdo a la conclusión establecida por Puerta-Cortés, Carbonell (2013).
Puerta-Cortés, Carbonell, Chamorro (2013) analizaron las propiedades psicométricas de la versión en español del Internet Addiction Test (Test de Adicción a Internet), adaptado a diferentes lenguas. En la revisión de la literatura los autores mencionan como antecedentes el uso del IAT en tres estudios de la versión en lengua española, en el primero se aplicó a 920 estudiantes españoles de secundaria de 14 a 18 años sin realizar un análisis psicométrico de la traducción, según Estévez, Bayón, de la Cruz, Fernández (2009). En el segundo, el IAT se aplicó a 71 adolescentes que recibían tratamiento psiquiátrico en el Hospital Pediátrico Universitario en San Juan-Puerto Rico, se utilizó una versión online del IAT pero no se reportan datos de adaptación y validación según Liberatoe, Rosario, Colon-De Martí, Martínez (2011). En el tercero, se aplicó a una muestra de 595 estudiantes universitarios colombianos de 16 a 34 años, con una adecuada adaptación lingüística y fiabilidad aceptable, mencionados en Puerta-Cortés y Carbonell (2013). A partir de ello procedieron a la aplicación online dirigido a internautas colombianos, siendo 1.117 participantes (61,8% mujeres y 38,2% hombres), fueron reclutados a través de avisos informativos del estudio en Internet ubicados en páginas web de universidades, redes sociales y blogs. El rango de edad estuvo comprendido entre los 14 y los 67 años (M = 20,93, Dt = 4,84) y el 70,5% fueron estudiantes. El nivel educativo predominante fue la formación universitaria (89,9%). Los tres grupos de edad que conformaban la muestra eran adolescentes entre 14 y 17 años (16,7%), jóvenes entre 18 y 25 años (71,9%) y adultos entre 26 y 55 años (11,4%). Los resultados muestran una alta consistencia interna del test. Se extrajeron tres factores (consecuencias por el uso de Internet, dimensión cognitiva-emocional y control del tiempo) que correlacionaron positivamente con las horas de acceso diario a la red y negativamente con la edad. Indican que el tiempo de acceso a Internet está relacionado con el uso problemático, ya que el número de horas de conexión afecta al desarrollo de la vida cotidiana, además de la reducción de las horas dedicadas al estudio o a sus obligaciones. Los jóvenes constituyen el grupo de edad que presenta problemas frecuentes por el uso de Internet, ellos representan la población de estudiantes de la muestra. Puerta-Cortés y Carbonell (2013) concluyen que la versión en lengua española presenta una alta fiabilidad, por lo que se considera un instrumento adecuado para evaluar el impacto del uso de Internet en las interacciones sociales y la vida diaria, los autores sugieren proseguir con las investigaciones de las dimensiones subyacentes del test.
En la actualidad los adolescentes tienen un mayor acceso a las nuevas tecnologías, el acceso se da en lugares casas, colegios, lugares de diversión, además de contar con PC o computadoras portátiles y teléfonos móviles, donde se tiene conexión a Internet, así como con otros dispositivos digitales como los videojuegos. Se caracterizan por realizar varias acciones simultáneas como escuchar música, hacer tareas, compartir fotos al usar las redes sociales (Echeburúa y Requesens, 2012).
Morduchowicz (2012) resalta el rol de los medios de comunicación e Internet en los jóvenes como elementos usados para dar sentido a la identidad, la autora cita a Reguillo (2000), quien observa a la juventud en su proceso de identidad, éste grupo se define socialmente, modela su identidad individual y colectiva, construye a partir de su vínculo con la cultura a través de la tecnología, siendo un conjunto receptor y productor de contenidos, sitios y contenidos, programas, músicas, blogs, redes sociales y películas seleccionadas.
Canoura y Balaguer (2014), teorizan acerca del impacto de las tecnologías en las mentes de niños y adolescentes, la comunicación se da a través de mensajes por chat, están hiper conectados varias horas al día, realizando actividades de manera simultánea. En cuanto a datos estadísticos mencionan que un alto porcentaje de jóvenes en todo el mundo está en las redes sociales y usa el chat en el establecimiento social, el 64% de los jóvenes dicen conocer de internet más que sus padres.
Entre las ventajas del uso de Internet se mencionan: es la principal fuente de información, el almacenamiento es ilimitado y el acceso instantáneo, velocidad de acceso, permite el contacto en tiempo real con personas en cualquier parte del mundo. Entre los inconvenientes se citan: contenidos ilegales o inmorales, puede interferir con otras actividades o les resta tiempo, dependencia (Chóliz y Marco, 2012).
La pionera en el estudio de Internet es Young (1996) definió la adicción a Internet como el pensamiento obsesivo sobre el uso de web, tolerancia, disminución en el control de impulsos, inhabilidad para controlar el deseo de uso y otros efectos negativos cuando la persona intenta suspender su uso, citado por Varela, s.f. (p.12), las consecuencias se pueden observar en la distorsión de las metas personales, familiares y profesionales, según García del Castillo (2013).
Carbonell (2014) establece que entre los predictores o factores de riesgo predisponentes de la adicción en los adolescentes se encuentran la impulsividad, búsqueda de sensaciones, rasgos de personalidad insegura, hipersensible o tímida, baja autoestima, estilo de afrontamiento pasivo agresivo, dificultades para establecer y mantener relaciones interpersonales con pares, personas que padecen algún tipo de trastorno afectivo o ansioso, baja supervisión de los padres, problemas en la dinámica familiar. Entre las secuelas físicas se pueden citar problemas de sueño, cansancio, sedentarismo, alimentación inadecuada, retraso en el desarrollo, alteraciones inmunitarias y neurológicas. Entre las secuelas psicológicas se pueden distinguir la inestabilidad emocional, depresión, ansiedad, irritabilidad, disminución de la capacidad de juicio, dificultades para hacer frente a problemas cotidianos, estados de disociación o pánico. Otro peligro es el acceso a contenidos como la violencia, pornografía, incitación a la anorexia, suicidio, consumo de drogas, cometer delitos, acoso o violación de la intimidad. En el ámbito social la repercusión pude ser deterioro de las relaciones familiares, conflictos, agresividad, disminución del rendimiento académico y laboral, participación en juego con gasto de dinero con consecuencias en lo económico y legal, en la búsqueda de experiencias novedosas (pp. 54-55).
En cuanto a la prevalencia del uso problemático de Internet Echeburúa y Requesens (2012), establecen el 3% o el 6% de los jóvenes hacen un uso abusivo de Internet y especialmente de las redes sociales. Depende del uso que se haga de la herramienta que lo convierta en algo positivo o en algo perjudicial. Los adolescentes que pasan mucho tiempo en Internet tienen más probabilidades de desarrollar una depresión, a la vez que la depresión promueve el refugio en la Red debido al aislamiento del mundo exterior. La dependencia se caracteriza por comportamientos adictivos que se vuelven automáticos, con poco control mental sobre la toma de decisiones. El abuso de las redes sociales virtuales puede facilitar el aislamiento, el bajo rendimiento académico o laboral, el desinterés, el sedentarismo y la obesidad, se da un efecto bola de nieve los problemas se extienden a todas las áreas de la vida de la persona afectada (salud, familia, escuela y relaciones sociales) (pp. 49 - 54).
Carbonell (2013) menciona que los datos relativos a la prevalencia mediante encuestas dirigidas a muestras auto seleccionadas, a través de respuestas dadas a cuestionarios sobre el uso de Internet y sus aplicaciones, las tasas de personas que presentan un uso problemático es el 6% y el 66,4%, en encuestas de estudiantes el porcentaje es menor 4% y 18%, si se utilizan criterios más estrictos los porcentajes en población general se reducen.
En el año 2010 Chóliz sugiere la inclusión del constructo adicción al móvil como una conducta adictiva a la tecnología, sin embargo no existe un acuerdo sobre el uso excesivo y el uso patológico, sin reconocimiento de la Asociación Americana de Psicología (APA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), citado por López et al (2012).
A decir de Carbonell (2014), el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM) las adicciones conductuales no son consideradas como un trastorno mental, entre los antecedentes del manual, el DSM-IV y en el DSM-IV-TR el juego patológico estaba incluido en el apartado de Trastornos del control de impulsos no clasificados. Actualmente, en el DSM-5 según lo menciona APA (2013), “ya que las conductas de juego activan sistemas de recompensa similares a los que activan las drogas y producen algunos síntomas conductuales comparables a los producidos por sustancias”… “cuando se juega con dinero en Internet, el DSM-5 Establece que se trata de un trastorno debido al juego (gambling)” (p. 1).
Respecto a los trastornos de Ansiedad Rapee (2009), menciona que cerca del 5% de los niños y adolescentes cumplen con los criterios para trastorno de Ansiedad durante un período determinado en la población occidental. En la mayoría de los estudios la prevalencia es más alta para las fobias específicas, y moderada para la Ansiedad por separación, Ansiedad generalizada y fobia social. Se registran tasas considerablemente más bajas para el trastorno obsesivo compulsivo, y para el trastorno de estrés postraumático se registran tasas aún más bajas. En la distribución por género en la población general los trastornos de Ansiedad son más comunes en las mujeres que en los hombres. Para la mayoría de los estudios poblacionales de trastornos de Ansiedad se estima que los padecen alrededor de 1,5 a 2 veces más las mujeres que hombres.
Variable 1: Uso problemático de Internet: Definición conceptual:A decir de Echeburúa y Requesens (2012) se podría definir esta problemática como la dependencia y restricción de libertad de conciencia y pérdida de intereses. Se caracteriza por la presencia de reforzadores positivos, luego negativos como la pérdida de control y una emoción que puede oscilar desde un deseo intenso capaz de generar malestar, llamado síndrome de abstinencia, si se deja de practicar, conductas como humor depresivo, irritabilidad, inquietud psicomotriz, deterioro en la concentración y trastornos del sueño, sienten una necesidad de engancharse a la red. Los factores que pueden favorecer cualidades adictivas de Internet son los siguientes: la facilidad de acceso, la disponibilidad (la Red está siempre disponible y sin demora de la gratificación), la falta de límites (no hay principio ni fin), la experiencia de la distorsión del tiempo mientras se está conectado (lo cual produce una sensación de disociación y una alteración de la conciencia), la percepción de anonimato y un sentimiento de desinhibición (la capacidad de representar diferentes roles o de revelar aspectos incómodos u ocultos de uno mismo), así como un coste relativamente bajo (pp. 49 - 55).
Definición operacional: Puntaje obtenido en la Prueba de adicción al Internet de Young, consta de 20 preguntas puntuadas en escala Likert de 5 puntos: 1 = rara vez; 2 = ocasionalmente, 3 = frecuentemente; 4 = muy a menudo y 5 = siempre. La puntuación de cada ítem es equivalente a la opción seleccionada. Las puntuaciones se distribuyen de la siguiente forma: 20 a 49 puntos para usuarios promedios con control de uso, 50 a 79 puntos representaría a sujetos con ocasionales o frecuentes problemas en cuanto al tiempo invertido en el uso del Internet y entre 80 a 100 puntos obtenidos se considera a los usuarios con problemas significativos en su vida ocasionado por el uso del Internet (Puerta-Cortés, et al, 2013).
Dimensiones
Consecuencias por el uso de Internet. Preguntas 2, 4, 5, 6, 7, 8 y 14 De 0 a 11 puntos = El uso de Internet no interfiere en sus actividades diarias.
De 12 a 23 puntos= El uso de Internet interfiere en algunas actividades diarias (académica familiar o laboral). Es adecuado prestar atención para minimizar las consecuencias.
De 24 a 35 puntos = El uso de Internet interfiere significativamente en su vida. Descuida las actividades de la casa, sustituye las relaciones cara a cara con nuevas relaciones online y el rendimiento académico o laboral no es el óptimo debido a las actividades que desarrolla en la red.
Dimensión cognitiva-emocional. Preguntas 3, 9, 10, 11, 12, 13, 15, 18, 19, 20
De 0 a 16 puntos= Los pensamientos y emociones no se encuentran afectados por el uso de Internet.
De 17 a 33 puntos= En ocasiones usa Internet para evitar emociones displacenteras, a veces se enoja cuando otros intentan averiguar que hace en Internet o le sugieren reducir el tiempo de conexión. Se recomienda prestar atención al uso que hace de la red.
De 34 a 50 puntos= Internet le permite escapar de los problemas cotidianos, su vida sin conexión sería vacía o triste, porque en la red encuentra todo lo que necesita para sentirse bien.
Control del tiempo online. Preguntas 1, 16 y 17
De 0 a 5 puntos= Tiene total control del tiempo que destina a las actividades en Internet.
De 6 a 10 puntos= Algunas veces no controla el tiempo que destina a las actividades que desarrolla en la red, es necesario evaluar la situación para evitar problemas mayores.
De 11 a 15 puntos= No puede controlar el tiempo que destina a las actividades que desarrolla en la red (Puerta-Cortés, et al, 2013).
Variable 2: Ansiedad
Estado de Ansiedad
Situación emocional transitoria de intensidad oscilante a través de tiempo, que es experimentado por la persona. Ansiedad-Estado (A-Estado): es conceptualizada como un estado emocional transitorio del organismo humano, cuyas características son los sentimientos subjetivos de tensión y de aprensión, además del aumento de la actividad del sistema nervioso autónomo, que son percibidos por la persona que la experimenta. Ansiedad-Rasgo (A-Rasgo): es conceptualizada como la respuesta de un organismo ante una situación percibida como amenazante, con relación a las diferencias individuales en la manifestación de la Ansiedad, que ya constituye una característica particular de la persona cuando ésta se expone a un hecho amenazante (Spielberger y Díaz - Guerrero, 2002, p. 1).
Definición operacional
Se considera como la calificación en el Inventario de Ansiedad Rasgo-Estado, en donde la puntuación mínima estipulada por el inventario en cada escala es de 20, y la puntuación máxima es de 80
Ansiedad estado
Items 3, 4, 6, 7, 9, 12, 13, 14, 17, 18 = Total A. Items 1, 2, 5, 8, 10, 11, 15, 16, 19, 20 = Total B
(A - B) + 50 =
Ansiedad como rasgo
Items 22, 23, 24, 25, 28, 29, 31, 32, 34, 35, 37, 38, 40 = Total A Items 21, 26, 27, 30, 33, 36, 39 = Total B
(A - B) + 35 =
Nivel de Ansiedad
Bajo (<30)
Medio (30-44)
Alto (>45)
MATERIALES Y MÉTODOS
Se implementó un diseño no experimental, de encuesta de un sólo grupo con una sola aplicación de test. Se determinaron características socio demográficas, el uso de Internet, además de los niveles de Ansiedad, y la asociación entre ambas variables, corte trasversal, la fase de recolección de datos contempló los días hábiles del año 2015 y 2016. En el micro centro de la ciudad de Asunción. Se optó por el tipo de análisis cuantitativo (Kerlinger y Lee, 2002).
Participantes
La población estuvo conformada por 1150 estudiantes, hombres y mujeres, quiénes cursaban sus estudios secundarios en una institución educativa. Se escogió un muestreo no probabilístico de tipo propositivo, con 592 sujetos.
Test de Adicción a Internet IAT
Carbonell (2014) describe diversos instrumentos de evaluación del uso patológico de Internet, entre ellos el IAT.
En el año 1996 Young creó el Diagnostic Questionnaire for Internet Addiction (YDQ), un cuestionario de 8 ítems basados en criterios del DSM - IV, una puntuación de 5 o más puntos clasificaba adicción a Internet (pp. 46 - 47).
El IAT es uno de los cuestionarios más utilizados para la detección y la evaluación del grado de los problemas asociados con la adicción a Internet. El español es la segunda lengua de comunicación en Internet, cuya valoración se da en una puntuación general y por dimensiones. Según el estudio realizado por Puerta-Cortés, et al (2013), los resultados se agrupan en tres áreas: las consecuencias por el uso de Internet, la dimensión cognitiva-emocional del usuario de Internet y el control del tiempo online.
Puerta-Cortés et al (2013) analizaron las características psicométricas de la versión del test en lengua española en una muestra online de internautas colombianos. En aplicaciones en papel y lápiz el Alfa de Cronbach oscila entre 0,89 y 0,91 y en aplicaciones online varía entre 0,83 y 0,91.
Inventario Idare Ansiedad Estado - Rasgo
Spielberger y Guerrero (2002) fueron los creadores del Inventario de la Ansiedad Rasgo-Estado (IDARE, versión en español del STAI [State Trait-Anxiety Inventary]), constituido por dos escalas separadas de autoevaluación, que se utilizan para medir dos dimensiones distintas de la Ansiedad: 1. Ansiedad-Rasgo (A-Rasgo), y 2. Ansiedad-Estado (A-Estado). Se construyó para investigar fenómenos de Ansiedad adultos normales, es decir, sin síntomas psiquiátricos, también es útil en la medición de la Ansiedad en estudiantes de secundaria y bachillerato (p.01).
Con relación al coeficiente de fiabilidad tets-retets en la escala de Ansiedad-rasgo éste es elevado (0,81). Y es considerado bajo (0,40) en la escala de Ansiedad-estado, según lo expusieron Spielberger y cols. (1970). Por otro lado, el estudio llevado a cabo por Tejero, Guimerá, Farré y Peri (1986) con pacientes aquejados sobre todo por trastornos de Ansiedad y depresión, arrojó como resultado un coeficiente alfa de consistencia interna de 0,94 en la subescala de Ansiedad-estado, y de 0,91 en la subescala de Ansiedad-rasgo. Por lo que la confiabilidad tets-retets, entendiéndose como la estabilidad de la escala A-Rasgo del Idare es relativamente elevada. Sin embargo, los coeficientes de estabilidad para la escala A-Estado tienden a mostrarse bajos ya que su manifestación está influenciada por agentes situacionales (Citado por Spielberger y Díaz, 2002, pp.8-9).
Con relación a la validez, en el proceso de elaboración del Idare pretendían que los reactivos individuales cumplieran los criterios de validez prescritos, tanto para la Ansiedad-rasgo como para la Ansiedad-estado, en cada una de las etapas del proceso de construcción del cuestionario, con la intención de evaluar y validar el instrumento. Para tal efecto, el Idare proporciona las medidas operacionales de Ansiedad-rasgo y Ansiedad-estado. Otra evidencia de la validez del Idare radica en su correlación con otras escalas de Ansiedad como la escala de Ansiedad (IPAT) de Cattell y Séller (1963), la escala de Ansiedad manifiesta (TMAS), y la lista de adjetivos subjetivos de Zuckerman (1960), entre otras, citado por Spielberger y Díaz (2002).
Procedimientos
Se implementó una prueba piloto con el fin de realizar correcciones o introducir modificaciones en caso necesario, luego se prosiguió con la recolección de información. Solicitud de permiso institucional correspondiente. Manejo del listado de los estudiantes por cursos, énfasis y turnos. Tras la llegada a las salas de clases se presentó la carta de consentimiento informado de manera escrita y verbal a estudiantes de ambos sexos, con las pruebas a ser llenadas. En dicha carta se aclaró el carácter anónimo y voluntario de la participación en la investigación. Se dio la instrucción para el llenado de las pruebas, se respondieron las consultas ante las dudas. Una vez aplicados los tests se pasó a la etapa de análisis de resultados generando la matriz para la carga de datos en el programa, control de calidad en el proceso de carga y análisis.
RESULTADOS
El resultado del análisis de fiabilidad del IAT, a partir de una muestra de 592 sujetos, con un valor de α .87 por lo que se considera que se encuentra dentro de los parámetros establecidos (Puerta-Cortés, et al, 2013).
Los resultados de fiabilidad Alfa de Cronbach en ambas pruebas aplicadas correspondientes al IDARE Inventario de Ansiedad: Rasgo - Estado, en adolescentes escolarizados según sexo, hombres n = 193 rasgo α .74 estado α .79, mujeres n = 399 rasgo α .81 estado α .65, por lo se considera que los datos se encuentran dentro de los parámetros establecidos de normalidad (Spielberger y Díaz - Guerrero, 2002).
La población está conformada por 1150 estudiantes de una institución educativa gubernamental ubicada en la ciudad de Asunción, el tamaño de la muestra es de 592 adolescentes escolarizados, de ambos sexos de los cuáles 193 son hombres y 399 mujeres. La edad de los participantes del estudio va entre los 13 y 20 años.
De la muestra evaluada, 248 estudiantes asisten a clases en el turno mañana, 344 estudiantes asisten a clases en el turno tarde, de los cuáles 205 estudiantes cursan el 1er año, 231 estudiantes cursan el 2do año, y 156 estudiantes cursan el 3er año de la Educación Media, los énfasis son Ciencias Básicas, Letras y Artes, Ciencias Sociales, Administración, Contabilidad, Informática, Química Industrial.
En lo que respecta al medio con que los sujetos acceden con mayor frecuencia a Internet, 531 estudiantes utilizan teléfonos, 32 notebooks, 25 PC, 3 tabletas, y una persona usa otra opción, de un total de 592 estudiantes.
Entre las opciones de marca, 409 estudiantes optan por Samsung, 40 estudiantes Nokia, 4 estudiantes Blackberry, 10 estudiantes Sony, 17 estudiantes LG, 18 estudiantes Apple, 94 estudiantes contestaron otra opción.
Entre las opciones de empresa proveedora de servicio, 118 estudiantes optan por Claro, 338 estudiantes optan por Tigo, 23 estudiantes optan por Vox, 107 estudiantes optan por Personal, y 6 estudiantes contestaron otra opción.
Entre los lugares elegidos para usar Internet con mayor frecuencia, 529 estudiantes lo hacen en sus casas, 4 estudiantes en el colegio, 3 estudiantes en el trabajo, 3 estudiantes en el cyber, 18 estudiantes en lugares de ocio con Wifi y 35 estudiantes contestaron otra opción.
Al evaluar la frecuencia con la que los estudiantes usan Internet por semana, 29 estudiantes lo hacen de 1 a 2 veces por semana, 62 estudiantes lo hacen 3 a 4 veces por semana, 1 estudiante lo hace de 5 a 6 veces por semana, y 500 estudiantes lo hacen todos los días.
DISCUSIÓN
Los estudiosos consideran al uso de Internet y las redes sociales como una de las actividades de mayor preferencia en la juventud. El atractivo de esta
herramienta es su múltiple función, el acceso a todo tipo de información, y la facilidad de la comunicación instantánea, constituyéndose como un potente reforzador.
Se encontró que la mayor cantidad de jóvenes acceden al uso de Internet a través del teléfono celular o móvil, seguido de otros dispositivos como notebooks, PC y tabletas. Los resultados son congruentes con el estudio realizado por Brítez y Britos (2015) Internet y el teléfono móvil son herramientas de comunicación e información que conforman las Tics (tecnologías de la información y la comunicación). Actualmente se los relaciona con el desarrollo de la interacciones sociales, estudios, juegos, además están vinculados a la transmisión de emociones, facilitan el anonimato, implican bajo coste y acceso permanente, por lo que su uso es cada vez más frecuente en la población joven, como lo describen Beranuy y Sánchez-Carbonell, 2007; Sánchez-Carbonell y Beranuy, 2007; Block, 2008, citados por Beranuy, Chamarro, Graner y Carbonell (2009).
La preferencia de marcas de aparatos que posibilitan el acceso a Internet, la opción de mayor elección por parte de los adolescentes fue la marca Samsung, seguido de Nokia, Blackberry, Sony, LG y Apple, considerando la oferta establecida en el mercado por las empresas telefónicas, y las casas de ventas de productos informáticos. En este sentido, la empresa proveedora de servicio más escogida fue Tigo, seguido de la opción Claro, Personal y Vox, quienes incursionan en el medio a través de promociones de consumo a bajo costo y diversos planes de pago acorde a la necesidad de sus clientes.
El sitio elegido para usar Internet con mayor frecuencia es el domicilio de los estudiantes, seguido de la opción de lugares de ocio con wifi, trabajo y cyber, se encontró similitud con los hallazgos de otros estudios, los jóvenes acceden a Internet desde la casa y la universidad (Carbonell et al., 2012; García del Castillo et al., 2008). Echeburúa y Requesens (2012) explican que el acceso a las redes se da en diversos sitios como las casas, centros educativos, lugares de ocio, donde se tiene acceso a la conexión a Internet.
La mayor cantidad de estudiantes usa Internet todos los días de la semana, seguido de la opción de quienes lo hacen 3 a 4 veces por semana, y 1 a 2 veces por semana. La frecuencia y el tiempo que dedican los adolescentes al uso de las nuevas tecnologías son factores preponderantes a ser considerados para valorar el tipo de uso de la red, en concordancia con lo expuesto por Echeburúa, de Corral y Amor (2005), citado por Rodríguez et al. (2012).
Respecto a la dimensión consecuencias del uso de Internet, un mayor porcentaje de hombres y mujeres en similar proporción, considera que el uso de Internet interfiere en algunas actividades diarias como la académica, familiar o laboral, en un menor porcentaje el uso de Internet no interfiere en sus actividades diarias. En ese sentido, reduce el espacio diario que tiene el adolescente para el resto de las actividades, como pueden ser aquellas de ocio, salir con amigos, practicar deportes, etc. Así como se puede ver afectada la dedicación a los estudios y las relaciones familiares cara a cara, no obstante habría que valorar las ventajas del uso de Internet, y profundizar en futuros estudios acerca del tipo de actividades que realizan los usuarios en la web (Echeburúa y Requesens, 2012).
Un mayor porcentaje de hombres y mujeres, en similar proporción, controlan el uso de Internet, en un menor porcentaje experimentan problemas frecuentes a causa de Internet. Al considerar el año académico que cursan los estudiantes, tanto estudiantes del primer, segundo y tercer año en mayor porcentaje son usuarios promedios que controlan el uso de Internet, en un menor porcentaje experimentan problemas a causa de Internet, los resultados de uso controlado coinciden con los de Puerta-Cortés et al. (2013), Liu et al. (2009).
En el estudio, la prevalencia de hombres y mujeres que experimentan problemas frecuentes a causa de Internet es del 32,6%, similar a datos reportados por Echeburúa y Requesens (2012), quienes mencionan que la prevalencia del uso abusivo de Internet, especialmente redes sociales, es del 3% o el 6%. A su vez Carbonell (2013) sostiene que los datos relativos a la prevalencia, mediante la aplicación de encuestas dirigidas a muestras auto seleccionadas, van del 6% al 66,4% caracterizando al uso problemático. En encuestas de estudiantes, el porcentaje es menor, va del 4% al 18%. No obstante, Sánchez - Carbonell et al. (2008) suponen que los cuestionarios que evalúan la adicción a Internet, y el porcentaje correspondiente de adictos, podrían estar sobre dimensionados.
Siguiendo con los hallazgos, la dimensión cognitiva emocional mostró un mayor porcentaje de hombres y mujeres, en similar proporción, que en ocasiones usan Internet para evitar emociones displacenteras, se enojan. En menor proporción, los pensamientos y emociones no se encuentran afectados por el uso de Internet, seguido de la opción Internet les permite escapar de los problemas cotidianos, Echeburúa y Requesens (2012) argumentan que las redes sociales estimulan las emociones por medio de la comunicación. Los autores mencionan a la inestabilidad emocional como una característica habitual en los jóvenes, que puede llevarles a refugiarse en el uso descontrolado de las nuevas tecnologías para disminuir el malestar, y focalizar la atención y los intereses en el contenido de las redes como refugio.
La dimensión control de tiempo online hace referencia al tiempo invertido en la acción de navegar o estar en línea, un mayor porcentaje de hombres y mujeres, en similar proporción, algunas veces no controlan el tiempo que destinan a las actividades que realizan en la red, en menor proporción se encuentran estudiantes que no pueden controlar el tiempo que destinan a las actividades que desarrollan en la red, y los que sí lo pueden hacer. En relación a los hábitos de uso de Internet, los resultados de estudios muestran que la mayoría de los/as adolescentes con un perfil de riesgo hacen un uso diario de la Red, por lo general más de dos horas y en gran medida en horario nocturno, resultados muy similares a los encontrados por estudios recientes, como el de Kuss, Griffiths et al. (2013), Muñoz-Rivas et al. (2010) o Xu et al. (2012), citado por Rial et al. (2015).
Analizando la Ansiedad como un estado de alerta permanente, que se traduce como una respuesta emocional manifestada ante diversas situaciones cotidianas, la mayor cantidad de hombres y mujeres se ubica dentro un nivel medio de Ansiedad estado - rasgo. En la muestra de mujeres, se detectó en menor cantidad casos Ansiedad rasgo, y estado en niveles elevados (Echeburúa y Requesens, 2012).
Haciendo alusión al objetivo principal del estudio, no se rechaza la hipótesis nula, la cual sostiene que no se detecta una asociación entre el uso de Internet y la Ansiedad en el grupo de estudiantes evaluados.
En cuanto diferencias por sexo, hombres y mujeres no difieren respecto al uso de Internet, y Ansiedad estado, no así Ansiedad rasgo, donde las mujeres se caracterizan por una mayor puntuación, a decir de Rapee (2009), en la distribución por género en la población general, los manifestaciones de Ansiedad son más elevadas en las mujeres, así como también los trastornos de Ansiedad son más comunes.
Las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TIC) facilitan el acceso a un conjunto de nuevas experiencias que son en general beneficiosas en el desarrollo personal y social, sin embargo genera preocupación los riesgos que conlleva el tipo de uso no apropiado a partir de las consecuencias negativas, apuntando al análisis de los factores de riesgo y protección en los/as jóvenes.
Es vital considerar las nuevas modalidades de relacionamiento, a partir de la evolución de la tecnología por medio del manejo eficaz de las habilidades de comunicación ya sea en el mundo real cara a cara o el espacio virtual, en miras al establecimiento de la confianza entre adultos, jóvenes, niños y niñas, en el proceso de la adquisición de conocimientos diversos en pos de la adquisición de la independencia y la autonomía en el proceso de toma de decisiones.
Young (2007) por su parte, propone estrategias conductuales para controlar el uso de Internet, que generan cambios comportamentales a través de la sustitución de hábitos por medio de la planificación de nuevas actividades, cambio de estímulos y pautas de auto control. El uso controlado de Internet implica un dominio del consumo, el entretenimiento y la compañía. Por ello es fundamental la aplicación de pautas que garanticen la seguridad en la red, el acceso a los contenidos y el tiempo de conexión, racionalizando el uso de la web. Sería interesante dialogar sobre aspectos éticos relacionados las publicaciones, y su repercusión en la vida de las personas, desde la integridad y el respeto.
Los resultados expuestos se consideran importantes por el impacto que tienen las Nuevas Tecnologías en el comportamiento de los/as jóvenes, por tanto constituyen un valioso aporte al abordaje de la temática desde la Psicología.