Estimado Editor,
La muerte es considerada una de las situaciones más difíciles de poder afrontar y con un impacto psicológico altísimo, afectando de manera física, emocional y mental a todas aquellas personas que estén atravesando el duelo 1. En este contexto, es importante destacar la necesidad del Psicólogo, como miembro, en los equipos de cuidados paliativos, de tal forma que ayude a proporcionar una atención más efectiva y de mayor calidad en el cuidado clínico del paciente y sus familiares (2,3. La asistencia psicológica bajo un apoyo psicoemocional ayudará a reconocer y saber tratar la negación y afrontamiento del paciente y su familia. Este proceso de acompañamiento durará todo el tiempo que se presente la enfermedad, así como también en la última etapa de vida del paciente 4.
En el Perú existe la Sociedad Peruana de Cuidados Paliativos, creada en el 2003. Sin embargo, constituye un área poco conocida por las autoridades de Salud y por la población en general, quienes ante una situación de enfermedad irrecuperable debería ser aquella entidad responsable de brindar atención 2,5. Además, los cuidados paliativos no se encuentran en todo el territorio peruano, pero sí se han iniciado políticas de integración destinadas a pacientes oncológicos. Basado en lo mencionado anteriormente, una clasificación de Wright indica que el Perú se halla en el nivel 4°, donde los servicios paliativos aún están en una etapa de integración preliminar con los servicios de salud estándar 6.
La integración que menciona Wright hace referencia al compromiso de los profesionales de las distintas áreas y asociaciones científicas que ayuden a mejorar la calidad del paciente. Es aquí donde podemos encontrar y valorar el rol del Psicólogo en el campo de los cuidados paliativos, identificándose como parte del equipo multidisciplinar en el cuidado del paciente y la familia.
La propuesta psicológica en el campo de la salud ha estado ligada históricamente a modelos de intervención clínica 7. El sentido de esta carta pretende valorar el rol del Psicólogo como parte del equipo profesional que acompañe al paciente y su familia en el proceso de duelo y aceptación de la enfermedad. El Perú carece de un enfoque integral; los cuidados paliativos y el dolor no son reconocidos como prioridad en las acciones preventivas y de la promoción de salud pública 8. Por ende, existen muy pocos profesionales sanitarios capacitados en esta especialidad, además de muy poca rigurosidad académica y científica, lo cual hace pensar que este tipo de cuidado es visto como un abandono del paciente. El Psicólogo debe convertirse en aquel agente capacitador que complemente y optimice el bienestar del paciente, favoreciendo la adaptación psicológica de la enfermedad y la muerte, valorando en todo momento la atención conjunta del binomio paciente/familia, como uno solo.
El trabajo en conjunto con el médico internista busca ofrecer una atención adecuada, mejorar su calidad de vida, controlar los síntomas y ayudar a afrontar la enfermedad avanzada y la cronicidad. De esta manera se pretende que la intervención psicológica en cuidados paliativos esté basada en un modelo de atención que tenga en cuenta las necesidades biológicas, psicológicas, sociales y existenciales de los distintos participantes de este cuidado 8.