INTRODUCCIÓN
Las actividades desarrolladas en el área de la salud son relevantes, pues su finalidad redunda en preservar la salud de otros individuos, por lo que deben ser desempeñadas por personas preparadas. El aumento del número de facultades de Odontología, la disminución en la calidad de la enseñanza y el mayor ingreso de alumnos con baja capacidad para ejercer la profesión son hechos que traen consecuencias para la sociedad1.
Es crucial en la enseñanza de la Odontología el control de las infecciones que está compilada en la bioseguridad, entendida como conjunto de medidas y normas preventivas, destinadas a mantener el control de factores de riesgo laborales procedentes de agentes biológicos, físicos o químicos, a fin de lograr la prevención de impactos nocivos frente a riesgos propios de la actividad diaria, asegurando que el desarrollo o producto final de dichos procedimientos no atenten contra la seguridad de los trabajadores de la salud, pacientes, visitantes y el medio ambiente2.
Con la iniciativa de que este conjunto de medidas destinadas al control de la infección se convierta en una filosofía de práctica, la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Asunción decide incluir en la malla curricular la materia de Bioseguridad a partir del año 2015, cuyo objetivo se enfoca a brindar a los estudiantes, las capacidades referentes a las medidas de control de infección en todas las áreas de la Odontología. Enseñar Bioseguridad desde una concepción holística, implica una visión diferente, un nuevo desafío. Se trata de una reforma no programática sino paradigmática que concierne a una aptitud para organizar el conocimiento.
La Bioseguridad como conducta es una integración de conocimientos, hábitos, comportamientos y sentimientos que deben ser incorporados al hombre para el desarrollo de forma segura de su actividad profesional3. Dentro de ese conjunto de normas universales de bioseguridad, sin duda alguna el lavado de manos sigue siendo el eje principal desde su introducción en la atención en salud por Ignaz Semmelweis4.
La higiene de las manos es la principal medida para prevenir la propagación de la resistencia antimicrobiana y reducir las infecciones asociadas a la asistencia sanitaria (HCAI), pero el cumplimiento de las prácticas óptimas por parte de los trabajadores de la salud sigue siendo bajo en la mayoría de los entornos5. La Odontología no es una excepción, Myers R et al.6, documentaron en una encuesta realizada a 352 odontólogos, que el 71% de los mismos realiza el lavado de manos diariamente antes de comenzar su rutina de trabajo, casi siempre con jabón, casi nunca con algún antiséptico, pese a que la mayoría demostraba tener excelente conocimiento de la guía de lavado de manos del Centers for Disease Control and Prevention (CDC) en Atlanta, Georgia (USA)7.
Dentro del contenido programático de la materia de Bioseguridad, se encuentra la enseñanza del lavado de manos rutinario y quirúrgico y como complemento a la trasferencia teórica del lavado de manos rutinario, se propone realizar la práctica del contenido con una técnica que visibilice la distribución de la sustancia que se usará con el agua y evalúe el lavado de manos con y sin una técnica. Es por ello que se propone un estudio que busque evaluar un método pedagógico para la enseñanza del lavado de manos en estudiantes de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Asunción y valorarla como norma principal de higiene para el control de infección durante la práctica de la Odontología, la misma fue sugerida por Sergio Guandalini8, quien utiliza la misma técnica en las demostraciones de clases de Bioseguridad.
MATERIALES Y MÉTODOS
El diseño elegido corresponde al cuasi experimental intrasujeto9, con una población conformada con consentimiento informado, de26 estudiantes del 2do año de la Facultad de Odontología a través de un muestreo no probabilístico de casos consecutivos a criterio, realizado en 2017.La evaluación se realizó en las instalaciones para lavado de manos de la Facultad de Odontología de la Universidad Nacional de Asunción. Se realizó una medición basal: con los ojos cerrados, se le pidió al estudiante que realice su lavado de manos de forma habitual con témpera (pintura al temple más densa que la acuarela, fácilmente lavable) marca Artetesco ® (Fig.1), de color rojo. Se registraron las áreas de las manos (dorso y palma) en el Instrumento de recolección de datos (Fig.2), teniendo en cuenta las variables Lavado (cuando la témpera ha sido distribuida en su totalidad sobre la superficie evaluada de manera uniforme) y No lavado (área evaluada no cuenta con la distribución uniforme o no distribución de la témpera).
Posterior al registro, los estudiantes, mientras retiraban la témpera con jabón líquido común, fueron instruidos con una técnica de lavados sistemática (Fig.3) y se les pidió que la lleven a cabo utilizando la témpera y con los ojos cerrados. La técnica consiste en el lavado de yemas de la mano dominante frotando las mismas durante 10 segundos contra la palma casi cerrada de la mano contraria; luego frotar la palma de la mano dominante contra el dorso de la contraria con los dedos abiertos, pasando por la región interdigital durante 10 segundos; el tercer paso es lavar la región interdigital y externa del pulgar durante 10 segundos y se termina con el lavado de la muñeca de la mano no dominante durante 10 segundos. Esta secuencia se repite para la mano no dominante. Al término se volvieron a registrar las mismas variables en el Instrumento de recolección de datos.
Para el análisis de los datos, los mismos fueron cargados a una planilla Excel (Microsoft Excel 2010) y para el análisis se utilizó el programa EpiInfo( (versión 3.5.1), desarrollado por CDC. La descripción de los datos se realizó mediante estadística descriptiva y para estadística inferencial, la prueba de McNemarse aplicó para comparar pres y post enseñanza de lavado de manosy Wilcoxonpara contrastar la calidad del lavado por zonas de la mano, ambos con un nivel de confianza del 95%.
RESULTADOS
La muestra de 26 estudiantes estuvo conformada por 92%(24) sujetos del sexo femenino y 96 %(25) eran diestros. Del total de las regiones evaluadas (dorso y palma de mano derecha e izquierda) dieron un resultado con una diferencia significativa regiones detalladas en la Tabla 1 y Figura 4.
En la prueba de los signos se observa que la mayor parte aumentó el porcentaje, lo que se traduce en mejor lavado de manos, solamente en dos estudiantes disminuyó el porcentaje y en uno se mantuvo. Fue estadísticamente significativa la diferencia a favor de que se mejorara el lavado de manos posterior a la intervención.
DISCUSIÓN
Como medidas de prevención en la trasmisión de diversas enfermedades, además de los métodos de barrera usados (mascarillas, guantes entre otros), se debe poner énfasis en intervenciones eficaces como el lavado de manos con o sin antiséptico acompañado de instrucción y educación, desde el principio de la carrera10. Con este trabajo se pudo comprobar que con la enseñanza de una técnica sistemática, varias áreas de la mano fueron mejor lavadas, sobre todo la región de las muñecas (p(0,001), cuyo lavado no eran incluidos en el lavado habitual.
La mejora de la higiene de las manos constituye uno de los elementos más significativos para brindar una atención sanitaria segura y proteger así a los pacientes de los efectos adversos de infecciones evitables, suponiendo en consecuencia una prioridad para todos los profesionales sanitarios10. Al momento de la recolección de los datos para este trabajo, sólo se ha hallado una publicación de Thivichon-Prince B, donde los estudiantes presentaron un 36,6% de lavado correcto.
Es desde hace tiempo conocida por las autoridades hospitalarias, que de todas las técnicas empleadas para lograr la asepsia, nada es tan fundamental como el frecuente y completo lavado de las manos. Por ello, este procedimiento es considerado la medida más importante para prevenir y reducirlas infecciones relacionadas con la atención sanitaria. Es uno de los métodos más antiguos, sencillos, eficaces y económicos para la disminución de las infecciones cruzadas, de paciente a paciente o a través de las manos del personal sanitario. El empleo de esta práctica, disminuye la eficacia de otros procedimientos científicos más avanzados.
En otro estudio hecho por Morán Cortés 11, se demostró que los estudiantes tienen un conocimiento moderado sobre lavado de manos. Da Silva F et al.12, mostraron que la gran mayoría de los profesionales tienen bases teóricas y prácticas de higiene de las manos, sin embargo, en el campo de trabajo no existe la adhesión esperada ni se emplea la técnica correcta de lavado de manos. Por diversas razones aún no han realizado por completo esta tarea, por lo que concluyeron que las acciones de la educación que tiene la función de guiar y motivar a estos profesionales debe ser discutido y puesto en práctica, con el fin de resolver todas las dudas que aún existen sobre la técnica de higiene de las manos.
CONCLUSIÓN
La aplicación de este método propuesto, visibiliza la calidad del lavado de manos y podría servir como uno de los métodos para lograr adherencia al lavado de manos, pero faltaría mejorar el estudio, con el aumento del tamaño de la muestra, la aplicación de un cuestionario para evaluar el método y diseñar un estudio longitudinal para evaluar la continuidad de la correcta aplicación de la técnica demostrada.