INTRODUCCIÓN
Las hernias inguinales son una de las patologías más comunes en el campo de la cirugía general, en algunos casos existen algunas variantes en su presentación; una de ellas es la hernia Amyand, definida como una hernia inguinal que contiene el apéndice cecal dentro del saco herniario; representa alrededor del 1% de todos los casos reportados en la literatura1. El primer hallazgo fue realizado por Claudio Amyand en 1735 donde describe la presentación de un niño de 11 años con un apéndice perforado en una hernia inguinal; hoy en dia su presentacion sigue siendo un reto diagnostico2.
CASO CLINICO
Masculino 51 años de edad que acude a valoración por aumento de volúmen en región inguino-escrotal derecha de 3 años de evolución. A la valoración inicial refiere dolor punzante, intermitente, asociado a esfuerzo, con protusión de masa en región inguino-escrotal, presentando reducción espontánea en reposo; niega nausea, vómito, alteración del habito intestinal o fiebre.
El ultrasonido como metodo de abordaje diagnóstico inicial, al no ser concluyente, se decidio realizar tomografia computarizada de abdomen, evidenciando hernia directa de lado derecho con protrusión de apendice vermiforme (Figura 2 y 3), sin datos de complicación al momento del estudio.
Se somete paciente a plastia inguinal abierta con tecnica de Lichtenstein, al no contar con datos de complicacion y evidenciar en el transoperatorio una hernia directa tipo 1 de acuerdo a la clasificacion de Lossanoff y Basson, con apendice de apariencia normal (Figura 1), se decide no realizar apendicectomia; paciente presenta adecuada evolucion clinica y es egresado al siguiente dia del post operatorio.
DISCUSIÓN
La probabilidad de padecer apendicitis a lo largo de la vida es aproximadamente del 8% en la poblacion general3, mientras que presentarla en una hernia inguinal corresponde a un 0,1%. Existen reportes de este tipo de presentación en edad, desde neonatos hasta ancianos1;
No obstante, es una presentación poco común; más frecuente en hombres que en mujeres debido a un proceso vaginalis patente, aunque mecanismos exactos de su causa son poco conocidos, existen teorias de: encarcelamiento que causa inflamación, desarrollo de adherencias y aumento de la presión intrabdominal por los músculos abdominales1.
La mayoría de las veces, los síntomas son inespecificos tales como náuseas, vómitos y fiebre, cuando existe una presentacion en agudo, o incluso manifestarse como un proceso cronico como un aumento de volumen en region inguinal. El diagnóstico con frecuencia se hace transoperatorio, cuando la presentación ocurre de forma repentina sugiriendo una hernia estrangulada que requiere cirugía inmediata3. No obstante, la tomografía computarizada y la ecografía son útiles en la fase preoperatoria, siendo la tomografia el metodo que permitiria visualizar las caracteristicas del contenido del saco herniario, asi como datos de complicación, aunque no se suele hacer de primera intencion en el abordaje diagnostico4) .
Losannoff y Basson propusieron una clasificación de su presentacion, en las cuales la decisiones terapeuticas pueden ser basadas de acuerdo a la caracteristica clinica del paciente (Tabla 1)5.
Tipo 1 | Presentación de apéndice normal en hernia inguinal. |
Tipo 2 | Presentación de apendicitis en hernia inguinal sin datos de sepsis abdominal. |
Tipo 3 | Presentación de apendicitis aguda en hernia inguinal con datos de sepsis abdominal. |
Tipo 4 | Presentación de apendicitis aguda en hernia inguinal con patología abdominal concomitante. |
El tratamiento definitivo y curativo en esta patología es quirúrgico. Existe controversia entre realizar una apendicectomia en el caso de no presentar signos de inflamación6-8; algunos autores recomiendan no realizar una apendicectomía cuando no hay evidencia de apendicitis aguda, por lo tanto, si en el transoperatorio existen datos clínicos de apendicitis o perforación, la apendicectomía debe ser realizada, con la reparación adecuada del defecto de la hernia4-5).
El uso de malla también es controvertido, ya que algunos autores sugieren que hay más riesgos de infección por contaminación de la pared abdominal cuando se ha producido una perforación del apéndice7-9).
En este caso el paciente presentó una hernia de tipo 1; Se realizó reparación de hernia con técnica de Lichtenstein, durante el procedimiento no hubo evidencia de perforación ni complicaciones. La decisión de realizar no realizar apendicectomía se tomó debido a la ausencia clinica y radiologica de proceso inflamatorio agudo. El paciente presentó una adecuada evolución y fue dado de alta al siguiente dias post operatorio.