INTRODUCCIÓN
La degradación del ecosistema por actividades antrópicas se ha considerado una de las causas principales del cambio climático. La mitigación a dicho fenómeno representa un desafío global, pues en pos de la modernización y el mejoramiento de la calidad de vida, se ha realizado grandes impactos al entorno natural, tal que la idea de una convivencia armónica con la naturaleza se ha vuelto cada vez más lejana.
La acelerada transformación de las áreas urbanas, en particular de la ciudad de Asunción y su Área Metropolitana, debido principalmente al aumento de su población sumado a la migración rural hacia las ciudades (DGEEC, 2015) y la expansión de los grandes proyectos de construcciones edilicias en altura e infraestructura, son fuente de constante presión sobre las áreas verdes históricamente existentes en la metrópoli desde hace centenares de años. Antiguos barrios de Asunción, han experimentado grandes transformaciones en su espacio territorial en las últimas décadas.
La disminución de árboles y consecuentemente, de espacios verdes trae diferentes consecuencias ambientales, desequilibrios ecológicos, reducción de humedad atmosférica, aumento de temperatura y contaminación (Meza, Velázquez Ramírez y Larrucea Garritz, 2017; Morales, Piedra Castro, Romero Vargas y Bermúdez Rojas, 2018), lo cual requiere de grandes esfuerzos de gestión para contrarrestarlos y donde la valoración económica puede ser una herramienta eficaz y complementaria para lograr mitigar dichos aspectos (Costanza et al., 2017) al mismo tiempo de servir en la gestión más eficiente de los servicios ambientales de las áreas verdes.
Las áreas verdes urbanas podrían ser incorporadas dentro de la aplicación del concepto de sostenibilidad, pues la percepción y valoración de una ciudad sostenible incluye cubrir diferentes aspectos relacionados a la calidad de vida de sus habitantes en función del impacto ambiental producido (Pinzón y Echeverri 2010). La conservación de las áreas verdes urbanas proporcionan beneficios de mitigación y adaptación al cambio climático, para la biodiversidad en sí, además de ofrecer servicios ecosistémicos para las poblaciones locales (Saito, 1990; Arnberger, 2006; Oliveira et al., 2011; Demuzere et al., 2014), por lo cual, numerosas estrategias están basadas en la gestión adecuada de los espacios verdes en las ciudades (Gill, Handley, Ennos y Pauleit, 2007; Bowler, Buyung-Ali, Knight y Pullin, 2010; Alamgir, Turton, MacGregor y Lesley, 2016), así como el Proyecto “Asunción ciudad verde de las Américas - vías a la sustentabilidad”, liderado por el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible e implementado por diferentes instituciones y entidades, donde se busca mejorar la calidad de vida en Asunción y su Área Metropolitana, al lograr ciudades más sostenibles y resilientes, integrando el transporte, la gestión de residuos sólidos y el manejo de las áreas verdes a la planificación urbana.
El Parque Dr. Claudio Pavetti fue declarado “Patrimonio Natural de la Ciudad de Asunción” conforme a resolución de la Junta Municipal de la Ciudad de Asunción N° 5219/13 y forma parte del Catálogo del Patrimonio histórico, urbanístico y ambiental conforme Ordenanza Municipal N° 35/1996, donde el espíritu de pertenencia y sentimiento que sienten y transmiten los pobladores locales hacia esta área verde, le da más valor aún.
Teniendo en cuenta lo expuesto, además de la importancia a nivel internacional de que la Capital de Asunción fuera declarada “Capital verde de Iberoamérica” en el marco de la XII Asamblea Plenaria de la Unión de Ciudades Capitales Iberoamericanas (UCCI) en al año 2015 por poseer 45,38 m2 de áreas verdes públicas y privadas por habitante (United Nations Framework Convention on Climate Change, 2015) , y sobre todo, la escasa información sobre el tema de valoración económica (Rivarola y Amarilla, 2015; Kopcow, Amarilla y González, 2017), el objetivo del presente estudio fue determinar la biomasa total y el valor económico de la reserva de Carbono presente en el recurso arbóreo del Parque Dr. Claudio Pavetti.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
Este estudio fue realizado a partir del inventario forestal ejecutado en un fragmento de vegetación presente en el Parque Dr. Claudio Pavetti en el año 2017. El mismo está localizado en Asunción, Paraguay. Posee una superficie de 2,3 ha y se encuentra inserto dentro de la ecorregión Chaco Húmedo (Dinerstein et al., 1995) (Figura 1). La temperatura media anual es de 22-23°C y la precipitación media anual de 1400-1600 mm. Según Holdridge (1969) el área de estudio se ubica dentro de la zona de Vida Bosque Templado Húmedo.
Algunas especies características de la ecorregión Chaco Húmedo y que se conservan en el Parque estudiado son: Peltophorum dubium (yvyra pyta), Pterogyne nitens (yvyraro), Ruprechtia laxiflora (yvyra piu guasu), Parapiptadenia rigida (kurupa’yrã), Terminalia triflora (Guajayvi sa’yju), Cordia americana (guajayvi), Enterolobium contortisiliquum (timbo), Chrysophyllum gonocarpum (aguai), Holocalyx balansae (yvyra pepe), Cynophalla flexuosa (indio kumanda), Eugenia myrcianthes (yva hai), Calycophyllum multiflorum (palo blanco), Handroanthus heptaphyllus (tajy hu), Zanthoxylum petiolare (tembetary morotĩ) y Achatocarpus praecox var. praecox (palo tinta) (Peña-Chocarro, De Egea Juvenil, Vera, Maturo y Knapp, 2006; Vogt, 2012; Vogt, 2013). El Parque lleva el nombre de Dr. Claudio Pavetti (1904-1986), en memoria a su ex propietario, quien fuera un renombrado botánico y profesor de la Universidad Nacional de Asunción por muchos años (Vatteone de Scappini, 2017).
Análisis de los datos
Se midieron y registraron datos de especie, altura total y diámetro a la altura de pecho de todos los individuos con d1,30 ≥ 10 cm. La identificación de las especies fue realizada a través de la observación directa de los caracteres macromorfológicos y la actualización de los nombres científicos por medio del Catálogo del Conosur del Instituto Botánica Darwinion (Zuloaga y Belgrano, 2018).
Se estimó la biomasa total por medio del modelo alométrico propuesto por Sato et al. (2015) (1) para el Chaco Húmedo. Para la selección de este modelo fue analizada la amplitud de los datos en relación a la variable diámetro, además de otros parámetros como el coeficiente de determinación (R 2 = 0,97) y el error estándar residual (RSE = 0,24) (Sanquetta, 2002).
Biomasa total = 0,0690 × (D2 H)0,9932(1)
Donde: D = Diámetro a la altura de pecho (d1,30)
H = Altura
Para el cálculo de Carbono acumulado fue utilizado el factor medio padrón del IPCC (2006) sugerido para bosques subtropicales (0,47). La reserva de Dióxido de Carbono equivalente (CO2 eq) se calculó multiplicando el valor de la conversión estequiométrica de la masa del elemento C para la molécula de CO2 (Sanquetta et al., 2018).
Para la valoración económica se utilizó el método basado en valores de mercado, tomando como referencia el precio promedio del primer semestre del año 2020, del valor de los Derechos de Emisión de la Unión Europea (EUA) reflejados en la Bolsa del Sistema Europeo de Negociación de CO2 (SENDECO2, 2020), entidad perteneciente al mercado de cumplimiento, el cual fue de 0,29 € por Mg ha-1 de CO2 eq.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Fueron identificados, medidos y registrados 94 individuos, pertenecientes a 22 especies, 21 géneros y 13 familias botánicas, de las cuales, 15 especies (68%) están citadas como características de la ecorregión Chaco Húmedo (Peña-Chocarro et al., 2006; Vogt, 2012; Vogt, 2013). Las especies que obtuvieron mayor valor de Carbono acumulado fueron Peltophorum dubium (54,62 Mg ha-1), Anadenanthera colubrina var. cebil (23,56 Mg ha-1), Pterogyne nitens (18,75 Mg ha-1) y Parapiptadenia rigida (12,21 Mg ha-1) (Tabla 1).
Estos valores están asociados, principalmente, al número de individuos registrados para cada especie y al área total que ocupan, donde el d1,30 promedio de los individuos fue de 76,6 cm y la altura total promedio fue de 28,1 m.
Especie | Biomasa total Mg ha-1 | Carbono total Mg ha-1 |
---|---|---|
Peltophorum dubium (Spreng.) Taub. | 116,21 | 54,62 |
Anadenanthera colubrina (Vell.) Brenan var. cebil (Griseb.) Altschul | 50,13 | 23,56 |
Pterogyne nitens Tul. | 39,91 | 18,76 |
Parapiptadenia rigida (Benth.) Brenan | 25,97 | 12,21 |
Terminalia triflora (Griseb.) Lillo | 8,89 | 4,18 |
Cordia americana (L.) Gottschling & J.S. Mill. | 8,11 | 3,81 |
Enterolobium contortisiliquum (Vell.) Morong | 7,06 | 3,32 |
Cedrela aff. odorata L. | 5,57 | 2,62 |
Handroanthus ochraceus (Cham.) Mattos | 4,04 | 1,90 |
Chrysophyllum gonocarpum (Mart. & Eichler) Engl. | 3,93 | 1,85 |
Albizia niopoides (Spruce ex Benth.) Burkart | 3,20 | 1,51 |
Holocalyx balansae Micheli | 2,35 | 1,10 |
Eugenia myrcianthes Nied. | 2,25 | 1,06 |
Calycophyllum multiflorum Griseb. | 2,21 | 1,04 |
Ruprechtia laxiflora Meisn. | 0,81 | 0,38 |
Cynophalla flexuosa (L.) Presl | 0,33 | 0,15 |
Handroanthus heptaphyllus (Vell.) Mattos | 0,25 | 0,12 |
Cecropia pachystachya Trécul | 0,18 | 0,08 |
Zanthoxylum petiolare A.St.-Hil. & Tul. | 0,16 | 0,07 |
Achatocarpus praecox Griseb. var. praecox | 0,13 | 0,06 |
Ceiba sp. | 0,11 | 0,05 |
Plinia peruviana (Poir.) Govaerts | 0,04 | 0,02 |
Total | 281,86 | 132,47 |
Cabe resaltar que las especies que presentaron mayores valores de biomasa total corresponden a la familia Fabaceae, la cual posee gran representatividad en la flora dendrológica del país y adaptabilidad de las especies a diferentes condiciones de suelo y clima (Bernardi, 1984), además de la flexibilidad en su uso. Estas especies, cuya abundancia y dominancia determinaron estos valores, son pioneras en su gran mayoría y parecen estar relacionadas con procesos ecológicos secundarios (Spichiger, Bertoni y Loizeau, 1992; Lorenzi, 2016).
El valor económico del servicio ecosistémico de la reserva de Carbono para el área de estudio asciende a 168,11 US$ ha-1 (142,46 € ha-1). Lo que significa que, de no realizar proyectos y/o programas que impulsen la conservación de esta área, se perdería el monto equivalente a 1.214,36 Mg CO2 eq. Merenciano González et al. (2018), en un estudio de valoración de un sistema silvopastoril, estimaron 254,08 Mg ha-1 de CO2 ha-1 para el componente bosque, lo que equivale a un valor económico de 134 US$ ha-1 en bonos de Carbono, con el mismo sistema de negociación y para la misma ecorregión.
López et al. (2018), en un estudio de Carbono aéreo en el arbolado urbano de la ciudad de Chapultepec, México, obtuvieron un valor de 24.217 Mg, para un área de 49,73 ha, donde de acuerdo al valor de SENDECO2 (2020) utilizado para este estudio, se estimaría un valor de 438,82 US$ ha-1 de bonos de Carbono. Según el primer reporte del Inventario Forestal Nacional del Paraguay a la UNFCCC (2015), la biomasa total estimada para el estrato Bosque Subhúmedo Inundable del Río Paraguay (correspondiente al Chaco Húmedo en este estudio) fue de 199,56 Mg ha-1, lo que corresponde a 92,69 Mg ha-1 de C y 339,86 Mg ha-1 de CO2 eq, lo que significaría un valor en bonos de Carbono de 83,40 US$ ha-1.
Estas variaciones pueden estar asociadas a diversos factores, como la estructura y composición de las comunidades vegetales, topografía, actividades antrópicas (Brown, Gillespie y Lugo, 1989; Chave et al., 2005; Mandal y Joshi, 2014) y el criterio de inclusión de las especies durante el inventario.
El valor económico encontrado resulta ínfimo en términos monetarios, sin embargo, si se ampliara esta investigación con la adición de otras numerosas áreas verdes existentes en Asunción, posibilitaría un aumento considerable en el valor económico del bien intangible en términos de captura de Carbono.
CONCLUSIONES
Fue posible estimar la biomasa total y determinar el valor económico de la reserva de Carbono presente en el recurso arbóreo del Parque Dr. Claudio Pavetti, donde este tipo de estudios abre la posibilidad de crear mecanismos financieros para la gestión del mismo, por lo que, a pesar de que el valor obtenido en esta investigación represente un monto exiguo para la mejora y mantenimiento del Parque, resulta de gran oportunidad para iniciar un proceso en el cual se obtengan mayores beneficios relacionados a su sostenibilidad.
Otros estudios más abarcativos de las múltiples funciones y servicios que proveen las áreas verdes urbanas, podrían incluir la valoración de servicios ecosistémicos, que aunque existentes y reconocidos, no fueron contemplados en este estudio.