1. INTRODUCIÓN
El término “startup” se puede traducir como “poner en marcha”, “arrancar” o “habilitar” y es actualmente utilizado para referirse a aquellos proyectos empresariales que son de reciente creación, presentan un gran potencial de crecimiento y se encuentran en una etapa temprana de su actividad, denominada fase de arranque, desarrollando su producto o servicio para generar ingresos que permitan consolidar su sostenibilidad y crecimiento. Se trata pues de una organización centrada en el desarrollo de productos o servicios de gran innovación, con una gran capacidad para el cambio y la flexibilidad, y orientada completamente al cliente1.
En general se asocia el término con proyectos que presentan un alto componente tecnológico relacionado con el ámbito de las tecnologías de la información, el entorno digital e internet; sin embargo, el concepto es más amplio ya que se refiere a cualquier proyecto empresarial que presenta un grado de innovación importante y que se encuentra en una fase muy inicial, independientemente del nivel de aplicación tecnológica que presente el mismo.
Según Tramón2, una startup es una organización centrada en el desarrollo de productos o servicios con unas características peculiares que la diferencian de la categoría de pequeña y mediana empresa (pyme). El objetivo de una startup es salir al mercado en búsqueda de financiación para cubrir sus necesidades de capital, haciendo uso de una gran innovación y generalmente apoyándose en el uso de las tecnologías digitales para lograr su crecimiento. Por el contrario, el objetivo de las pymes se centra más en invertir y arriesgar parte de sus beneficios en proyectos y líneas de negocios que generan un incremento de los mismos a mediano o largo plazo.
Entre las principales características de las startups se destacan: a) Se trata de empresas jóvenes con menos de tres años, con un alto componente creativo y gran motivación por el proyecto; b) Su entorno habitual es la incertidumbre, ya que constantemente se debaten entre la desaparición o la evolución; c) La rapidez de crecimiento y desarrollo es un factor principal para buscar su supervivencia y sostenibilidad. Su alternativa por tanto es evolucionar o desaparecer; d) Son lideradas y gestionadas mediante una combinación de análisis empresarial y emociones personales por parte de los fundadores con un gran componente de innovación sobre la que se basa su crecimiento y evolución; e) Los proyectos presentan un alto grado de escalabilidad, factor clave, siendo capaces de replicar su modelo de negocios en distintos mercados a un coste bajo buscando así esa evolución necesaria desde el incremento de ingresos y la disminución de costes asociados; f) Están formadas por equipos multidisciplinarios, con variedad de perfiles, que enriquecen el proyecto y operan bajo estructuras empresariales horizontales o mixtas no jerarquizadas; g) Buscan y utilizan fuentes de financiación alternativas a los tradicionales instrumentos bancarios, optando por captar capital aportado por inversores a cambio de un porcentaje de la empresa, “business angels”3 y entidades de capital riesgo4.
Actualmente suelen confundirse los conceptos de startups,scaleups y pymes. No obstante, existen diferencias. Según la Unión Europea (UE) en su Reglamento Nº 651/20145, la Comisión Europea determina comomicroempresasa aquellas empresas que cuentan con menos de 10 empleados efectivos y poseen una cifra de volumen de negocio o de Balance General igual o inferior a 2 millones de euros. Para ser consideradapequeña empresaha de contar con menos de 50 empleados efectivos y una cifra de volumen de negocio o de Balance General igual o inferior a 10 millones de euros. La mediana empresa es aquella que cuenta con menos de 250 empleados y su facturación es igual o menos que 50 millones de euros.
Según esta normativa, las startups podrían englobarse dentro de cualquiera de estas categorías si consiguen las cifras indicadas en sus primeros tres años. Un modelo de negocio escalable y repetible, con alto potencial de crecimiento y una existencia inferior a tres años, son sus notas diferenciadoras. Generalmente, las micro y pequeñas empresas buscan incrementar su volumen de negocio con un modelo de negocio ya definido y testado en el mercado independientemente de sus años de vida o existencia.
En el momento en que una startup encuentra su modelo de negocio disruptivo e innovador con crecimiento rápido y en que el volumen de facturación crece a un ritmo del 20% anual durante más de tres años seguidos (gracias a que han conseguido validar su producto en el mercado), o alcanzan más de un millón de dólares en financiación, se comienza a hablar ya de scaleup. Finalmente, en el ecosistema emprendedor toda startup puede convertirse en “unicornio”6.
Ahora bien, ¿Cuál es la importancia de las startups en los modelos de integración regional? ¿Es la integración regional el ámbito propicio para su desarrollo? ¿Deberían los procesos de integración apostar a ellas como mecanismos que potencien el desarrollo económico-social de los Estados desde una integración mirada “de arriba hacia abajo” para avanzar en una integración en otros campos? ¿Cuál es la situación en la Unión Europea y en el MERCOSUR? ¿Son las startups un desafío actual para el MERCOSUR?
Son interrogantes que trataremos de responder a partir del estado de situación actual del fenómeno.
2. LAS POLÍTICAS DE LA UNIÓN EUROPEA EN RELACIÓN A LAS STARTUPS
Actualmente, la Unión Europea tiene como objetivo impulsar el crecimiento y la consolidación de las startups tecnológicas y de las pymes innovadoras para escalar a nivel internacional, ya que motu proprio es muy dificultoso alcanzar dicho nivel.
Así, en la Unión Europea, el aporte se da actualmente en el marco del Proyecto “Startup Europe” que buscar conectar a todos los actores del hoy llamado “ecosistema de emprendimiento europeo”. El Proyecto supuso en 2017 un fondo por parte de la UE de 10 millones de euros para impulsar empresas tecnológicas en Europa y ha liderado el crecimiento de más de 700 proyectos de startups. De ellos, diez proyectos europeos conectan 16 ciudades con más de un centenar de actividades de internacionalización, generando 3.500 empleos y captando 200 millones de euros de inversión7.
Startup Europe es una iniciativa de la Comisión Europea diseñada para conectar startups, inversores, aceleradores, emprendedores, redes corporativas, universidades y medios a través de una variedad de redes. Además, tiene la intención de conectar los ecosistemaslocales de inicio en toda Europa y mejorar su capacidad para invertir en otros mercados como Silicon Valley, India e Israel.
Así, promueve la creación de un verdadero ecosistema emprendedor a nivel de toda la Unión Europea. Es que el emprendimiento tecnológico en Europa es muy local, no existe un ecosistema transnacional que las startups puedan aprovechar para crecer y obtener los recursos que precisan, tal y como llevan haciendo las empresas de cierta dimensión con el Mercado Interior desde hace ya varias décadas. Esta iniciativa comunitaria es una de las herramientas de las que se valió la Comisión para sentar las bases del Mercado Digital Único8.
Es interesante destacar la visión pan europeísta de distintas plataformas. Por un lado, Startup Europe Partneship (SEP)9, promovido por Startup Europe y la Comisión Europea, es la plataforma integrada y abierta de innovación pan-europea que ayuda a las mejores scaleups de la Unión Europea a crecer. En esta plataforma las mejores scaleups se encuentran con las mejores corporaciones e inversores. Asimismo, conecta los “ecosistemas europeos” con Sillicon Valley (Misión SEC2SV) e Israel (Misión SEC2 1L).
Por otro lado, se encuentra la iniciativa Startup and Scaleup Iniciative10 basada en una comunicación de la Comisión Europea lanzada en 2016, cuyos dos objetivos principales son: eliminar las barreras a la ampliación en el mercado único con proyectos de construcción de ecosistemas y desarrollar oportunidades de trabajo en red, mejorando el ecosistema de inicio, conectando clústeres, personas y ecosistemas locales en toda Europa. La iniciativa también incluye actividades para ayudar a las nuevas empresas a encontrar alcance internacional. Las nuevas empresas y los creadores de ecosistemas tienen fácil acceso a todos los servicios de financiación y otro tipo de soporte ofrecido a nivel de la UE.
Corchado11 considera que la Unión Europea ha dado un importante salto cualitativo en su política de apoyo a los emprendedores a través del Proyecto Startup Europe, ya que nació con un enfoque claramente paneuropeo, concibiendo al conjunto de los Estados miembros como un gran ecosistema emprendedor y no simplemente como una suma de polos de creatividad y de talentos aislados. Según su opinión, se parte de la premisa de que los emprendedores y empresas vinculados a los negocios digitales requieren de una estrategia de impulso específica a nivel europeo que deje a las startups libertad para definir y desarrollar las tecnologías con más futuro.
Superar el excesivo localismo a la hora de financiarse y reclutar talento es una asignatura pendiente en la Unión Europea. La dimensión nacional es insuficiente, pero también parece serlo la comunitaria; tender puentes con otros Estados extracomunitarios a nivel mundial, y por qué no con otros procesos de integración, parecen ser los desafíos actuales. Por ejemplo, el reciente Acuerdo “en principio” de Asociación MERCOSUR -UE tiene un capítulo especial sobre pequeñas y medianas empresas y facilitación del comercio que supondrán avanzar en la regulación del comercio con participación de startups12.
3. INTEGRACIÓN REGIONAL EUROPEA Y EL DESARROLLO DE STARTUPS: NUEVOS PARADIGMAS E IMPLICANCIAS
Es interesante destacar la perspectiva que en relación a la integración regional y el desarrollo de las startups se tiene hoy en la Unión Europea. Así ya se deja de hablar de países, para hablar de “ecosistemas y ciudades” porque son éstas junto con la cultura que se desarrolla y los apoyos que consiguen, los motores que facilitan que las startups desarrollen su modelo de negocio. Un ejemplo es actualmente Madrid como uno de los mejores ecosistemas de toda la Unión Europea13. Las ciudades europeas denominadas “hubs europeos de innovación” que lideran el ranking por el número de startups/scaleaups y número de inversión que atraen son, en orden decreciente: Londres, París, Estocolmo, Berlín, Helsinki, Barcelona, Amsterdam, Copenhague, Madrid, Milán, Oslo, Zurich y Viena14.
Podemos afirmar que el proyecto Startup Europe aumenta el Mercado Único Digital Europeo y multiplica el empleo, el crecimiento y la inversión. Es que internet y las tecnologías digitales están cambiando el mundo. Así, la Comisión Europea considera que ha llegado el momento de lograr la adaptación del mercado único de la UE a la era digital derribando los muros que suponen las diferentes legislaciones y pasando de 28 mercados nacionales a uno único. Esto podría aportar 415.000 millones de euros al año a la UE y crear cientos de miles de nuevos puestos de trabajo.
La estrategia para el mercado único digital se basa en tres pilares: a) mejor el acceso de los consumidores y las empresas a los bienes en línea; b) un entorno en el que puedan prosperar las redes y los servicios digitales (elaborando normas que se ajusten al ritmo de la tecnología y apoyen el desarrollo tecnológico); y c) el sector digital como motor del crecimiento (garantizar que la economía, la industria y el empleo se beneficien plenamente de la digitalización)15.
La estrategia para el Mercado Digital Único Europeo lanzada en 2014, se sustenta en un impulso a los innovadores de la Unión Europea para “quedarse y prosperar en Europa”, según el vicepresidente de la Comisión Europea, Andrus Ansip. El objetivo es llevar la libre circulación de bienes y servicios al mundo digital, uniendo 28 pequeños mercados y sistemas legales para evitar la fragmentación.
En la Asamblea Digital de 2019, se ha lanzado la “Iniciativa de Innovación Digital y Escalamiento” (DISC). Esta iniciativa conjunta de la Comisión Europea, el Banco Europeo de Inversiones, el Fondo Europeo de Inversiones, el Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, y el Banco Mundial y la Corporación Financiera Internacional, aborda la subinversión en el centro y este y la economía digital del sudeste de Europa (CESEE) y está estableciendo la primera instalación de inversión regional que apunta específicamente a las innovaciones digitales y la ampliación de nuevas empresas digitales en la región.
También es interesante destacar la visión pan europeísta de otra plataforma denominada StartupCity Europe Partnership (SCEP)17; una plataforma pan-europea integrada para conectar ciudades de tamaño medio de Europa y promover su transformación en “startup cities” o ciudades de desarrollo de startups. SCEP es una iniciativa de Startup Europe de la Comisión Europea organizada como parte de Startup Europe Partnership (SEP). Esta nueva plataforma, dirigida por “Mind the Bridge”, tiene como objetivo crear una red paneuropea de ciudades con el objetivo de fomentar el desarrollo de estrategias de inicio interconectadas a nivel local. Se lanzó oficialmente en el Parlamento Europeo en Bruselas en noviembre de 2018 con el apoyo del presidente Tajani y la Comisaria de Economía y Sociedad Digital de la UE, Mariya Gabriel.
La brecha material entre las ciudades y el corazón desindustrializado de Europa ha crecido durante décadas hasta convertirse en la falla más problemática en las democracias occidentales Desafortunadamente, estas tensiones no son una sorpresa en la economía global actual, donde los activos clave son el conocimiento y el capital. Además, el conocimiento y el capital se reúnen en las ciudades más que en la tierra y la industria18.
La investigación “Mind the Bridge”19 muestra que el 67% de los escalamientos europeos se ubican en una o dos ciudades como máximo por país. Eso significa que la economía de la innovación en Europa está fuertemente concentrada en unos 50 centros urbanos principales, mientras que todas las demás ciudades y municipios, que han sido la columna vertebral de la economía europea tradicionalmente enfrentan el riesgo de ser cada vez más marginados.
Es por eso que SCEP considera que su iniciativa aborda una de las principales prioridades políticas para el futuro de Europa por no creer en dos Europas: la Europa de los principales centros de ciudades tecnológicas, por un lado, y otra Europa por el otro lado. Su trabajo se sustenta en la idea de una Europa única, donde el conocimiento y el capital se pueden aprovechar a través de redes, y donde todos los países y ciudades deben participar activamente y contribuir20.
Europa es hoy refugio para 7.034 scaleups tecnológicas y el ecosistema está en crecimiento21. Así se lee en el Reporte “Tech Scaleup Europe 2019” presentado este año en Bruselas con la presencia del Comisario de la UE de Investigación, Ciencia e Innovación, Carlos Moedas.
“It’s great to see that our efforts to get Europe back in the lead in global innovation are starting to pay off with strong growth in both startups and scaleups. This paints a picture of a European ecosystem which is not only catching up with other regions but also charting its course towards success”23.
A través de una comparación en profundidad de los principales ecosistemas del mundo, EE. UU lidera en términos de la cantidad de scaleups con 22.910 a fines de 2018, de las cuales Silicon Valley representa 6496. Le sigue China con 9. 935, Europa con 7.034 e Israel con 1159.
Los promedios regionales confirman que el Reino Unido y los países nórdicos están mostrando el mejor desempeño. Las Islas Británicas superan al resto de Europa con aproximadamente el 35% de las scaleups y el capital recaudado, frente al 12% de la población y el 14% del PIB. Los Estados centrales liderados por Francia y Alemania contribuyen con el 27% de las scaleups y el 30% de las inversiones, aunque representan el 28% de la población europea y el 36% del PIB. En el extremo opuesto, los nórdicos representan el 16% de las scaleups y el 19% del capital invertido, aunque representan solo el 5% de la población de Europa y el 6% del PIB. Los países bálticos también producen el 1,5% de las scaleuos y el 1,2% del capital, a pesar de que representan menos del 1% del PIB y la población del continente. El sur de Europa está nuevamente arrastrando sus pies en la ola de innovación con el 10% de las scaleuos y el 6% del capital recaudado, independientemente de su participación del más 20% en el PIB y la población de Europa. Europa del Este aún no ha explotado su potencial24.
4. ¿QUÉ SUCEDE EN EL MERCOSUR?
Podemos decir que desde el bloque regional aún no apreciamos iniciativas o programas comunes entre los Estados Partes en relación al desarrollo, estímulo y regulación de startups.
No obstante, dos de sus Estados Partes fundadores, Argentina y Brasil, han diseñado en septiembre de 2017 el denominado “Programa de Intercambio de Emprendedores” en la V Comisión Bilateral de Producción y >Comercio. Es un programa de intercambio de startups entre Argentina y Brasil con la meta de fortalecer el comercio bilateral de la internacionalización de emprendedores nacionales de cada uno de los Estados, concretamente de 30 startups especializadas en agritech, fintech, e-commerce, y medtech.
En la V Comisión (quinta reunión en un año y medio, luego de cinco años de inactividad bilateral), el secretario de Emprendedores y PyMEs, Mariano Mayer, expresó:
Creemos que los emprendedores nos van a ayudar a avanzar no solo en la integración comercial entre Brasil y Argentina, sino también en la integración productiva y tecnológica. Casos emblemáticos como los de Despegar y Mercado Libre, con equipos binacionales, nos muestran que trabajar juntos nos hace más fuertes y nos abre oportunidades para crecer25.
El secretario de Comercio, Miguel Braun, afirmó:
El certificado de origen digital y la eliminación de trabas como la doble imposición en servicios son resultados concretos del trabajo de esta Comisión en este año y medio. Debemos simplificar la vida a las PyMEs y emprendedores, que son quienes más nos necesitan. Nos estamos tomando muy en serio la relación bilateral y económica. Poner eso en práctica requiere de mucho trabajo y esfuerzo. No es simple simplificar el comercio, sobre todo para que PyMEs puedan comprar y vender en los dos países. Y tampoco es sencillo integrarse productivamente. Estamos poniendo los cimientos26.
El Programa de Intercambio se complementa con la implementación de la Certificación de Origen Digital (COD)27, y con la ley argentina de Apoyo al Capital Emprendedor N° 2734928.
Ambos países hablan ya de un “ecosistema digital regional” e internacionalización.
Es que en la región existen más de 5.000 empresas de base tecnológica o startups (de las cuales 123 superan los U$S 25 millones) con un valor aproximado de 37.7000 millones de dólares. De este “ecosistema”, el 82% pertenece a Argentina y Brasil, y entre ellas se destacan unicornios como Mercado Libre, Despegar, Globant, Totvs y B2W. Los 9 “unicornios”29 de la región valen más de U$S 1.000 millones. El 61% del valor total del ecosistema proviene de esos 9 unicornios.
Esas empresas startups son las que se han dado en llamar “tecnolatinas”: compañías privadas de base tecnológicas nacidas en la región. El 48% de ellas están basadas en Brasil y de ellas, el 73% apuntan a su mercado interno. El desafío entonces es regionalizar o internacionalizarlas. De las empresas no-brasileñas, el 80% es creado por empresas de impronta regional o de proyección30.
La mayor parte de las tecnolatinas se centran en internet. No obstante, los campos de expansión actuales son la biotecnología, medicina digital, energías renovables, seguridad del software, tecnología espacial, el fintech y el agrotech. Por primera vez América Latina está creando compañías tecnológicas de escala31.
La mayoría de las tecnolatinas está concentrada en Brasil (59), Argentina (22) y México (17). El mapa de las Tecnolatinas es muy distinto al mapa de las multilatinas, es decir las multinacionales de América Latina (mayormente ubicadas en sectores tradicionales), ya que los factores clave para tener éxito en este espacio son muy distintos de los sectores tradicionales. El clúster Brasil y Argentina acumula el 37% de las multilatinas, y el 66% de las tecnolatinas (y Argentina representa un 37% del total del valor del ecosistema regional). Por otro lado, México, Chile y Colombia, representan el 55% de las multilatinas, pero solo el 29% de las tecnolatinas32.
Otro dato importante es que la mayoría de las tecnolatinas son nuevas (el 69% tiene menos de 10 años) y fueron creadas por emprendedores jóvenes innovadores. Son el resultado de un ecosistema de apoyo rápido y floreciente que incluye ONGs, universidades, inversionistas, gobiernos y proveedores de servicios. Su referencia cultural es Silicon Valley. Se mantienen actualizados sobre las tendencias mundiales y globales del mercado utilizando las tecnologías digitales más avanzadas. Están experimentando constantemente con las últimas prácticas de negocios como modelos de negocio en canvas, pruebas A/B y crowdfunding33.
Las tecnolatinas tienen acceso instantáneo a grandes mercados que no se corresponden con el tamaño de sus países de origen. Pueden elegir enfocarse en América Latina, una región con al menos 400 millones de usuarios de Internet. También pueden enfocarse en otras regiones como lo han hecho las conocidas OLX, Bluesmart o Satellogic. Los mercados de aplicaciones móviles son un ejemplo de esta amplitud de mercado.
El e-commerce es considerable y está creciendo. Los mercados de Apps proveen acceso a amplios mercados con solo tocar un botón. Startups como Etermax, una compañía de entretenimiento argentina que creó aplicaciones como Apalabrado y que alcanzó una audiencia global de 60 millones de personas en pocos años, tiene ingresos anuales de más de US$ 150 millones. Se están desarrollando nuevos mercados a un ritmo acelerado. Las startups están creando valor y desarrollándose a una velocidad récord34.
Las tecnolatinas se disponen a transformar el paisaje de negocios regional en las próximas décadas. Pueden generar toda una nueva y enorme industria en áreas como biotecnología, agrotech, Internet de las Cosas (IOT) y energías renovables. Son capaces de manejar la gran ola de creación de valor impulsada por la tecnología y rápidamente alcanzar escala y visibilidad al tener éxito. También pueden redefinir la inserción de la región en el espacio tecnológico. Están listas para transformar la dinámica del mercado y el comportamiento del consumidor en todos los ámbitos, desde las finanzas, hasta los bienes de consumo, desde el sector inmobiliario y agricultura, hasta el entretenimiento35.
Hoy el campo de acción de las denominadas tecnolatinas es su propio territorio, siendo locales el 46% del total. No obstante, la proyección regional es del 38%, y la global del 19%. Asimismo, el 52% de las tecnolatinas que provienen de países hispanohablantes, eligen jugadas regionales contra un 28% que tienen perspectivas a mercados globales a subescala36. Esto nos da la pauta que el espacio regional tiene un protagonismo actual y a futuro crucial en el desarrollo y potenciación de las startups.
Es importante destacar la importancia que el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL), en el ámbito del Banco Interamericano de Desarrollo (BID,) le está dando a la promoción y al desarrollo de la startups, especialmente aquellas que están innovando en materias cruciales para la región en el Siglo XXI como ser: agua, saneamiento, higiene, salud, y que proponen soluciones que mejoran la vida de las ciudades en América latina y el Caribe37. También ha desarrollado el espacio INTAL-LAB como herramienta para el análisis de los procesos de integración y comercio. Se lo define como “un espacio para imaginar juntos el futuro de la región”38 formado por expertos mundiales, hackatones, rallies de innovación, experimentos de crowdworking, seminarios, design thinking, como modo de fomentar la inteligencia colectiva que mejore la vida en los grandes temas de la integración y el comercio regional.
CONCLUSIONES
De todo lo expuesto, y a modo de conclusión, podemos advertir la irrupción, el desarrollo y el rol protagónico de las startups en los procesos de integración regional.
Estamos transitando el Siglo XXI, y el desarrollo de las startups cobran una importancia estratégica para América Latina, la región y especialmente para el MERCOSUR. La región tiene el desafío de participar en la nueva revolución tecnológica y del conocimiento que le permita lograr el desarrollo económico y social para las próximas décadas, en un mundo inestable en todos los órdenes y con la agenda climática y los nuevos paradigmas productivos y de ciudadanía como ejes centrales.
Con un grado más avanzado en la Unión Europea -debido a políticas concretas y persistentes en relación a ellas-, también comienza a cobrar importancia en América Latina y el Caribe y especialmente en el Mercosur: Argentina y Brasil, dos de sus Estados Partes, acumulan el 60% de las startups hoy conocidas como “tecnolatinas”.
Advertimos el comienzo de una revolución tecnológica y digital nunca antes vista. Las startups latinoamericanas o mercosureñas pueden verse como una oportunidad de ingreso, desde un ecosistema regional, a ese mercado mundial del nuevo siglo.
Por ello, es necesario comenzar a diseñar un ecosistema regional fuerte que apunte al desarrollo sostenible, lo que supondrá un cambio profundo en las estrategias regionales de crecimiento y desarrollo. Así, el fortalecimiento del ecosistema y su comercio regional estarán determinados por cuán capaces seamos de innovar, emprender, apostar al desarrollo del conocimiento y a la reserva de los talentos regionales, especialmente de los jóvenes y las mujeres.
Las startups regionales seguramente serán las generadoras de nuevos empleos en el marco de la demanda global de recursos humanos ligados a ellas, lo que supondrá nuevos vínculos laborales y una nueva cadena de valor ya que de los empleos directos se derivarán empleos indirectos como por ejemplo la venta de productos a través de plataformas digitales (actualmente, por ejemplo, Mercado Libre genera condiciones para cientos de miles de personas que viven de la venta de productos). Asimismo, son y se consolidarán como los nichos de inversión de la nueva época y como financiación de nuevos emprendedores.
Dicho esto, considero que el Mercosur aún debe fortalecer el comercio regional y apostar a un desarrollo económico y productivo como eje del proceso que supere el simple crecimiento. ¿Cómo hacerlo frente a las diversas problemáticas sociales, económicas y ambientales de sus Estados Partes y de la región en la que se encuentra inmerso? Considero que la clave está en la innovación, pero una innovación ligada a las características y necesidades actuales de los Estados que forman el bloque regional y a la región misma, y a los nuevos desafíos ambientales y sociales. Dichos desafíos suponen el reto de dejar de considerar a los recursos naturales -ricos y en cantidades importantes, sin lugar a dudas- como la única vía de crecimiento y desarrollo de los Estados, y comenzar a trabajar con miras a crear y desarrollar nuevos productos y servicios -que pueden partir de dichos recursos- con liderazgo privado y público, con nuevos actores y con nuevos modelos de negocios, que lleven al crecimiento, pero también al desarrollo.
El Estado y las empresas clásicas no son los únicos protagonistas de esta época. Por el contrario, los nuevos productos y servicios que hoy requiere el mundo pueden ser generados por nuevos actores como las startups y los hoy conocidos lackathons, acelaradoras, espacios de mercado, espacios de coworking, fondos de capital de riesgos corporativos, etc. Los nuevos modelos de negocios -con el rol clave de los equipos en la creación de soluciones a los problemas y necesidades actuales de la agenda local, regional y global- cobran hoy el protagonismo que otrora tuvieron los clásicos modelos de negocios basado en el estereotipo empresario/empleado o empresario/emprendedor.
Si pensamos un espacio adecuado y propicio para el desarrollo de startups basado en los recursos naturales existentes en los diferentes Estados, la integración regional tiene un papel crucial. En el caso del Mercosur, el bloque regional sería el “trampolín” para competir en espacios tecnológicos emergentes del mundo, innovando y creando valor. Si el Mercosur y la región se constituyen en espacio generador de la innovación que las necesidades del siglo XXI imponen, será también un espacio para que los inversores mundiales (especialmente capital inteligente para emprendedores y capital de riesgo) apuesten al ecosistema regional. Esto generará un polo de crecimiento y supondrá la posibilidad de un desarrollo que permita superar las brechas y las necesidades sociales y económicas, consolidando el añorado desarrollo con calidad de vida para sus habitantes.
La colaboración entre las distintas startups en el ámbito regional, podría generar una “red” que permita a su vez conectar e integrar regiones de los distintos Estados.
Asimismo, no debemos olvidar que se requiere un marco legal y administrativo ajustado a los nuevos tiempos como incentivo para la verdadera innovación corporativa en el área de las startups. Los Estados, deberán comenzar por remover y ajustar la normativa que suponga barreras legales y fiscales inadecuadas para la innovación, el desarrollo y la proliferación de las startups, consensuar barreras regionales más efectivas y diseñar nuevos marcos regulatorios para quienes apuesten a dar vida a una startup regional (como es el supuesto de los inversionistas en el área: actualmente denominados “fondos ángeles, crowfunding, etc.).
El Mercosur tiene la oportunidad histórica de revisarse, asimismo, reformularse en lo que sea necesario, relanzarse con una agenda agionarnada a las necesidades actuales y potencialidades de sus recursos humanos y consolidarse con la creación de valor en negocios liderados por el conocimiento, la innovación, la creatividad y la tecnología. Tengamos presente que la región cuenta ya con nueve startups devenidas en “unicornios” que representan el 61% del ecosistema regional de América latina. Ellos acaparan la mayor parte de los mercados digitales. Por ello, y atendiendo a que las nuevas startups tienen dificultad de acceder al mercado, se torna necesario encarar los esfuerzos en potenciar el desarrollo de pequeñas startups creando un ecosistema regional fuerte que considero estaría en condiciones de transformar el proceso de integración mercosureño.
Es que las startups serán necesarias para construir una economía abierta y dinámica en este siglo que debe tener como eje el desarrollo sostenible y el cuidado de los recursos escasos. El desafío en el Cono Sur es inmenso; las oportunidades de despegue también lo son. Pero las iniciativas nacionales serán insuficientes. Será necesario complementarlas con las que al respecto tenga el MERCOSUR como proceso que integre la innovación, el conocimiento y el trabajo. Así, un Mercosur que logre fijar la agenda a largo plazo necesita pensar y tener claridad respecto a qué recursos y potenciales tiene entre sus Estados Partes, qué quiere hacer y desarrollar, qué necesita y requiere el mundo actual, y en qué puede efectivamente contribuir y ser para consolidarse como un actor de importancia regional y mundial. Si tenemos claro esos puntos, estaremos en condiciones de diseñar ese despegue y liderarlo. La oportunidad es aquí y ahora.