INTRODUCCIÓN
En Chile la formación del profesorado ha ido adquiriendo exigencias de acuerdo a las reformas del currículum nacional, a partir de la década de los 90 con la creación de los Estándares orientadores para carreras pedagógicas, el Marco para la Buena Enseñanza y la actualización de las Bases Curriculares de los distintos niveles educativos. Además las instituciones de educación superior que imparten carreras pedagógicas han generado proyectos de Formación Inicial Docente (FID) con el propósito de actualizar el currículum educativo, innovando en las prácticas profesionales desde una mirada de la triada educativa (los profesores en formación, docentes universitarios y profesores guías de los centros escolares), constatándose una escasa apropiación de los principios orientadores de la formación práctica por parte de los actores claves.
La formación de los pedagogos se ha desarrollado en el marco de una debilitada relación entre los actores institucionales, es decir, una escaso nexo entre las universidades y los centros educativos, lo que ha redundado en dificultades para generar comunidades de aprendizaje en torno a las experiencias prácticas por los estudiantes en formación (Pavié, 2018).
Pavié (2018) menciona que en un contexto mundial existen dificultades en la formación de profesores y que estas influyen en la realidad chilena:
Falta de coherencia e integración entre las asignaturas del currículum, y entre los cursos y las prácticas en la escuela; b) práctica pobremente supervisada y no integrada con los cursos: falta de integración entre teoría y práctica y c) desvinculación entre la universidad y las escuelas que le sirven de centros de práctica. Todos estos factores tienen una réplica natural en lo que sucede en Chile, tanto en el área metropolitana como también en regiones (p.178)
Del mismo modo Pavié (2018) declara que a pesar de que la formación recibida incluye una relación entre contenido teórico (disciplina), técnicas de aprendizaje (conocimiento pedagógico) y experiencia práctica, esta no es lo suficientemente robusta. Por otro lado, muestra igual preocupación por la limitada relación entre formación inicial docente, desarrollo profesional docente y las necesidades de la escuela. De allí, la urgencia de una mayor apertura hacia los procesos de formación docente para mejorar su desempeño profesional con miras a una transformación en ejercicio didáctico, para mayor flexibilidad curricular y de pensamiento que permita el logro de una verdadera vinculación entre la profesionalización, la pedagogía y su práctica profesoral.
En atención a lo anterior la presente investigación busca conocer desde lo cualitativo las opiniones de los profesores pertenecientes a la Red de Profesores de la Universidad de Los Lagos (ULagos), siendo su objetivo general “Interpretar a partir de la opinión de los docentes los saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales de los estudiantes en práctica profesional de carreras pedagógicas”.
Desde las evidencias descritas la práctica profesional contribuye a fortalecer los saberes del profesor en formación, esto le permite tener un posicionamiento en la realidad educativa y desarrollar sus competencias en contexto real. En consideración a lo anterior Mayorga et al. (2017) sostienen que las “prácticas externas constituyen el eje vertebrador de la formación de un profesional de la educación y un periodo excepcional para que el estudiante se sumerja en los contextos profesionales y alcance las competencias propias de la profesión de un modo activo y reflexivo” (p.141). Por consiguiente, se hace necesario repensar en la mejora continua de las prácticas profesionales en pedagogía: Educación Parvularia, Historia y Geografía y Educación Física dictadas en la Universidad de los Lagos, en todos los aspectos curriculares generales de formación ya que poseen elementos comunes en su conjunto.
Cabe destacar que la FID implica cambios, transformaciones que potencien a ciudadanos capaces de entender la complejidad que conlleva afrontar la docencia con calidad, con una visión holística para responder a nuevas exigencias y desafíos de la sociedad actual, incorporando a la gestión docente las innovaciones curriculares, los métodos de enseñanza y evaluación en el marco de un nuevo estilo docente en correspondencia de un desempeño profesional establecido por referentes curriculares entregados por el Ministerio de Educación de Chile (Mineduc) a través del Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) , como son las Bases Curriculares (Decreto 369, 2015; Mineduc 2015; Mineduc, 2018), el Marco para la Buena Enseñanza (Mineduc, 2019; Mineduc, 2021), y los Estándares Orientadores (Mineduc 2012a, Mineduc 2012b, Mineduc 2014) de cada disciplina y desde sus diferentes ámbitos: actitudinal, procedimental y conceptual, para así desarrollar en el estudiante aprendizajes a través de una cultura de carácter colaborativo para concretar sus metas.
En función de lo anterior Gairín et al. (2019) indican sobre el efecto e impacto de las prácticas curriculares desde la perspectiva de los profesores guías, señalando que las prácticas profesionales permiten a los estudiantes desarrollarse en el ámbito profesional, y también en lo personal. La práctica es considerada como un espacio formativo, el cual se centra en el desarrollo de saberes, no obstante, es un periodo en el cual el estudiante descubre habilidades y destrezas innatas, lo cual le permite configurar su identidad profesional y filosofía docente, para reflexionar sobre el tipo de profesor que quiere ser y ampliar así su quehacer pedagógico.
Del mismo modo apuntan que los saberes que más desarrollan, son relativos a el conocimiento práctico del funcionamiento del aula y gestión del aula, debido a que se vinculan habitualmente al grupo-clase, que observan e intervienen (Gairín et al., 2019). Ante esta situación, los requerimientos formativos de índole disciplinar y pedagógica han sido discutidos y formalizados en diversos documentos del Ministerio de Educación. De tal manera que, dentro del marco del Programa de Fortalecimiento de la FID, en el año 2000 se fijaron estándares en relación a lo que debe saber y lo que debe poder hacer un docente que recién se inicia para desempeñarse adecuadamente (Ávalos, 2002).
En este sentido, Bello (2018) sostiene que “la práctica pedagógica invita a profundizar hacia el desarrollo del pensamiento crítico, creativo, analítico y al desarrollo de prácticas investigativas, auto reflexivo del propio aprendizaje” (p.123). Del mismo modo Mayorga et al. (2017) plantean que las prácticas constituyen un “espacio privilegiado, una oportunidad idónea, única, diseñada expresamente para que el alumnado investigue, reflexione y construya su pensamiento práctico a partir de las interacciones que pueda establecer entre los planteamientos teóricos y las experiencias que se vivan” (p.141). Lo anterior refleja los requerimientos, desafíos y renovadas demandas de formación profesional a las instituciones de educación superior para el siglo XXI. De modo que los estudiantes deben asumir los retos y responsabilidades que conllevan a realizar prácticas en los centros educativos y manifestar sus saberes, ya que es un proceso que contribuye a fortalecer las competencias específicas y generales del futuro profesional de la docencia; además, permite tener un acercamiento con la realidad educativa desarrollando sus capacidades en función a la diversidad de contextos socio productivos y educativos. Su objetivo es aproximar perennemente al estudiante al trabajo pedagógico que tendrá que enfrentar en su inserción a los sistemas escolares; por lo tanto, las prácticas se convierten por excelencia en el eje curricular articulador de la teoría y la práctica favoreciendo la internalización de su rol profesional (Ávalos, 2002; Barrera y Hinojosa, 2017).
De esta manera, este proceso que se genera en la práctica profesional, actúa como escenario propicio para aplicar los saberes conceptuales, actitudinales y procedimentales de los futuros profesores; para Galaz, et al. (2019) las instituciones de educación superior han asumido el diseño e implementación de programas para capacitar a los docentes y realizar reflexiones pedagógicas siendo capaz de gestionar eficientemente.
Cabe destacar que los procesos de enseñanza y aprendizaje y la relación teoría y práctica, cada día están siendo más explorados en relación a la naturaleza del conocimiento, (Ávalos y Matus, 2010 Labra, 2011). De acuerdo a lo antes mencionado es relevante la formación conceptual, procedimental y actitudinal repercutiendo en el desempeño del docente en formación en el centro educativo, de esta manera, se requieren de espacios donde la teoría y práctica se confronten de tal forma que el saber, el hacer e incluso el ser de la “persona” del practicante, se articulen y posibiliten una nueva visión de sus concepciones y actuaciones, como de las realidades donde se encuentra inmerso.
En consecuencia, se puede asumir que la formación desde la práctica profesional puede constituir una racionalización del conocimiento puesto en práctica durante su ejercicio profesional, pero para ello, es relevante articularla teoría y la práctica, ya que se puede intervenir desde problemas reales(Castellanos y Yaya, 2013; Chan et al., 2018). De esta manera se desarrollan habilidades profesionales que conducen al estudiante a lograr la percepción real de lo que hace y fundamentalmente a manejar la objetividad de criticar sus propias acciones en procura de hacer autocrítica.
METODOLOGÍA
En este orden de ideas, la investigación cualitativa produce datos descriptivos, como las propias palabras de las personas, habladas o escritas, y la conducta observable, donde se interpreta las actitudes, creencias, pensamientos, reflexiones y situaciones tal y como son expresadas por los sujetos que se abordan. En este sentido, la investigación se desarrolló a partir de los sucesivos hallazgos que surjan de la realidad en estudio.
Se asume el paradigma interpretativo para la construcción del conocimiento ya que establece la diferencia entre lo que se conoce como fenómenos naturales y sociales, haciendo énfasis en este último, cuando plantea su complejidad como producto de la interacción y la intervención del hombre como ente social, logrando la interpretación y comprensión del sujeto en su contexto social.
En consideración con lo anterior se cree que desde el paradigma interpretativo se orientó una ruta metodológica con el objeto de identificar leyes implícitas que expliquen los saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales de los estudiantes en práctica profesional de las carreras de Educación Parvularia, Historia y Geografía y Educación Física.En consecuencia, su diseño fue abierto o flexible e implica que puede ajustarse, redefinir y reorientar la investigación en función de la metodología, estrategias y procedimientos de investigación para abordar el estudio. Finalmente se asumió este diseño ya que permitió percibir la realidad tal cual se presenta la vida cotidiana y las experiencias del grupo de estudiantes en práctica profesional.
El escenario seleccionado correspondió a los profesores de la Red Ulagos pertenecientes a diferentes dependencias: Estatal, Municipal, Particular Subvencionado, Particular Pagado. Los informantes clave fueron los profesores guías de prácticas profesionales entre los años 2017 y 2019 pertenecientes a la Red Ulagos y la constituyen 12 Profesores de Enseñanza Media (Educación Física e Historia y Geografía) y 6 Educadoras de Párvulos (Educación Parvularia) con cinco años de experiencia como profesores guías de prácticas profesionales pertenecientes a 13 instituciones educacionales de la comuna de Osorno. En este sentido y atendiendo a las características de la investigación se seleccionó la entrevista en profundidad.
En cuanto al procedimiento para lograr los hallazgos se construyen en la medida en que avanza la investigación, los datos fueron procesados con la ayuda del Software para el análisis cualitativo ATLAS/ti, cuyo enfoque fue develar y construir teorías, conceptos, hipótesis y proposiciones a partir de la información suministrada en la investigación.
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
En relación con el problema de interpretar a partir de la opinión de los docentes guías sobre los saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales de los estudiantes en práctica profesional de las carrera de Educación Parvularia, Historia y Geografía y Educación Física, diversos análisis confirman, que un elemento determinante para conseguir un sistema educativo de calidad, es el de la formación, capacitación y perfil alcanzado, es por ello, que se espera una transformación caracterizada por una elevada capacidad de análisis reflexivo, teórico y práctico con profunda convicción de adaptar el quehacer docente apegado a los avances y cambios de la teoría pedagógica y conocimiento desde la ciencia e innovación.
Asumir los hallazgos de la práctica profesional, implica considerar los factores asociados a los cambios necesarios, los cuales exigen una nueva forma de entender las características demostradas durante la permanencia de estudios, por lo cual se presenta el reto de adecuar logro del currículo, para abordar las características que demuestren un proceso netamente adherido al emerger de realidades.
Carrera Educación Parvularia:
Saberes Conceptuales
a) Con respecto a la opinión de las educadoras guías en torno a los saberes conceptuales de las educadoras en formación, sostienen que si bien poseen conocimientos con respecto a las etapas evolutivas de los niños y niñas, el desarrollo del proceso de enseñanza lo cual se evidencia en sus experiencias de aprendizaje al igual que los propósitos de la Educación Inicial, no obstante se debe fortalecer dentro de su formación mayor apropiación de las Bases Curriculares de la Educación Parvularia, específicamente en planificación y evaluación.
b) En la planificación se aprecia una falta de coherencia entre el objetivo de aprendizaje seleccionado, la experiencia de aprendizaje, y los elementos técnicos que conforman o son parte de una planificación. Mientras que, en la evaluación, si bien las educadoras en formación conocen instrumentos, éstos no son utilizados correctamente, porque no se evidencia cierre en los procesos evaluativos el cual permita reflexionar sobre la práctica pedagógica, por ende, tomar decisiones.
Saberes procedimentales
a) En relación a los saberes procedimentales las educadoras guías manifiestan que las educadoras en formación realizan sus planificaciones adecuándose a los requerimientos del establecimiento, considerando las características e intereses de los niños y niñas, el cual se evidencia en una organización pertinente del espacio, utilización de material realizado, donde por lo general se implementan estrategias lúdicas que resultan motivadores para los niños y niñas del nivel. Sin embargo, se debe promover la innovación en cuanto a metodologías que apliquen las educadoras en formación en sus prácticas profesionales, al igual que los instrumentos de evaluación, por lo general se adecuan los que se utilizan en los establecimientos sin presentar nuevas propuestas propias.
Saberes actitudinales
a) Por otra parte la opinión de las educadoras guías, en cuanto a los saberes actitudinales de las educadoras en formación destacan que al integrarse a sus equipos pedagógicos, instituciones educativas prevalece en ellas, un clima laboral armonioso, basado en interacciones positivas, el cual se evidencia compromiso e interés por contribuir en la educación y responsabilidad en su proceso de práctica profesional. Además, mencionan la buena recepción por parte de las educadoras en formación ante las críticas constructivas, y una preocupación constante en mejorar y reflexionar sobre su quehacer pedagógico.
Carrera Historia y Geografía:
Saberes Conceptuales:
a) Dentro del Marco para la Buena Enseñanza: destacan la preparación de la enseñanza con actividades que permiten cumplir con los objetivos, dominio de grupo, permitiendo relaciones de respeto y participación, identifican las normas que rigen sus centros de prácticas. En cuanto a las debilidades, falta manejo de contenidos, planificar en base a contexto y considerar los niveles de logro y la diversidad, no aplican niveles de logro de cada estudiante y falta de herramientas para diversificar formas de enseñanza.
b) Estándares: son adecuados para su rol de estudiante-profesor/a, pero carecen de dominio de contenidos.
c) Bases Curriculares: los estudiantes socializan con el profesor/a- guía, antes y después de la clase a través de las planificaciones. Se guían por el objetivo presente en el currículo, pero no atienden las necesidades de aprendizaje de contexto. Se observa buen nivel del uso de recursos didácticos.
Saberes Procedimentales:
a) Planificación: Cumplen adecuadamente, se destaca un buen dominio de herramientas tecnológicas. Los métodos de evaluación se cumplen favorablemente, pero hay debilidades en el monitoreo y seguimiento del progreso de los aprendizajes de lo/as estudiantes.
b) Didáctica: Cumplen con dominio y variedad de estrategias metodológicas, la utilización de lluvias de ideas acompañado de organizadores gráficos, es lo más utilizado. Se destaca la problematización, asignándoles un rol importante en la clase.
Saberes Actitudinales:
a) Responsabilidad- Propósito y Compromiso: Son responsables, disciplinados y se integran adecuadamente a los establecimientos, al igual que en la relación con los/as estudiantes. Mantienen ambientes acogedores, seguros e inclusivos en el aula y promueven la participación de todos/ as los estudiantes.
b) Reflexión sobre su quehacer docente: Se evidencia enriquecedoras conversaciones y retroalimentación con los estudiantes en práctica. Existe actitud y disposición.
c) Compromiso de los /as profesores/as en formación: Se observa compromiso, la universidad se ha preocupado de formar futuro/as docentes responsables y disciplinado/as, integrándose de manera adecuada. Una debilidad es la falta de seguridad.
Carrera Educación Física:
Saberes Conceptuales
a) Con respecto al Marco para la Buena Enseñanza: enfatizan que se observa manejo en algunos aspectos de la preparación adecuada a los niveles de sus clases como son los temas a tratar, el manejo del marco curricular y se preocupan de los ambientes y materiales en relación con el objetivo a cumplir. Se aprecia dominio de conceptos de trabajo y orientación con respecto al objetivo a alcanzar y del conocimiento de la unidad educativa.
b) Con respecto a los estándares, los profesores en formación demuestran un mejor conocimiento en los estándares pedagógicos, en especial en el saber más que en el hacer.
c) Bases Curriculares: estas se evidencian en su quehacer, teniendo conocimiento en lo que hacen y utilizan métodos y técnicas en función de los propósitos. Los estudiantes en práctica presentan dominio de los contenidos y el compromiso pedagógico con su carrera concentrados en el saber hacer.
Saberes Procedimentales
a) Planificación: Esta área es la más débil en la mayoría de los estudiantes en práctica, no cumpliendo con este requisito, no la presentan o estas tienen errores variados, realizando una planificación básica. Se hace necesario trabajar pautas de evaluación, rúbricas, lista de cotejo y meta de aprendizaje durante la unidad.
b) Didáctica: Se evidencia que los estudiantes en práctica aplican estrategias, utilizando materiales, espacios e incorporando dinámicas de juegos de acuerdo con las características fisiológicas y psicosociales de los estudiantes. Se devela la falta de desarrollar metodologías acordes a los diferentes niveles de aprendizaje, no generan un inicio en la clase y demuestran debilidad en las técnicas e instrumentos de evaluación.
Saberes Actitudinales
a) Responsabilidad, propósitos y compromiso: Se destaca que la totalidad de los estudiantes presentan una conducta profesional positiva, respetando los valores de la pedagogía, siendo conscientes de su labor en la institución y siguen los protocolos establecidos en estas, además tienen conciencia de la labor que desarrollan. Se preocupan de mantener a todos los estudiantes trabajando de acuerdo con su realidad y atentos por cada uno de ellos, manteniendo una buena relación de comunicación.
b) Reflexión sobre su quehacer docente: Los profesores en formación buscan superarse en los diferentes aspectos, realizando preguntas a los profesores guías para mejorar su quehacer pedagógico.
c) Compromiso: Se observa preocupación por mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje, siendo participativos y comprometidos con el proyecto educativo del establecimiento. Sin embargo, se observa en algunos estudiantes en práctica falta de interés, y en cuanto a la inserción en el sistema educacional no se les ve muy preocupados.
A continuación se presenta el gráfico correspondiente a los hallazgos emergente con la ayuda del atlas ti.
Los resultados sobre los saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales de los estudiantes en práctica profesional (Figura 1) permitirán a universidad la autorreflexión para garantizar: (a) la unión teórica y práctica que oriente hacia la participación en los aspectos sociales; (b) lograr la comprensión en torno al proceso pedagógico desde una óptica que permita la adecuación de los contenidos educativos a necesidades del entorno; (c) cumplir desde el aprendizaje significativo el cumplimiento de funciones de exploración y orientaciones de desarrollo socio afectivo y moral; (d) utilizar procedimientos de interacción que favorezcan la discusión, acción que le permita valorar cualitativamente y protagónicamente el proceso pedagógico educativo; (e) promover las reflexiones, aplicaciones y creatividad, y tomar en cuenta las experiencias y conocimientos previos, así como propiciar situaciones ideales para favorecer el aprendizaje activo; (f) incorporar las actividades didácticas de ideas previas, para desarrollar la creatividad y la construcción colectiva, cooperativa del proceso desde la visión dialéctica de la realidad; (g) visualizar la importancia del contexto para el análisis e interpretaciones orientadas a comprender el sentido que tienen el tema analizado, que representa la descripción de un campo cubierto por la práctica y la teoría.
Reflexiones Finales
A través de la comprensión e interpretación de los hallazgos y su esencia que define y orienta la práctica profesional en la Universidad de los Lagos, específicamente de las carreras de Educación Física, Historia y Geografía y Educación Parvularia en pleno reconocimiento y orientación hacia el logro del objetivo general de esta investigación por interpretar a partir de la opinión de los profesores guías los saberes conceptuales, procedimentales y actitudinales de los estudiantes en práctica profesional de las carreras antes mencionadas se asevera lo siguiente:
Se asume la práctica profesional como un eje integrador y fundamental en la formación docente inicial que dinamiza el desarrollo curricular, en el que la organización en red sitúa al ciudadano profesional de la docencia con el centro de la acción educativa como un ser social ecoplanetario, cuya finalidad se direcciona al desarrollo humano y comunitario con visión flexible, inclusiva y planetaria.
La práctica profesional, es un sistema inteligible, flexible, formal e informal que fomenta escenarios de diálogos e interrelaciones entre los sujetos practicantes y las instituciones, lo que genera una flexibilización estructural no jerárquica, que posibilita una mayor responsabilidad compartida desde los escenarios sociales e individuales al tomar decisiones. Desde la mirada institucional la práctica profesional se entiende como un modelo de formación superpuesto al modelo de formación docente que asume la institución universitaria, fomentadora de la integración institución y los actores en un plano de correspondencia, identificados por el beneficio común.
La práctica profesional facilita el análisis de las necesidades y los proyectos institucionales para la formación docente y al mismo tiempo sistematiza acciones desde la visión compleja que exige la formación profesional docente coherente en pleno reconocimiento de los procesos pedagógicos y didácticos que fomentan aprendizajes pertinentes y autónomos.
La práctica profesional está llamada a consolidar la relación universidad - entorno; de allí la necesidad de realizar diagnósticos de manera colectiva y multidisciplinaria, para ofrecer respuestas concretas y contextualizadas en el menor tiempo posible cumpliendo así con la responsabilidad social y eco ambiental que le corresponde.
El propósito esencial de la práctica profesional debe ser el de la promoción en el estudiante de la comprensión de los diferentes escenarios, condiciones y momentos del quehacer docente a partir del proceso de interacción, socialización y sensibilización con diversas realidades socioeducativas, considerando principios éticos y valorativos que definen el ser profesional pero también al ser humano.