Los trasplantes de órganos, tejidos y células se han convertido en procedimientos globales que pueden prolongar la vida y mejorar su calidad. Los avances en las técnicas de ablación, conservación, trasplante e inmunosupresión han aumentado la eficacia, la rentabilidad y la aceptabilidad cultural de los trasplantes, con el consiguiente aumento de la demanda de estos procedimientos1.
Sin embargo, la capacidad de realizar trasplantes dentro de los sistemas de salud de la Región varía. A pesar de la probada rentabilidad de los trasplantes renales para el tratamiento de la enfermedad renal crónica, de los reemplazos de córnea y de los trasplantes hepáticos, estos procedimientos aún no son accesibles para toda la población que los necesita2, y lo cual se destaca aún más en países en desarrollo, como el Paraguay.
A pesar del marcado aumento en la donación de órganos de donantes vivos y fallecidos en los últimos años, la oferta y disponibilidad de células, tejidos y especialmente órganos donados están muy por debajo de la demanda. Si bien, los pacientes en cuidados paliativos pueden servir como fuente de órganos y tejidos, sin embargo, entre ellos faltan los sistemas y requisitos previos para una donación exitosa de órganos.
Además, la falta de programas nacionales consolidados y de recursos humanos competentes y el alto costo de los trasplantes y las terapias de mantenimiento, sumado a una inadecuada cobertura y protección financiera, son barreras para el acceso equitativo a estos procedimientos, por lo que es fundamental invertir en formación de profesionales altamente calificados para desarrollar estrategias relacionadas.
Es importante destacar que en Paraguay, de acuerdo a la ley Nº 6.170/18, todos los ciudadanos fueron declarados presuntos donantes, en la actualidad, por lo que no es necesario registrarse como donante de órganos y/o tejidos; de igual manera, si la persona gusta dejar expresa su voluntad de ser donante, se encuentra disponible el formulario de inscripción3, la cual es una estrategia óptima para la promoción de la una actitud favorable hacia la donación de órganos.
La información adecuada sobre los detalles de este tema es extremadamente importante, pero aún no está muy extendida entre el público, lo cual debe ser un tema fundamental a ser abordada por estudiantes del área de la salud. Falta de conocimiento y comprensión acerca de las donaciones de órganos, actitudes religiosas y creencias supersticiosas han generado miedo ydesconfianza en la mente de los ciudadanos en general, en un estudio Cáceres-González et al4, sobre la repercusión de la donación de órganos en familiares posterior a la ley Anita, destaca que los familiares se sienten orgullosos, satisfechos y tranquilos con la decisión tomada.
Otro punto, a destacar es que en este número encontramos el trabajo de Chávez Chávez et al5, donde se puede apreciar que el 92.3 % está a favor de la ley Anita, destacándose como un gesto de solidaridad.
El papel de la familia en el proceso de toma de decisiones sobre la sustracción de órganos es siempre un tema controvertido, los estudiantes del área de la salud deben tener un conocimiento amplio y suficiente del tema, considerando que este tema es actualmente uno de los más importantes en salud pública, a los efectos de servir de agentes multiplicadores para fomentar la actitud favorable hacia la donación de órganos.