INTRODUCCIÓN
Actualmente el acceso a la tecnología por parte de los individuos es un hecho cotidiano que permite tener al alcance de los dedos un flujo grande de información en el momento necesario. Sin embargo, los efectos deletéreos del uso de tecnología y las diferentes aplicaciones disponibles se han ligado al desarrollo de conductas adictivas1.
No existe actualmente acuerdo de que la adicción al internet deba ser considerada en el ámbito del trastorno de la salud mental, por lo que aún no se encuentra incluida en el DSM-5 (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders - 5). Las adicciones conductuales activan sistemas de recompensa similares a los activados por las drogas, por lo tanto, pueden producir síntomas parecidos a los trastornos relacionados con el consumo de sustancias, pudiendo considerarse al uso excesivo de internet, entre estos comportamientos anormales2.
La duración mínima para establecer un diagnóstico de dependencia de sustancias químicas es de 12 meses; esto no puede aplicarse al uso de internet debido a que el usuario practica una conducta que realiza intensamente durante un periodo limitado de tiempo, pero de forma espontánea reduce su ejecución3.
Al ser una tecnología disponible las 24 horas, según demanda del usuario, no se ha establecido aún un límite de tiempo que diferencie el uso adaptado del uso adictivo porque depende del tipo de aplicación utilizado y del objetivo de la conexión (laboral, académico o, por el contrario, juego de rol y chat erótico-sexual)4.
Existen diversos instrumentos para medir uso problemático de internet, entre ellos figura por un lado el IAT (Internet Addiction test) que está compuesto por veinte preguntas, con una escala tipo Likert con puntaje de 20 a 1005 por otro lado tenemos la EAIL (escala de adicción a internet de Lima), a través de un cuestionario de 11 preguntas6.
Otra escala es la EUPI-a (Escala de Uso Problemático de Internet en adolescentes), que al igual que las demás consiste en evaluación sintomatológica de saliencia, tolerancia, falla de control y recaída. Esta última escala tiene la ventaja de ser actualizada, breve, fácil de utilizar y permite medir conductas individuales; por lo tanto facilita el abordaje de prevención y control de la adicción directamente en el área afectada.
Es un instrumento de cribado, que permite captar a los adolescentes con probables problemas adictivos a este tipo de tecnología3.
En relación a los aspectos negativos del uso de redes sociales en particular y de objetos tecnológicos en general, sabemos que la exposición a violencia en los medios de comunicación, internet, videojuegos y redes sociales, aumenta las interacciones agresivas en niños y adolescentes en encuadres sociales inestructurados7.
Podríamos decir que el internet tiene tres usos diferenciados: información, comunicación, y la alteración de identidad (por ejemplo, juegos en línea y algunos chats); este último uso sería el único que tiene riesgo de generar adicción3.
El hecho de que los padres no sean usuarios de la Web podría convertirse en factor de riesgo para uso problemático de internet por los adolescentes. Se ha constatado también su asociación a un menor rendimiento académico y a una mayor presencia de problemas físicos y psicosociales8.
Se encontró mayor desarrollo de algunos problemas de salud (migrañas, dolor lumbar, sobrepeso u obesidad, descanso insuficiente), aspectos psicológicos (riesgo de trastornos de la conducta alimentaria, riesgo de trastorno mental, depresión), problemas familiares y discriminación; no encontrándose asociaciones con consumo de sustancias adictivas (alcohol, tabaco o cannabis)3, aunque otros estudios sustenten lo contrario.
A más de los problemas en el entorno social y familiar por la desconexión interpersonal del joven se debe agregar otro problema, tal como el juego identitario que puede ocasionar problemas profundos, ya que la identidad falsa proporciona mayor satisfacción que la verdadera9. La adicción al juego se encuentra reconocida como un trastorno mental en el DSM-5, no así los trastornos de conductas asociados al uso excesivo de internet.2
En nuestro país, no conocemos datos de estudios de esta nueva conducta en adolescentes, por lo que nos pareció interesante realizar un estudio de prevalencia de uso excesivo de internet en tres poblaciones de tres franjas socioeconómicas diferentes.
El objetivo fue determinar la prevalencia de adolescentes con trastornos de conductas relacionados al de uso excesivo de internet analizados con las variables incluidas en la encuesta EUPI-a ,en población adolescente de tres franjas socioeconómicas.
METODOLOGÍA
La población lo constituyo adolescentes que se encuentran cursando la educación media, con franja etérea de 15 a 18 años, de tres niveles socio económicos: alto, medio y bajo (definidos por el costo de la matricula) ubicados en la ciudad de Asunción. La población calculada necesaria para el estudio fue de 384 adolescentes (95 % de confianza y 5 % de margen de error). Los colegios fueron elegidos en el área urbana, por conveniencia. Se aplicó la encuesta a todos los alumnos de los cursos participantes.
Se utilizó la encuesta EUPI-a para medir uso excesivo de internet. Dicha encuesta posee 14 preguntas que son respondidas por medio de puntuaciones en escala de Likert de 5 puntos. Se definió como uso excesivo la escala tres.
Las variables contenidas en las preguntas de la encuesta EUPI-a abarcan las dimensiones de saliencia (pensamientos, sentimientos y conducta), modificación del humor, abstinencia del uso, conflictos creados por el uso con el entorno, laboral o intrapsíquico, recaída y la posibilidad de abandono de la conducta en cualquier momento3.
Todas estas variables cualitativas se analizaron por frecuencia y se buscó asociación por medio de chi cuadrado.
Se realizó una reunión con los directivos de los colegios elegidos a fin de explicar los objetivos de la aplicación de la encuesta y el alcance de la misma. Luego se realizó la aplicación de dicha encuesta en presencia de los profesores, previa explicación a los participantes sobre la forma de responder. Se administró y retiró la encuesta en un mismo acto. Posteriormente se volcaron los datos en planilla Excel y se analizaron con el paquete bioestadístico de dicho programa informático.
Es un estudio observacional, descriptivo de prevalencias encuesta de actitudes y prácticas, con componente analítico. Realizado en los meses de setiembre a octubre del 2018.
Se solicitó consentimiento informado a los padres y asentimiento a los participantes. Se mantuvo el anonimato de los mismos. No se mencionó el nombre de las instituciones involucradas para los fines de la difusión. Los resultados fueron devueltos a los colegios participantes para que estos conozcan el perfil de uso de internet de sus alumnos y puedan realizar intervenciones educativas en caso de que lo consideren necesario.
RESULTADOS
Ingresaron al estudio 431 adolescentes, distribuidos de la siguiente manera:
Colegio público: 240 participantes (nivel socio económico bajo)
Colegio subvencionado: 98 participantes (nivel socio económico medio)
Colegio privado 93 participantes (nivel socio económico alto)
Del total de participantes 66 % fueron mujeres y el promedio de edad fue de 16 años (DS + 0,9).
El total de los participantes se conectaba a la web a través de dispositivos móviles, aunque 139 (29,7 %) utilizaban además computadoras de mesa y 84 (18 %) también lo hacían a través de tabletas.
La red social más utilizada por los adolescentes fue el Instagram (83 %).
El análisis de uso excesivo de internet por cada colegio se realizó de la siguiente manera:
1. Prevalencia de uso problemático de internet, según tipo de colegio.
En la Tabla 1 se puede observar la distribución de las prevalencias de uso problemático de internet según colegiatura de los adolescentes encuestados.
Institución | SI (%) | NO (%) | p* |
---|---|---|---|
Privado | 17 | 83 | <0,005 |
Publico | 12,5 | 87,5 | 0,005 |
Subvencionado | 7 | 93 | 0,005 |
*Chi cuadrada.
Como podrá observarse, la mayor prevalencia de uso problemático de internet se presenta en el estrato correspondiente al sector educativo privado, siendo las diferencias estadísticamente significativas. (Grafico 1)
Al comparar alumnos de los diferentes estratos se encontró diferencia estadísticamente significativa en la percepción de que el tiempo pasa rápido cuando está conectado, preferencia por mantener la conexión el mayor tiempo posible, irritación cuando se desconecta y sensación de relajación cuando está conectado a la red. (Tabla 2).
Pregunta | Nivel socio económico alto N=93 | Nivel socio económico bajo N=240 | Nivel socio económico medio N=98 | p* | |||
---|---|---|---|---|---|---|---|
n | % | n | % | n | % | ||
Tiempo vuela(pasa muy rápido) | 23 | 24,7 | 50 | 20,8 | 25 | 25,5 | 0,05 |
Intento de controlar uso | 33 | 35,4 | 71 | 29,5 | 22 | 22,4 | NS |
Preferir quedar conectado a estar con gente | 27 | 29 | 52 | 21,6 | 12 | 12,2 | 0,05 |
Descuido de tareas | 30 | 32,2 | 34 | 14,1 | 15 | 15,3 | 0,005 |
Pasar horas conectado cada vez mas | 27 | 29 | 59 | 24,5 | 31 | 31,6 | NS |
Irritación por no conectarme | 14 | 15 | 20 | 8,3 | 15 | 15,3 | 0,05 |
Prefiero que mis padres no sepan | 17 | 18,2 | 38 | 15,8 | 14 | 14,2 | NS |
Dejar de salir por estar conectado a la red | 3 | 3,2 | 18 | 7,5 | 7 | 7 | NS |
Internet me ayuda a relajarme | 22 | 23,6 | 35 | 14,5 | 23 | 23,4 | 0,05 |
Pongo en riesgo relaciones | 7 | 7,5 | 24 | 10 | 11 | 11,2 | NS |
Me he metido en líos por uso de internet | 13 | 13,9 | 22 | 9,1 | 9 | 9,1 | NS |
Fastidio por no conectarme a internet | 10 | 9,3 | 17 | 7 | 11 | 11,2 | NS |
Sensación de perder algo si no me conecto | 12 | 12,9 | 26 | 10,8 | 15 | 15,3 | NS |
Digo cosas por internet que no haría en persona | 16 | 17,2 | 28 | 11,6 | 11 | 11,2 | NS |
Fuente: elaboración propia
NS: no significativo
*chi cuadrada
DISCUSIÓN
El uso de nuevas tecnologías ha tenido su impacto en internet, desarrollando aplicaciones que permiten intercambio de información, conexiones rápidas e interacciones virtuales con personas lo cual enfrenta a la sociedad a una nueva problemática ocasionada por el uso excesivo y dependencia de las tecnologías.
Este nuevo escenario posee bondades, pero el efecto nocivo en las personas muy jóvenes no debe ser dejado de lado y merece una investigación para poder realizar intervenciones positivas, si fuera necesario10.
La adicción a internet no ha sido aún reconocida como una patología, lo cual no obsta para que sea estudiada, haciendo énfasis en que la misma podría constituirse en una conducta nociva, sobre todo para los adolescentes11.
En nuestra población adolescente encontramos que de los siete ámbitos que se proponen como indicadores de conducta dependiente, tres o más se encuentran afectados; lo que configura una señal de alarma que debe alertar sobre posibles problemas generados por el uso de nuevas tecnologías.
Los reportes de prevalencia de adicción a internet entre los adolescentes varían según la escala utilizada, por lo cual es difícil comparar la prevalencia entre poblaciones. En el metanálisis realizado por Carbonell et al., se reporta usos excesivos y problemáticos del internet que van de 3 % a 43,3 %, en diferentes ámbitos de comportamiento. Afectan dimensiones tales como interferencia en la vida cotidiana, descuido de tareas, trabajo, relaciones familiares e interpersonales12, tal como lo encontramos en nuestra población, donde esos ámbitos fueron los más afectados, sumando además el hecho del aislamiento del adolescente de su entorno social.
Estos hechos parecen indicar que los adolescentes pudieran tener problemas en el desarrollo de sus actividades interpersonales y de desempeño diario, sobre todo en los estratos socioeconómicos más desventajosos y que la misma podría tener relación con el uso de internet.
No encontramos trabajos que comparen el uso problemático de internet entre adolescentes de diversos estratos socioeconómicos, aunque existen trabajos que establecen como factores de riesgo, para que el joven desarrolle conducta adictiva al internet, la vulnerabilidad psicológica, el estrés, las familias disfuncionales y la presión social.13 Estos aspectos no fueron objeto de este reporte, por lo que abre un camino interesante para futuras investigaciones de la dinámica familiar que impera en los diversos niveles socio económicos de nuestra sociedad, a fin de establecer si éste podría ser un factor que predisponga a los adolescentes de una determinada clase social a presentar vulnerabilidad ante esta nueva y emergente forma de adicción.
A pesar de que el cuestionario EUPI-a ofrece un valor unidimensional para medir prevalencia global de uso excesivo y problemático, el abordaje multidimensional permite objetivar mejor las conductas que deben ser sujetas de intervención1.
Sánchez - Martínez y Otero, citado en el meta análisis de Carbonell et al., encontraron que el uso intensivo se asoció a ser mujer, escuela localizada en medio rural, buen nivel económico familiar, fumar tabaco, consumo excesivo de alcohol, depresión y fracaso escolar. Nuestros hallazgos coinciden con que los adolescentes de niveles socio económicos elevados parecen tener mayores problemas relacionados al uso de internet; sin embargo no se investigaron otras variables incluidas por Sánchez et al. 12.
Las diferencias entre las prevalencias de conductas problemáticas asociadas al uso de internet encontradas en nuestra población de estudio podrían deberse a que tanto la clase alta como la baja tienen menos control parental, o son menos contenidos por la familia o amigos; a diferencia de la clase media donde la contención de su red social y familiar podría ser mejor.
Al ser un cuestionario auto administrado, podrían existir sesgos. El hecho de no medir la cantidad de horas conectados impide comparación con otros trabajos que así lo hicieron; sin embargo según algunos autores esta adicción no requiere tiempo definido para constituirse en un problema conductual1.
CONCLUSIÓN
El uso excesivo de internet es una realidad en la población adolescente. La investigación debe ir dirigida a establecer factores de riesgo para padecerlo y sufrir consecuencias de otros tipos de adicciones a los cuales estarían predispuestos, así como intervenciones dirigidas a disminuir el uso nocivo y estimular los efectos beneficiosos que pueden aportar las nuevas tecnologías.
El uso problemático de internet se focalizó en las siguientes conductas para la clase alta y la baja: pérdida de noción del tiempo que permanecen conectados, descuido de tareas, elusión del control parental, y relajación con la re conexión. En el estrato bajo se agregó irritabilidad y preferir el internet a interacción con las personas. Llamativamente la clase media presentó uso problemático en menor proporción. En los grupos investigados, las áreas afectadas incluyeron cambios de humor y descuido en el cumplimiento de sus tareas asignadas, además de un deseo de no socialización.