INTRODUCCION
Los virus del herpes simple tipos 1 y 2 (VHS1 y VHS2) pertenecen a la subfamilia Alpha herpes viridae, un ADN virus con capacidad de permanecer latente durante tiempo prolongado, pudiendo reactivarse en condiciones de estrés o inmunocompromiso.
Las infecciones primarias, reactivaciones o reinfecciones pueden ser asintomáticas, lo cual puede dificultar la elección de pacientes que deben ser sometidos a búsqueda del virus por PCR para certificar la presencia del virus. El espectro de la enfermedad que produce es amplio, pudiendo ser una infección banal o potencialmente letal1.
Si bien se ha identificado al VHS1 como herpes orolabial y el VHS2 como genital, ambos pueden causar infecciones bucales o genitales, observándose actualmente un incremento en la prevalencia de los VHS1 como agentes de infecciones de origen sexual2.
Ambos serotipos pueden trasmitirse al feto y ocasionar lesiones importantes o la muerte en el recién nacido. Un aspecto especialmente grave en este grupo etario es que la enfermedad se manifiesta clínicamente recién entre la segunda y tercera semana de vida, cuando el niño presenta signos compatibles con afectación neurológica, lo cual indica un daño, a veces irreversible3.
La prevalencia de anticuerpos maternos de tipo IgG podría indicar que las mujeres ya han padecido la enfermedad, y, por ende, pueden reactivarla; mientras que aquellas que presentan IgM están cursando con infección aguda, y en consecuencia existe más posibilidades de trasmitir el virus al feto o al recién nacido.
Las pruebas serológicas con las que se cuenta actualmente en otros países permiten distinguir entre VHS 1 y 24.
El conocimiento del comportamiento de las enfermedades causadas por estos virus es de suma importancia para disminuir la prevalencia de infecciones neonatales, ya que una vez instalada la infección, pueden ocasionar daños severos, principalmente a nivel del sistema nervioso central (SNC)5.
Las seroprevalencias reportadas varían entre los diversos países, y según se trate de VHS1 o VHS2, reportándose en Ghana 98 y 75%,6, 21,1 y 59,3% en EEUU7 para los serotipos 1 y 2 respectivamente; 31% para VHS2 en Etiopía8. En las Américas, las prevalencias dependen de la población estudiada, yendo de 20,6% en poblaciones sin conductas de riesgo a 74,8% en aquellas consideradas de riesgo como trabajadores sexuales, población trans y hombres que tienen sexo con hombres9. Australia reporta 86,9% en población general10. En Paraguay Benítez y Ríos reportan una prevalencia de 32,5% para VHS1 y VHS2 en una población de gestantes en el año 2019, sin distinguir cuál de los serotipos es el más prevalente11.
Además de las patologías conocidas, como úlceras orales, encefalitis, hepatitis y sepsis entre otras, un aspecto importante a tener en cuenta con respecto al VHS, es que ha sido asociado al inicio de esclerosis múltiple (EM) en pediatría. El mecanismo por el cual este virus ocasionaría EM aún o está esclarecido12.
Los estudios de seroprevalencia pueden ser orientativos de población gestante en riesgo de reactivar la enfermedad, además podrían ser útiles para detectar a los recién nacidos en riesgo; de esta manera se podrían generar conductas tendientes a prevenir las secuelas neurológicas a largo plazo en población pediátrica. El objetivo del presente trabajo es determinar la seroprevalencia IgG e IgM por VHS 1-2 en los recién nacidos y madres en el periodo de enero 2017 a julio 2021 en un hospital de tercer nivel.
MATERIAL Y MÉTODOS
Estudio observacional, retrospectivo de corte transversal de enero 2017 a julio 2021. Población enfocada pacientes del sexo femenino, mayores de 18 años (en etapa periparto) y recién nacidos que acuden al Hospital Nacional de Itaugua. Se incluyeron todos los estudios serológicos de gestantes y recién nacidos cuyo nacimiento ocurrió entre enero 2017 a julio 2021. El cálculo de tamaño muestral se realizó sobre un total de 4500 nacimientos por año, 99% de confianza y un margen de error de 10%; siendo necesario incluir 160 mediciones por año, precisándose una muestra mínima de 800 para las gestantes e igual cantidad para los RN.
Las muestras para análisis se tomaron en el momento periparto en las embarazadas y dentro de los 7 días de vida de los recién nacidos. Se extrajo 2 cc de sangre periférica en tubo seco a los RN y madres. El material se analizó por medio de la prueba de ELISA, con equipo automatizado de diagnóstico Alegria ®. Se consideró el análisis de IgG e IgM positivo con valores mayores a 25 U/ml y negativa menor a 20UI/ml. Los análisis con resultado intermedio fueron excluidos.
Esta prueba mide anticuerpos totales contra ambos virus, sin discriminar si los mismos corresponden a VHS1 o VHS2.
Se respetó los principios éticos de Helsinki de investigación en humanos. Cuenta con aprobación de Comité de ética de la investigación del Departamento de Pediatría del Hospital Nacional de Itaugua.
RESULTADOS
Se incluyeron 2997 serologías IgG e IgM de recién nacidos. La distribución y prevalencias por año de ambos tipos de serología puede observarse en la Tabla 1.
Año | Recién nacidos | IgG | IgM | |||
n | % | n | % | n | % | |
2017 | 516 | 17 | 515 | 99,8 | 4 | 0,8 |
2018 | 650 | 21,6 | 388 | 59,6 | 1 | 0,2 |
2019 | 884 | 29,4 | 852 | 96,3 | 3 | 0,6 |
2020 | 650 | 21,6 | 554 | 85 | 0 | 0 |
2021 | 297 | 9,9 | 289 | 97,3 | 3 | 0,6 |
Total | 2.997 | 100 | 2598 | 86,6 | 11 | 0,36 |
Un total de 1715 sueros de gestantes fueron estudiados en el periodo de estudio. Los resultados pueden observarse en la Tabla 2.
Año | madres | IgG | IgM | |||
n | % | n | % | n | % | |
2017 | 284 | 16,5 | 280 | 98,5 | 0 | 0 |
2018 | 447 | 26 | 442 | 98,8 | 0 | 0 |
2019 | 561 | 32,7 | 544 | 96,9 | 3 | 0,5 |
2020 | 315 | 18,3 | 304 | 96,5 | 0 | 0 |
2021 | 112 | 96,5 | 109 | 97,3 | 1 | 0,9 |
Total | 1719 | 100 | 1679 | 97,6 | 4 | 0,23 |
Al analizar las tendencias de la IgG materna y neonatal podemos observar que la de las gestantes se mantiene estable, mientras que en los RN tiende levemente al aumento, tal como puede observarse en la Figura 1.
Se analizó, asimismo, las tendencias de las IgM en ambas poblaciones, (Figura 2.)
Se puede observar que mientras la tendencia materna es a disminuir, la de los RN tiene tendencia a aumentar.
DISCUSIÓN
Clásicamente el VHS2 ha sido asociado a infección genital, mientras que el VHS1 tiene un papel preponderante en el herpes orolabial. Sin embargo, se ha notado un aumento importante en los casos de infecciones genitales y neonatales por VHS113, demostrándose que tanto el VHS 1 como el VHS 2 pueden transmitirse por vía vertical, y por lo tanto causar infección en el neonato13,14.
Nuestros hallazgos revelan, que en la población estudiada la prevalencia de IgG es cercana al 100 %, muy por encima del reporte realizado en el 2019 por Benítez y colaboradores11.
Esto podría atribuirse a la mayor muestra o bien a un incremento muy pronunciado en la prevalencia de esta enfermedad; sin embargo, no tenemos datos que permitan apoyar esta segunda afirmación.
Hay que destacar, sin embargo, que tanto el trabajo de Benítez y col11, como el nuestro no discrimina las seroprevalencia entre ambos virus estudiados. El conocer cuál de los serotipos de VHS es el prevalente en nuestro país, sería de suma importancia para proponer medidas de prevención eficaces. Lastimosamente, hasta el momento, no disponemos de medios diagnósticos que nos permita diferenciarlos.
Un aspecto importante a tener en cuenta es que las indicaciones actuales de diagnóstico pre o perinatal de infección por virus VHS en las gestantes, a través del PCR, se reserva a aquellas pacientes que tienen síntomas compatibles con infección activa en el momento del parto15.
Sin embargo, el comportamiento de este virus tiene ciertas particularidades, tales como reactivaciones y recurrencias, pudiendo transmitir el virus aún en casos asintomáticos, así, la presencia de IgG evidencia una infección previa, con la posibilidad de reactivación de infección, posible excreción viral, y consecuentemente, infección del neonato15.
Chatroux ha apoyado el uso de serología en el tercer trimestre en embarazadas con el fin de detectar aquellas gestantes que deben ser investigadas mediante biología molecular y recibir profilaxis en casos necesarios, a fin de evitar la transmisión vertical. Propone serología en el último trimestre, unido a antecedentes de infección previa.
Estos criterios podrían ser costo efectivo en relación a prevención de infección en el neonato16.
Nuestros resultados reflejan una prevalencia elevada de seroprevalencia materna y neonatal, que dejan abierto un campo interesante para investigaciones futuras, tales como determinar cuál de los serotipos virales es el más prevalente en nuestras gestantes, cuáles deberían ser sometidas a búsqueda activa de presencia de VHS, aún en casos asintomáticos y finalmente, cuales recién nacidos se encuentran en riesgo de padecer la enfermedad, a fin de poder realizar un diagnóstico y tratamiento tempranos.
Una debilidad importante de este estudio es la imposibilidad de diferenciar la prevalencia de cada virus por separado. El tener las prevalencias reales de VHS1 y de VHS2, permitirá conocer mejor la epidemiología, y, por lo tanto, tomar las medidas necesarias de prevención que favorezca a la madre y al recién nacido.
CONCLUSIÓN
La seroprevalencia de IgG por VHS1 y VHS2 es elevada en nuestra población, mientras que la prevalencia de IgM es baja en recién nacidos y gestantes. Es necesario establecer mecanismos laboratoriales que permitan distinguir entre los diversos serotipos de VHS en nuestra población, a fin de poder establecer medidas preventivas eficaces.