INTRODUCCIÓN
La mayoría de los pacientes con enfermedades graves y progresivas se enfrentan a una variedad de desafíos psicológicos, que incluyen la perspectiva de pérdidas reales y anticipadas, el empeoramiento de la calidad de vida, el miedo al deterioro físico y la muerte, y la incertidumbre. La infección por VIH y/o SIDA trae desafíos adicionales debido a los desarrollos y perspectivas de tratamiento que cambian rápidamente. Además, esta enfermedad es inusual por la extensión del estigma asociado con ella y el hecho de que el VIH es infeccioso y potencialmente mortal. Debido al riesgo de transmisión, se requieren cambios importantes y permanentes en el comportamiento sexual y/o el manejo del uso de sustancias, ninguno de los cuales puede ser fácilmente modificable1.
La epidemia del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se identificó por primera vez en la década de 1980. Desde el comienzo de la epidemia, alrededor de 78 millones de personas se han infectado con el VIH y 39 millones de personas han muerto por causas relacionadas con el SIDA2. África subsahariana es la región más afectada, con 25,6 millones de PVVIH, y representa dos tercios del total mundial de nuevas infecciones por el VIH. Según el informe de la encuesta del Instituto de Salud Pública de Etiopía en 2016, la prevalencia nacional de la infección por el VIH fue del 1,2 % con una estimación total de 741 478 (291 414 hombres y 450 063 mujeres) personas infectadas por el VIH entre la población adulta3.
Se han diseñado diferentes estrategias y políticas de prevención del VIH/SIDA para combatir la carga de la epidemia del VIH/SID2. La atención crónica del VIH/SIDA es una de las estrategias prioritarias que incluye la provisión de TAR para todas las personas con VIH, independientemente de su recuento de CD4 y la estadificación del VIH/SIDA de la OMS, para que estas personas vivan más tiempo con una mejor calidad de vida. El primer tratamiento ARV se inició en 2003, y en 2005 se inició ARV gratuito en Paraguay.
Las infecciones oportunistas son las causas predominantes de morbilidad y mortalidad entre los pacientes infectados por el VIH. El VIH afecta el sistema nervioso en el 70-80% de los pacientes infectados. El resultado puede deberse al efecto directo del virus, infecciones oportunistas y/o neoplasias malignas. Las manifestaciones neurológicas del VIH pueden ocurrir en cualquier momento desde la adquisición viral hasta las últimas etapas del SIDA2.
Hasta el 50 por ciento de las personas con problemas médicos específicos o factores estresantes han sido diagnosticados con problemas psicológicos. La angustia mental (o angustia psicológica) es un término que se usa para describir una variedad de síntomas y experiencias de la vida interna de una persona que comúnmente se consideran preocupantes, confusas o fuera de lo común2.
Una persona con angustia mental puede presentar algunos de los síntomas descritos en psiquiatría, como ansiedad, emociones confusas, alucinaciones, rabia, depresión y otros. Varias enfermedades médicas crónicas como el cáncer, la enfermedad de Parkinson, la diabetes mellitus, el VIH/SIDA y otras son responsables del desarrollo de trastornos psicológicos/mentales4.
Las personas que viven con el VIH corren un mayor riesgo de desarrollar una serie de enfermedades no transmisibles (ENT). Con un TAR efectivo, las personas con VIH viven más tiempo y experimentan ENT asociadas con el envejecimiento5. En general, en todo el mundo, los problemas de salud mental son más del doble de comunes entre las personas que viven con el VIH/SIDA en comparación con la población general6. Dado que el VIH/SIDA es un tipo de enfermedad discriminatoria, las personas que lo padecen se ven afectadas con mayor frecuencia por la falta de apoyo social, la baja autoestima, el estigma y la discriminación. Esto, a su vez, los predispone a problemas psicológicos como depresión y ansiedad7. Además del efecto directo del VIH y el efecto de las redes sociales para causar angustia psicológica en las PVVS, el efecto secundario del TAR también podría ser un factor predisponente para el desarrollo de estos problemas8. Además, diferentes estudios indicaron que la carga del VIH está aumentando dramáticamente, especialmente con la concurrencia de diferentes problemas psicosociales.
Resumimos los problemas psicológicos y los desafíos de vivir con la infección por el VIH, las afecciones mentales que se observan comúnmente, las formas en que los médicos de servicios de internación que pueden ayudar a abordar estos problemas y las recomendaciones sobre cuándo deben considerar la participación de especialistas en salud mental y otros servicios de apoyo.
MATERIALES Y MÉTODOS
Estudio retrospectivo, descriptivo, con enfoque mixto de una muestra no probabilística, donde se reclutaron un total de 100 pacientes de ambos sexos, mayores de edad, internados en el Instituto de Medicina Tropical de enero a julio de 2022 con diagnóstico de VIH/SIDA.
La evaluación psicológica a los pacientes internados en el Instituto de Medicina Tropical en el periodo de enero a julio de 2022 con el diagnóstico de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida se realizó mediante un Instrumento de Evaluación Psicológica, elaborado por la autora de la Tesis, previamente validado por un Plan Piloto a 40 pacientes, a quienes se les explicó la naturaleza de Intervención para una Atención Integral previa firma de Consentimiento Informado. Así también fue autorizado y aprobado por el comité de ética del Instituto de Medicina Tropical y el Programa Nacional de Lucha contra el SIDA.
El trabajo de investigación tuvo en cuenta los principios éticos. Se realizó consentimiento informado para la participación de los sujetos. Se garantizó la privacidad y el anonimato en los informes escritos y verbales.
Los resultados se expresaron como media aritmética y desviación estándar (DE) en el caso de variables cuantitativas y como porcentaje en el caso de variables cualitativas.
RESULTADOS
Se estudió una población de 100 pacientes internados en el Instituto de Medicina Tropical de enero a julio de 2022 con diagnóstico de VIH/SIDA.
Característica sociodemográfica | N= 100 | % |
---|---|---|
Edad agrupada | ||
17 a 24 años | 4 | 4 |
25 a 29 años | 8 | 8 |
30 a 34 años | 22 | 22 |
35 a 39 años | 20 | 20 |
40 a 44 años | 20 | 20 |
45 a 49 años | 8 | 8 |
50 a 54 años | 4 | 4 |
> 55 años | 14 | 14 |
Procedencia | ||
Asunción | 31 | 31 |
Central | 53 | 53 |
Otro | 16 | 16 |
Escolaridad | ||
Primaria | 39 | 39 |
Secundaria | 48 | 48 |
Terciaria | 13 | 13 |
Religión | ||
Católico | 56 | 56 |
Cristiano | 44 | 44 |
Reside con | ||
Esposa / o | 37 | 37 |
Madre / padre | 27 | 27 |
Hija / o | 13 | 13 |
Hermano / a | 16 | 16 |
Solo | 7 | 7 |
En cuanto a los datos sociodemográficos presentados en la tabla 1, destacamos la edad de mayor frecuencia de infección por VIH se encuentra entre los 30 a 44 años de edad con más del 60% de la población de estudio de procedencia entre Asunción y el departamento Central. Respecto a la escolaridad, la mayoría tenía formación secundaria (48%), religión católica (56%), y por último, solo 7 pacientes vivían solos.
Estado cognitivo | N= 100 | % |
---|---|---|
Neuropsicológico | ||
Lucido | 61 | 61 |
Tx. Cognitivo | 39 | 39 |
Ubicación temporoespacial | ||
1/5. | 31 | 31 |
2/5. | 8 | 8 |
5/5. | 61 | 61 |
Memoria | ||
1/5. | 19 | 19 |
2/5. | 32 | 32 |
5/5. | 49 | 49 |
Atención | ||
1/5. | 17 | 17 |
2/5. | 34 | 34 |
5/5. | 49 | 49 |
En relación al estado cognitivo de los pacientes como se observa en la tabla 2, la mayoría se encontró lúcido, ubicado temporal y espacialmente, con niveles óptimos de memoria y atención.
Los resultados relacionados al estado afectivo se aprecian en la Tabla 3.
Estado Afectivo | Leve | Moderado | S/P | Severo |
---|---|---|---|---|
Miedo | 41 | 46 | 6 | 7 |
Temor | 11 | 72 | 7 | 10 |
Retraído Social | 57 | 31 | 6 | 6 |
Preocupación | 9 | 59 | 11 | 21 |
Impotencia | 13 | 45 | 8 | 34 |
*S/P: Sin particular
En referencia al estado somático de los pacientes, se obtuvieron los siguientes resultados: descanso leve y malo en el 36% y 64% de los pacientes respectivamente; 30% con buena alimentación, 57% con alimentación regular, 6% portaba sonda nasogástrica; además un funcionamiento de esfínter regular en el 64% de los pacientes.
En cuanto al estado interpersonal de los pacientes con VIH/SIDA se obtuvo conocimiento de que el 37% se encontraba en pareja, 87% con apoyo de la familia y 21% además contaban con grupos de apoyo.
Se encontró un alto número de pacientes donde el mecanismo para enfrentar los síntomas es superar la clínica, como estrategia de afrontamiento de tipo cognitivo (focalizadas en el problema), y de búsqueda de apoyo en los profesionales de la salud. Ver Tabla 4.
Estado conductual | N= 100 | % |
---|---|---|
Enfrentar síntomas | ||
Alta Voluntaria | 9 | 9 |
Superar la Clínica | 91 | 91 |
Confrontar síntomas | ||
Asertiva | 94 | 94 |
No evaluado | 6 | 6 |
Adherencia | ||
Mala | 35 | 35 |
Regular | 53 | 53 |
Buena | 6 | 6 |
Muy Buena | 6 | 6 |
Afrontar síntomas | ||
Ajuste c/ Diagnóstico Diferencial | 56 | 56 |
Ajuste por CD4 | 7 | 7 |
Ajuste TARGA | 37 | 37 |
*TARGA: Terapia antirretroviral de Gran Actividad.
DISCUSIÓN
En nuestro estudio, encontramos varios factores que afectan el estado psicológico de las PVVIH entre las que se encuentran la depresión y ansiedad. Un análisis detallado de los diferentes estados muestra que ciertos estados cognitivos se ven más afectados como la memoria y la atención en donde alrededor del 50% de nuestros pacientes mostraron resultados bajos; estos signos de alarma relacionados con la demencia son importantes de evaluar ya que el VIH/SIDA afecta muchos de los sistemas de órganos del cuerpo, incluidos el cerebro y el sistema nervioso, tal como menciona Antinori A9. La encefalopatía por VIH es una infección que se propaga por todo el cerebro. Es una causa de demencia en personas infectadas por el VIH. Cuanto mayor es la propagación de la infección en el cerebro, peores se vuelven los síntomas de la demencia. La demencia por SIDA también se conoce como complejo de demencia por SIDA o demencia asociada al VIH.
El componente afectivo en los pacientes se ve marcado por el miedo, y temores leves, la retracción social, preocupación y la impotencia severa, estos hallazgos plantean varias preguntas que potencialmente tienen implicaciones importantes para mejorar el estado afectivo de los pacientes con VIH/SIDA; por ejemplo, ¿qué tipo de apoyo es el adecuado para mejorar el estado afectivo de los pacientes? ¿se puede realizar algún tipo de taller para grupos de apoyo? ¿los materiales informativos disponibles para PVVS y su entorno están disponibles.
La evaluación del estado somático sugiere que el mal descanso, alimentación regular y mala evacuación en pacientes infectados por el VIH, según estudios analizados probablemente estén relacionadas con trastornos psicológicos y posiblemente depresión mayor, que pueden ser tratados.
Aunque numerosos estudios empíricos han explorado el papel de los factores interpersonales en la revelación del VIH por parte de la pareja, aún existen varios vacíos en la literatura. Primero, la mayoría de los estudios existentes se llevan a cabo en América del Norte o África con un enfoque en hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mujeres embarazadas infectadas con el VIH. Existe amplia discusión acerca de cómo los factores interpersonales se asocian con la revelación de la pareja con VIH entre personas heterosexuales con VIH en otros contextos culturales. Por ejemplo, en China, los efectos del estigma relacionado con el VIH en la revelación del VIH pueden verse agravados por la visión cultural de la obligación familiar10.
La cultura tradicional china enfatiza la obligación con la familia como un valor fundamental11. El estigma y la discriminación hacia las PVVS a menudo se extienden a su familia. Por lo tanto, el deseo de proteger a la familia y el temor de estar aislado de la familia agregan una pesada carga psicológica a las personas infectadas por el VIH en su proceso de toma de decisiones sobre la divulgación12. Los estudios cuantitativos existentes que exploraron el papel de la relación en la revelación de la pareja con VIH a menudo se centraron en la naturaleza de la relación en lugar de la calidad de la relación. Algunos estudios se centraron en las habilidades de comunicación, pero no examinaron si la comunicación familiar afectaba la revelación, aunque muchos estudios empíricos sugirieron que el género y el estado de VIH de las parejas (es decir, VIH negativo o VIH positivo) pueden influir en la práctica de divulgación, hay una escasez de estudios empíricos para elaborar cómo estas dos variables pueden confundir las asociaciones entre los factores interpersonales y divulgación de pareja con VIH, mismo que en nuestro estudio, no fue evaluado de esa manera, si el estado de la relación entre el paciente y su pareja, familia o grupo de apoyo en donde la mejor relación es con la familia en donde el 87% tiene el apoyo de la misma, solo el 37% tiene o mantiene una pareja y el 21% tiene un grupo de apoyo.
En cuanto a la conducta, está bien establecido que la adherencia al tratamiento antirretroviral (TAR) eficaz es esencial para el control viral y, por tanto, la supervivencia en el VIH/SIDA. Estudios anteriores han demostrado que el TAR requiere esquemas de dosificación estrictos para que tenga la máxima eficacia, es decir, se necesita una adherencia de >95 % para una supresión viral óptima en pacientes que toman regímenes basados en inhibidores de la proteasa13.
Estudios más recientes sugieren que una adherencia del 80 % (o incluso menos en algunos pacientes) puede ser suficiente para la supresión en la era actual de TAR más eficaz, en particular con una duración más prolongada del TAR (14). Nuestro estudio revela una regular y mala adherencia por parte de los pacientes en cerca del 90%.
En la actualidad existen evidencias científicas demostradas en el estudio de Molerio O.15) que permiten suponer que las emociones negativas tienden a debilitar la salud, mientras que las positivas tienden a potenciarlas. Se ha descubierto que las emociones negativas, como la ira, la ansiedad o la depresión, debilitan la eficacia de ciertas células inmunológicas, haciendo que los pacientes como los PVVS sean más susceptibles de contraer enfermedades oportunistas.
Martín et al. aclaran que entre las personas seropositivas hay una prevalencia de ansiedad y depresión por encima de la media cuando se abordan otros pacientes crónicos, en nuestro estudio vemos que la ansiedad leve es prevalente en el 36%, esto se refuerza en situaciones donde los pacientes tienen un elevado nivel sociocultural, o en el caso de que la infección se manifieste entre heterosexuales16.
Sanz A. afirma que la prevalencia de depresión en pacientes con VIH es bastante elevada, en nuestro estudio resultó ser del 18%17, mientras que Markowitz JC dan testimonio de que el diagnóstico de la infección puede impactar de manera sustancial el fuero interno de las personas18. Por su parte, Turner-Cobb, J. M19 ha indicado que los más afectados por cuadros depresivos en estas circunstancias son las personas jóvenes y las mujeres con diagnóstico reciente y con respecto a ello, Molerio O incluso refiere que al realizar estudios sobre este tópico, la prevalencia de manifestaciones depresivas en pacientes seropositivos es hasta de un 67,8% de personas en tal situación bajo determinados contextos, mucho mayor de lo encontrado en nuestra población15.
Nuestro estudio tiene algunas limitaciones ya que no consideramos las infecciones oportunistas asociadas como las neurológicas que pueden afectar el estado cognitivo de los pacientes. Otra cuestión es que no se proporciona información sobre las variables de la enfermedad del VIH en nuestro estudio, como por ejemplo valores relacionados al recuento de linfocitos tCD4, el tipo y duración de terapia antirretroviral.
En la actualidad, las anomalías mentales como la depresión y la ansiedad son muy comunes, y la incidencia es mayor en pacientes con enfermedades físicas crónicas. Los problemas psicológicos en las personas infectadas por el VIH/SIDA son más prominentes. Además, las personas infectadas por el VIH experimentan trastornos tanto físicos como psicológicos, que afectan gravemente su estado psicológico y los resultados del tratamiento.
Para las enfermedades inducidas por virus, especialmente el SIDA, los médicos no solo deben centrarse en el tratamiento antiviral de los pacientes (especialmente los pacientes más jóvenes), sino también monitorear su estado mental.
La reconstrucción de roles, como ayudarlos a integrarse en la sociedad, puede ser bueno para aliviar la depresión.
CONCLUSIÓN
Los factores sociodemográficos y psicosociales como la percepción de apoyo social, las creencias relacionadas con la enfermedad, los estilos de afrontamiento, las emociones negativas, las enfermedades psiquiátricas o psicológicas antes y después del diagnóstico de la enfermedad, entre otros, pueden en algunos casos, permitir o no a los pacientes con VIH/ SIDA afrontar la enfermedad para lograr la adaptación y el bienestar de su salud general