INTRODUCCION
La diversidad alimentaria constituye una medida cualitativa del consumo de alimentos que refleja el acceso de los hogares a una variedad de alimentos 1, para cubrir los requerimientos de nutrientes esenciales. Puede ser una limitante principalmente entre la población más vulnerable de los países en desarrollo 2, debido a la asociación positiva entre calidad de la dieta e ingesta de micronutrientes 3.
En este sentido en varios países, existen niños que no cumplen con los criterios para una buena diversidad alimentaria 4. Las dietas de mejor calidad están asociadas con una mayor nivel socioeconómico y las elecciones de dietas densas en energía y pobres en nutrientes son consumidos preferentemente por personas con menor poder adquisitivo 5,6, teniendo en cuenta que una dieta pobre en nutrientes se asocia con una gama de enfermedades no transmisibles en la edad adulta, como el cáncer y enfermedades cardiovasculares 7,8 podría ser de suma importancia los datos que se puedan obtener sobre este tema y con estos datos generados se podría realizar intervenciones adecuadas.
Además durante las últimas décadas se han producido cambios en los patrones alimentarios, donde prevalecen las dietas con una mayor cantidad de grasas saturadas, azúcar. También se observa una disminución de los niveles de actividad física, provocando estas situaciones un aumento de la obesidad infantil. 9-12
En Paraguay existe una leve mejoría en el consumo de lácteos entre 1998 y 2012 en hogares con niños menores de 19 años de edad 13, pero aún se observa un bajo consumo de frutas y verduras.
Objetivo: Evaluar la variabilidad en el patrón de consumo de los alimentos de niños pre escolares residentes en Asunción, de condición socioeconómica alta y su relación con el estado nutricional.
MATERIALES Y MÉTODOS
Diseño: Estudio observacional, descriptivo, transversal, cualitativo.
Muestra: Niños preescolares de 2 - 6 años de nivel socio económico alto que cursaron el nivel inicial en Asunción. Se incluyeron todos los niños cuyos padres o tutores accedieron a participar del estudio firmando el consentimiento informado, con cualquier estado nutricional, sanos al momento de la entrevista.
El estudio se realizó durante los meses de setiembre a octubre de 2014 en una escuela privada con muestreo no probabilístico de casos consecutivos.
Se realizaron entrevistas directas a través de dos cuestionarios, el primero con datos demográficos y generales de los niños y el segundo con una lista con todos los alimentos disponibles en centros habituales de abastecimiento de alimentos. Se midió el peso y talla del niño o niña según estándares nacionales, utilizando balanzas con variaciones de diez gramos y estadiómetro con variaciones de un 0,1 cm. Se utilizó como indicador nutricional el z score de Indice de Masa Corporal para la Edad y Talla para la Edad de la Organización Mundial de la Salud.
Se utilizó el programa Microsoft Office Excel 2007 para la construcción de la base de datos y el programa WHO Anthro 2.0.1 de la Organización Mundial de la Salud.
RESULTADOS
La tabla 1 presenta las características sociodemográficas de la muestra. Ingresaron 67 niños, entre los cuales predominó el sexo femenino. El 76 % de las madres estuvo comprendida en la franja de 31 a 40 años de edad. En relación con la escolaridad materna, se observó que el 1,5 % tenían el nivel primario completo. Las que cursaron o concluyeron la educación media representaron el 9 % y un 89,5 % de las madres tuvo estudios terciarios concluidos. Del ingreso familiar, se destaca que todas las familias tenían ingresos por encima de 7.610.000 guaraníes mensuales (equivalente a USD 1.400).
En la evaluación nutricional de los niños se observó para la variable de Índice de Masa Corporal que el mayor porcentaje de niños fue eutrófico (63%), además de una alta prevalencia de malnutrición por exceso (sobrepeso y obesidad) 31,5%. Al analizar la Talla/Edad se encontró que la mayor parte de los niños tuvieron talla adecuada a la edad. Sin embargo se destaca la que el 19% presentó riesgo de talla baja y el 1,5% talla baja. Gráficos 1 y 2.
En relación a la diversidad alimentaria, se halló un número de 172 alimentos disponibles en los centros de distribución del mercado local; estos se agruparon en 9 grupos (Lácteos y derivados, Cereales y Tubérculos, Verduras, Frutas, Aceites y Grasas, Carnes y Vísceras, Pescados y Mariscos, Huevos y Carnes procesadas y Azúcares y Bebidas).
La media de número de alimentos consumidos por los niños pre escolares fue de 69,19 alimentos (IC 95%: 63,79-74,59). El rango mínimo fue de 28 alimentos y el máximo 126.
Al analizar la distribución del consumo según grupo de alimentos ingeridos por semana se observó que los alimentos de mayor consumo en los diferentes grupos fueron: Lácteos (95,5%), pollo (95,5 %), arroz (cerca 100 %), pan y pastas (98,5%). Además de los alimentos más consumidos (Lácteos, arroz, y pan y pastas) también se observó un alto consumo semanal de carne bovina (92,5 %), y huevo (95,5%). Tablas 2 al 4.
Se observó también bajo consumo de verduras, frutas y legumbres y poca diversidad en el consumo de los alimentos de estos grupos en relación a la disponibilidad. Así tenemos que de un total de 31 tipos de verduras disponibles en el mercado local, sólo 7 son las más frecuentemente consumidas, Tabla 5. De un total de 33 tipos de frutas disponibles en el mercado local, el 74,9 % de los niños pre escolares consume menos de 17 tipos de frutas. Un 1,5 % de los niños no consumió ningún tipo de frutas. Tabla 6.
Se observa un bajo consumo de legumbres. Tabla 7
En relación al grupo de pescados y mariscos, de un total de 17 tipos de pescados y mariscos disponibles en el mercado local, el mayor consumo correspondió a: atún, surubí y tilapia. Los mariscos fueron de menor aceptación. Tabla 8. El 19,4 % de los niños pre escolares no consumió ningún tipo de pescado.
También se observó en este grupo de pre escolares un alto consumo de huevo, un importante consumo de alimentos procesados y bebidas azucaradas. El 71,5 % de los niños pre escolares consumió más de 9 tipos de azúcares y bebidas azucaradas. Tabla 9 y 10
En el grupo de aceites y grasas, los aceites vegetales, mayonesa y manteca fueron los de mayor consumo. En relación a los condimentos se observó un alto porcentaje en el consumo de sal. Tablas 11 y 12
Diversidad Alimentaria y su relación con el estado Nutricional
Al evaluar la relación entre la diversidad alimentaria y estado nutricional de los niños no se encontró diferencias significativas con el Índice de Masa Corporal y la diversidad alimentaria; sin embargo si se encontró una relación estadísticamente significativa entre diversidad de la alimentación y la talla, observándose que los niños con talla alta tuvieron una mayor variabilidad alimentaria. Gráficos 3 y 4.
DISCUSION
En este grupo de niños pre escolares se encontró un alto porcentaje de malnutrición (37%) por exceso, correspondiendo al 21% de sobrepeso y 10,5% de obesidad, con un bajo porcentaje de malnutrición por déficit. En relación a la talla baja, la prevalencia fue del 1,5%. Al comparar estos datos con el Sistema de Vigilancia Alimentaria Nutricional SISVAN 14, se observa un contraste (mayor talla baja), esta diferencia es debida al tipo de población evaluada en el SISVAN (mayor porcentaje de escuelas públicas y subvencionadas).
En esta misma línea a nivel regional, Coromoto y cols, 15 en niños pre escolares tuvieron una alta prevalencia de malnutrición por déficit, y por otro lado Kain y cols, 16 demostraron en un estudio en preescolares chilenos de Región Metropolitana, una mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad.
En relación a la diversidad alimentaria, los niños de esta muestra estudiada, consumieron una media de 70 tipos de alimentos por niño, para un total de 172 tipos de alimentos disponibles. Castillo y cols, 17 encontraron 111 tipos de alimentos disponibles para Asunción, sin embargo la media de alimentos consumidos fue muy similar. Igualmente describieron resultados para ciudades como Santiago y Barranquilla, ambas con una media de 75,4 y 71 de alimentos consumidos respectivamente. En la investigación de Olivares y colaboradores 11, en niños escolares chilenos observaron un escaso consumo de lácteos, frutas y vegetales y muy bajo consumo de legumbres y pescado.
Bubak y colaboradores 18 observaron una relación inversa entre los ingresos familiares y la carencia de los diferentes grupos de alimentos, sin embargo se destaca que nuestro grupo de estudio a pesar de tener condiciones socioeconómicas óptimas presenta una baja diversidad en el consumo de frutas, verduras, legumbres y pescados, hallazgos que también coinciden con los resultados de Castillo y cols 17. Estos resultados podrían atribuirse a factores culturales antropológicos y además al no tener Paraguay salida al mar, la disponibilidad de mariscos y pescados de mar es limitado.
Es interesante resaltar que una limitante de este estudio podría ser el hecho que no se consideraron otras variables como el conocimiento sobre nutrición de las madres, creencias y actitud de los padres hacia los alimentos. Gibson 19 en el Reino Unido, estudiaron a niños de entre 9 - 11 años, la contribución de diversos factores sobre el consumo de frutas y verduras y concluyeron que este consumo está relacionado con los factores psicosociales y ambientales, también Blissett 20 y Golan 10 encontraron otros factores como los estilos de crianza, prácticas en la alimentación y la influencia de éstos sobre la alimentación de los niños.
Es preciso fomentar más estrategias de intervención en educación nutricional para mejorar los hábitos de alimentación de los niños.