INTRODUCCIÓN
La niñez y la adolescencia corresponden a etapas evolutivas sumamente importantes, donde no solo el desarrollo biológico es determinante, sino también etapas en las que las experiencias e interacciones marcan profundamente la vida de las personas, siendo necesario considerar el ámbito psicoemocional y la salud mental1.
En este contexto, atender este segundo aspecto mencionado en este grupo poblacional se convierte en una prioridad, debido al número elevado de casos, así como a una edad de aparición cada vez más temprana de los trastornos mentales2. Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) mencionan que estos problemas inciden en 1 de cada 7 niños y adolescentes de 10 a 19 años, significando un 13% de la carga total de morbilidad en esta población3. La identificación oportuna de estos problemas es fundamental debido a la necesidad de instaurar el tratamiento de la manera más rápida posible4, ya que estas condiciones afectan de manera global la funcionalidad del infante y adolescente, generando importantes problemas a nivel del pensamiento, el control o gestión emocional y el comportamiento, manifestando sus efectos en todos los aspectos de la vida5.
La epidemiología psiquiátrica, que estudia la salud mental y los trastornos mentales6, analiza los datos necesarios para plantear estrategias de abordajes en salud, siendo relevante desde la perspectiva de la clínica el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad mental7.
La infancia y adolescencia, periodo de búsquedas y aprendizajes, puede ser también un momento de sufrimiento y disfunción8, y la situación actual de pandemia, ha hecho más evidente este problema debido a las situaciones adversas experimentadas durante esta crisis sanitaria9, el confinamiento, la educación alejada físicamente de las escuelas, las relaciones con pares restringidas o limitadas, la prohibición de practicar actividades físicas en el exterior y la alteración de hábitos saludables de vida han influido negativamente10.
Este trabajo de investigación se centró en describir la epidemiologia de casos de trastornos mentales en la población infanto juvenil, en el Servicio de Urgencias del Hospital Psiquiátrico de Asunción Paraguay, entre los años 2020 a 2021 y de este modo contextualizar la situación en el medio nacional.
MATERIALES Y MÉTODOS
Investigación cuantitativa, descriptiva, de corte trasversal, aplicada a una población de 135 pacientes niños adolescentes de 11 a 17 años, atendidos en el Servicio de Urgencias del Hospital Psiquiátrico en el corte temporal correspondiente a los años 2020 a 2021, mediante un muestreo no probabilístico de casos consecutivos.
Las variables consideradas fueron: edad, sexo, año de consulta, números de consultas, antecedentes patológicos familiares, internación, realización de TEC, patologías psiquiátricas.
El instrumento consistió en un formulario creado para el efecto, de llenado exclusivo por parte del equipo investigador, donde constaban las variables de interés.
La recolección de datos se realizó una vez obtenida la autorización institucional, directamente de la historia clínica de los pacientes, analizando los mismos mediante Microsoft Excel, además del programa informático SPSS versión 21, utilizando las herramientas de la estadística descriptiva.
RESULTADOS
La muestra estuvo compuesta por 135 pacientes que correspondían al periodo 2020 al 2021, todos ellos consultantes en el Servicio de Urgencias del Hospital Psiquiátrico de Asunción.
Edad y sexo
La edad mayoritaria fue de 17 años con el 43% como se visualiza en la Tabla 1.
Edad | n | % |
11 | 1 | 0,7 |
12 | 4 | 3,0 |
13 | 9 | 6,7 |
14 | 6 | 4,4 |
15 | 31 | 23,0 |
16 | 26 | 19,3 |
17 | 58 | 43,0 |
Total | 135 | 100 |
Fuente: Fichas de pacientes que asistieron al Hospital Psiquiátrico. Asunción, 2020-2021.
Analizando esta variable cuantitativamente, el promedio de edad es 15,7 años ±1,4 años.
Agrupando las edades, resalta que el 4% (n=5) está entre los 11 a 12 años y el 96% (n=130) en la adolescencia.
En relación al sexo, 60% (n=81) fueron del sexo femenino y 40% (n=54) del masculino.
Consultas por año, número de consultas por paciente, motivo de consulta
Entre los años 2020 al 2021 consultaron un total de 135 pacientes pediátricos. Del total, el 45% (n=74) correspondió al año 2020 y el 55% (n=61) al 2021.
De la cantidad de consultas por paciente, el 83% (n=112) consultaron una vez, 20% dos veces, 4% tres veces y 3% cuatro veces.
Los motivos de consulta fueron: cambio conductual 40% (n=54), auto agresividad 27% (n=37), agresividad/irritabilidad 22% (n=28), derivación por facultativo 8% (n=11), evaluación por orden judicial 2% (n=3) y evaluación de control 1% (n=2).
Sexo masculino (54) | Sexo femenino (81) | TOTAL | ||||
---|---|---|---|---|---|---|
Motivo | n | % | n | % | n | % |
Cambio conductual | 18 | 33% | 36 | 44% | 54 | 40% |
Agresividad/irritabilidad | 14 | 26% | 14 | 17% | 28 | 22% |
Auto agresividad | 13 | 24% | 24 | 30% | 37 | 27% |
Derivación por facultativo | 6 | 11% | 5 | 6% | 11 | 8% |
Orden judicial | 3 | 6% | 0 | 0% | 3 | 2% |
Control | 0 | 0% | 2 | 3% | 2 | 1% |
TOTAL | 54 | 100% | 81 | 100% | 135 | 100% |
Fuente: Fichas de pacientes que asistieron al Hospital Psiquiátrico. Asunción, 2020-2021.
El 42% presentó antecedentes patológicos familiares conocidos y el 58% o no los desconocía o los negaba.
De los sujetos de estudio, el 77% (n=104) no se internó, el 23% (n=31) si lo requirió, y de ellos el promedio de días de internación fue 16 días.
En cuanto a la terapia electro convulsiva, el 1% (n=2) requirió de este tratamiento.
Diagnósticos psiquiátricos
El 73% (99) de la muestra contó con un diagnóstico psiquiátrico y 27% (36) dos o más.
En cuanto a las frecuencias por grupos del CIE-10, los principales fueron F20-F29 y F30-F38 con 30% (40) en cada grupo como se visualiza en la Tabla 3.
Grupos | n | % |
F00-F09 | 2 | 1% |
F10-F19 | 25 | 19% |
F20-F29 | 40 | 30% |
F30-F38 | 40 | 30% |
F40-F48 | 25 | 19% |
F50-F59 | 0 | 0% |
F60-F69 | 25 | 19% |
F70-F78 | 15 | 11% |
F80-F89 | 3 | 2% |
F90-F98 | 2 | 1% |
Fuente: Fichas de pacientes que asistieron al Hospital Psiquiátrico. Asunción, 2020-2021.
Las cinco principales patologías psiquiátricas en la muestra fueron: depresión mayor 21% (n=29), trastornos de la personalidad 16% (n=21), trastorno psicótico breve 13% (n=18), trastornos por consumo de múltiples sustancias 13% (n=18) y psicosis no orgánica sin especificación 11% (n=15).
Considerando el sexo, en varones predominaron: el trastorno por consumo de múltiples sustancias 20% (n=11), depresión mayor 15% (n=8), trastornos de la personalidad 15% (n=8), psicosis no orgánica sin especificación 9% (n=5) y trastorno psicótico breve 7% (n=4).
En mujeres: la depresión mayor 26% (n=21), trastorno psicótico breve 17% (n=14), trastornos de la personalidad 16% (n=13), psicosis no orgánica sin especificación 12% (n=10) y trastorno por consumo de múltiples sustancias 9% (n=7).
La patología dual también estuvo presente en parte de la muestra, ya que, del total de sujetos estudiados, 4% (5) las presentaron, de las cuales el 60% (3) correspondía al sexo masculino.
Patologías físicas: Epilepsia 3% y PVVS 1%.
Maltrato/abuso: 10 adolescentes sufrieron maltrato, de ellos el 90% fueron mujeres.
DISCUSIÓN
La pandemia ha afectado fuertemente a la sociedad y especialmente a la población infanto juvenil11.
En relación con la edad, la mayoría son adolescentes (96%), coincidiendo con las investigaciones donde la mayoría de estos cuadros se presentan en la adolescencia por sobre la infancia12.
El hecho de que la mayoría de consultas se hayan presentado en el sexo femenino (60%), guarda similitud con otros trabajos como el de Osorio (60%) y Toledo con (59%), así como es coherente con la mayor vulnerabilidad de la mujer para desarrollar ciertos trastornos emocionales y requerir asistencia en momentos de crisis12-13.
La cantidad de consultas disminuyó durante la crisis sanitaria del Covid-19, con una reducción del 41% en el 2020 comparado con el año anterior, siendo más marcada la diferencia al avanzar la pandemia; en este sentido, se encuentran similitudes con otras investigaciones, ya que las medidas de aislamiento han influido en este indicador14-15.
Los motivos de consulta en la investigación fueron mayormente el cambio conductual 40%, la auto agresividad 27% y la agresividad/irritabilidad 22%, siendo más frecuente luego de la alteración conductual la agresividad en los varones y la auto agresividad en las mujeres. Fernández-Quintana et al., tras un estudio de seguimiento de 7 años de pacientes pediátricos en las urgencias, identificaron como principales motivos de consulta a las alteraciones conductuales en varones y autolesiones en mujeres16, por lo que aquí se encuentra similitud en los resultados.
Los antecedentes patológicos familiares se presentaron en el 42% en esta investigación; trabajos similares arrojaron cifras de 57%17.
El 23% de los sujetos de estudio requirió de internación, en este punto no se encontraron datos de cantidad de ingresos por consultas en otros estudios; si del tiempo de estadía que para este estudio fue de 16 días y en otros trabajos fue mayor18.
En lo referido a las patologías más frecuentes en general, en este trabajo se tuvieron las más frecuentes en el siguiente orden: depresión mayor 21%, trastornos de la personalidad 16%, trastorno psicótico breve 13%, trastornos por consumo de múltiples sustancias 13% y psicosis no orgánica sin especificación 11%. Una investigación llevada adelante por Fariña et al. en 2017 encontró que las principales patologías identificadas en el Departamento de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia del Hospital de Clínicas de la Universidad Nacional de Asunción, fueron la depresión mayor, la discapacidad intelectual, el trastorno general de la personalidad, el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno oposicionista desafiante y el trastorno de conducta19, con lo que se guarda una similitud en relación con algunos de los principales diagnósticos psiquiátricos. Así también, Rodríguez Hernández at al. (2019) mencionan al consumo de drogas, las conductas de autoeliminación, los cuadros del humor, la ansiedad y los trastornos de comportamiento son los más prevalentes en esta población20. Una diferencia entre los estudios radica en los trastornos de conducta, que no se presentan en este estudio en la frecuencia descrita en otras bibliografías.
En relación al sexo y los trastornos, coincide con la literatura la mayor presencia de trastornos por consumo de sustancias en el sexo masculino21, y que la depresión sea más frecuente en mujeres, aunque esto no significa que el hombre esté libre de riesgos, ya que las consecuencias en este grupo pueden ser incluso más graves22.
La Terapia Electro Convulsiva (TEC) fue indicada en el 1% de los sujetos, lo que demuestra su baja utilización en este grupo de edad; según Chávez (2017), los estudios científicos en infantes y adolescentes no han arrojado datos suficientes para emitir una recomendación clara para el uso TEC, sin embargo, no existen contraindicaciones significativas23.
Otro punto de análisis se relaciona con el maltrato, que en este trabajo se presentó en el 7,4% de la población de estudio, siendo el 90% de ellos del sexo femenino. Moreno y Machado (2020) refieren como conclusión de su investigación que la crisis generada por el Covid-19 ha instaurado nuevas formas de estrés que pueden influir en la aparición del maltrato infantil, como ser la violencia en la crianza, el abandono, el abuso sexual y el maltrato psicológico24, así como las niñas y las mujeres son un sector vulnerable de la sociedad a sufrir maltrato, violencia y abuso, siendo reflejado esto en las estadísticas25.